Eduardo Ibarra Rodríguez

Lo nombra Rafael Calzada: paréceme muy del caso mentar la opinión del doctísimo catedrático de Historia Universal en la Universidad de Zaragoza, el cual, en extensa nota puesta a la relación que hace del descubrimiento de América, en la Historia del Mundo en la Edad Moderna, tomo XXIII, edición monumental del gran diario «La Nación», de Buenos Aires, después de exponer las principales razones que militan en pro de la patria española de colón, termina de esta manera: El origen gallego de colón, va siendo admitido por algunos ilustres historiadores extraneros y por alguna universidad americana; hasta en obras de vulgarización, ha tenido y acabida; y es de esperar que nuevos datos confirmen la hipótesis, o arrojen nueva luz sobre la vida de Colón, explicando los muchos puntos obscuros que hay todavía en ella.

Dctor. Jesús Peynó Piñeiro

El Descubrimiento de América considerado bajo diversos aspectosPor J. Peynó

Las hondas convulsiones internas que agi¬tan a muchos países hispanoamericanos, no ha sido óbice para que este año, como los ante¬riores, se conmemorase con toda esplendidez la gloriosa efemérides del acontecimiento más grande de la Historia de la Humanidad des¬pués del nacimiento del Hijo de Dios. (Pero en Cuba esta efemérides de afirmación de la confraternidad hispanoamericana ha re¬vestido mayores proporcione que otras veces, sellándose con brillantes ac os culturales, re¬ligiosos, sociales y militares, en cuya organi¬zación tomaron parte entusiasta la Sociedad Colombista Pan-Americana, la Orden de los Caballeros de Colón, el Lyceum y el Ejército con asistencia del Cuerpo Diplomático. CULTURA GALLEGA no puede tampoco pasar en silencio el ‘gran suc del Descubri¬miento de América, consider o bajo di¬versos aspectos a cual más interesantes. Pue¬de afirmarse enfáticamente que España pro¬dujo una múltiple evolución, de caracteres tan trascendentales como variados. En la esfera mercantil, el descubrimiento marcó el paso del centro de la actividad de los puertos del Mediterráneo a los del Atlán¬tico. Hizo, más intenso y extenso el intercam¬bio. Imprimió enorme impulso a la navegación. El feudalismo, ya herido por las consecuen¬cias económicas de las cruzadas, experimentó, como resultada del acrecentamiento de los me¬dios de cambio, la depreciación de las rentas territoriales. Surgieron, con mayores bríos, las clases industrial y comercial. En el orden científico, señaló la derrota de quienes negaban la redondez de la tierra. Con¬tribuyó con el andar del tiempo al arraigo de la combatida teoría de Copérnico, demostran¬do el doble movimiento de los planetas sobre sí mismos y alrededor del sol. Más tarde Ga-lileo confirmó las teorías de Copérnico y pro¬clamó que el sol, y no la tierra, era el eje del mundo planetario y que giraba la tierra en torno de aquél como los demás planetas que reflejan la luz, confirmación que a poco le cuesta la vida. Desde el punto de vista patriótico, de un patriotismo sano, grande, elevado, puede Es¬paña enorgullecerse en esta efemérides de ha- ber impulsado todo un continente a la vida de la civilización. Sin olvidar a los valerosos marinos del norte que en 687 encontraron la Islandia y colonizaron en 985 la Groelandia, ni los descubrimientos geográficos hechos por el príncipe portugués Enrique el Navegante y otros intrépidos viajeros medioevales, lo cierto es que a España corresponde el honor, íntegro, de un descubrimiento efectuado en tres pequeñas naves que hoy consideraríamos absurdas para tamaña • empresa: la Santa Ma¬ría (nave capitana de Colón en su primer via¬je, llamada también «La Gallega»), la Pinta y la Niña. De esas tres naves, sólo la capitana estaba completamente cubierta por un puente. Su to¬nelaje ha sido estimado por unos en 280 tone¬ladas; por otros en 200. La Pinta y la Niña, de tipo bajo y ligero, llamadas «carabelas», se supone que contaban 140 y 100 toneladas, respectivamente. T en esos tres1 remedos de bu¬ques, surcó la expedición hispánica la inmen¬sidad del Océano; y tras mil accidentes se en¬contraron los temerarios navegantes, en la ma¬ñana del 12 de Octubre de 14£ , cerca de la pequeña isla de coral de las Bahamas, llamada por los naturales Ganahaní y a la aual bau¬tizó Colón con el nombre de San Salvador, en recuerdo de la alegre villa de Pontevedra don¬de, según pruebas documentadas de La Rie¬ga, Otero, Gorostola, Rodríguez, Zas, Marcóte y otros muchos autores colonianos, había naci¬do el Almirante. He- ahí una de las imborrables efemérides históricas, uno de los mayores galardones de nuestra España, uno de esos recuerdos peren¬nes que vivirán por toda la eternidad. En esta efemérides, el orbe entero invoca la homérica proeza. Y todas las: naciones americanas que se expresan en el idioma español, conmemoran su advenimiento a la ‘vida universal. Soberanos, independientes, libres — con alguna dolorosa excepción—esos pueblos dirigen su mirada a la madre de todos ellos, hoy desangrada y devastada por feroz lucha fratricida, palpitan¬do al unísono los corazones hispánicos de aquende y allende los mares; y tanto los que hemos nacido en el viejo mundo, como los que han nacido en el continente nuevo, nos abraza¬mos espiritualmente y, con los ojos puestos en la progenitora- común, exclamamos: ¡Salud, hermanos!

Comisión Pro Patria Colón

Carta en la que se pide información acerca de la nacionalidad de Cristóbal Colón.Archivo:Carpetilla.pdf

Carpetilla de expediente sobre una comunicación del Presidente de la Asamblea Magna Pro-Patria Colón remitiendo fotografías de los documentos en que se apoya la tesis de «Colón español», acompañadas de las exposiciones de [[Prudencio Otero Sánchez]] sobre el mismo asunto y manifestando los acuerdos tomados sobre el particular por la Comisión ejecutiva Pro-Patria Colón, en Pontevedra

Minuta de oficio de traslado de un oficio de la Comisión Pro-Patria Colón de Pontevedra que trata sobre los términos en que en la última Memoria Histórica de la Real Academia de la Historia se ha dado cuenta de la Comisión que debió pasar a esa ciudad para estudiar los documentos relativos al nacimiento de Cristóbal Colón y se refuta el artículo de [[Ángel Altolaguirre Duvale]] titulado «La patria de Cristóbal Colón según las [[Actas Notariales de Italia]]» publicado en el Boletín de la Real Academia de la Historia

texto descriptivo

texto descriptivo

Minuta en la que se relacionan los documentos entregados por Rafael López de Haro relativos a apoyar la tesis de que la verdadera patria de Cristóbal Colón era España

Oficio en el que se da por enterado de la decisión tomada en la Real Academia de la Historia de no enviar una Comisión a Pontevedra para estudiar los documentos relativos a la tesis de «Colón español», insiste en la imposibilidad de enviar esos documentos y en la conveniencia del traslado de esa Comisión a Pontevedra

Minuta de carta en la que se comunica que al no haber recibido los documentos originales sobre los cuales la Comisión Pro-Patria Colón pide un dictamen de la Real Academia de la Historia, ésta da por terminada su intervención en este asunto; asimismo se informa sobre el acuerdo de devolver el importe enviado para gastos de viaje de la Comisión a Pontevedra

Chano Piñeiro

 

Luciano Manuel Piñeiro Martínez es un director español nacido en Forcarei (Pontevedra) el 12 de octubre de 1954 y fallecido en Vigo (Pontevedra) en 1995.

Principal impulsor del cine en Galicia y en idioma gallego y director autodidacta que comenzó realizando sus primeros trabajos en Super-8 por su cuenta a lo largo de toda la década de los 70. Graba su primer cortometraje en 35 mm., Mamasunción, en 1984, convirtiéndose en un icono del cine costumbrista en Galicia y ganando multitud de premios y menciones a nivel internacional, en el retrato de una anciana que espera pacientemente la carta de su hijo emigrado.

Realizó su primera y única película, Sempre Xonxa en 1989, siendo la primera producción de cine en largometraje totalmente en gallego y realizada íntegramente en Galicia.

Fallece con 41 años, convertido en un pionero y un símbolo de las nuevas generaciones del audiovisual gallego.
Relación con la tesis Colon gallego

Alfonso Phlippot Abeledo

A finales de 1990, de acuerdo con el malogrado cineasta Chano Piñeiro (1954-1995), nos disponíamos a filmar un documental basado en mi libro “La identidad de Cristóbal Colón”, pero la censura “oficialista” no lo permitió, y el proyecto hubo de posponerse. Del entusiasmo de Chano Piñeiro por esta singular empresa dan fe sus propias palabras:
Chano Piñeiro

“A tesis de Philippot, sorprendente e atractiva, baseada nunha exhaustiva documentación, causará –dende o noso punto de vista- un grande impacto, non so nos medios profesionais da historia senon en todo o ameto social, por ser Colón un persoaxe tan “coñecido” e de interés universal… Nos plantexamos facer un traballo de grande rigor e seriedade, empezando polo guión. Unha narración agradable e sinxela, capaz de comprendela calquer persoa, supon dispor da colaboración de investigadores, asesores históricos e guionistas de experiencia… Coido que este proxecto, aparte de replantexar un tema apasionante, presentanos perfectamente documentado un Cristobo de Colón galego. Por eso a realización merece ser moi coidada, creando un producto dignamente executado e preparado pra ser difundido con orgullo en calquer parte do mundo”. (Producciones Cinematográficas Piñeiro, S. A. Vigo, Septiembre de 1990).

Castro Sampedro y Folgar

 

Castro Sampedro Folgar

Estudioso de canta disciplina humanistica relacionada con Galicia. A sua obra rara vez foi publicada (no seu tempo) xa que o seu interese centrábase na acumulación do saber, sen cambiar nada do observado, en constituir pouco a pouco o archivo de datos necesarios para o coñecemento. Escribiu tres libros e unhas tres doceas de artigos de divulgación. O seu legado constitue a mellor fonte de información do estudiado en Galicia. O seu cancioneiro, reeditado por Figueira Valverde (1942), constitue a fonte máis válida e seria de todas as dispoñibles (exceptuando quizais a D. Shubart e A. Santamaría).

Descendente dunha nutrida familia de letrados, militares e fidalgos asturianos, naceu Casto Sampedro na vila pontevedresa de Redondela o 15 de novembro de 1848. Orientado nun primeiro momento cara á carreira eclesiástica, abandonouna logo dun breve paso polos seminarios de Tui, Ourense e Santiago. Matriculouse entón na Facultade de Dereito da Universidade compostelá e obtivo a licenciatura na devandita disciplina no ano 1872. O que se sabe da súa actividade profesional como avogado é que nun principio exerceu esta profesión na súa cidade natal, tras o que abriu un bufete en Pontevedra. Foi representante legal de grandes empresas do momento, como o Banco de España, a compañía do tranvía a vapor Pontevedra-Marín e a West Galicia Railway Company Limited.

Casou con Josefa Mon Landa e o matrimonio tivo sete fillos: Casto, Elisa, dous co nome de Ricardo (un deles morreu moi cedo), Dolores, María e Carmen, mais ningún tivo descendencia.

Pero se por algo transcendeu a figura de Casto Sampedro é polo seu inestimable papel na busca, conservación, estudo e difusión das fontes históricas, tanto de interese local coma rexional, e na recuperación dun gran volume de material sobre o folclore galego, que daquela sufría unha perigosa tendencia ao esquecemento. Para iso valeuse da súa ampla formación humanística, en linguas clásicas, epigrafía, paleografía e música, canalizando toda a súa actividade a través da Sociedad Arqueológica de Pontevedra, da que foi o seu fundador e presidente.

 

Castro Sampedro Folgar

A Sociedad Arqueológica de Pontevedra naceu en 1894 co pulo de destacados membros da vida pontevedresa. Na primeira xunta encontrábanse o médico José Casal y Lois, os escritores Rogelio Lois ou Luis de la Riega e o letrado Carmelo Castiñeira. Arredor da institución foise tecendo unha densa rede de colaboradores e correspondentes espallados por toda a rexión galega e unidos polo mesmo interese na recuperación da memoria histórica e cultural de Galicia. Debuxantes e fotógrafos dos que son exemplo significativo Enrique Campo, Federico Alcoverro, Francisco Zagala ou Lorenzo Novás complementaban coa súa obra gráfica as descubertas arqueolóxicas, os monumentos máis salientables, as labras heráldicas das familias nobres e todo obxecto que puidese suscitar a atención dos compoñentes da Sociedade. Grazas a eles é posible reconstruír, por exemplo, a memoria visual de Pontevedra nun momento de fonda transformación urbana que fixo desaparecer moitos edificios emblemáticos da cidade.

Precisamente un deses edificios sentenciados a unha lenta morte ao longo do século XIX e salvado no último momento do seu derrubamento total polo empeño de Sampedro e outros colaboradores foron as ruínas de Santo Domingo, que se converteron deste xeito no «buque insignia» da Arqueolóxica, tanto polo seu valor histórico-artístico coma por seren o núcleo onde se concentraban e expoñían as coleccións de obxectos que a Sociedade conseguía rescatar do esquecemento.

 

Castro Sampedro Folgar

Ademais da exposición de pezas nas ruínas, a difusión dos traballos da Arqueolóxica fíxose por medio de publicacións. O carácter reservado de Casto Sampedro fixo que fose remiso a asinar os seus artigos, pero o seu traballo está detrás de obras tan significativas como os tres tomos de Documentos, Inscripciones, Monumentos… para la historia de Pontevedra, publicados entre 1896 e 1904, ou o Cancionero Musical de Galicia, que non vería a luz ata 1942. Este último foi o produto dunha longa recompilación do folclore popular galego iniciada polo mesmo Sampedro, quen despois pasou a coordinar as tarefas de músicos e musicólogos como Ramón Arana, Víctor Sáid Armesto ou Santiago Tafall. O que naceu primeiro como unha simple recollida de materiais por parte dos colaboradores pasou a tomar parte, por iniciativa de Víctor Sáid, no concurso convocado en 1909 pola Real Academia de Bellas Artes de San Fernando baixo o título de «Colección de cantos y bailes populares de una provincia española». O boletín da devandita academia publicou o fallo do xurado o 31 de marzo de 1911 no que se lle outorgaba o primeiro premio a este traballo, que non se editaría ata trinta anos máis tarde.
Casto Sampedro viuse recompensado con cargos honoríficos como premio ao prestixioso labor en prol da investigación histórica do momento: Cronista da provincia, socio numerario fundador da Real Academia Galega, socio correspondente da Real Academia da Historia e presidente da Comisión Provincial de Monumentos.

A actividade da Sociedad Arqueológica foise debilitando co paso do tempo, a medida que foron desaparecendo moitos dos seus colaboradores máis activos. Non obstante, o seu espírito mantívose ata que en 1927 se aproveitaron os seus alicerces para fundar o Museo Provincial de Pontevedra, do que Casto Sampedro foi o seu primeiro director. Cunha nova xeración de historiadores e benfeitores encabezados polo novo José Filgueira Valverde, o Museo naceu xa cunha completísima colección de pezas herdadas da vella Sociedade e coa experiencia adquirida durante tres décadas.

Casto Sampedro morreu en Pontevedra o 8 de abril de 1937, cando lle faltaba pouco para facer os noventa anos de idade.


Carta a FARO DE VIGO

 

E1 13 de noviembre de 1.928, el FARO DE VICO publicaba una carta del fundador del Museo, de Pontevedra, Casto Sampedro correspondiente de la Real Academia de la Historia, en la que el ilustre erudito se refería a la tesis del origen gallego de Colón. Entre otras cosas decía: «Con motivo de la publica¬ción en «El Debate» del extracto de un segundo informe de la comisión especial de la R.A. de la Historia sobre varios documentos colonianos, en la noticia de esta capital que inserta el número del FARO de hoy, se dice que di¬chos documentos fueron re¬mitidos por un enemigo de la tesis del Colón pontevedrés. Lo importante sería comba¬tir el informe; pero los pa¬ladines de este asunto se irritan contra mi humilde persona, y de re¬chazo contra el señor Obispo de Madrid-Alcalá. Contra tal imputación de enemigo tengo que rectificar…; lo que sí es conforme a la verdad es que yo fui el iniciador de la tesis, pero para el efecto de estudiarla…».