José Antonio de Mendoza y Sotomayor, Marqués de Villagarcía, Vizconde de Barrantes y Virrey del Perú.

Los Mendoza, señores de Villagarcía

DON José Antonio de Mendoza y Sotomayor era descendiente del Mariscal Suero Gómez de Soutomayor, Tenenciero del Señorío de Ponteve­dra, y de García Camaño, «el Hermoso», fundador de Vilagarcía por una carta puebla de 1461; y sobrino del gran don Fernando de Andrade, Capitán Gene­ral y Arzobispo de Santiago14. Heredaba el Marquesado de Villagarcía, el Vizcondado de Ba­rrantes y los señoríos de Vistaalegre, Rubianes, Lamas y Vilanova. Fue Marqués de Monroy y de Cussano por su casamiento con doña Clara Barrio- nuevo y Monroy. Los Mendoza alcanzaron auge en Galicia, desde la presencia del Arzobispo don Lope en Compostela, en el siglo XV; los Caamaño que pretenden un origen helénico y se ufanan de des­cender de posesores romanos, pueden remontar sus genealogías hasta la alta edad media.

Aunque siempre se tuvo por gallego, y lo fue por linaje y títulos, nació en la casa materna de Vegas de Matute (13, marzo, 1667); su padre, sí, fue bautizado en Pontevedra. Los cargos que desempeñó señalaban ya el futuro del hijo; porque don Antonio Domingo de Mendoza fue Embajador en Venezuela y electo de Francia, y Virrey y Capitán General del Reino de Valencia.

Sus hermanos ocuparon también puestos importantes: Alvaro fue Arcediano de Trastámara y Sumiller de la Casa Real; Francisco, Arzobispo de Farsalia; María Antonia casó con el Conde de Villardompardo.

Virrey del Perú

DON Antonio José de Mendoza y Sotomayor fue gentilhombre de Cámara y Embajador en Portugal. Tenía ya setenta años cuando fue promo­vido al Virreinato peruano15. Hizo la entrada con gran pompa en 1736.

Fue el menos afortunado de los Virreyes gallegos de América. Su gestión se vio agitada por graves problemas. Los ingleses, comandados por el Almirante Vemon, tomaron Portobelo. Anson entra en el Pacífico y ataca los navios españoles. Los portugueses invaden las fronteras y llegan hasta Quito y al Río de la Plata.

Se vio obligado a reforzar las fortificaciones de la costa; levantó milicias (más de 15.000 hombres en el Callao). Tuvo que enviar contra el Almirante Anson parte de flota del Mar del Sur, al mando de Jorge Juan de Ulloa.

Esas preocupaciones bélicas dilataron la acción sobre abusos de los corregidores y en los repartimientos.

La penuria económica motivada por los gastos de guerra obligó a suspender pagos y retribuciones.

Su interés por los indios no se vio correspondido. Se sucedieron los alzamientos; el más grave el de Juan Simón, supuesto descendiente de los Incas, «Rey de los Andes», que se apoderó de veinticinco pueblos. Se produjeron matanzas de misioneros. Los indios secundaron el levantamiento en 1742.

Actividad científica y cultural

LLEVÓ consigo a Antonio de Ulloa y a Jorge Juan, marinos eminentes, geodestas e inves­tigadores encargados de la mediación del meridiano con los científicos franceses, Gaudin, Bouger y La Condemine, con el botánico Jussieu y el cirujano Schniegers.

En el aspecto cultural destaca también su protección a la Universidad de San Marcos.

Muere en el mar a los ochenta años

UE relevado en julio de 1745 por José Manso X de Velasco, Presidente de Chile. Embarcó para España con sus familiares el 2 de julio; moría en el mar, el 14 de diciembre de 1746. Los huesos y el corazón fueron traídos por su hijo.

Gobernó en tiempo aciago. El «juicio de residencia» le fue, sin embargo, plenamente favorable.

Por uno de tantos azares históricos el Condado de Moctezuma pasaría a la familia de este Virrey, gallego, Mendoza, por Clara de Oca, Marquesa de Villagarcía.

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