Historia y nacimiento de la teoría gallega

Celso García de la Riega

Celso García de la Riega

Celso García de la Riega, iniciador de la Tesis Gallega y verdugo de la genovesa.

En el año 1892  Celso García de la Riega encuentra el primer indicio de un origen gallego de Colón al leer el libro titulado El Río Lérez, en el que su tío Luís García de la Riega describe las bellezas de la comarca surcada por este río, menciona una escritura de aforamiento hecho a principios del siglo XVI por el monasterio de Poyo, en las inmediaciones de Pontevedra, a favor de Juan de Colón y su mujer Constanza.

Más tarde Antelo Carmelo Castiñeiras secretario de la sociedad Arqueológica de Pontevedra y abogado, encontraría otros documentos en el Ayuntamiento de Pontevedra, donde aparecen los apellidos de Colón y Fonterosa -que eran los apellidos paterno y materno de Cristóbal Colón- estos documentos los llevó a la tertulia en la que él participaba, era la tertulia de Casto Sampedro fundador del Museo Arqueológico de Pontevedra, en esta tertulia es donde Celso García de la Riega retoma el tema de Colón, animado por los tertulianos y por la aparición de nuevos documentos encontrados y aportados por D. Casto Sanpedro, continúa en solitario hasta su muerte con la idea de un Colón pontevedrés viendo ya con más claridad lo inverosímil de las fuentes oficiales.

Colón gallego

Casa natal de Cristóbal Colón según la tradición de Portosanto – Poio

El 20 de diciembre 1898 realiza una conferencia en la Sociedad Geográfica de Madrid. La conferencia tuvo gran impacto y repercusión, la noticia de la nueva teoría se extendió por países de todo el mundo. En 1914 Celso García de la Riega, ante la insistencia de muchos de sus seguidores, publica su libro “Colón español”, siendo el primero en dinamitar el candidato italiano “Cristóforo Colombo”, además trata de construir el personaje, creyendo que si él quiso y puso todo su empeño en ocultar su origen, lo sería por algo realmente grave, y grave era en 1492 ser judío. Celso García de la Riega murió un mes después de la publicación, a la edad de 70 años, consiguiendo dejar tocada de muerte la concepción genovesa del Almirante, sus argumentos en contra de un Colón genovés son todavía hoy en día utilizados por todos los que defienden un origen distinto al oficial.

Podríamos resumir la Teoría presentada por Celso García de la Riega en cinco Pilares:

  • El apellido que utilizaba Cristóbal Colón y sus hijos siempre fue Colón, nunca Colombo, Colom, etc.,  Pontevedra era el único lugar del mundo donde se encontraba el apellido Colón, siendo este el único apellido que utilizaba en sus cartas dirigidas a sus hijos y hermanos; el único apellido que utilizaban en todos los documentos oficiales; así lo escribió en su testamento; así lo llamaban los Reyes Católicos y el rey de Portugal; incluso desde el Vaticano, el Papa Alejandro VI lo llamaba Colón; ¡nunca con ningún otro apellido!;  la mayoría de los Colón de Pontevedra  eran Mareantes, existen documentos desde 1428 que lo avalan. En la basílica de Santa María de Pontevedra  hay una inscripción pétrea que dice que “Juan Colón” hizo una capilla. El propio Almirante decía que la forma de vivir de sus antepasados fue el de mercaderías por la mar.
  • Colón escribía en gallego. Sus escritos  como bitácoras, cartas y demás, las escribió con palabras galaico-portuguesas y muchas netamente gallegas, diferentes a las portuguesas y castellanas; como ejemplo: “Despois” (palabra gallega usada en la época y en la actualidad, en castellano se escribía después y en portugués após). Escribía en gallego “Saliron” (en castellano se escribía salieron y en portugués saíron). Escribía en gallego “Foy” (en portugués se escribía foe, y en castellano fue)…… y así hasta más de 300 palabras. Cuando no encontraba el término especifico en castellano, empleaba uno gallego: “A longo da costa”(a lo largo de la costa), “Anduvo a la relinga” (como en la actualidad siguen empleando los marineros gallegos para referirse al viento contrario), “ala corda”, etc.
  • La Toponimia: Los nombres que utilizo Colón para bautizar las tierras descubiertas coinciden por centenares con los nombres de las costas gallegas especialmente con la costa de Pontevedra, de ninguna otra región aparecen tantos nombres en común como los de Galicia, es evidente que Colón conocía perfectamente el mar, las rías y la geografía del entorno gallego más específicamente la ría de Pontevedra. Colón bautiza la primera isla como San Salvador, el segundo nombre que utilizo Colón fue el de Santa María de la Concepción  que es el nombre de la Copatrona de San Salvador de Poio, muchos de ellos, tienen geográficamente un parecido asombroso, como el mar de Santo Tome,  en Santo Domingo con Santo Tome del mar de Cambados en Pontevedra, sus contornos son tan  parecidos que se pueden superponer uno encima del otro, o como Porto Santo en las Antillas que tiene un parecido asombroso con el Porto Santo de San Salvador de Poio. Todas estos topónimos son de fácil comprobación, comparando mapas de las zonas descubiertas y mapas de las rías gallegas, por ejemplo se pueden citar: Río Xallas en Jamaica, que solo existe en Galicia, Punta Muros (Venezuela/Ría de Muros. A Coruña), Río Minho  (Jamaica/ río de Galicia), Puerto del Sol (Cuba/Isla de Onza. Pontevedra), Punta Aguda (Isla Tortuga/Bueu. Pontevedra), Punta del cabo (Cuba/ Cesantes. Pontevedra), Punta do Ferro (Rep. Dominicana/Ría de Pontevedra), Punta Lagoa (Bahamas/Ría de Vigo), Punta Moa (Cuba/Punta Moa. Pontevedra) y así hasta más de 125  lugares.
  • La carabela (Nao) “Santa María”, fue construida en los astilleros de la Moureira en Pontevedra, propiedad de Juan de la Cosa, el nombre completo o como se conocía a la embarcación era Santa María “la Gallega”, fue la nave capitana de Colón, que también fue la única aportación que hizo el Almirante al descubrimiento. Al encallar la nave en el primer viaje Colón se queja y dice “la traición del maestre y  de la gente que eran todos o los más de su tierra”, se refiere a la tripulación de la Santa María que procedía de las costas gallegas.
  • La Casa de la tradición,  la tradición dice que en una casa de Poio (Pontevedra) de siempre se supo que había nacido el descubridor de las Indias, estaba y está situada en la parroquia de San Salvador, en el barrio de Porto Santo, enclavada en la finca de La Puntada, finca que en su parte sur la baña la ría de Pontevedra, justo entre la Galea y la Lanzada y enfrente de la ermita de Nuestra Señora de Gracia en la isla de Tambo y cuando llega por primera vez al Continente Americano le llama “Salinas” y “Saíñas” se llama aún hoy en día la ensenada y el barrio colindante con la Finca de la Puntada y calle que la bordea. Esta finca perteneció a la casa de Veragua, descendientes del Almirante.
Dibujo de Castelao, en la nota superior se interesa por los documentos gallegos.

Dibujo de Castelao, en la nota superior se interesa por los documentos.

La teoría gallega tendría después de la muerte de su iniciador, un enemigo inesperado, la propia Academia gallega, esta, dirigida por Murguía se encargará de poner todas las trabas a los continuadores de la tesis, hará valer sus influencias en la Academia de la Historia en Madrid, y todo por evitar que el inminente reconocimiento pudiera recaer en su enemigo político, Celso García de la Riega. Llegando a proponer que los méritos deberían pasar a Don Castro Sanpedro, si se quería que la Academia deliberara a favor, y alegando que él encontró los primeros documentos (no era cierto), pero los rieguistas se opusieron, por lo cual, ni para ti, ni para mí.

Wenceslao_Fernandez_Forez[1]Don Wenceslao escribiría un artículo en el diario ABC de fecha 28 de agosto de 1926, una sátira burlesca sobre este asunto de las manos del gallego Wenceslao Fernández-Flórez.Dieciocho años después de haber realizado su famosa conferencia en Madrid, se le acusa de haber alterado algunos documentos, la Academia Española de la Historia, arengada por Murguía y con el apoyo de Altolaguirre y Oviedo yArce, intentará desbaratar por todos los medios que a Cristóbal Colón se le reconozca gallego. El historiador y miembro de la Sociedad Geográfica de Londres, coronel Mansfield, salió en defensa de García de la Riega, afirmando en una conferencia dada en Londres, que consideraba auténticos y válidos todos los documentos, pues no cree que las raspaduras que tienen algunos, afecten al texto y otras deficiencias no parecen esenciales, sobre todo cuando donde aparece el vocablo “Colón” en cada uno de los documentos, no presenta ningún deterioro o alteración, el paleógrafo Camille O’Sirvi consideraba lo mismo.

Sin embargo esta acusación sirvió para arrinconar la tesis gallega, y aún hoy en día algunos siguen haciendo referencia a la falsificación, mientras, siguieron apareciendo documentos y más documentos donde se evidenciaba la existencia de Colones en Pontevedra. El mayor instigador de esta cruzada fue el académico de la Historia Altolaguirre y Duval, quien suprimió deliberadamente aquellas actas de la Raccolta Colombina, que eran sospechosas y perjudiciales para su tesis, pero cuando se demostró la falsificación de abundantes actas, en vez de aplicarse la misma medicina que recetó a García de la Riega, se defendió diciendo esto:

“el haberse descubierto que algunos documentos donde figura el nombre del primer Almirante de la Indias son apócrifos (falsos), y el no poder comprobarse la autenticidad de otros por haber sido destruidos o no encontrarse los originales, han motivado el que sean acogidos con cierta desconfianza los documentos notariales de Italia…el que algún documento haya resultado falso, no puede constituir prueba de que lo sean todos los demás”.

Cuando los seguidores de la Teoría levantina de Luís Ulloa, presentaron los documentos Borromeo, a la par estaban criticando los documentos presentados por Don Celso, a sabiendas de que los documentos por ellos presentados eran documentos totalmente inventados, como así quedó demostrado, tanto que hoy en día no existen y tenemos la duda de si llegaron algún día a existir.

Además de los documentos defendidos por Celso García de la Riega, Telmo Vigo encontraría un documento de 1519 donde aparece el mismo “Juan Colón” de Santa María y del cruceiro y aunque los paleógrafos Serrano Sanz y Oviedo Arce se esmeraron en buscar algún vestigio de falsedad, tuvieron que darlo por bueno. Castro Sanpedro encuentra dos documentos, uno de 1518 y otro de 1520, que hacen referencia también al citado “Juan Colón” y otro de 1500 haciendo referencia a un “Antonio Colón”.

El falso testamento

A la muerte del cuarto Almirante Diego Colón en 1578, se extingue la línea directa de varón y motivó un pleito por la sucesión que no terminaría hasta el año 1608 (treinta años), en el juicio se presentan dos testamentos uno de 1506 en el que hace referencia a otros de 1502 y 1505 que nunca aparecieron. En el de 1506 constituye Cristóbal Colón mayorazgo a favor de su hijo Diego

“y non habiendo el fijo varón que herede mi hijo D. Fernando por la misma guisa, e non habiendo el fijo varón heredero que herede D. Bartolomé mi hermano por la misma guisa y por la misma guisa si no tuviese hijo heredero varón, que herede otro mi hermano; que se entienda de uno a otro el pariente más allegado a mi línea, y esto sea para siempre. E no herede mujer, salvo si no faltase no se fallar hombre, e si esto acaeciese, sea la mujer más allegada a mi línea”.

Se presenta otro testamento en el juicio, donde aparece las famosas frases:

 “siendo yo nacido en Génova … della salí y en ella nací…”, también, “…ni en otro cabo del mundo no se fallase hombre de mi linaje verdadero que se hubiese llamado y llamase él y sus antecesores de de Colón…en tal caso lo haya la mujer mas llegada en deudo y sangre legítima”.

En el testamento de 1498, se advierten bastantes irregularidades:

  • La firma que aparece no se corresponde con la grafía del Almirante y cometen varios errores al colocar los puntos que Cristóbal Colón situaba a cada lado de las eses.
  • Se da como vivo al Infante D. Juan cuando había fallecido el 7 de octubre de 1497. Cuando se presentó este documento ya habían pasado 80 años desde los hechos.
  • No fue elevado a escritura pública.
  • Varios litigantes sacaron paulinas, eran unos despachos o cartas de excomunión que se expedían en los tribunales para el descubrimiento de algunas cosas que se sospechaba habían sido robadas u ocultas malicio samente, tomaron tal nombre por haberlas instituido el Papa Paulo III.
  • Aparecen varios renglones tachados y con distintas fechas.
  • Los giros gallegos que Cristóbal Colón tanto usaba en su habla y escritura, aparecen correctamente en el de 1506 y reemplazados en el de 1498 : aviamiento en vez de aviamento, señalar en vez de aseñalar, sellará en vez de asellará, entienda y entiende en vez de intenda y intende, asimismo en vez de asimesmo, almirantdgo en vez de almirantado, privilegio en vez de privillejo y privillejos, muestre en vez de amostrar.
  • La institución no era de su letra, al documento le faltaba una hoja, la más importante, y el tribunal con signa que: “no está auténtica ni solemne”
  • Aparece firmada por los Reyes Católicos y su secretario de Estado, don Fernando Alvarez, que había muerto en 1501 y que desde cuatro años antes no firmaba.

El testamento de 1506, otorgado en Valladolid, fue el único que se tuvo en cuenta como indiscutible para regular la sucesión de la herencia, títulos y privilegios, en él no dice que nació en Génova ni en parte alguna, ni hace mención a ningún pueblo de Italia ni del genovesado, ni distingue entre parientes legítimos e ilegítimos y tampoco figura la exclusión de cualquier apellido excepto los “de Colón”.

A pesar de contar para el juicio el último testamento que sí fue elevado a escritura pública, lo cierto es que con el testamento de 1498 se consiguió enredar lo suficiente para dejar fuera a su verdadero heredero, Cristóbal Colón biznieto del Almirante, que era hijo adulterino del tercer Almirante Luís Colón, puesto que aparece ajustada al caso la disposición en que exige que el heredero ha de ser hombre legítimo y no ha de haber incurrido en falta gruesa que toque a la honra de Dios y de su linaje. Con el testamento falso, también consiguieron excluir a los Colombo litigantes, por no apellidarse “de Colón”. De esta manera los Colón de Portugal consiguieron heredar por línea femenina, cuando existía un heredero varón con mayor legitimidad.

Súbdito y natural

En la real cédula concedida a Cristóbal Colón el 23 de abril de 1493, se le faculta para fundar uno o más mayorazgos, donde se le dice:

“que a los Reyes y Príncipes es propia cosa honrar e sublimar a sus súbditos y naturales especialmente a aquellos que bien e lealmente los sirven…”

Bartolomé Colón, hermano del Almirante, fue igualmente declarado súbdito y natural de los reinos españoles, en la merced deAdelantado que le concedieron los Reyes Católicos, cuyo original está en el archivo del Duque de Veragua.

En el testamento de la Reina Isabel, en una de sus cláusulas dice:

“las islas e tierra firme del mar Océano e islas de Canarias fueron descubiertas e conquistadas a costa de los Reinos de Castilla y de León y con los naturales dellos.”

En la carta de Cristóbal Colón al ama del Príncipe D. Juan, se expresa de esta manera:

 “Yo debo ser juzgado como capitán que de tanto tiempo fasta hoy trae las armas a cuestas sin las dejar una hora, y de caballeros de conquistas y del uso, y no de letra, salvo si fuesen de griegos o de romanos, o de otros modernos, de que hay tantos y tan nobles en España”.

En una carta a los Reyes, dice:

Porque esta gente es muy simplice en armas, como verán vuestras Altezas, de siete que hice tomar para les llevar a deprender nuestra fabla”.

De su Diario de navegación, martes 16 de Octubre:

y vide muchos árboles muy disformes de los nuestros…”

Del mismo Diario, viernes 19 de Octubre:

“…ni se me cansar los ojos de ver tan hermosas verduras y tan diversas de las nuestras…”.

Del Diario, 28 de Octubre:

“Había gran cantidad de palmas de otra manera que las de Guinea y de las nuestras…”.

Del mismo Diario, domingo 4 de Noviembre:

“…y tienen faxo-nes y favas muy diversas de las nuestras…”. (También podemos observar como” habones” y “habichuelas” aparecen en gallego).

Diario, martes 27 de Noviembre:

“Y digo que vuestras altezas no deben consentir que aquí trate ni faga pie ningún extranjero, salvo católicos cristianos”. (“faga” en vez de “haga”)

En el memorial que dirigió a los Reyes desde la ciudad Isabela el 30 de enero de 1494, en el segundo viaje dice así:

 “…e me encomendareis a sus Altezas como a Rey y Reinamis Señores naturales…”.

En la carta que Cristóbal Colón escribió al Comendador Nicolás de Ovando en marzo de 1504, le dice así:

 “También os pido por merced que hayais a Diego Mendez Segura, mi encomendado, y a Flisco (italiano), que sabed que es de los principales de su tierra, y por tener tanto deudo conmigo”.

En las Capitulaciones de Santa Fe de Granada, del año 1492, donde los Reyes le conceden los privilegios que exigía para emprender su viaje de descubrimiento, es considerado su súbdito y natural. No se le exige Carta de naturaleza, que era obligado en la época para acceder a una Orden, crear un mayorazgo u obtener un título, él es nombrado nada menos que Virrey y Almirante, ese mismo año los Reyes le autorizan fundar uno o más mayorazgos.

Cristóbal Colón no es Cristóforo Colombo

Los historiadores defienden que Cristóbal Colón llegó a Portugal en 1476 y salió en 1485 para dirigirse a La Rábida, nueve años; el mismo nos dice otra cosa en 1505, en una carta escrita al rey Católico:

“…fui a portar a Portugal a donde el rey de allí entendía en el descubrir más que otro; él le atajó la vista, oído y todos los sentidos que en catorce años no le pude hacer entender lo que yo dije…” (catorce años antes de 1485 nos sitúa en 1471, luego Colón ya estaba en Portugal cuando Cristoforo Colombo todavía residía en Italia.)

Los colombistas aseguran que el Cristóforo italiano nació entre 1444 y 1451, sin embargo, el propio Cristóbal Colón dice que tomó parte en una expedición armada por Renato De Anjou en el año 1459, lo que nos da que Colón tenía entre ocho y quince años de edad, siendo imposible que con esa edad capitaneada una expedición cuyo objeto era reponer al rey Renato de Provenza en el trono de Nápoles, del que había sido arrojado por Alfonso V de Aragón en 1442, ello, nos lo cuenta Colón en una carta escrita a Fernando e Isabel muchos años después:

“A mí acaeció, que el rey Reynel, que Dios tiene, me envió a Túnez, para prender la galeaza Fernandina, y estando ya sobre la isla de Sant Pedro, en Cerdeña, me dijo una saetía que estaban con la dicha galeaza dos naos y una carraca; por lo cual se alteró la gente que iba conmigo, y determinaron de no seguir el viaje, salvo de se volver a Marsella por otra nao y más gente. Yo, visto que no podía sin algún arte forzar su voluntad, otorgué su demanda, y mudando el cebo del aguja, di la vela al tiempo que anochecía, y, otro día, al salir del sol, estábamos dentro del cabo de Cartagine tenido todos ellos por cierto que íbamos a Marsella”.

La incertidumbre del origen

Cuando en 1493 los embajadores Francisco Marchesi y JuanAntonio Grimaldo regresaron a Génova llevando la noticia del descubrimiento y los antecedentes que tenían del Descubridor, nadie lo conoce, no replican las campanas, ni se celebra una “picola festa” para conmemorar a su paisano, ni hay padres, hermanos, primos, tíos ni sobrinos que celebren tal fortuna.

El cronista portugués D´Almeida dice que Cristóbal Colón estaba tan práctico, en los puertos de Portugal y de Galicia, que entraba y salía a cualquier hora de la noche sin temor a riesgo alguno, por qué se cree que Cristóbal Colón era natural de aquellas tierras.

El filósofo Raynal dice que Cristóbal Colón era del reino lusitano.

El historiador prusiano Von Ottoe dice que se creía que Cristóbal Colón era lusitano.

Malte Brun, en su obra El Descubrimiento de América por Cristóbal Colón, cita entre los descubridores portugueses a Cristóbal Colón.

Henry Harrise, en su obra, demuestra que Cristóbal Colón no ha nacido en Génova ni en Saona, que no tenía parentesco alguno con los Columbo de Italia y que se atribuyó nacionalidad italiana para lucrar.

Entre los cronistas y escritores italianos coetáneos de Cristóbal Colón que no lo consideraban italiano, por qué lo desconocían, encontramos a Sabellico en su Rapsodia Historiarum, Venecia 1504, Foresti da Bergamo, en su Suplementum  Suplementi, Venecia 1503, Albertino en su Miraviglia Romé, Roma 1509 y Trivigiano. Los escritores italianosAmbiveri, Corbani, Pereti y Franceschi, no lo consideran Genovés ni italiano. El Conde de Savorgnan de Brazza, Pablo Toscanelli y Serpa Pinto, lo suponen lusitano. Y sí lo consideraban español, Giacomo Trotti y Aníbal Juanarius, además del PapaAlejandro VI, que en carta a los Reyes Católicos, llama a Cristóbal Colón, “dilecto hijo de España”.

Los españoles Mártir de Anglería, Andrés Bernáldez, el padre Bartolomé de las Casas, Gonzalo Fernández de Oviedo, Lorenzo Galíndez de Carvajal, Francisco López de Gómara y el Portugués Juan Barros, o no lo mencionan, o dicen que era genovés, sin aportar más datos.

Resumiendo, no es cierto que todos los historiadores contemporáneos de Cristóbal Colón lo supongan genovés, pues muchos le suponen portugués o español y otros ni siquiera mencionan su patria, y de aquellos que escribieron poco después de su muerte, no pueden abrigar la convicción que fuese natural de Génova ni de Italia, o, por lo menos, ninguno puede afirmarlo con hechos y razones, ya que todos se limitan a establecer su patria genovesa, refiriéndose unos a otros, señalando distintos pueblos de Génova, sin pruebas concluyentes y sin datos ciertos, ni de sus padres y demás ascendientes, ni de sus hermanos, ni de su mujer ni de su vida, hasta que llegó a Castilla; por lo cual bien podemos concluir afirmando que la patria de Colón para todos ellos fue un enigma indescifrable.

¿Por qué entonces llegó a nuestros días la idea de un Cristóbal Colón genovés?, en el siglo XVIII Cassoni escribió los “Anales de Génova”, muy alejado en el tiempo de los acontecimientos y sin pruebas en las que apoyar sus teorías se inventa una fantástica historia de Colombos y Colombas, y sin embargo, los más notables escritores de su época la adoptaron como artículo de fe, desde entonces puede asegurarse que todas las generaciones que se han venido sucediendo, han aprendido en los colegios, después en los institutos y más tarde en cuantos trabajos literarios o históricos, esta fabulosa relación de un pasado completamente indocumentado, ¡Ha nacido el dogma petrificado!. Le siguieron otros como Marcel Staglieno cuando cuatro siglos después llegó a determinar la casa de Colón con exactitud meridiana, “en el Borgo di San Stéfano, en la calle Molcento, nel primer tronco a la entrada de la avenida y a la derecha del observador, saliendo por la puerta de SantaAndrea…”. Hoy en día hay 21 ciudades italianas que se disputan el honor de haber sido la cuna de Colón.

Más tarde, en la antesala del Cuarto Centenario, los genoveses viendo que todo lo escrito en el siglo anterior se cuestionaba, y en un arranque de identidad nacional se ven obligados a recuperar al descubridor y su proeza, la ciudad de Génova ante un Cristóbal Colón italiano cuestionado, encarga reunir todos aquellos documentos que vinculen a Colón con Génova, y entre 1892 – 1896 aparecen 14 volúmenes en 5 tomos, “La Raccolta Colombina”. Las incoherencias de la Raccolta entre Colón y el Colombo son tan insostenibles que, acrecienta todavía más las sospechas, siendo el primero Celso García de la Riega en discernir, en 1898 realiza una conferencia en Madrid, expone documentos que sitúan el apellido en Pontevedra, la toponimia coincidente,…, y lo más importante, sus argumentos en contra de los colombo de la Raccolta son tan demoledores que la teoría del colombo italiano, ya nunca se recuperaría, y es por ello, que tantas naciones ahora se adjudican su origen.

Durante los veintidós años de su vida pública y conocida en España, o sea desde 1484 hasta 1506 en que falleció, no manifestó jamás que fuese genovés, ni hay documento auténtico que así lo acredite.

Toda teoría sobre su origen que se precie, debe tener resuelto la cuestión de la manifiesta ocultación de su cuna, así, la genovesa lo resuelve con la condición de pobreza y origen humilde de Cristóforo Colombo, ¿Como se iba a presentar y ser recibido, atendido por nobles, alto clero, príncipes y reyes? Prefirió Colombo ocultar, según los colombinos, tan humilde origen. Otras teorías defienden fundamentalmente dos opciones, su condición de noble reñido en un tiempo anterior con los intereses de los reyes de Castilla y Aragón, o bien, su origen judío. En la teoría gallega coexisten estas dos soluciones, siendo el único punto donde hay desencuentro, habiendo partidarios de una o de la otra. García de la Riega, iniciador de la teoría gallega, creyó al encontrar apellidos supuestamente de origen judío en documentos donde también aparecía el apellido Colón, que esta sería la causa que resolvía y justificaba sobremanera la ocultación, aunque también mencionó como explicación añadida, el enconamiento que los reyes tenían a Galicia y a sus habitantes por haber sido el único reino subordinado que se decantó a favor de su tía Juana, legítima heredera al trono. Muchos siguieron y siguen defendiendo la primera opción, otros, entre los que me encuentro, defendemos la segunda añadiéndole la condición de noble, pero no un noble cualquiera, sino el noble que llevó a buena parte Galicia a posicionarse en contra de Isabel y a capitanear el ejército enemigo en la guerra civil por la sucesión.

Ocultación de su origen

Como base y punto de partida, hemos de evidenciar que Cristóbal Colón, secundado por su hermano e hijos, mantuvo con tenaz empeño su propósito de ocultar su origen y patria, en lo cual convienen todos los historiadores, y la mejor muestra de ello son las declaraciones de su propio hijo:

“…quiso que su patria y origen fueran menos seguras y conocidas”

“…quiso que el Almirante imitase al mismo Cristo, que siendo sus antecesores de la sangre real de Jerusalén, tuvo por bien que sus padres fueran menos conocidos”

“…Fue su voluntad que sus padres fuesen menos conocidos, de modo que cuanto fue su persona a propósito y adornada de todo aquello que convenía para tan gran hecho, tanto menos conocido y cierto quiso que fuese su origen y patria…”

Su hijo Fernando Colón, también cita unos versos que según disponía en su testamento, debían ser colocados en la fachada de la casa que había edificado en Sevilla a orillas del Guadalquivir, para vivienda suya y albergue de su monumental Biblioteca:

“Precien los prudentes la común estimación, pues se mueven las más gentes con tan fácil ocasión que los mesmos que lanzaron de sus casas, por peor, de que bien consideraron, Juzgan hoy ser lo mejor”

Estos versos, que no llegaron a ponerse en la fachada del palacio de Fernando Colón, venían a decir que la familia que edificó este palacio, fue en otro tiempo echada de sus casas por los mismos que hoy le tributan los más altos honores.

En sesión celebrada por laAcademia de la Historia, el 30 de abril de 1926, se presentó la siguiente proposición, que fue aceptada e incorporada al acta:

 “que si bien es cierto que hasta ahora no hay prueba suficiente para declarar que Colón nació en Pontevedra, tampoco la hay de que nació en Génova”.

El Baldaquino del descubrimiento en Caldas de Reis

Galicia, entre otras cosas, puede presumir además de conocer antes que nadie la noticia del descubrimiento, de poseer la primera representación lapídea de la famosa gesta del nauta gallego.

En Caldas de Reis existe una iglesia del siglo XII, Santa María de Caldas, de estilo románico que fue destruida por Almanzor,  alrededor del año mil, según consta en las crónicas árabes, y renovada en numerosas ocasiones, situada en pleno Camino de Santiago posee curiosas inscripciones templarias en sus muros que nos hablan de los enigmas del camino.

baldaquino-caldas-colon
Colón gallego

El profesor Filgueira Valverde en una de sus visitas a Caldas para dar alguna que otra conferencia, se encontró cerca de la iglesia en unos vallados exteriores, una pieza de indudable valor histórico que parecía abandonada y descuidada, se trataba de un baldaquino de finales del siglo XV con forma ojival, donde aparecían representadas las naves de Colón y el escudo de los Reyes Católicos en una pieza pétrea. Eso en el caso que se tratara de un baldaquino, según la valoración de Filgueira Valverde  y no el  adorno de algún túmulo funerario.

Esta pieza se trasladó al interior del templo en su muro norte, y hoy se puede admirar lo que ya representa la primera figuración de la gesta del descubrimiento.

Un baldaquino representa una construcción en forma de cúpula o dosel que generalmente estaba soportada por cuatro columnas, y que se destinaba a albergar el altar cuando este aparecía aislado.

Por Fernando Alonso Conchouso

(1) Colonianos: Dícese de aquellos individuos que acostumbran a llamar  cada cosa por su nombre, ejem. Descubridor de América: Cristóbal Colón; se diferencian de otros que se autodenominan Colombinos, en que estos adoran a un viñatero mitológico llamado  ”Cristóforo Colombo”, del que cuentan fantásticas leyendas y aventuras cuando apenas contaba 14 años.

(2) Hágome cargo que todo este pliego es una prolija digresión. ¡Qué Importa I Con esa prevención le escribí. El que no le quisiere leer que le deje, que yo haré lo mismo con lo que ese tal pudiere escribir en contra o del asunto o de la digresión, y rogaré a Dios que le alumbre». Fray Martín Sarmiento (s.XVIII)

San Salvador

El 3 de agosto de 1492 Cristóbal Colón parte del Puerto de Palos, atrás dejaba su pasado y años de lucha por llevar a cabo su idea de una nueva ruta y proyecto de descubrimiento, por delante, le quedaba el fracaso o el honor perpetúo de una hazaña que cambiaría el mundo y a la humanidad, otra oportunidad y un nuevo linaje colmado de honores.

El 12 de octubre de 1492 tras un difícil y tortuoso viaje, Cristóbal Colón se encuentra con la primera tierra a la vista, es una isla, es el momento tan esperado, es el triunfo de su razón, es la teoría llevada a la práctica. Y a esa primera tierra, en el primer día de una nueva era, le llamará: SAN SALVADOR

Carta del Almirante a Luis de Santángel, del 15 de febrero de 149:

“Señor: Porque sé que avréis plazer de la grand vitoria que nuestro Señor me ha dado en mi viaje vos escrivo ésta, por la cual sabréis cómo en treinta y tres días pasé a las Indias con la armada que los illustríssimos Rey e Reina, Nuestros Señores me dieron, donde yo fallé muy muchas islas pobladas con gente sin número, y d’ellas todas he tomado posesión por Sus Altezas con pregón y vandera real estendida, y non me fue contradicho.”

A la primera que yo fallé puse nombre Sant Salvador a comemoración de su Alta Magestat, el cual maravillosamente todo esto a(n) dado; los indios la llaman Guanahaní. A la segunda puse nonbre la isla de Santa María de Concepción; a la tercera, Ferrandina; a la cuarta la Isabela; a la quinta la isla Juana, e así a cada una nonbre nuevo” .

¿San Salvador? … curioso bautismo para la primera tierra de una nueva ruta, curioso pues en ningún lugar de Italia, ni de Francia, ni de Portugal, se había llamado jamás de esta forma, curioso por qué solo en un lugar del viejo mundo se utilizaba esta forma. Solo en Galicia tenía sentido que un lugar se llamase “San Salvador”.

No se tiene constancia que esta forma se haya utilizado en otro lugar, a excepción de Galicia, hasta que Cristóbal Colón la escogió para tan memorable descubrimiento. San Salvador es la forma gallega de conmemorar al Divino Salvador del Mundo, el Papa Calixto III ordenó la construcción de iglesias que recordaran la victoria del mundo cristiano contra los otomanos en el año 1456. En la Iglesia de San Salvador de Sotomayor, en su fachada, se muestra una imagen del Divino Salvador soportando con sus brazos una esfera terrestre,y en lo alto de esta fachada preside una cruz sobre una esfera terrestre. “San Salvador” es usado en Galicia para adorar al Divino Salvador (Cristo) haciendo un uso extremo del segundo mandamiento: “No tomarás en nombre de Dios en vano”.

Si como dice Fernando Colón, su padre conformó su nombre y sobrenombre, que significan lo mismo: Cristóbal = “el que lleva a Cristo” y Colón o paloma =  “el que lleva a Cristo”, o más tarde cuando cambia en su firma “El Almirante” por “Xpo Ferens” = “El que lleva a Cristo”, se puede entender que el primer nombre lo pusiera en “conmemoración de su Alta Majestad”, pero usar tal terminología es altamente peculiar, por ser inusual en el resto del Mundo.

Al comienzo de la Ría de Pontevedra se encuentra la Parroquia de SAN SALVADOR, justo donde la tradición local viene afirmando generación tras generación que allí nació el descubridor de las Indias.

En otro lugar, en tierras donde da comienzo la Ría de Vigo, tan plagada como la de Pontevedra de topónimos coincidentes con los impuestos por Cristóbal Colón en el nuevo mundo, tiene asentamiento el Castillo medieval llamado de Sotomayor, fortaleza de la Casa de Sotomayor desde más allá del siglo XII, y que da nombre a su ayuntamiento en la Provincia de Pontevedra, donde se tiene y tuvo por siempre la curiosa adoración al que aún hoy es su Patrón: SAN SALVADOR

San Salvador se sigue llamando a la parroquia donde se levanta el castillo, en el Ayuntamiento de Sotomayor. La importancia de este linaje dio nombre al Ayuntamiento Pontevedrés, pero en el siglo XV el Castillo matriz de los Sotomayor, dominó todo un amplio territorio circundante llamado: SAN SALVADOR.

La inscripción en la Capilla de Santa María la Mayor

Inscripción en la Basílica de Santa María.Inscripción en la Basílica de Santa María.

Es curioso que en la Basílica de Santa María de Pontevedra, aparezca en su inscripción “Juan Collon” y en el cruceiro “Juan Colon”, igual de curioso que Juan II de Portugal cuando se dirige en carta a Cristóbal Colón, primero lo hace como “Collon” y párrafos más abajo como “Colon”. Su hijo, Fernando Colón, dice:

 “El Almirante, conforme a la patria donde fue a vivir y a empezar su nuevo estado, limó el vocablo para conformarle con el antiguo y distinguir los que precedieran de él, de los demás que eran parientes colaterales, y así se llamó Colón”.

Los colombistas pretenden defender que es posible limar el apellido Colombo y dejarlo en Colón, los colonianos(1) creemos que resulta más plausible limar el apellido francés “Collon” y dejarlo en Colón, cuando fonéticamente se pronuncian igual y además se evita confundirlo en Galicia y Portugal, con aquellas partes tan íntimas.

Los Colón visitan Galicia

Cristóbal Colón (biznieto de Colón) visita en los años 1575 y 1576, coincidiendo precisamente con los años en que quedó vacante la sucesión de Cristóbal Colón por falta de varón, aparece visitando las Cofradías de los gremios de la Santísima Trinidad y de mareantes de Pontevedra.

El Obispo Geraldini, oyó decir que Cristóbal Colón había tenido en Galicia noticias del nuevo mundo antes del descubrimiento.

Bartolomé Colón recibió en Galicia (A Coruña) a los Reyes de Castilla D.Felipe y Dª Juana el 28 de Abril de 1506 de vuelta para Castilla se pierde su rastro en Puebla de Sanabria, sin conocerse su paradero durante más de un año.

Cuando Carlos V traslada las Cortes a La Coruña y buscaba recursos para viajar a Alemania y ser elegido emperador, se presentó Fernando Colón ofreciéndole una importante cantidad de oro, esto ocurrió en el año 1519, año en el que enfermó su madre y falleció.