Xoxé Neira Vilas

Noticias de Colón. Por Xosé Neira Vilas

Publicado en El Correo Gallego

O temerario navegante que descubriu América en 1492 segue sendo unha incógnita; segue dando que falar. ¿Era xenovés, galego, catalán, mallorquín, portugués? ¿Era un corsario do Mediterráneo que loitou contra o rei Juan II de Aragón, ou un xudeo converso de Pontevedra que simpatizaba cos portugueses na loita dinástica entre Isabel e Xoana? Alejo Carpentier, autor da novela El arpa y la sombra’ non furga na orixe do almirante pero ofrécenos unha deliciosa narración sobre as trapisondas que protagonizou e incluso os debates no Vaticano sobre unha proposta de canonización do personaxe.

O Laboratorio de Xenética de Granada analizou, mediante o ADN, os supostos restos de Colón que se achan en Sevilla, e non se sacou nada en limpo. Di que, de non seren eses, puideran estar en Santo Domingo, e nin se ten en conta que de alí trasladáronos a Cuba e, que entre 1795 e 1898, a urna estivo na catedral da Habana.

Aínda que non nos importe maiormente o tema, moitos estamos convencidos da súa orixe galega. É difícil negar a veracidade nos estudios de García de la Riega, Zas, Marcote, Rey, Beltrán, Calzada, Valero ou Mosqueira. Sabemos das decenas de topónimos caribeños de orixe pontevedresa, e da lingua do Diario de navegación, e da nao La Gallega.

Agora vimos de ler La identidad de Cristóbal Colón (660 páxinas) de Alfonso Philippot, e tráenos a noticia de que o almirante era Pedro Madruga (o de Soutomaior, o conde de Caminha), o protagonista de tantos abusos e crueldades.

A tese de Philippot ratifícaa Xosé Espiño Mato no seu libro Cristóbal de Colón. Dinos que a casa de Soutomaior deu cinco almirantes: Paio Gómez Chariño, Alvar Pérez, Alonso Xofré Tenorio, Diego Furtado de Mendoza e Cristóbal Colón, ou sexa Pedro Álvarez de Soutomaior, coñecido por Pedro Madruga. Esta é a noticia máis insólita de cantas leva serrado o audaz navegante.

Xosé Lois Vila Fariña

Xosé Lois Vila Fariña

La Comarca de Arousa en torno al tema del origen gallego de Colón

Por X. LOIS VILA FARIÑA

No fue ni es insensible la comarca arousana en torno al debatido origen del Descubridor del Nuevo Mundo. Un poeta como Ramón Cabanillas, un escultor como Asorey, un literato universal como Valle Inclán, un académico como Juan Fernández Gil y Casal y un político como Castelao, terciaron en esta apasionada lid, saltándose en la mayoría de las ocasiones los lópicos académicos y oficialistas en boga. Ramón Cabanillas sería el autor del épico poema «O fillo de Celt», tal como califica el poeta cambadés a Cristóbal Colón, identificándolo como bravo descendiente de los lobos de mar de la Moureíra.

28 de Octubre de 1952, el Escultor de la Raza, el también cambadés Paco Asorey concedía una entrevista al diario La Noche. Comentaba el artista arousano que hacia el año 1925, el Marqués de Cavalcanti, integrante del Directorio del general Primo de Rivera, le comprometió a que esculpiese la estatua del Almirante bajo la condición que ambos tenían del origen gallego del Descubridor. Un paisano de la aldea de Arincs hizo de modelo para la realización de la estatua que hoy forma parte del monumento a Cuba.

Fue en marzo de 1987, cuando Faro de Vigo daba luz pública a un articulo de Rafael Landín Carrasco, anunciando el descubrimiento y contenido de unas cuartillas escritas a lápiz por el mismísimo Ramón del Valle-Inclán. Estaban estas notas destinadas al prólogo del libro que Don Prudencio Otero Sánchez publicó sobre el origen gallego de Don Cristóbal, y que por su gran interés reproducimos a continuación:

Ramón del Valle-Inclán
Estamos ante uno de los libros que Sugieren mayores dudas respecto a la patria de aquel prodigioso visionario que aseguró llamarse Crisióforo Colombo. La sagaz confrontación de fechas que se hace en el transcurso de estas páginas nos advierte toda la indudable falsedad de ¡a genealogía que le hace hijo de Doménico Colombo. Parece comprobado que el Almirante sabía mal la lengua toscana, y hoy mismo podemos constatar que su correspondencia con sujetos italianos, empleó preferentemente ¡a parla de Castilla. Si alguna vez se valió del toscano, lo hizo con notable torpeza. Esta ignorancia, y acaso otras mayores razones, que podemos presumir, pero no aquilatar, pusieron desde los orígenes una tilde de duda, sobre las palabras del Almirante, cuando se declara nativo de Genova, A esie propósito baste recordar lo ¿fue escribe Don Fernando Colón; (Ojo) Nota para Don Prudencio, Aquí deben venir las palabras donde Fernando Colón cita las diferentes ciudades de las cuales se supuso natural a su padre Don Cristóbal. Yo no tengo aquí el libro. Calzada hace esta cita. Ahí puedes verla y transcribirla.

Que Cristóbal Colón haya ocultado su patria verdadera, atribuyéndose la genovesa, no es cosa para maravillar. ¡Acaso sus horas no habían sido tas de un sanio, antes de aparecer en la Corte de los Reyes Católicos! Hartos hechos hay en su vida, por donde colegir que era hombre engañoso, suspicaz y cruel. Pero esto, siendo mucho, no es bastantepara hacerte nacer en Galicia. En tal respecto, alguna de las razones de este libro, se me antojan más ingeniosas que veraces. Lo indudable, es el alma gallega que lleva en su armario el Almirante: era solapado y tenaz: Amigo dzl dinero y cruel en el mando: Receloso y envidioso. ¡Y tan desconfiado, que donde quiera sospecha traiciones! Su iluminismo práctico, parece de entre Miño y SU, El Almirante Don Cristóbal Colón es d alcaloide del espíritu gallego: Al ser preguntado de donde era, pudo responder como esos mozuelos emigrante que, con el hato a la espalda, corren los caminos buscando fortuna: -Yo soy de Sania María de Todo el Mundo- ¡Y en los tiempos de aquel nauta iluminado, la sede de esta gran feligresía, era La República de Génova.

En este libro, por tantos motivos sugeridor, se esbozan los motivos de un pleito con la Real Academia de la Historia, La Docta Corporación, aparece corno un monstruo en sopor, un monstruo sagrado que asoma el hocico por entre los velos del Templo.

Ramón Cabanillas,
Este libro, alegato eft pro de la patria gallega del Almirante, es un fervoroso ejemplo: Su autor Don Prudencio Otero Sánchez, se aplica a escribirlo tras una vida de labor fecunda en América y en España. Varón esforzado, siempre con la mano pronta par a la dádiva, y el corazón pleno de afectos, cuando tiene bien ganado su derecho al reposo, una nueva y generosa actividad le enciende: Este libro es el último tributo a su pueblo y a sus gentes, de un fiambre que florida ¡a barba como un viejo patriarca, no sabe nada de ios egoísmos de la vejez». Hasta aquí Valle Inclán en unas notas que durmieron luengos años en lo que fue despacho de Don Prudencio Otero Sánchez. No le pareció bien al ilustre pontcvcdrés que el Inmortal Manco pusiese en solfa a los gallegos amparándose en los defectos del Almirante. Esa fue la posible causa de la «no publicación» en el prólogo del libro «ESPAÑA, PATRIA DE COLÓN» del citado historiador., En 1940-Idem, 1946), escribía la obra «Cristóbal Colón. Su verdadera personalidad, patria y origen. Estudio crítico sobre todas las teorías expuestas sobre esta cuestión, y tesis definitiva». Este trabajo no llegó a ver la luz pública, pero el que esto escribe lo conoce por hallarse una copia en los archivos del gran investigador pontevedrés Don Modesto Bará Álvarez, y haber tenido gentilmente acceso a consultar el mismo.

Es un extenso y minucioso estudio que no sabemos la causa por la cual no patrocina el Ayuntamiento de Vilagarcía de Arousa su publicación. Tal vez los corporativos desconozcan cualquier referencia a la existencia de dicho trabajo, pero si es así, a través de estas páginas le brindamos la oportunidad de aportar su granito de arena a estas fechas «cinguidas» al V Centenario.

 

Daniel Alfonso Rodríguez Castelao

 

Documentación facilitada por la Hemeroteca de la Diputación de Pontevedra