Publicado en la revista Finesterre en marzo de 1944.-
EL pleito relativo a la patria de Cristóbal Colón sigue y seguirá siendo una cuestión viva, palpitante. Cuando parece que los historiadores e investigadores han olvidado el asunto se descubre de pronto un nuevo dato, un nuevo documento, y el pleito vuelve a recobrar acuciante actualidad. Tal acontece ahora con la tesis famosa de D. Celso García de la Riega relativa al probable origen gallego del descubridor de América. Apagada la enconada polémica que, por celillos locales, sostuvieron hace algún tiempo en la prensa regional algunos eruditos, he aquí que aparece un documento de singular y verdadera importancia. Y con un simple espíritu informativo, nos vemos obligados a escribir acerca de este manoseado y discutido problema histórico.
Sería excesivamente lato volver a exponer con prolijidad de detalles los antecedentes de la debatida doctrina propugnada por primera vez en 1898 por el historiador pontevedrés Sr. García de la Riega y ampliada, ordenada y razonada luego, en 1913, en su célebre libro «Colón, gallego»; y, asimismo las derivaciones y críticas que tuvo y ei hallazgo de otros documentos. Todo ello es ya de sobra conocido por los estudiosos, Pero por si fuese necesario, para una mayor ilustración, para un más completo y exacto juicio, remitimos al lector curioso a la consulta de otros dos libros interesantes y complementarios de aquel primero: «España, patria de Colón», de D. Prudencio Otero Sánchez (Biblioteca Nuevá-Madrid, 1922) y «La Patria de Colón», del abogado doctor Rafael Calzada (Buenos Aires 1920).
No obstante, por la relación que guardan con el nuevo documento aparecido, es preciso recordar que hace años, nos referimos a dos de los citados en esos libros: una escritura de foros, de 26 de Febrero de 1731; que poseía mi tío e! médico de Pontevedra Dr. Joaquín Antonio Piñeiro Blanco, (hoy en poder de una hermana mía) y una inscripción en el Registro de la Propiedad de Pontevedra, de fecha 9 de Marzo de 1775. En la primera se especifica que en aquel entonces cobraba rentas forales en Pontevedra y pleiteaba con el Monasterio de San Juan de Poyo D.íl Catalina Colón de Portugal, por tres casas en el barrio de las Corbaceiras, frente a Porto Santo, lugar en que se ha supuesto siempre que nació el almirante. El segundo documento es la inscripción de otro foro que hace el representante en Pontevedra de D. Miguel Colón de Portugal, minero y vecino de Méjico. Está perfectamente demostrado que los Colón de Portugal son los descendientes verdaderos del descubridor, pues aun hoy los duques de Veragua llevan ese apellido: Colón de Portugal. Cuando en el año 1575 vacó el ducado de Veragua, por falta de varón en la sucesión directa, el título y sus vínculos—después de un largo pleito, en el que tomaron parte Colombos y Co- lumbos de Italia—le fueron concedidos a Sa parienta más cercana del almirante: otra D.a Catalina Colón de Portugal, casada con el Duque de Gelves. Más: precisamente, durante ese difícil pleito, visitó a Pontevedra el «Muy magnífico y Reverendísimo Señor Maestre Don Cristóbal Colón», hijo natural del adelantado Bartolomé de Colón, hermano de! descubridor, según consta en actas de! Gremio de Mareantes (1575 y 1576) y de la Cofradía de la Santísima Trinidad (28 de Diciembre de 1576). Y cabe naturalmente preguntar: ¿No buscaría en Pontevedra el maestre Colón antecedentes de la familia para dirimir este pleito? ¿Cómo y por qué poseían aún, casi dos siglos después, prooiedades y rentas en Pontevedra los Colón de Portugal?
Pensando en eso y comentándolo, nos permitimos en aquella ocasión apuntar una idea: que si se quisiera de verdad esclarecer definitivamente algún día este interesante asunto de la oriundez galaica de Cristóbal Colón, sería imprescindible labor futura de los eruditos la de buscar con paciencia, de un modo preferente y casi exclusivo, la ascendencia de esos Colón de Portugal del siglo XVIII. No estábamos desencaminados, por cierto, al escribirlo así. Y ¡o prueba de una manera fehaciente el importantísimo documento aparecido, y que poseen ios herederos del abogado Don Luis Gorostola.
Helo aquí:
«En Bandeira jurisdicción de Irardeza a cinco días del »mes de Mayo de mil setecientos noventa y seis, por «ante mí Escr0 y testigos que a lo último serán señala- »dos personalmente constituidos de una parte el Exce- »lentísimo señor Duque de Beragua y Dijo que desde »hoy día de la fecha y para todo de siempre jamás por »sí y sus herederos vende y da en venta Real perpetua »a Don Francisco Troitiño, que también compra y se «halla presente vecino de la feligresía de S. Bartolomé »de pereira jurisdicción de montes que también compra »para sí y los suyos y a saber lo que el primero le vende »y da en esta dicha venta Real y perpetua la heredad «llamada puntada sita en porto santo de poyo destinada »a labradío biñedo Robleda y pina! con su casa de «cuartos bodega lagar y cuadra linda Norte muro na- »cíente y medio día rio que ía separa poniente muro y »arroyo lleba en sembradura ciento diez ferrados poco »más o menos también le vende el derecho a percibir las «rentas que en dicha casa se cobra y de todo ello le »entrega las escrituras que lo contienen y le pertenecen «al Excmo. Señor Duque de Beragua por herencia de »sus finados padres todo lo relacionado vende y da en »esta dicha venta Real y perpetua al D. Francisco Troi- »íiño con todas sus entradas y salidas aguas de riego «libres de toda carga real ni otras pensiones en precio »de cuarenta y ocho mil reales de vellón que entrega en «este acto el comprador al vendedor a la presencia de »mi Escribano y testigos de ía expresada cantidad le «otorga recibo y carta de pago lisa y llana de que cer- «tifico, confesando como confiesa que las referidas he- »r-edades no valen más ni menos y en el caso de que «haya alguna mayoría le hace Gracia y donación perpe- »tua e yrrebocable todo el que tiene podía aber y tener «a lo que lleva vendido se aparta y a sus herederos y lo «cede renuncia y trasfiere en el comprador o en los «suyos como mejor le conbenga y como autoridad de «justicia pueda tomar la posesión Real y personal y se «constituye en precario poseedor y se obliga con su apersona y vienes que lo lleva vendido lo será cierto y «el comprador acepta la venta hecha a su favor y para »que mejor se cumpla dieron todo su poder a las Justi- «cias de S. M. como por si esta carta y lo en ella conte- «nido .fuese sentencia definitiva de juez competente «pasad una cosa juzgada y renuncias a todas las Leyes «de su favor y la que los prohíbe así lo dicen v otorgan «siendo testigos de presente Juan Carreira Roque do »Santo Antonio Bueno y Francisco Ferros vecinos de «esta pa y de todo ello certifico.—Yo el Duque.—Fran- «cisco Troitiño.—Ante mí Antonio Tomé».
Como se ve, el Duque de Veragua, descendiente de Colón, vende «la heredad llamada Puntada, sita en Porto Santo, de Poyo», «que le pertenecía por herencia de sus finados padres». . Y ahí va una coincidencia asombrosa, sensacional: Basándose en la tradición, que aun se guarda, desde que T). Celso García de la Riega comenzó en 1898 a exponer públicamente su discutida tesis, indicó como seguro lugar del nacimiento del almirante, precisamente, claramente, la casa llamada de la Puntada, en Porto Santo, feligresía de San Salvador de Poyo Pequeño…
Fecha ???
Con motivo de las investigaciones y especiales estudios hechos por el sabio historiador Dr. García de la Riega, para averiguar la cuna y el origen semítico de Colón, las Asociaciones, Centros y clubs israelitas de Europa y América, acogieron con entusiasmo la noticia,, la que circuló por todo el mundo, á semejanza de una corriente eléctrica, entre los descendientes de Israel, por el planeta dispersos; convocándose al efecto una reunión en Londres, á la que asistieron muchos rabinos y personajes semitas, en cuya reunión se acordó considerar á Colón como una gloria de la familia hebraica; dándose asimismo, una conferencia sobre el descubrimiento de la verdadera patria del revelador del Nuevo Mundo, en la que disertaron MrsJUartin Hume, Hellis, Kelly, Van Sneider y otros historiadores y literatos ingleses.
En América se publicaron más de doscientos artículos sobre la verdadera cuna del descubridor de América, habiendo la Asociación Colombina de América, tomado parte activa en este glorioso asunto; en New York la institución “HisDano Societv of America”, que preside
lón y han enviado á Pontevedra corresponsales para sacar fotografías de los documentos exhumados por el Dr. Celso de la Riega. La escritora Eva Canel, ha dado varias conferencias en el Centro Gallego de Buenos Aires, y ha publicado un folleto afirmando el precioso hallazgo de los documentos que prueban que Colón era gallego.
En los Estados del Río de la Plata se ha iniciado una suscripción popular para levantar en Pontevedra, un monumento al inmortal descubridor del Nuevo Mundo, habiendo encabezado la suscripción con mil petos el ilustre colombista Dr. Riguera Montero, catedrático de la Universidad del Uruguay. La prensa del Brasil, lia* ma medio hermano á Colón, y los periódicos de Colombia, Venezuela y Centro América, publican artículos laudatorios sobre la cuna del glorioso Almirante.
El Rector de la Universidad de Santiago de Chile Dr. Valentín Lctelier, en la apertura del curso académico de 1910 á 1911, ha declarado en un solemne discurso que acaba de comprobarse documentalmente, de manera irrefutable, según sus propias palabras, que Cristóbal Colón había nacido en España, en la ciudad de Pontevedra. Así lo consignó el diario El Mercurio, de Valparaíso, en su artículo editorial del mismo mes bajo el título Colón español, que termina diciendo: “La declaración del Rector de la Universidad de Chile da carácter oficial al hecho.
La prensa de Inglaterra, Alemania, Austria, Italia, Rusia y la de otras naciones europeas, se ocupan en los documentos encontrados por el historiador Celso de la Riega, y esperan la publicación del libro editado por la Diputación de Pontevedra, con los documentos justificativos de la verdadera patria del temerario navegante.
En Portugal, la Asociación Colombina al tener noticia del valioso hallazgo, realizado por el historiador La Riega, respecto á la cuna del gran Almirante, se reunió bajo la presidencia de Teófilo Braga, quien pronunció un histórico discurso sobre los hechos de Colón, terminando con las frases “que si Portugal se vanagloriaba de ser la
cuna de Bartolomé Colón, los portugueses experimentaban inmensa alegría de que Galicia, hermana gemela de Portugal, fuera la patria del Descubridor del Nuevo Mundo, compañero de los navegantes y descubridores lusitanos’*.
En las Antillas Cuba, Santo Domingo, Puerto Rico, Jamaica y Trinidad; se publicaron algunos artículos ó trabajos sobre la cuna del Virrey de las Indias, distinguiéndose el gran rotativo Diario de la Marina, el tercer periódico de América, que con tanto acierto dirige el ilustre hispanófilo D. Nicolás Rivcro y Muñiz. Al frente del movimiento colombista, púsose el eminente historiógrafo sociólogo D. Joaquín N. Aramburu, escritor de fama mundial, quien con acopio de datos y abundancia de razones, pulveriza los absurdos argumentos de algunos pseudo-críticos que pasando plaza de eruditos y escritores, aún se atreven á afirmar, sin pruebas, de que el gran Colón había nacido en Génova.
Laboriosa y tenaz campaña ha sostenido Galicia, durante muchos años, «para demostrar la patria española de Colón, en Pontevedra, se constituyó una Comisión y sus trabajos merecen el calificativo de notables. Causa satisfacción inmensa ver un pueblo entero interesado en empresas de tal alcance.
Tenemos, a la vista la erudita exposición que en Mayo del año anterior dirigió a la comisión referida el diputado provincial don Prudencio Otero, para que la Diputación pidiera a la R. Academia de la fiistoria que una delegación de su seno comprobara la legitimidad de los documentos que acreditan el linaje verdadero de Colón. El documento es digno de estudio por lo razonado y discreto. El Sr. Otero da cuenta del descubrimiento hecho por él en Porto Santo: una vieja inscripción en un muro frente a la casa en ruinas que la tradición dice que fue del descubridor del Nuevo Mundo, en la que se lee : Juan Colón -Recuerdo—Año 1490.
Ahora, en el último número de la interesante revista Galicia pintoresca (20 Enero), publicase el siguiente artículo que reproducimos con verdadero entusiasmo. Dice asi:
«Las pacientes y laboriosas investigaciones históricas, llevadas a cabo por el bibliófilo y lexicógrafo Dr. García de la Riega, corrieron las sombras y aclararon la obscuridad que envolyía la cuna del Almirante de las Indias, que ha resultado ser Pontevedra; ciudad del antiguo Reino de Galicia, semillero de marinos ilustres y osados, navegantes.
El sabio y afortunado descubridor de la verdadera patria de Colón, demuestra y prueba su descubrimiento, con la autenticidad de variados testimonios de documentos en pergaminos y escrituras en papel, desenterrando de los viejos archivos, minutas notariales—como la que hemos publicado en el número treinta y siete—con todas las condiciones de autenticidad en esta clase de documentos y otras determinadas particularidades, detalles y datos, como el pergamino, papel, tinta, los caracteres caligráficos de aquella época, la ortografía, la redacción» las frases sacramentales, que se usaban en aquellos tiempos, en la redacción de documentos; hallándose, algunos de ellos, agujereados y carcomidos, otros con los bordes rotos y algunos con frases y letras casi ininteligibles, debido a la acción del tiempo transcurrido, pues tienen cerca de cinco siglos.
Entre los documentos originales, aparece también el que hoy insertamos, de 1529, un Juan de Colón «mareante», nombre que se dada a la gente de mar en aquellos tiempos; es decir, que en la provincia de Pontevedra, desde 1428 a 1529, aparece su apellido unido a nombres propios de casi todas las personas que formaron su familia (1). ”
Con abundancia de prueba documental e indiciaría y con argumentos irrefutables, fundados en bases verdaderas, en importantes tradiciones históricas y en indicios seguros, se prueba de una manera concluyente, clara y patente, que no da lugar a la’ menor duda, que el Descubridor del Nuevo Mundo, era gallego; que era mareante, nauta, piloto, matemático y cosmógrafo, que había sido criado en las rías gallegas que miran al Océano, en la parte más occidental de Europa- y la más próxima a América. Quedando en su virtud, resuelto el problema histórico y corrido el velo que cubría la verdadera patria o nacionalidad del descubridor de América. ‘ ,
Constantino HORTA Y PARDO.
Manuel Pousada 10.07.2013 | 08:16
Una carta de navegación de la ría de Pontevedra fue el obsequio que entregó el presidente de Autoridad Portuaria a la asociación Cristóbal Colón Gallego. Esta agrupación defiende con contundentes argumentos la procedencia poiense del histórico navegante. El pilar básico de su investigación es la toponimia, ya que existen lugares en Galicia, cuyo nombre y relieve, son idénticos a zonas del continente americano. Eduardo Esteban, presidente de la asociación, reconoce que la demostración de la procedencia de Colón, supondría un gran impulso turístico para Galicia.
La asociación Cristóbal Colón Gallego recibió, de manos del presidente de Autoridad Portuaria, José Benito Suárez Costa, una carta náutica de la ría de Pontevedra en la que figuran lugares cuyos nombres se repiten en diferentes zonas de la América descubierta por Colón.
Con este documento, los directivos de la asociación, Eduardo Esteban y Fernando Alonso, quieren demostrar la procedencia gallega, concretamente de Portosanto, en Poio, del histórico navegante.
Los principales argumentos que manejan desde esta agrupación son, en primer lugar, la lengua madre del explorador, que no es otra que el gallego-portugués. Otra razón de peso, es el origen gallego del apellido Colón.
No obstante, el argumento más contundente es la toponimia. Los nombres empleados por Colón para designar los nuevos territorios descubiertos se corresponden con numerosas localidades gallegas. Además, muchos de estos nombres son exclusivos de Galicia y no se encuentran en ninguna otra zona del mundo. Eduardo Esteban, refuerza este argumento añadiendo que existen lugares en Galicia y América que, además de llamarse igual, su parecido físico es indiscutible.
En referencia al tema de la toponimia, el director de la asociación señala que existen más de doscientos nombres de localidades exclusivamente gallegos que se repiten en América. Son los casos de Isla de las Ratas, Punta Pared, Punta Placeres, O Frade, Punta Lanzada o Pedra Blanca. Asimismo, designó nuevos territorios americanos con el nombre de parroquias de su pueblo natal, Poio, por ejemplo Puntada, Portosanto, San Salvador o Punta Galea.
Además de lugares, Colón bautizó a sus naves con nombres de esta tierra, es el caso de «La Gallega», apelativo original de la carabela «Santa María».
Los miembros de la asociación Cristóbal Colón Gallego aseguran que cuando se demuestre la procedencia poiense de Colón, el turismo en Galicia recibirá un gran impulso. El presidente de la Autoridad Portuaria fue más allá y declaró que «si se demuestra que Colón es de aquí, el impacto turístico sería como el caso del Apóstol Santiago».
09/07/2013 – DP (Marín)
El puerto de Marín ha publicado hoy un mapa con 45 topónimos de la ría de Pontevedra en los que Cristóbal Colón se podría haber inspirado para bautizar otros tantos accidentes geográficos de las islas del Caribe en su primer viaje a América.
El trabajo se ha hecho a partir de la iniciativa de la asociación Cristóbal Colón Gallego, que defiende que el navegante nació realmente en una parroquia de Poio, y no en Génova, como es comúnmente aceptado.
Entre los indicios que manejan los defensores de esta teoría está el elevado número de topónimos de Nuevo Mundo que son idénticos a los del área de la ría de Pontevedra, hecho que achacan al supuesto origen gallego del navegante.
Entre estas referencias figuran varias en la zona del inicio de la ría, caso de Portosanto, Punta Galea, Santa Ana, San Bartolomé, Tres Hermanos o Placeres, pero también otras algo más alejadas como Punta Faxilda en Sanxenxo o Punta Galera, tomada del islote Onza.
La Asociación Cristóbal Colón Galego y la Autoridad Portuaria de Marín han presentado una carta náutica que incluye 45 topónimos de la ría de Pontevedra utilizados por Colón en América, con el objetivo de reafirmar la teoría sobre el origen pontevedrés del célebre descubridor.
Hasta un total de cuarenta y cinco nombres de lugares o accidentes geográficos que aparecen reflejados en este mapa, fueron utilizados por Colón para bautizar otros tantos enclaves descubiertos en sus expediciones al nuevo continente, según ha explicado Eduardo Esteban, presidente de la asociación. «La teoría gallega ha sido cuestionada por otras pero la toponimia no se puede cuestionar», ha sentenciado. Fernando Alonso, vicepresidente de esta asociación cultural, ha apuntado que «Colón no utilizó ningún nombre genovés o de otra parte de Italia», sin embargo, «al acercarse a San Salvador de Poio y a la que se decía que era su casa, los nombres usados son más».
Tanto Alonso como Eduardo Esteban aseguran que son más de 200 los topónimos gallegos que encuentran correspondencia en América, siendo «demasiada coincidencia» que ríos como el Xallas, único de Europa que desemboca en el mar mediante una cascada, cuente con un río hermano con las mismas características en Jamaica. En cuanto a la Ría de Pontevedra, los topónimos destacados son, entre otros, San Salvador, Portosanto, Río Serpe, Punta a Moa, Punta do Ferro, Pedralonga, San Bartolomé o Punta Faxilda. Según el presidente de la Autoriada Portuaria, José Benito Suárez Costa, todos estos datos fueron recabados en los archivos de la Autoridad Portuaria, y puestos a disposición de la Asociación que reivindica la galleguidad del navegante para reforzar sus teorias.
http://www.apmarin.com/es_noticias.php?p_noticia=856
Mañana martes 9 de julio, la Autoridad Portuaria hará la presentación de una carta náutica de la Ría de Pontevedra donde se recogen los topónimos propios de la zona y que Cristóbal Colón utilizó para dar nombre a los distintos puntos geográficos del nuevo continente durante el descubrimiento de América.
Para posicionar los puntos en la carta se ha recurrido, entre otras fuentes, al material e información disponible en el Archivo Histórico de la Autoridad Portuaria. Se trata, por tanto, de un importante trabajo de documentación histórica y su elaboración obedece a una demanda de la Asociación Cristóbal Colón Galego a la que la Autoridad Portuaria ha dado respuesta.
El objetivo final es que esta información volcada en la carta náutica coloniana sirva para divulgar el conocimiento de estos puntos y que pueda ser utilizada como un nuevo atractivo turístico en la zona de cara a la creciente afición a los deportes náuticos y a las regatas de embarcaciones clásicas e históricas.
Al acto asistirán Eduardo Esteban Meruendano y Fernando Alonso Conchouso, presidente y vicepresidente de la Asociación Cristóbal Colón Galego, además de Jose Benito Suárez Costa, presidente de la Autoridad Portuaria de Marín y Ría de Pontevedra.
Lugar: Puerto de Marín, sede de la Autoridad Portuaria
Fecha: 9 de julio
Hora: 11 horas
Invltasme, boa amigo, a que opine sóbor si Colón foi xenovés ou gallego.
No o sei, pro pensó estudíalo.
¿Qué Importa que fose nado en Gallega si outros ilustraron a sua mente?
¿E non está probado que o camiñoo que buscaba era o d‘as Indías, e non o d-este continente, entonces descoñecido?
Non é, meu caro amigo, que coidde cousa cativa o sabere da patria de Colon. Pensó no ben que lle poidera vir a Galicia con ese achádego e a eso vou.
¿Non é verdade que vosté s’alegra moito de que Colón sexa gallego? ¿E por qué? ¿Deixarán entonces de emigrar os gallegos? ¿Serán maís fortes, máis cultos, maís felices? ¿Tendremos carreteras e ferrocarris e camiños veciñás; serán maís independentes os Axintamentos e disminuirá a burocracia, o nepotismo e o esprítu de servidume? – ¿Sangraránse os rios e mineralizaránse as térras? ¿Fomentaránse os eldos y-as florestas? ¿Rexuveneceráse a escota e trocaráse o seaso da civilidade?
¿Combatirase a parcelación nimia e o latifundio, e o aforro terá rumbos mais racionales e progresivos? ¿Crearanse escolas especiaos de agricultura, industria e comercio, e o mismo tempo que libros de versos e historia, escrlbiránse outros sóbor o millor sistema de anuncios. sóbor a ceba dos bovinos, a triquinosis e a Indixestión dos porcos, e o xeito novo de muxir as vacas, e a fabricación de queixos y-a exploración do sulchán gallego?
Si esto sucede, valderia a pena que Colón fose gallego. Pro si hemos de seguir tendo poetas Morantes e escritores falcatrueiros e parvos que se venden por un prato de lentexas, e comerciantes rutinarios e analfabetos, e espíritu rebañego e discursos valeiros, e odios bandeirzos e homenaxe tan sollo ó éisito, ó poder ou ó diñeiro, si Galicia vai a seguir cómo está nada importa que Colón sexa ou non gallego.
Si Galicia continúa sendo Cinzenta de Hespaña, como Xénova o é de Italia, maldita gloria e maldito porveito, como os de Curros desterrado e Chané perseguido, e a probeza cingulndo sempre ós mais ilustres e bos da nosa térra, s’en Madrid non foron confirmados.
Non son os feltos, amigo meu; é a interpretación d-eles o que vale e canta, y-anque non dúbito que poida Interprétalos mal, xúsgoos honrada e libremente
Abdón Rodriguez Santos, Habana, 1918.
Ya pasa un siglo desde el día en que D. Celso García de la Riega presentó su teoría sobre el origen gallego de Cristóbal Colón, y más de treinta años desde que Alfonso Philippot propuso al legendario Pedro Madruga como verdadera identidad de Colón.
Y recientes hallazgos de textos y documentos no solamente demuestran que ambos tendrían razón. Ahora sabemos además que ni uno ni otro fueron los primeros en relacionar a Colón con Galicia y con Pedro Madruga, lo que confiere, si cabe, más mérito a sus trabajos.
Cientos de años antes del nacimiento de García de la Riega y Philippot ya había quien sostenía exactamente las mismas teorías sobre el Colón gallego, como demuestran las últimas investigaciones presentadas en la obra “Colón, Pontevedra, Caminha”.
Así tenemos, por ejemplo, un párrafo sacado del trabajo “Itinerario por las regiones subequinoc- ciales” que sitúa inequívocamente a Colón en Galicia antes del descubrimiento. Su autor no es otro que Alessandro Geraldini, amigo íntimo del descubridor. También tenemos la “Crónica de Carlos V” de Francesillo de Zúñiga, quien apenas unos años después de la muerte de Colón relaciona directamente al personaje con Pedro Madruga.
Basten estos dos ejemplos, de entre los muchos que podríamos citar, para demostrar dos cosas: en primer lugar que situar a Galicia como patria de Colón no es un “invento” de García de la Riega; y en segundo lugar sirvan los textos de Geraldini y Francesillo de Zúñiga para comprobar lo injusta que ha sido la Historia con las tesis gallegas, a las que ha tratado siempre con una desconsideración letal mientras daba alas a otras propuestas que carecían de cualquier soporte documental como las catalanas, mallorquínas, portuguesas o la más extendida e inverosímil de todas, la del Colón genovés.
Ese soporte del que carecen otros nos sobra a los pontevedreses. Tenemos documentos que demuestran que Pontevedra, particularmente el lugar de Porto Santo, en Poio, era el único lugar del mundo en que existía el apellido Colón en el siglo XV. Conocemos también que cerca de cien nombres utilizados por el navegante para bautizar otros tantos lugares descubiertos por él en América pertenecen a la toponimia de las Rías Baixas, ¿le suenan los nombres de San Salvador, Porto Santo, Lanzada, Río Miño, Arenal o Piedras Negras?; ¿alguien que no fuera gallego hubiera utilizado esos nombres? Sabemos además, por textos escritos de puño y letra de Colón, que su castellano estaba plagado de voces gallegas. ¿De dónde puede ser originario quien escribe “debu- xar” en lugar de “dibujar”, “enxerir” por “ingerir” o “perigos” por “peligros”?
Pero es que además, ahora, tenemos ya centenares de textos y documentos que relacionan a Colón con Pedro Álvarez de Sotomayor, o Pedro “Madruga”, conde de Caminha. Hoy sabemos que Colón intercedió personalmente ante los reyes para conseguir un ascenso a Diego de Sotomayor, hijo de Pedro Madruga. Sabemos que otro hijo de Pedro Madruga, llamado igualmente Cristóbal, era amigo personal de los dos hijos de Colón, quienes serían sus hermanos en realidad. Sabemos que este hijo de Pedro Madruga es aún hoy conocido en Puerto Rico como Cristóbal Colón de Sotomayor. Y todo esto que estamos contando no son “ocurrencias” de La Riega o Philippot. Son afirmaciones de autorizados cronistas que conocieron en persona a Colón o a su entorno. O son documentos que se encuentran en los archivos, como uno que nos dice que Diego Colón, hijo del descubridor, quitó cien esclavos a otro castellano para dárselos al hijo de Pedro Madruga.
Ante estos nuevos y determinantes hallazgos tenemos dos opciones: buscar la prueba científica o cruzarnos de brazos durante otros cinco siglos. Yo opto por la primera.
Recientemente se han extraído muestras del ADN de Colón y sus parientes más cercanos. No hay más que compararlas con el ADN de los restos de la familia Sotomayor o con cualquier persona viva que descienda de Pedro Madruga. Ese proceso ya lo han hecho, claro, catalanes, genoveses y mallorquines sin éxito, convirtiendo a la teoría gallega en la única seria que queda por descartar.
Y la pregunta inevitable es, ¿por qué no hacerlo?; ¿es que acaso perderíamos algo, incluso aunque el resultado fuese adverso? Pero pensemos por una vez en lo que Pontevedra ganaría con un resultado positivo. Pensemos en lo que lograríamos si el dictamen nos dijera: “Colón y el ponte- vedrés Pedro Madruga eran la misma persona”. Pensemos en lo que ganaríamos si pudiésemos situar a Pontevedra en los mapas como el lugar que vio nacer al descubridor de América.
Aunque solamente hubiera una posibilidad entre un millón, y crean que las posibilidades se van acrecentando cada día, ¿por qué no intentarlo? Si unos simples análisis de ADN nos pueden sacar de dudas, ¿por qué no hacerlos?
Todos sabemos que varios reinos de Europa dudaron en enviar a Colón a cruzar un océano, hasta que alguien dijo: “¿por qué no intentarlo?”.
Y encontró un continente.
Por eso, como buenos gallegos, a la pregunta ¿por qué hacer las pruebas de ADN?, debemos responder con otra pregunta: ¿y por qué no? Quizás entonces los gallegos descubramos un Nuevo Mundo una vez más.
Rodrigo Cota GonzálezC
No Círculo Mercantil de Pontevedra deu D. Xerardo Alvarez Limeses unha conferencia sobre do tema «Colón, pontevedrés».
A conferencia tiña unha finalidade: intresar ás xentes de Pontevedra na pubricación d’unha obra de Izquierdo Corral, gue a xuicio do conferenciante é un alegato definitivo a prol de tesis «Colón, pontevedrés» que sentou García de la Riega, e que tantas polémicas ten movido.
N’unha das partes da súa charla, o conferenciante ocupouse dos motivos que ao seu modo de ver poideron influir en que a tesis, pra il indiscutíbel, non prosperase.
Unha d’elas atínguenos direitamente e motiva iste comentario noso.
Dixo o Sr. Alvarez Limeses que tal tesis non topara o calor dos galeguistas. Pero non o dixo como unha censura. Coida il que a razón de que aos galeguistas non nos teña intresado a demostración da procedencia galega do gran navegante aventureiro está no feito de que Colón negase a súa patria.
Pode que o Sr. Alvarez Limeses teña un pouco de razón.
Non é que aos galeguistas non nos intrese o navegante xenial que presententíu a redondez da Terra e se xogou a vida na precura d‘ un novo camino pra as Indias. Si tal home non era galego, merecía selo. Estamos por afirmar que soio un galego ou portugués podía ter azos pra acometer semellante aventura.
Intrésanos, pois, Colón como figura universal, que descubre un novo mundo e afinca o fito siñalador de novas edades da Historia.
Pero o Colón que nega a súa Patria, calisquera que sexan os motivos que ao principio o determinasen a elo, non pode merecer n’outra orde de ideias a nosa simpatía.
Tempo tivo, despois dos seus gloriosos viaxes, cando foi despreciado pol’os Reis de Castela, aos que dera un novo mundo, de volver a ela, e de confesala sen rodeos.
Colóri, ademirable como descubridor e aventureiro, é, no orde do patriotismo galego, o símbol’o de catro séculos da vida de Galiza. O símbolo d-unha Patria, a nosa, que se da en- teira a Castela, esquencida de sí mes- ma, pra non recibir despois mais que desprecios e aldraxes.
Nós preferimos a Galiza dona de sí que non ten outro señor que os destiños que a Historia lie asinalan.
Pol’o demais, a iniciativa do Sr. Alvarez Limeses contará dende logo co noso apoio.—X.
Nacida en una ciudad donde el mar se vislumbra por todas partes, asocio en mi mente desde los primeros años de mi vida, la idea de tierra y mar, y al nombrar a Galicia evocaba costas bellas y recortadas batidas por las olas. Sin embargo, fue ya en la adolescencia cuando esta idea, casi innata en mi, tomó la firmeza y consistencia que había de permanecer inalterable a través del tiempo.
Sucedió un día en el Instituto; el catedrático, fallecido ya, nos leía un trozo de un discurso pronunciado por uno de los más grandes oradores que ha tenido España. No recuerdo las frases literales, pero sí lo esencial, quizas lo más hermoso: Decía el orador, que “Dios, antes de lanzar el mundo a los espacios, lo tomó en una de sus divinas manos y se detuvo a mirarlo amorosamente unos instantes. Entonces, surgió el primer milagro: las huellas de los dedos de Dios quedaron para siempre impresas en la tierra recién formada, dando origen a las bellísimas Rías Galegas”. Y, desde entonces, siempre que evoqué en mi mente a Galicia, incluso a través de la aridez del estudio, sentía resurgir en mí aquel hermoso y legendario origen. Transcurrieron los años pero en mi mente y en mi corazón, la imagen de Galicia y el mar perduraron unidas, llegando entonces a comprender esa instintiva atracción que siente todo galego hacia el mar; y no sólo me refiero a los navegantes ilustres, sino también, y de un modo especial, a esos humildes marineros, héroes ignorados que se juegan diariamente la vida por el sustento de los suyos.
Hombres sencillos, buenos y nobles que, desde muchas generaciones atrás despertaban la atención de las mociñas casaderas, según denota el antiguo y popular cantar:
“Mariñeiro quero, madre,
marilleiro m’han de dar;
se non me dan mariñeiro,
solteiriña hei de quedar.»
De esta atracción hacia el mar surge la profunda devoción a la Virgen María, bajo distintas advocaciones. Y es siempre Ella, la Madre de Dios, a la que se implora bajo el nombre de Nuestra Señora del Mar, Virxe da Barca, Nosa Señora d’o Nordés, la cual en la ladera del monte Chamorro donde se vislumbra un paisaje de maravilla desde su rústico trono de piedra, protege a los navegantes que, desde tiempo inmemorial, la saludan devotamente al entrar en el puerto. Y, de un modo especial, sobre las distintas devociones, un nombre tan nuestro, tan de Galicia: «La Virgen del Carmen», la que tiene un altar en cada capillita de aldea y en el corazón de cada familia de marineros, la que se invoca en las noches de galerna y la que pende en el escapulario sobre el pecho de los más rudos hombres de mar.
Se podría escribir tanto de ese instinto de atracción del galego hacia el mar…
A través de la historia podemos recoger múltiples ejemplos, y quizás aunque muchos la juzguen paradójica, predomina la tesis, amparada por numerosos estudios, sostenida por el Padre jesuíta Tomás Barreira, en la cual afirma que el insigne navegante Cristóbal Colón era Galego.
Cierto es que muchos menosprecian esta idea, pero la obra del ilustre jesuíta es fruto del estudio de muchos años, y continuación de la emprendida por don Celso García de la Riega. Y la verdad es que después de haber leído los convincentes argumentos del sabio historiador, no podemos menos que preguntarnos: ¿Por qué dudar de que el más grande navegante de la historia nació en Galicia? ¿No es, acaso posible que a fuerza de mirar hacia la inmensidad del océano desde su infancia, naciera en él el anhelo aventurero de lanzarse a través de sus aguas, en busca de algo imposible e incomprendido para todos los que no poseyeran su inteligencia y valor?.
Así, en esta región donde el mar y la tierra parecen unidas en unas nupcias eternas es posible el sortilegio, la leyenda y la maravilla. Es todo posible por la influencia de ese encanto inigualable que quizás tenga realmente su origen divino en esa inconfundible armonía de horizonte y mar.. mar y tierra…
La Noche, 14 de Julio de 1967
Xosefina López Serantes
Con el fin de dar a conocer a cuantos pueda interesar la afirmación, una vez más, del origen hispano del insigne Cristóbal Colón Fonterosa, descubridor del Nuevo Mundo, reproducimos, pues, para su difusión la notable interpelación hecha en el Congreso de los Diputados, por el brillante orador parlamentario D. Emiliano Iglesias; excitando al Gobierno a que miembros de la Real Academia de la Historia, se trasladen a Pontevedra, a fin de comprobar en dicha ciudad cuantos datos y referencias evidencian ser la citada ciudad gallega, cuna del gran Almirante de las Indias.
Ello nos llena de regocijo y satisfacción, en ver que la tesis del genial la Riega, será admitida universalmente dentro de poco, y a España le corresponde toda la gloria del descubrimiento de América.
RUEGO que el Diputado a Cortes por Barcelona, D. Emiliano Iglesias Ambrosio, dirigió al Gobierno para que una Comisión de Académicos practique investigación en Pontevedra acerca de la patria del inmortal navegante Cristóbal Colón.
Con la venia del Sr. Presidente, dijo:
El Sr. Iglesias Ambrosio: Para dirigir un ruego al Gobierno, puesto que debe ser, a mi juicio, cuestión de Gobierno el atenderlo, porque se refiere a cosa que afecta a la gloria de España.
Cuando ayer tarde oía yo las levantadas palabras del Sr. Presidente del Consejo de Ministros excitando a todos los nacionales para que exaltáramos el sentimiento de la Patria, pensaba en el descuido en que constantemente tienen los Gobiernos las iniciativas de los pueblos como si éstas no merecieran aquella atención preferente que determina el ser expresión de la voluntad de los mismos y de ese levantado espíritu patriótico a que hacía referencia el Sr. Presidente del Consejo de Ministros.
La región gallega, preferentemente la ciudad de Pontevedra, durante estos veinte años del siglo que corre, viene realizando una labor meritísima para averiguar el origen del inmortal descubridor de las Amérieas. Las dudas que sobre su nacimiento ha habido siempre, originadas por testimonios irrecusables de los que le trataron, como Bernáldez y el padre Las Casas; por el testimonio de su propio hijo Fernando; por el examen crítico de su institución mayorazga; por el fracaso ruidoso de la genealogía colombiiana, y por otra multitud de elementos pon- derables que no son del caso exponer aquí, pero que tienen una fuerza incontrastable, han exicitádo a personas insignes, a investigadores a los que la Patria debe reconocimiento, a procurar poner en claro el origen del Almirante. Y primero, el insigne pontevedrés investigador, don Celso García de la Riega, en un memorable libro que se titulaba “Colón, español”; más tarde el Dr. Rodríguez, de grata memoria, y otros pensadores, como el Sr. Enrique Ma de Arribas, en el Ateneo de Madrid, abrieron brecha para que, despertándose en Amériaa el interés por conoicer el origen del descubridor de aquellas tierras, se vinieran acumulando datos y se vinieran prestando contribuciones históricas que permitieran en un día determinar, de una manera clara y concreta, que Cristóbal Colón era español, punto fundamental que es preciso verificar una vez descartada la hipótesis de italianidad, syempre puesta en entredicho, pero hoy eliminada por completo gracias a la labor de esos hombres y otros muchos que no cito.
Hace unos días, recientemente, se ha publicado un libro que viene a contribuir a esta obra de reivindicación de la nacionalidad del inmortal Almirante, y en ese libro a que me refiero, publicado por un gallego, a quien rindo desde aquí el homenaje de mi admiración, por don Prudencio Otero Sánchez, documentalmente, con pruebas que no dejan lugar, a duda, completando la labor, verdaderamente, fundamental, del ilustre Rafael Calzada, ex Diputado por Madrid, de una manera rotunda se determina, como si fuera hecha con un diagnóstico diferencial, la eliminación de que Cristóbal Colón fuera italiano. Esta vindicación histórica de la Patria del insigne descubridor de América reportaría a la nuestra títulos aun más excelsos que los que tiene para aquellas tierras y para la Historia.
Pontevedra, a quien se deben todas las iniciativas y todas las contribuciones para fijar la nacionalidad española de Cristóbal Colón, porque ha sido en Pontevedra en donde Riega halló la documentación para su libro, y en el despacho del ilustre arqueólogo Sr. Sampedro, en donde surgieron las primeras luces al descubrirse en documentos contemporáneos el apellido Colón. Pontevedra, repito, que se ha preocupado hondamente de esta’ cuestión el año 1917, requirió el concurso de la Academia de u Historia para que ella contrastara todos los documentos y formulara un juicio respecto a los ele- m en tos probatorios que se encuentran en aquella ciudad y sus contornos para afirmar la
nacionalidad española de Colón. La Academia de la Historia aceptó este cometido, y ya se ha designado una
Comisión de tres señores académicos para ir a Pontevedra, cuando surgió el movimiento del año 17, en el que tantas esperanzas pusimos todos, de donde han salido tantos Ministros, aunque también hayan salido tantos desengañados pomo nosotros, y y por aquella razón los individuos designados por la Academia de la Historia no pudieron ir a Pontevedra. Se hicieron nuevas gestiones con los señores académicos para que realizaran este viaje, colocando en Madrid los fondos necesarios, a fin de que ellos pudieran realizarlo y comprobar allí todos los elementos a que me refiero; pero se fué defiriendo hasta dejarlo en el olvido, como si no tuviera la magna importancia que denuncia la sencilla enumeración clel problema histórico.
Mi ruego se dirige a esto y conmigo seguramente el de toda la Cámara, a excitar al Gobierno a fin de que éste a su vez lo haga, al celo y al patriotismo de estos sabios oficiales para que, concurriendo a aquella ciudad, comprueben allí, vno por meros elementos escrituarios en las oficinífS, sino realizando la comprobación en cada sitio, en cada lugar, todo este material acumulado por beneméritos patriotas y excelsos hijos de aquella ciudad insigne y maravillosa, de portentosa y mágica belleza natural y madre de insignes varones gloria de la Patria.
El hecho de que haga pocos días se haya publicado este libro a que me refiero del Sr. Otero Sánchez, libro magnífico y de gran valor contributivo a la solución de este problema y en el cual de una manera gráfica se comprueba el origen y nacimiento del insigne descubridor, es motivo y ocasión para que yo me levante aquí, no a excitar el celo, porque ello ofendería su patriotismo, pero sí a notificar al Gobierno este suceso notable de publicidad que agudiza la necesidad de dar carácter oficial y variado a estas investigaciones que tanto dicen de nuestra cultura y de nuestro amcr a la Patria.
Yo tengo la seguridad absoluta de que el Gobierno, recogiendo la excitación que surge del propio hecho y de la simpatía cordial de toda la Cámara, tendrá el galardón y el honor de ser el propulsor de esta magna obra, que sería la vindicación histórica más formidable de cuantas se tenga noticia. Bastaba para ello el enunciado, pero, además, en el banco azul hay quien siendo gallego tiene un deber inexcusable de enaltecer aquel país; enalteciendo así la gran Patria española, que es la que se asocia de corazón, por profundo convencimiento, a esta obra que intentamos. Nosotros no pretendemos que se nos conceda gracia ni que se nos haga el favor do declarar hijo de Pontevedra al gran almirante, porque ello sería necio si no fuera algo peor; lo que pedimos, y a ello tenemos derecho, es que se comprueben los documentos, las pruebas que han sido acumuladas a través de los tiempos por tantos beneméritos hijos de aquella ciudad y por otros investigadores gallegos, españoles y americanos, por quienes tienen esa misión, y por eso reclamamos el concurso de la Academia de la Historia. Y esperando que el Gobierno recoja esta excitación y que rápidamente habrá de atender a la comprobación de estos extremos, que enaltecerán a España exaltando la magnífica personalidad de aquel país de ensueño, pongo término a mi ruego.
El Sr. Ministro de Gracia y Justicia (Ordóñez) : Pido la palabra.
El Sr. Presidente : La tiene S. S.
El Sr. Ministro de Gracia y Justicia (Ordóñez) : Carezco de competencia suficiente en estudios históricos para poder sentar aquí, contestando al elocuente discurso de mi querido amigo y paisano el señor Iglesias Ambrosio, una afirmación categórica, solamente puedo decir que, por afición a esos estudios, he deducido de mis lecturas un íntimo convencimiento de que es absolutamente exacto lo
que el señor Iglesias manifestaba.
Y de no haber bastado esas lecturas, seguramente el efecto de los razonamientos persuasivos del insigne González Besada, a quien muchas veces oí exponer, con aquella fastuosidad, de su palabra, toda esa teoría del origen de Cristóbal Colón, sería suficiente para que en mi espíritu la convicción hubiera arraigado con raíces hondísimas.
Por todas las razones que el Sr. Iglesias ha expuesto, por lo que eso significaría para la gloria de España, y en especial para la provincia de Pontevedra, por la obligación que por razón de origen, pesa sobre mí de coadyuvar a esta tendencia a que el Sr. Iglesias nos estimula, acojo con mucho gusto sus indicaciones, no puedo hacer otra cosa, y las trasmitiré al Gobierno, seguro de que éste, dentro de sus facultades procurará recabar de la Academia de la Historia, compuesta de hombres tan ilustres, de sabios tan eminentes, que haga las gestiones precisas para ver si, en la realidad, pueden tener confirmación las ideas tan luminosamente expuestas por muchos investigadores, y de las cuales se ha hecho eco esta tarde en la Cámara mi amigo particular el señor Iglesias.
El Sr. Iglesias Ambrosio: Pido la palabra.
El Sr. Presidente-. La tiene S. S. para rectificar.
El Sr. Iglesias Ambrosio: Mi ilustre jefe dice que como el 90 por 100 de los que a la Cámara pertenecemos somos gallegos, ya está ganado el pleito. (Risas.) Nosotros queremos ganar el pleito, no por sufragio, sino por comprobación científica, conforme a los métodos más severos de la crítica histórica. (El «Sr. Ñongues: Y con costas.)
Agradezco mucho las manifestaciones de mi particular amigo el Sr. Ministro de Gracia y Justicia y espero serán recogxlas por el Gobierno; para llevar a cabo, con toda clase de elementos, esta magna vindicación histórica.
También confío en que la Academia de la Historia, compuesta de tan venerables e ilustres varones, cumplimentando el acuerdo del año 1917, y de acuerdo con el Gobierno y las Corporaciones de Pontevedra, enviará a aquella ciudad los individuos de su seno que sea necesario para que realicen todos los trabajos necesarios a la finalidad que perseguimos. Allí encontrarán toda clase de facilidades y de medios para realizar esa obra, que tanta gloria daría a nuestra Patria, al propio tiempo que a los que tuvieran la fortuna de desgarrar el velo del origen del insigne almirante.
(Extracto de Sesiones del Congreso.—10 de Mayo de 1922.)
El Presidente del Centro Gallego, Sr. Manuel Bahamonde, en atención a que es deber de esa institución el cooperar a todo cuanto pueda constituir un honor para Galicia, al enterarse de la solicitud hecha por el Diputado Sr. Emiliano Iglesias, a fin de que se realicen las investigaciones necesarias con el propósito de comprobar si es cierta la naturaleza española del descubridor de América, Cristóbal Colón, dispuso el envío de los siguientes cables:
“Emiliano Iglesias. Congreso Diputados, Madrid.
En nombre Centro Gallego testimonióles felicitación iniciativa en pro investigaciones afirmativas Colón nació Galicia.—Manuel Bahamonde, Presidente.”
“Presidente Consejo Ministros, Madrid.
Centro Gallego ruégale interponga oficios favor petición Diputado Emiliano Iglesias encaminada comprobar autenticidad documentos indican Colón nació Galicia. Centro dispuesto apoyar gestión tal sentido todos medios.—Manuel Bahamonde, Presidente.”
ESPAÑA RECLAMA A COLÓN
Comienza el Show para ver si el Descubridor nació en Pontevedra.
MADRID, 13 de mayo (Associated Press).
– Se está tratando de demostrar que Cristóbal Colón nació en España.
El tema volvió a ser discutido en el Congreso español cuando el diputado Emiliano Iglesias
El tema volvió a ser discutida en la tarde de ayer en el Congreso español.
cuando el diputado Emiliano Iglesias declaró que los documentos e investigaciones en Pontevedra, Galicia, indicó que el lugar de nacimiento del descubridor de América se encuentra allí. Pidió que la Academia de la Historia se dirige a enviar representantes a Pontevedra para una investigación de la autenticidad de los documentos y otras pruebas.
Ministro de Justica Ordoñez y García se comprometió a remitir la petición al Consejo de Ministros.