Luis Dobles Segreda

Fragmento de su obra «La Tradición del Barba»

«Hace muchos años, ya lo sabéis de sobra, que la fe de un marino, gallego de Pontevedra, vio surgir de los mares de Occidente esta tierra americana, por él no sospechada siquiera, y que al decir del poeta, Dios puso en su camino para premiar la fe de sus empeños.»
Luis Dobles segreda nació en Heredia (Costa Rica) el 27 de enero de 1890, hijo de un próspero cafetalero que vio socavados sus negocios como consecuencia de la crisis del café a finales de siglo XIX y principios del siglo XX. En 1909 se encaminó hacia el periodismo. En la Prensa Libre supo combinar la información con la crítica.

En 1909 y 1910, crea con el intelectual Gonzálo Sánchez Bonilla, la revista cultural SELENIA, además escribe varios ensayos. Siendo Presidente de la República el Lic. Alfredo González Flores, se creó en 1915 la Escuela Normal por lo que Don Luis fue llamado a impartir lecciones de Geografía.

En 1917 durante la Asamblea de Profesores de Segunda Enseñanza y siendo aún docente de la Escuela Normal, pronunció una conferencia sobre el rescate de valores de la vida campesina, esta exposición fue publicada poco tiempo después bajo el título de EL CLAMOR DE LA TIERRA, constituyendo un verdadero decálogo de lo que debe ser los aspectos centrales de la educación costarricense.

En 1918 escribe su primera obra POR EL AMOR DE DIOS. En 1919 es nombrado Director del Instituto de Alajuela, cargo en el que permaneció durante cuatro años, mientras se desempeñaba también como profesor de Geografía y de Cosmografía.

Posteriormente partió hacia Estados Unidos, donde su paso por ese país no dejó de ser fecundo y muy activo. Trabajó en Marquette University de Milwaukee, dió conferencias a la colonia latina, se desempeñó como corrector de pruebas del New Press y finalmente en 1925 fue nombrado profesor en Louisiana State Normal College.

En la Presidencia de don Ricardo Jiménez Oreamuno es nombrado Ministro de Educación Pública. Organiza el Consejo de Educación Primaria y la reorganización del Departamento de Agricultura Escolar.

Promovió disposiciones para proteger el arte musical y editó varios álbumes de música con obras de Julio Fonseca, Roberto Campabadal y otros, así como una excelente colección de cantos y danzas folklóricas guanacastecas.

Por su labor como Ministro de Educación, en 1929 se hizo acreedor al premio Medalla de Oro de la Educación Pública, otorgado por el gobierno de Venezuela y asimismo, el gobierno Español le otorgó la condecoración de Oficial de la Orden de Isabel la Católica.

De 1929 a 1951 cumple diversos cargos tanto en la diplomacia como en el campo educativo.

En 1954 publica su último libro “Fadrique Gutiérrez”. Murió el 27 de octubre en la ciudad de Heredia.

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