Valentín Letelier

Rafael Calzada: el doctor,, ilustre rector que fué de la Universidad de Santiago de Chile

Constantino de Horta y Pardo: El Rector de la Universidad de Santiago de Chile,, en la apertura del curso académico de 1910 á 1911, ha declarado en un solemne discurso que acaba de comprobarse documentalmente, de marera irrefutable, según sus propias palabras, que Cristóbal Colón hab´´ia nacido en España, en la ciudad de Pontevedra. Así lo consi´gnó el diario El Mercurio, de Valparaíso, en su artículo editorial del mismo mes bajo el título «Colón español», que termina diciendo: «La declaración del Rector de la Universidad de Chile da carácter oficial al hecho».
Artículo publicado en la revista cubana «Cultura Gallega»:

No hemos de renunciar jamás al parentesco que nos une al Cid campeador y D. Alfonso el sabio, a Cervantes y Quevedo, a Murillo y Rivera y mucho menos al que nos une al más grande de los españoles, al hijo inmortal de Pontevedra, a Cristóbal Colón, cuya nacionalidad española se acaba de comprobar, documentalmente, y de manera irrefutable, 1910. Dr. Valentín Letelier, Rector de la Universidad de Santiago de Chile.

Valentín Fernández Génova

Presidente del Centro Coruñés y actual de la revista del Centro Gallego de Buenos Aires.
EXTRACTADO DE UN PROLOGO EN EL LIBRO DE FERNAN MIRÁ

CRUZADOS DE LA HISPANIDAD

No debía ser yo analista, menos crítico, del magnífico libro con el que Fernán Mira rompe lanzas defendiendo la tesis del esclarecido gallego Celso García de la Riega sosteniendo la nacionalidad gallega de Cristóbal Colón, convencido, como estoy, de que ello es así y que solamente el azote que desventuradamente sigue soportando Galicia ha impedido que las razones invocadas, para asegurar ese hecho, no fueran tomadas en cuenta, como correspondí», considerándolas a la ligera, a pesar de la consistencia que ellas tienen, y de la seguridad de que no ha habido, por los sostenedores de la nacionalidad italiana del Gran Almirante, otra base que lo que al fina] de su testamento Colón afirma al decir «en Génova nací y de allí salí…».

A la luz de viejos antecedentes Fernán Mirá abunda en los argumentos conocidos y aparta otros, tanto o más importantes que aquellos. Pero lo interesante de su libro es que, los nuevos contextos, significan verdaderos espaldarazos para la tesis de un colón gallego y serfardí, incorporando al volumen, por él escrito y editado, numerosos trabajos que lamentablemente eran desconocido» por Celso García de la Riega. Así suma un parágrafo del interesaste libro «LA PATRIA DE COLÓN», de Rafael Calzada, en el que se evidencia, tomando como referencia a Abraham Shalon Yahuda, ilustre catedrático de lenguas semíticas de la Universidad de Madrid, que el sefardí Abraham Zacuto fue consejero de Cristóbal Colón para su viaje al Nuevo Mundo y que toda la comunidad sefardí española ayudó a tamaña empresa. También figura la interpretación dada por el historiador hebreo Bernardo Graiver a un grabado de la época en la que aparece Colón en reverente postura, con la cabeza cubierta al estilo judío, delante de su maestro.

No falta en el libro la interpretación dada Don Salvador de Madariaga de la firma de Colón a la que incorpora, imaginativamente, a la cábala judía, por su forma triangular, en la que las eses punteadas que allí figuran, la convierten en el Escudo de David, o sen, el doble triángulo o hexagrama.

También de Bernardo Graiver hay un magnífico trabajo sobre el origen hebreo de Colón, contundente documento que, de ser conocido por de La Riega, hubiera ratificado la justificación de que el ilustre marino negó su carácter de gallego-sefardí ante la persecución sangrienta que sufrían las gentes de su raza en España bajo los sicarios de la Inquisición en ese tiempo dirigida por Tomás de Torquemada.

La abundancia de elementos exhibidos por Fernán Mira en su libro, al que vaticino un total éxito de librería en Galicia, son de tal magnitud que no faltan en él las referencias toponimia probatorias del origen gallego-sefardí de Colón, el estudio de les homónimos relativos a lugares geográficos existentes en las costas de la Ría de Pontevedra, repetidos en el Caribe, y los nombres de origen judío con que fueron bautizados montes, islas, caletas enguadas, cabos y puntas. Casa trescientas referencias geográficas, con nombres gallegos y sin ninguno itálico, son irrebatible prueba del conocimiento quo de las costas gallegas Colón ponía, siendo bastante sugestivo que al bautiza, a lugares geográficos de las tierras que descubría, no tuviera en cuenta los de su supuesto lugar de nacimiento, Genova, ciudad marítima que en los tiempos de Colón era potencia dominante del Mediterráneo y poseedora de una de las flotas, mercante y de guerra, de la mayor potencia.

De la Riega pensaba que el apellido Colón podía derivar del francés «Cotillón», perteneciente a algunos de los soldados, sirvientes o caballeros que acompañaron al Duque de Lancaster cuando viajó a Galicia con pretensiones de ser reconocido como rey por su casamiento con la hija de Pedro de Castilla.

Que Colón no usó nunca el apellido Colombo lo demuestra que cuando instituyó su mayorazgo dijo: El cual mayorazgo en ninguna manera lo herede mujer ninguna, salvo si aquí o en o ha lugar del mundo no se hallara hombre de mi linaje verdadero I que se hubiese llamado él y sus antecesores de Colón», en otra parte e incluye: «Es mi voluntad que herede siempre el mayorazgo hombre legitimo que se haya siempre llamado de su pudre o antecesores llamados los de Colón.

También don Fernando, su hijo,, en la «Historia del Almirante», no aclara su nacionalidad pues al respecto manifiesta: «De modo que citando fue su persona a propósito y adornada con todo aquello que convenía para tan gran hecho, tanto menos conocido y cierto quiso que fuese su origen y patria». También, en la susodicha «Historia del Almirante», afirma su autor que su padre renovó el apellido Colón y añade que en latín es «colonus». Lo que prueba que no era Colombo o Columbus como se quiere asegurar.

En las estipulaciones de Santa Fé, al lado de la firma de Isabel La Católica, se encuentra la de Cristóbal Colón no figurando Cristóforo Colombus como correspondería.

La oriundez judía de Colón está ratificada por su preferencia de las citas bíblicas y peí cuantos su estilo, «es el más acabado de la literatura hebrea», según explica el Marqués de Dos Fuentes. En todos sus escritos aflora una semejanza con trozos del Antiguo Testamento y por eso titula «Profecías» uno de sus libros. Y en su Diario escribe el 26 de diciembre de 1492 «Y antes de tres años se podrá emprender la conquista de la Casa Santa de Jerusalén». «Que así protesté a Vuestras Altezas que toda la ganancia de esta mi empresa se gastase en la conquista de Jerusalén; Y Vuestras Altezas se rieron y dijeron que les placía». Este amor por la liberación de Jerusalén, ocupada por los sarracenos, mueve a Colón a escribir, en 1502, al Papa Alejandro VI afirmándole que había prometido a los Reyes Católicos sostener durante seis años cincuenta mil infantes y cinco mil caballos para la campaña destinada a reconquistar el Santo Sepulcro, Bien hace Fernán Mira en defender la ilustre memoria del Gran Almirante. Y mejor aún al aportar más elementos de los conocidos para que se sepa el origen gallego de Colón. Empresa propia de quien siempre usó la verdad como justificativo de su vida. Esa verdad por la que hoy sale a la defensa de la Justicia que asiste a Galicia para llamarse Patria del hombre que, al descubrir el Nuevo Mundo, cambió la faz de todo lo conocido hasta entonces y abrió insospechadas metas en favor de la humanidad.

VALENTÍN FERNANDEZ GENOVA

Ulises Figueroa

LA TOPONIMIA DEL DESCUBRIMIENTO

No cabe duda que uno de los apoyos de la tesis gallega en tomo al origen de Colón, se basa en la abundante toponimia galaica desperdigada por las «Indias Occidentales» por el 1? Almirante de la Mar Oceana.

Perdido el original del «Diario de a bordo» como las copias legalizadas, debemos conformamos con lo transmitido por Bartolomé de las Casas quien asegura transcribir de los autógrafos originales del Descubridor, Así lo dice, sufriendo ta censura de muchos historiadores y la alabanza de otros por su trabajo. Los primeros por creer que manipuló lo escrito por Colón, y los oíros sostienen que dice la veidad, comienza sus bautizos geográficos el 12 de octubre de 1492 imponiendo a la primer isla el enigmático nombfe de SAN SALVADOR. Sorprende esta imposición por dos razones:

la primera porque nadie en sus cabales para honrar a La «Divina Majestad» le denomina así, y segundo, que suponiendo a Colón genovés, elige un patronímico, que donde más abunda es en Galicia.

El lunes 15 de octubre, a la siguiente isla la denomina SANTA MARÍA DE LA CONCEPCIÓN, y en San Salvador de Poio, parroquia donde se supone nació el Descubridor, Sania María de la Concepción es la copairona de dicha feligresía.

Pasa seguidamente a honrar a ios Feyes de España «sus señores naturales». Femandina e Isabela son los bautizos, y a continuación la isla de Cuba recibe e) nombre de JUANA en honor del malogrado príncipe heredero de la Corona castellana Don Juan.

Propone la tripulación que se bauticen aquellas tierras con algo que recuerde a Castilla, pero el descubridor, firme como buen gallego le impone el nombre de la ESPAÑOLA, para que así nadie se sicnia discriminado.

El 19 de octubre a un cabo llamó CABO FERMOSO, Los días 20 y 21, aparecen CABO DE LA LAGUNA y CABO DEL ISLEO, El día 24 CABO VERDE y el día 27 ISLAS DE ARENA.

Vuelve el día 28 a recordar al enigmático SAN SALVADOR, dándole esia indicación a un río y puerto. Mas bautizos fluviales el día siguiente:

RIO DE LA LUNA y RIO DE MARES. Remata el mes de octubre con el CABO DE PALMAS, »

En el mes de noviembre aparecen MAR DE NUESTRA SEÑORA, PUERTO PRINCIPE, ISLA LLANA, PUERTO DE SANTA CATALINA, CABO CAMPANA, CABO DEL PICO,

El 6 de diciembre bautiza los lugares de PUERTO MARÍA, CABO DE LA ESTRELLA, CASO DEL ELEFANTE, CABO DE CINQUIN y PUERTO DE SAN NICOLAO. En la jomada siguiente ISLA DE LA TORTUGA y PUERTO DE LA CONCEPCIÓN.

Una sanana después aparecen PUNTA PIERNA, PUNTA LANZADA y PUNTA AGUA y el día 15 VALLE DEL PARAÍSO y RIO GUADALQUIVIR.

Descansó y fiesta el día 18. Colón celebra con toda solemnidad el día de NUESTRA SEÑORA DE LA O… patrrona de Pontevedra.

Al día siguiente continúan los bautizos geográficos: DOS HERMANOS, CABO DE TORRES, ISLA DE SANTO TOMAS, CABO ALTO, CABO MONTE CARIBATA.

El 21 de diciembre PUERTO DEL MAR DE SANTO THOME. El día 23 PUNTA SANTA y ci 24 ISLETA AMIGA. La noche de Navidad el incidente de «La Gallega», la nao capitana, y la consiguiente creación del FUERTE DE LA NAVIDAD. Así remata e: histórico ano 1492.

El 4 de enero aparecen CABO SANTO, CABO DE SIERPE y MONTE CRISTI En Las jomadas siguientes hasta el 16 se imponen los nombres de CABO DEL BECERRO, RIO Da ORO, PUNTA ROXA, RIO DE LA GRACIA, CABO BELPRADO, CABO DE ÁNGEL, MONTE DE PLATA, PUNTA HIERRO, PUNTA SECA, CABO REDONDO, CABO FRANCÉS, CABO DE PADRE E HIJO, CABO Da BUEN TIEMPO, CABO DEL ENAMORADO, PUERTO SACRO. GOLFO DE LAS FLECHAS y CABO SAN THERAMO.

Una toponimia genuínamenie hispana, y los conocedores del litoral pontevcdrés, tendrán asimismo présenTe la equivalencia entre los accidentes geográficos de nuestras costas con bástantes de los nombres de esta lista impuesta por Colón en el Nuevo Mundo.

Tiburcio Pérez Castañeda

COLÓN ESPAÑOL

Por Tiburcio Pérez Castañeda (Cubano) Por los| datos que temamos y los nuevamente aportados por el señor Zas, que se significa por su plausible constancia en descubrirlos y aducirlos, creemos que Cristóbal Colón nació en España, y precisando más, en Galicia. Ya no se disputa sobre si fue un nórdico, Leif Ericsson o Cristóbal Colón, el que descubrió este Continente, pues Colón ya se sabe que fue el que lo descubrió. No son sólo los de origen español y los españoles los que creemos que Colón fue español. El peruano doctor don Luis Ulloa, dado a registrar archivos, aseguró que Colón era español; y ahora el doctor Theodosio Noel!, profesor del Seminario Oriental de la Universidad de Berlín, que es uno de los hispanistas de gran reputación, acaba de publicar en la Vossiche Zeitung, de Berlín, un trabajo en el cual se señala como convencido y esforzado paladín del origen español del gran descubridor de este Continente americano. ¿’Por qué—se pregunta Noell—aceptó el mundo, sin debatirlo, el nacimiento en Italia, en Genova, de Cristóbal Colón? Todo el mundo lo decía, añade Noell, pero nadie lo ha probado. Los historiadores del día afirman que Colón era ‘genovés, solamente porque los de ayer así lo decían y toda esa repetición tiene su origen en las siguientes palabras de Colón a Isabel la Católica: «Vengo de Genova, donde nací». Noell recuerda a propósito’ de este error por repetición, las palabras del jurisconsulto español Altamira, al decir ‘que es una petrificación de un error histórico». Ya habían notado muchos escritores que había pocos rasgos del carácter italiano en la manera de ser de Colón. Humbold decía «que * el celo religioso de Colón no había surgido de Italia, sino que era típicamente español». ¿Tuvo alguna razón Cristóbal Colón, de esas que embargan el ánimo y privan de toda independencia, para decir a la Reina Católica que procedía de Genova? Y dice Noell que tenía no sólo una razón o motivo para expresarse con falsía, sino que fueron tres. ¡Primera: la obsesión del proverbio bíblico bien conocido en España, nación profundamente religiosa, que «Nemo est propheta in patria stia». Nadie es profeta en su patria. Y/ es posible, añade Noell, que Cristóbal Colón al hablar así a la reina Isabel, recordase que el Almirante Bonifacio, que muchos años 4—CULTURA GALLEGA ——— antes había pasado ante el Rey Fernando de Castilla como genovés para obtener la sanción de proyectos que, de otro modo, no le hubiesen sido aprobados. Segunda: Cristóbal Colón, había nacido en Galicia, cuya Provincia en la guerra civil anterior al reinado de Doña Isabel, era toda ella partidaria de Doña Juana contra Doña Isabel. Y es evidente que no hubiera sido apropiado que Cristóbal Colón se presentase a Doña Isabel como natural de una Provincia de España que trató de privarla del Trono. Tercera: .Si Cristóbal Colón era de origen judío, era una razón, quizás la más poderosa de todas, para no revelar a la Reina Isabel el secreto de su religión judaica, que era intensamente anti-semita. Escritores del tiempo de Colón, las observaciones de sus amigos y compañeros y las cartas de su hijo don Fernando Colón, que existen en el-Archivo de Indias de Sevilla, indican que Cristóbal Colón tenía los rasgos físicos, mentales y morales, inequívocos de la raza judía, tanto de sus cualidades como de sus defectos. Esos motivos se consideran como razones por las cuales Cristóbal Colón quiso guardar el secreto de su origen español. Después hay otras coincidencias y sucesos que también autorizan a pensar que Cristóbal Colón quisiese guardar el secreto de su origen español. En Genova no se manifestó ningún regocijo por el descubrimiento de América en 1492 y ni un solo habitante de esa ciudad hubo que manifestase su orgullo o contento por el descubrimiento de América. Y sólo un siglo después fue cuando apareció allí ese contento por la obra maravillosa de Cristóbal Colón, levantándole estatuas, dedicando poesías a su memoria y enorgulleciéndose del origen italiano de Cristóbal Colón, a quien llamaban Christóforo Colombo. España, claro está, no tiene inconveniente en que se honre a Colón en todas partes del mundo, es decir a Christóforo Colombo, comerciante de vino en la hermosa ciudad de Génoiva, pero los honores de descubridor del Nuevo Mundo y de navegante insigne, deben reservarse para Cristóbal Colón, el español natural de Porto Santo, en Galicia. Sobre esto el historiador español Beltrán y Rozpide dice: «El descubridor de América no puede ser el dibujante Christóforo Colombo, porque el navegante, Cristóbal Colón, dice en sus cartas, que se hallan en el Archivo de Sevilla, que todos sus antecesores fueron marinos. Además se sabe por las cartas de Colón, que de los años 1470,-a¿ 1473 navegó «sin interrupción por todos los mares conocidos, mientras ‘que de los documentos que se refieren al Colombo genovés se sabe que en 1470 estaba en Genova. En estos documentos de Genova consta que el Colombo genovés compareció el trece de octubre de ese año de 1470, ante el Notario Jacopo Calci como menor de edad acompañando el consentimiento de su padre; y en el trece de Octubre de ese mismo año compareció ese Colombo genovés ante el Notario de Rag-gio, diciendo que tenía diez y nueve años de edad. Y como Cristóbal Colón murió en Vallado-lid en 1503 a la edad de setenta y tres años, en 1470 debía tener treinta y siete años y no diez y nueve como el Colombo italiano. Además el navegante Don Cristóbal Colón nunca se llamó a sí mismo Colombo. En todas sus cartas, y hasta en las negociaciones con el Rey de Portugal, antes de tratar con la Reina Isabel, siempre se llamó a sí mismo Cristóbal Colón, y este nombre no es italiano, sino genuinamenté español y el cual tienen1 hoy como apellido muchas familias ‘españolas. Es sabido que en Porto Santo, de Galicia, se ha descubierto una inscripción en los muros de una casa «que dice: Colón, año 1490. COLON NO HABLABA MAS QUE ESPAÑOL Todas las cartas de Cristóbal Colón y otros cíe sus escritos, tales como Las Profecías, y hasta sus notas privadas, están en español, con excepción de dos cartas escritas en italiano muy malo, del llamado macarrónico. Cierto qno tampoco el castellano de Colón era de miH fuerza extraordinaria, pues que nació y se crió en Galicia, y en España nos codeamos con gentes muy cultas, como por ejemplo don Ep’trenio Montero Ríos, que tenía un acento ^allego iniTV marcado; y Cristóbal Colón cuando tenía una falla en el castellano, era una o ‘varias palabras en galaico. El doctor Noell añade que Cristóbal Colón dio el nombre de sitios bien conocidos por el snr de Galicia, a las nuevas tierras y mar»s <Hie iba descubriendo, detalles éstos interesantes, pero que han sido bien notados por otros autores. ‘ rr A la Isla de S. Salvador, eme fue la primera en que puso su planta Cristóbal Colón y desde cuya ülaya elevó la primera oración f1e gracias a Dios por el descubrimiento del Nuevo Mundo, la llamó San Salvador y nunca dio, ni por casualidad, un nombre italiano a CRISTÓBAL COLON, el más grande de los Descubridores de1 todos los tiempos, español, de conformidad con los más (serios estudios realizados durante los últimos treinta años, por eminentes y laboriosos historiadores que pusieron a contribución de tan noble como plausible tarea, todas las ramas del moderno saber! humano. Sólo el prurito de puro formalismo documental de nuestra Academia de la Historia da motivo a que se siga discutiendo una cuestión que hace tiempo1 está resuelta en la conciencia, de todas las personas desapasionadas.’ las tierras que descubría. San Salvador era el nombre del pueblo en que nació Colón. Y cuando Colón desembarcó en Cuba dio al primer punto que vio el nombre de Porto Santo, que es el de la ensenada donde están las minas de la casa llamada de Colón. La, firma de Colón que sólo se puede descifrar con ayuda del dialecto o idioma gallego dice: «Jesús, María y José, salvadme, que soy mensajero de Cristo». Cada día se irán haciendo nuevos descubrimientos que comprueben más y más que Cristóbal Colón era español.

Suarez Picallo

Ramón Suárez Picallo, nació en Veloi, Sada, La Coruña, Galicia, España en 1894; falleció en Buenos Aires, Argentina el 14 de diciembre de 1964, fue un político español impulsor del Estatuto de autonomía de Galicia de 1936.

Biografía

De niño fue labrador y luego marinero. Fue el mayor de once hermanos. Sin estudios emigró a la República Argentina con 14 años. Se desempeñó como auxiliar de farmacia, mecanógrafo, vendedor de pasteles. Se mantuvo en contacto con la intelectualidad gallega en Buenos Aires. Al volver a España puedo recibirse de abogado, para luego volver a la Argentina. Desarrollo grupos sindicales y fue director de la revista A Nosa Terra y de muchas más. Entablo contacto con Eduardo Blanco Amor, . Realizo mitin en contra de la Dictadura de Primo de Rivera. En 1931 participo de la fundación del Partido Galeguista y se convirtió en referente junto a Castelao. Con casi 40 años, Ramón curso el bachillerato y después la carrera de abogado en Santiago de Compostela, licenciándose en 1935. Fue elegido diputado por La Coruña en el año 1936 por el Partido Galeguista. Participo de más de 170 mitins por la Campaña del Estatuto de autonomía de Galicia, formo parte de la comisión que llevo el Estatuto a Madrid. En la capital es sorprendido con el alzamiento golpista, se refugia en Nueva York, luego en Republica Dominicana, luego Chile y por último vuelve a la Argentina. En la Argentina tuvo el cargo de la cátedra de cultura galega del Centro Lucense de Buenos Aires ( hoy Centro Galicia). Participo en Montevideo en el Consello de Galiza, junto con Castelao, Elpidio Villaverde y Antonio Alonso Ríos. Falleció en el sanatorio Centro Gallego de Buenos Aires el 14 de diciembre de 1964.

El 14 de octubre de 2008 sus cenizas fueron repatriadas a su localidad natal, para cumplir su deseo de ser enterrado en el cementerio sadense de Fiunchedo, tal como había confiado a su amigo Isaac Díaz Pardo. Una comisión municipal, presidida por el alcalde sadense, el nacionalista Abel López Soto, partió a la Argentina a fin de repatriar los restos. En Sada se celebró a su llegada un funeral cívico en la plaza de los Irmáns Suárez Picallo, siendo recibidas las cenizas de ilustre nacionalista gallego por el Vicepresidente de la Xunta, el también nacionalista Anxo Quintana. Desde allí fue acompañado a pie por vecinos, familiares y antiguos militantes galleguistas junto con alcaldes, diputados, concejales y cargos de partidos políticos de la comarca, singularmente nacionalistas y algún socialista.

Defensa del Colón gallego

Tenemos referencia de su implicación por el artículo publicado en La Voz de Galicia:

Colón y Pedro Madruga, la misma persona Por el Historiador y periodista Carlos Fernández

Hay que añadir, también, que a lo largo de este primer tercio del siglo XX dieron su apoyo a las tesis del Colón gallego personajes como Ramón Cabanillas, Castelao, Eduardo Pondal, la condesa de Pardo Bazán, Alfonso del Busto, Ángel Bonilla, Leopoldo Eijo y Garay, Suárez Picallo… En 1961, la Editorial Citania de Buenos Aires publicó La cuna gallega de Cristóbal Colón, de José Mosqueira Manso. Nacido en Ponteceso en 1886, capitán de la Marina Civil y de la reserva Naval, oceanógrafo e ictiólogo, de ideas republicanas, se exilió tras la guerra española del 36, trabajando en la República Dominicana y Venezuela como técnico pesquero del Ministerio de Agricultura.