Antelo Carmelo Castiñeira

Descubre el primer documento en los archivos del Ayuntamiento de Pontevedra, y lo saca a la luz, secretario de la Sociedad Arqueológica de Pontevedra, quien buscando objetos que tuvieran interés para el Museo de la Sociedad que fundara con su compañero Castro Sampedro y Folgar en 1894, se vió recompensado por la alegría del gran descubrimiento. Después, como es conocido, fueron apareciendo otros documentos en que el apellido Colón aparece antes del año 1405.

LA FUENTE DE LA NUEVA TEORÍA

Hace unos cuantos años -no vamos a preciar el número-vivía en Pontevedra un estudioso abagado ludense que se llamaba Carmelo Casliñcira, {*) Aficionado a leer escritos antiguos, escudriñador de archivos, aparecía muchas veces por el del Ayuntamiento. Y allí, donde Lanías cosas añejas existían, daba satisfacción a sus inclinaciones y hacíase significar por ellas entre los oficinistas (…) Cuando el escudriñador abogado apareció en aquella ocasión por el archivo, dijéronle los de la casa:

-Don Carmelo; si quiere leer documentos ahí los liene a manos llenas.

-¿Donde?

-Detrás de aquellas puerta. (La de peor condición a todas las puertas de la casa),

-¿Qué habéis dicho? ¡Malpocados!

Y Don Carmelo se lanzó intrépidamente hacia la estrecha, carcomida y nauseabunda estancia y redimió de las injurias de un clavo opresor millares de columnas de abigarradas lincas, mustias y garrapatosas, palidecidas por la edad y asendcradas por los tropiezos.

Allá en la serenidad de su despacho, Don Carmelo llamó a su vieja amiga la paciencia y con ella de la mano lanzóse a descifrar los documentos. Hubo un instante de estupor para sus ojos. Ante ellos aparedMtt dos apellidos singularizados por la historia. Eran el apellido Colón y el apellidos Foníerosa. Apareábanse en una cuenta -extendida en gallego- de pago de ciertos dineros por conducción de pescados a Compórtela. Repuesto de sa emoción, Don Carmelo enderezó sus pasos hacia el hogar de Don Casto Sampcdro.

Ya sabéis quien es Don Casto Sampedro; un erudito arqueólogo pontevedrés que esconde las radiaciones magníficas de su saber detrás de las íupidas mallas de una deplorable modestia.

Mostróle eí documento Castiñeira, y ambos sumiéronse en un mar de consideraciones históricas que tuvo flujo y reflujo, que a veces se ariscó como el auténtico océano, que creció, al fin, pujante y sonoro, y, como síntesis de lucubraciones y cabildeos, produjo esa ola de luz que corrió el mundo pregonando e! hecho de que Colón nació en los alrededores de Pontevedra.

Era entonces -y todavía lo es hoy el hogar de Don Casto Sampedro refugio de hombres de ciencia y tertulia de huidos de las vaciedades sociales. Allí departían con Sampedro los cultos de Pontevedra. Uno de estos era Don Celso García de la Riega.

Asistía Don Celso á las pláticas sobre la cuna de Colón y ponía al servicio de ellas todo el admirable poder de absorción de su expléndida inteligencia. Acopló datos, hizo deducciones, ató cabos, compulsó hechos el Sr, García de la Riega, y un día apareció en Madrid con aquella su primorosa conferencia de la Sociedad Geográfica.

Lo demás ya se sabe. Don Celso continuó solo y brillantemente la labor que la curiosidad afortunada de Don Carmelo Castiñeira comenzó detrás de la puerta de un mísero rincón de un archivo polvoriento, y que hizo idea, en la tertulia de D. Casto Sampedro, la erudición de éste, asesorada, tal-«vez, ó solo robustecida, por el asenso del saber de sus amigos.

Hoy cree ya el mundo que Colón nació en Galicia. Por si las pruebas aducidas no fuesen suficientes, acaba de publicar Lucas de Torre una exégesís histórica de la cual resulta que la famosa institución de mayorazgo –aquella en que Colón dice que nació en Genova y de ella salió– es apócrifa. Hora es ya de que los nombres de Don Casto Sampedro y de Don Carmelo Castiñeira aparezcan a la cabeza de los que sumaron sus esfuerzos en el decurso de la obra de reivindicación de la patria de Colón para España. Los García de la Riega, del Olmet, Hoita y Arribas no pueden amparar ese injusto olvido.

Dfcese entre hombres de letras que Don Casto Sampedro continuó en la soledad de su casa y en el desprecio del olvido de las gentes el trabajo que empezó delante de sus contertulios, aquel día en que Carmelo Casíiñeira le mostró los documentos desahuciados del archivo de Pontevedra. Sábese que posee otros documentos que corroboran lo que se deduce de los que él dio a García de la Riega y éste popularizó con sus escritos, Y afirma quien de ellos conoce algo substancial, que de entre las amarilleces gloriosas de uno surge la figura de un Colón arráez en un velero que recoma las cosías de Galicia. Los Colón gallegos no eran, pues, solo arrieros. ¿También eran navegantes!

Salga de su silencio el espíritu culto y preclaro de Don Casto Sampedro y tenga para la obra que él inició la última palabra», («Vida Gallega», n.» 44. Año 1913).

(*} El Sr. Castiñeira, Secretario de La Sociedad Arqueológica, falleció en 1899.

Amado Nervo

«Mi voto por la teoría de Colón, gallego» Admiremos la paciencia franciscana. Nunca se amordace a los que se empolvan en archivos para indagar verdades históricas. Loados sean. Vivió hasta hace poco en la antiquísima Pontevedra, ciudad bloqueada orgullosamente de bellezas, un anciano de frente apostólica y barba fluvial. Su vejez terminó escudriñando papeles, legajos y escrituras, de aquellos famosos siglos del reinado de la Gran Isabel, imagen culminante para la posteridad eterna. Supe de los hallazgos impagables obtenidos por aquel historiador de paciencia y ciencia, Celso García de la Riega, esclavo de su alto patriotismo; y vi por mis ojos el rastro conductivo para esclarecer cuál pueblo del mundo fue primitiva cuna de Cristóbal Colón; punto tan ignorado como discutido. No cabe duda alguna; el árbol genealógico de Colón comienza en la provincia gallega de Pontevedra. Aún no se apreció debidamente cuanto vale el archivo oficial donde las santas manos del muy excelso anciano, García de la Riega, tropezaron con la documentación que nos prueban habitantes de Santa María de Pontevedra a Susana Fonterosa, madre de Cristóbal, y allí nacidos también Bartolomé y Blanca Colón y Fonterosa, hermanos del arrogante marino que hizo célebre, el 12 de octubre, día de España v América, fiesta de la Humanidad entera. A esos documentos reliquias, úñense otros, no menos interesantes, como son los antecedentes sobre la salida de Pontevedra del Padre de Colón, llevando una carta de] arzobispo dei Santiago de Galicia que ls recomendaba al obispo de Génova le protegiese en su oficio de navegante; la construcción en los astilleros pontevedreses de la nao «La Gallega'», que a Colón so le antojó, con causa, elegir como buque de su colosal empresa, bautizándola con oí so brenombre de «Nao Santa Miaría». Vamos; yo pregunto: {qué nación o ciudad de la tierra ha encontrado o enseña, hasta hoy, huellas parecidas a las que guarda Pontevedra española, que llevan al descubrimiento del origen patrio de Cristóbal Colón? ¿Y el cúmulo de pruebas indieinrias acumuladas por la linterna investigadora de la Riega y de los que le siguen, Constantino de Horta y Pardo, doctor José M. Riguera Montero, Prudencio Otero Sánchez, Jaime Solá, Martín Echegaray y José Pérez de Castro? Atando cabos, se encuentran los yerros. En la leyenda colombina los cronistas que hicieron la exége sis de las fuentes, padecieron esos yerros. Volvamos atrás. Estudiemos los acontecimientos, la historia de aquella antigua .época, en los pueblos orillas del lérez. Miremos sin pasión la ruta; que noa dejó trazada el viejo patriota que habitó la casa dfc la calle Real, número 3, de Pontevedra; y una asamblea internacional de científicos en la materia, proclamará bienaventurado- a Oelso García de la Riega, y Galicia ocupará en la historia del Nuevo Mundo la presidencia de la gloria. AMADO NERVO

Alfonso Philippot Abeledo

Nació en Vigo el 25 de abril de 1932, de padre italiano y madre gallega. Cursó estudios de náutica en la Escuela Oficial de A Coruña, y es capitán de la Marina Mercante. En el transcurso de su vida profesional visitó numerosos países de la región caribeña, y es un experto de la llamada «Ruta de Colón». Su afición por la historia nace a temprana edad, pero hasta 1977 no hace públicos sus trabajos, centrados principalmente en la figura del descubridor.

El historiador y conferenciante D. Alfonso Philippot Abeledo, nació en Vigo el 25 de Abril de 1932, de padre italiano y madre gallega. Curso estudios de Náutica en la Escuela Oficial de La Coruña, y es Capitán de la Marina Mercante. En el transcurso de su vida profesional visito –entre otros- numerosos países del área caribeña, y es un experto de la llamada “Ruta de Colon”. Su afición por la historia nace a temprana edad, pero hasta 1977 no hace públicos sus trabajos de investigación, centrados principalmente en la figura del Descubridor.

RELACION DE ACTOS Y CONFERENCIAS (Resumen).

1977 (12 de Octubre) Publicación en “Faro de Vigo” de su primer trabajo periodístico, bajo el titulo de “Don Cristóbal Colon de Soutomaior”, en el cual intenta descifrar, por vez primera, la firma del Almirante.

1978 (Noviembre) Publicación de una serie de 16 artículos, sobre el origen de Cristóbal Colon, en las paginas centrales de “El Pueblo Gallego”, con el titulo genérico de “Luz para un enigma”.

1982 (18 de Marzo) Participación en el “Primer Encuentro de Mareantes” organizado por la Asociación de Oficiales, en calidad de conferenciante.

1985 (11 de Octubre) Participación en el debate televisivo “La Clave”, de Jose Luis Balbín, junto a figuras de renombre universal, tales como Ernesto Lunardi, Manuel Ballesteros y Colon de Carvajal.

1987 (del 5 al 12 de Octubre) Conferencia en el Monasterio de San Juan de Poio, e integración en la Junta Directiva de la “Asociación Cultural Cristóbal Colon”, de Porto Santo.

1988 (Mayo) Conferencia en Medina del Campo, invitado por la Corporación Municipal.

1988 (del 5 al 12 de Octubre) Debate publico sobre el origen de Cristóbal Colon, con ponencias de los señores Verdera Escandrel (catalán), Mascareñas Barreto (portugués), Salvador Bara (gallego), y el periodista Mateo Benavides (español). Actos retransmitidos por Radio Pontevedra.

Durante el periodo 1988 – 1991, participó en numerosas entrevistas en radio y televisión.

1991 (8 de Octubre) Presentación en el Monasterio de Poio por el Ex Director del Área Cultural de TVG, José Antonio Perozo, de la 1ª edición del libro “La identidad de Cristóbal Colon”.

1992 (15 de Enero) Presentación de la 2ª edición del libro en la Galeria Sargadelos de Compostela, a cargo del catedrático de Historia de la Universidad de Vigo, Carlos Xixirei.

1992 (6 de Octubre) Conferencia en el Centro Gallego de Madrid. Hizo la presentación el presidente, Sr. Cimadevila.

1992 (12 de Octubre) Ofrenda floral ante el crucero de Porto Santo, y conferencia en el Palacio Provincial de Pontevedra ante el Cuerpo Consular acreditado. Hizo la presentación el profesor Filgueira Valverde.

Durante 1992 y 1993, pronuncio diversas conferencias en Lugo, La Coruña, Pontevedra, Tuy, Vigo y Baiona; participando asimismo en numerosos debates en radio y televisión.

1994 (11 de Noviembre) Presentación en el Monasterio de Poio de la 3ª edición del libro, por el prestigioso periodista Gerardo González Martín. Posteriormente (dia 17) en el Rectorado de la Universidad de Vigo.

1995 (24 de Febrero) Conferencia en el Hotel Princesa Sofía de Barcelona, invitado por la Asociación de Empresarios Gallegos de Andorra y Cataluña, con la presencia de numerosos miembros del Centro Gallego de aquella ciudad. Al dia siguiente, pronuncio otra conferencia en el Centro Gallego de Lérida.

1995 (7 de Noviembre) Conferencia en la Cátedra de Comunicaciones de la Universidad de Vigo.

1995 (22 de Noviembre) Conferencia en el Colegio Mayor Nuestra Señora de Guadalupe, de la Universidad de Complutense, con asistencia del Duque de Veragua, Iltrmo. Sr. Don Cristóbal Colon y el Duque de Sotomayor, Iltrmo. Sr. Don Ignacio Martínez de Irujo, así como varios representantes del Cuerpo Consular acreditado en Madrid.

1996 (8 de Marzo) Asistencia a los actos del “Dia de la Arribada” en Baiona.

1996 (27 de Julio) Conferencia en el Club Náutico de Sanxenxo (Pontevedra).

1996 (28 de Agosto) Conferencia en el Auditorio V Centenario, de Baiona, sobre la figura del piloto de “La Pinta”, Cristóbal García Sarmiento.

1997 (10 de Octubre) Presentación en el Club Financiero de Vigo (organizada por la Cámara de Comercio), del audiovisual “Luz para un enigma”, y de la 4ª edición del libro “La identidad de Cristóbal Colon”, a cargo del Sr. González Martín. Acto que se repitió, dos días mas tarde, en la Exposición de Ferpalia (Pontevedra).

1997 (16 de Diciembre) Debate sobre el origen de Cristóbal Colon en “Tele 5”, con la participación de los señores Antonio Verdera (defensor del Colon ibicenco)), y Gabriel Vert Martorell (defensor del Colon mallorquín).

1998 (2 de Abril) Conferencia en el Ateneo de El Ferrol. Hizo la presentacion el señor Molares Porto

1999 (4 de Julio) Conferencia en el Colegio Mayor Arosa, de Santiago de Compostela.

1999 (28 de Octubre) Conferencia en el Aula Magna del Centro Cultural de la Armada, en El Ferrol, invitado por la “Cátedra Jorge Juan” de la Universidad Santiago.

2001 (12 de Octubre) Conferencia en el Palacio Provincial de Pontevedra sobre el tema “Santa Maria, La Gallega”. Acto durante el cual solicito –por primera vez en España- que se analizasen los restos de Colon, para obtener su ADN, y poder comprobar científicamente su verdadera identidad.

2002 (5 de Febrero) Disertación grabada por Radio Nacional de España para “Exterior”, sobre el tema “Colon gallego”.

2004 (14 de Octubre) Presentación de la 5ª edición en el “Hotel-Balneario Talaso Atlántico” de Baiona, por el Capitán de la Marina Mercante, Ramón Novo González. El 20 de Enero de 2004, tuvo lugar en Vigo una segunda presentación en la Casa del Libro, a cargo del catedrático señor Masso.
«Mantengo que Colón era de origen gallego» entrevista a Alfonso Philippot Abeledo

El marino, historiador y conferenciante Alfonso Philippot Abeledo, nació en Vigo el 25 de Abril de 1932, de padre italiano y madre gallega. Cursó estudios de náutica en la Escuela Oficial de A Coruña, y es capitán de la Marina Mercante.

-¿Cuántos años lleva investigando la figura de Cristóbal Colón?

-Una vida entera. Se podría decir que llevo unos 40 años trabajando e investigando sobre la identidad de Colón.

-La afición me viene porque es un tema estrechamente ligado a la marinería y yo soy marino mercante. Podría decirse que Colón y yo somos del mismo gremio.

-El Libro “La identidad de Colón” tuvo mucho éxito, ¿Cuántas ediciones se publicaron?

-Se publicaron cuatro ediciones (ahora ya la 5ª edición). La verdad es que tuvo una gran acogida, quizá potenciada por la proximidad del quinto centenario del descubrimiento de América en el momento de lanzar la primera edición.

-¿Cuál es la tesis que defiende usted en “La identidad de Colón?

-Defiendo la teoría de que Colón era gallego. Mis estudios vienen a continuar la línea abierta por los investigadores del siglo XIX, como Celso Garcia de la Riega, que fue uno de los grandes estudiosos defensores de la nacionalidad gallega de Cristóbal Colón. Para mi estos investigadores son el punto de partida al que yo aporto un punto de vista revolucionario.

-¿Cuál es su principal argumento para afirmar que Colón era gallego?

– Por un lado, el idioma en que escribía. Se conservan algunos documentos escritos por el marinero y se ha constatado que el idioma utilizado era el gallego-portugués. En segundo lugar, y tras una larga inverstigación, se han encontrado documentos que certifican la existencia de una familia de marineros pontevedreses de apellido Colón por esas fechas. Además, el apellido Colón existe en Pontevedra 70 años antes del descubrimiento de América. Y por último, Colón, en el transcurso de sus cuatro viajes, impone cientos de nombres a las localidades a las que llega, exclusivos de las Rías Bajas. Esto es un escueto resumen de mis argumentos.

-Indica usted en sus trabajos a Soutomaior como posible ciudad natal del Descubridor.

Estos indicios vienen de la tradición oral. Efectivamente no se conservan documentos, pero las historias contadas de padres a hijos en los pueblos, revelan datos de la genealogía de Colón que podrían ubicar la casa natal del marinero en Soutomaior.

 

: Estela : Página 6/7-MEMORIAS

«LA IDENTIDAD DE CRISTÓBAL COLÓN»
«Esta nueva teoría, de admitirla los genoveses, sería la solución de todos los misterios y secretos en que anda envuelta la vida de Colón desde que aparece en escena con afanes de descubridor… En cualquier caso, el autor ató los cabos de tal manera, que costará trabajo a los incrédulos salir del camino trazado por él». (Dr. Fray Manuel de Castro, redactor del «Archivo Ibero-Americano» y Correspondiente de la Real Academia de la Historia.)

 

: Estela : Página 6/7-MEMORIAS«El trabajo de Philippot no sólo defiende una tésis coherente, sino que además es una valiosa aportación en el campo de la investigación histórica. (Jorge Bátiz Echevarria, descendiente del descubridor que viajó expresamente de México a Pontevedra para conocer sus raices familiares)»

«De cuantas tesis he leído, «La identidad de Cristobal Colón » es la que más equilibrada-mente trata de descifrar la personalidad del Almirante». (Johan-Antoni Pérez i Herrero, historiador valenciano)

 

VIDAS PARALELAS

1. Don Pedro de Soutomaior, 1 conde de Camiña, nació en 1432.

1.Según el testimonio de sus coetáneos, Cristóbal Colón, nació entre 1430 y 1436.

2. Su familia fue noble y en algún tiempo rica.

2. De acuerdo con su hilo Hernando y el padre Las Casas, Colón procedía de sangre ilustre.

3. Entre sus antepasados se encuentran cuatro almirantes.

3. “Yo no soy el primer almirante de mi familia”,decía Colón.

4. Su padre biológico -Feman Eanes de Soutomaior~ era un importante armador de Pontevedra que ostentaba la Capitanía de Naos.

4. El trato o manera de vivir de sus mayores fue el de mercaderías por la mar.

5. Sus conocimientos del latín y de las Sagradas Escrituras, se remontan a sus años de semi­narista. en Santo Domingo de Tui, entre 1.440 y 1446.

5. Dice el barón de Humboldt que sus rudimentarios conocimientos de latín debió apren­derlos en la niñez, ‘como monaguillo de alguna oscura feligresía”.

6. Era familiar del Gran Cardenal de Toledo, D. Pedro González de Mendoza y el padre Deza, prior del convento de San Esteban de Salamanca.

6. “En sólo el Cardenal halló acogimiento”, dice Oviedo. En una carta a su hijo Diego, le pide el Almirante que visite al P. Deza y le recuerde “su primer amor fraterno”.

7. El 1446, una vez liberado de la tutela de Fray Esteban de Soutelo, “cambió los libros por la espada”, dice L. Ferreiro. Yen 1469 regresó a Galicia después de veintitrés años de ausencia.

7. “Yo he andado veintitrés años en la mar…”, le cuenta a los reyes. “Habiendo en sus tiernos años aprendido los principios de doctrina -señala el P. Las Casas- cuando ya fue mancebo pasó a Lisboa y se dió al arte de la mar”. – – –

8. Entre sus deudos figuran los Diáguez de Funes, “caballeros de la banda”. Uno de los emble­mas más antiguos de su familia ostenta el león rampante de los Soutomaior de Galicia y Portugal. (Sepulcro de Alvaro Páez en la Catedral de Tui)

8. Las armas de los Diáguez, “caballeros de conquista”, como él les llama, figuran en la punta de su escudo. Y en el segundo cuartel, un león rampando de verde sobre campoblanco.

9. Durante el periodo comprendido entre 1460 y 1463, debió enrolarse como mercenario con Juan de Lorena, adiestrándose en el manejo de las armas de fuego que más tarde utilizó en Galicia.

9. De veintiocho años comencé a servir,,.” Después de la muerte de Alfonso Y de Aragón, la Corona de Nápoles fue disputada por Juan de Lorena. “La naturaleza brillante de tal empresa, atraía a los audaces espiritus de aquellos tiempos. La nobleza y la caballería, los soldados de fortuna los recios corsarios. Los osados aventureros, los ansiosos mercenarios

10. “El tratado de paz entre los reyes de Portugal y de Castilla, concertado en 1479, quebrantó al conde de Camiña que tuvo que retirarse a Portugal.”

10 “Por volta de 1479 chega a Lisboa um navegador on comerciante chamado Cristováo Colombo Da sua origem quase tudo se ignora.”

11. Hacia 1482 surgen sus primeras desavenencias conyugales, como consecuencia de las ges­tiones de su esposa -Teresa de Távora- cerca de los Reyes de Castilla para trasjDasarle a su primogénito el señorío de Galicia.

11. La mayoría de sus biógrafos afirman que el hijo habido en Felipa Muñiz, nació en 1482, si bien ya tenía otros de quienes -como él dice- jamás volvió a ocuparse.

12 Durante su exilio (1479-1486), mantuvo una intensa relación con sus parientes portugueses como Pedro Correa, primo de su mujer. Capitán donatario de la isla Graciosa y ex- Gobernador de Porto Santo.

12 “El trato íntimo y frecuente entre los dos cuñados (Pedro Correa estaba casado con Elena Perestrello, media hermana de Felipa Muñiz) debió ser causa de que se comuni­casen mutuamente sus observaciones sobre los descubrimientos…”

l3 Primo segundo de su esposa fue tambien Diego de Azámbuja, Gobernador General de la Mina entre 1481 y 1483.

13 “Debió ser en una carabela rumbo a Mina, mientras se construía el castillo, cuando Colón llevó a cabo su viaje a la costa de Guinea, hacia 1483.”

14. Los señores de Soutomaior eran primos dell marqués de Villareal, D. Pedro de Meneses, de quien proceden los duques de Camiña.

14 Este frio y cauteloso discurso del Obispo de Ceuta ante la junta de Lisboa, lastimé el orgullo nacional de Pedro de Meneses y arrancó de él una elevada y patriotica res­puesta , favorable al proyecto de Colón.”

15 El martes lOde enero de 1486, después de otorgar testamento en Refojos, “el conde se fue para la Corte -que a la sazón se hallaba en Alcalá de Henares- y habló a sus grandes parien­tes que tenía en Castilla, con el fin de obtener el perdón de los reyes”.

15. “Yo vine a les servir que son siete años agora, a veynte días de henero este mismo mes…” (Nota del Almirante correspondiente al 14 de enero de 1493. Dice Juan Manzano qu.e aqnel 20 de enero de 1486 cayó en viernes, día de la semana señalado para las audiencias reales.)

16 El 18 de febrero de 1486, los Reyes Católicos nombraron a Don Alvaro -primogénito del conde- administrador de las fortalezas que eran de su padre, y relevaron del juramento de pléito-homenaje a Pedro Falcón, alcaide del Castillo de Soutomaior.

16 Dice Juan Manzano que después de esta entrevista con los reyes, “comenzó para Colón el largo y doloroso calvario al que tantas veces alude en sus escritos. Colón …. nota que por momentos el ambiente de la corte se le enrarece, que todos le vuelven la espalda”

l7 La desaparición de Pedro de Soutomaior en Alba de Tormes (Salamanca) se produjo el 11 de abril de 1486.

17. “La encomienda del asunto colombino a fray Hernando de Talavera -señala D. Juan Manzano- tuvo lugar a últimos de febrero de 1486” A partir de esta fecha nada vuelve a saberse de Cristóbal Colón -como si se lo hubiese tragado la tierra- hasta el mes de noviembre, en que se reúne la Junta de Salamanca para estudiar su proyecto.

18. Su influencia en la corte lusitana, se remonta al reinado de Alfonso V. En las “horas bajas”, privado ya de su hacienda, recuerda Vasco da Ponte que D. Pedro visitaba de vez en cuan­do al Rey de Portugal, “y éste siempre le daba algo”.

18. Hacia el mes de diciembre de 1487, Colón le escribe a Juan II desde Sevilla, solicitan­do su permiso para volver a Portugal. La respuesta del Rey está fechada eu 20 de marzo de 1488, y en ella le trata de “especial amigo”, animándole a regresar: “Tu industria y buen ingénio Nos será necesario

19 La relación familiar del conde de Camiña con los Muñiz y Perestrello -como queda dicho- se produjo a través de su esposa.

19. A su llegada a Lisboa, el 4 de marzo de 1493, salió a recibirle Martín de Noroña, cliam­belán en la corte de Juan II, hijo de Catalina de Távora.

20. En Andalucía tenía grandes parientes. El señorío de Moguer pertenecía a los Portocarrero. Y el de Palos, “por iguales partes”, a las familias Silva y Castañeda, descendientes todos ellos de la Casa de Soutomaior.

20 E1 12 de mayo de 1492, Colón regresó a Palos, “porque allí tenía conocidos y amigos”, dice el P. Las Casas. Hacia el 30 de abril de 1493 hizo su entrada triunfal en Sevilla, dispensándole esta ciudad un apoteósico recibimiento encabezado por el conde de Cifuentes, D. Juan de Silva y Castañeda.

21. Los sangrientos pasajes de la Historia de Galicia, en sus luchas internas, evidencian el odio que se profesaban las familias Fonseca y Soutomaior… El arzobispo de Compostela, D. Alonso de Fonseca, era primo-hermano del Intendente de Indias.

21. El Intendente, D. Juan Rodríguez de Fonseca, fue el enemigo más cruel de Cristóbal Colón y de sus hijos.

22 Don Pedro de Torquemada, padre de Beatriz Enríquez, dice en su testamento que es hijo de Juan Ruíz de Biedma (deudo de la Casa de Soutomaior.) “Los de este alcuño -señala el P. Crespo- señorearon las tierras de Limia, Monterrey y Sotobermud.

22 Las relaciones de D. Hernando Colón con los Soutomaior, se prodigaron a lo largo de toda su vida. En la “Sedacina Totius”, anotó: “Diómelo con la “Suma” de Geber, don Xristóbal de Soutomaior hijo de la condesa de Camiña”

23. D. Pedro de Soutomaior, el Parricida (nieto deI. 1 cond.e de Camiña), huyendo de la policia vaticana, en 1518, se ocultó en un castillo que era propiedad de los Colones.

23. “Pasando yo por Cugureo (Cogoletto) -dice D. Hernando- me informé acerca de dos hermanos Colombo, dueños de aquel castillo y deudos suyos.”

24. La dualidad de su nombre se descubre por I.a abreviatura que sigue a su firma: “Yo,Pedro, conde de Camyña, XFZ (Xristobo Fernández).”

24. La dualidad de su nombre viene confirmada por el testimonio del notable latinista y capellán de los Reyes Católicos, Lucio Marineo Sículo: “Petrum Colonum cun trigin­ta navibus”
Documentos que prueban de la existencia de las familias “De Colón” y de “Fonterosa” en Pontevedra (siglos XV y XVI). Los documentos se encuentran en el Archivo Histórico de Pontevedra.

  • Bartolomé De Colón, integrante de la Cofradía de San Juan (1428) Dos vecinos contratan obras delante de “las casa que quemó Domingos De Colón, El Joven” (año ilegible)
  • Escrituras del Abad de Poio, obligándose a pagar 274 y 550 maravedíes a los dos herederos de Blanca De Colón (1434) Compra del inmueble lindante con la casa de Domingos De Colón, El Viejo (1434)
  • Venta de terreno, en la Rúa de Las Obejas, a Juan de Viana, El Viejo y a su mujer María De Colón (1435)
  • Aforamiento sobre una viña, en la feligresía de Moldes, que linda con la viña de Jacob Fonterosa, El Viejo (1436)
  • Orden de pagar 24 maravedíes, por el alquiler de dos acémilas que llevaron pescado al arzobispo de Santiago, a Domingos De Colón y Benjamín Fonterosa (1437)
  • Escritura de propiedad de un terreno a favor de Juan Osorio, picapedrero, y su mujer María De Colón (1440)
  • El Arzobispo de Santiago nombra a Lope Muñiz y Benjamín Fonterosa cogedores de alcabalas sobre grasas (1444)
  • Gómez de la Serna y Jacob Fonterosa, cogedores municipales de rentas sobre alcabalas de hierro (1454)
  • Libro de cuentas de la cofradía de “mareantes” de San Miguel, con la anotación “debe Aº De Colón cuatro maravedíes de biaje a Abeiro” (1470-80)
  • Aforamiento de un terreno próximo a Santa María la Mayor, lindante con la heredad de Cristóbal De Colon (1496)
  • Escritura notarial donde figura como testigo Afonso De Colón, “mareante i vezino” de la Villa de Pontevedra (1512)
  • Juan Neto y Juan de Padrón afianzan al preso Juan De Colón (1518) Aforamiento dado por el Monasterio de Poio a favor de Juan De Colón y su mujer Constanza De Colón (1519)
  • Carta de venta dada por Constanza De Colón, “muger que fuy de Juan De Colón, mareante, que foy en A Moureira, arrebalde da Vila de Pontevedra” (1528)
  • Carta de pago otorgada por la mujer de Esteban de Fonterosa (1528)
  • Aforamiento a favor de María Fonterosa y su esposo (1528)
    Esculpido en piedra en la Basílica de Santa María la Mayor de Pontevedra (en la Capilla o Altar de los Neto y Colón), figura esta inscripción:
  • “OS DO CERCO DE YOAN NETO E YOAN DE COLÓN FEZERON ESTA CAPILLA”

 

Página de Alfonso Philippot: http://www.colon-philippot.com/

 

Alejandro Rodríguez del Busto

«La Gaceta», Miércoles 29 de Octubre de 1930, Tucumán.
Juicio crítico sobre la tesis de don Luis de Ulloa.

Por Alejandro J. Rodríguez del Busto.

Cristóbal Colón, en todos los tiempos pasados, presentes y futuros, ha sido, es y será siempre, Cristóbal Colón; nunca fue Cristóforo Columbo o Columbus; ni genovés, ni castellano, ni manchego, ni catalán; fue siempre y es del linaje de los De Colón (como él mismo ha dicho), de Pontevedra, gallego. ¡La Justicia Divina, que es la Verdad inmaculada, en sus claros resplandores, iluminará al Mundo!
LA HISTORIA DEL PREDESCUBRIMIENTO

Consta de un modo incontrastable e incontrovertible por los estudios publicados en libros y en artículos periodísticos, que tanto han tratado de Cristóbal Colón español y pontevedrés, que llevaron al ánimo universal esa creencia firme, y esa fe, como lo demostraron en sus trabajos: el doctor Celso García de la Riega, de Pontevedra, hace treinta años; doctor Otero Sánchez, del mismo punto; el alcalde del mismo lugar, gran historiador, que no recuerdo el nombre; de Buenos Aires, el muy ilustrado español, doctor Rafael Calzada (de Navia), con dos tomos en diferentes épocas; de Tegucigalpa (Honduras), el doctor García López, la obra más grande e informativa sobre la tesis de Colón español y pontevedrés, por haber hecho una profunda recopilación de todo lo escrito sobre el mismo tema, habiendo transcripto varias páginas de un escrito mío, donde me nombra, honrándome y distinguiéndome entre otros muchos historiadores, de cuya obra ilustrada me dedicó un ejemplar, otra obra también grandiosa; fue escrita en Pontevedra y editada en Londres; siendo sus autores, dos miembros de la Real Academia de la Historia, «en Londres»; también, habiendo recopilado autores y datos de los mismos «Archivos de Pontevedra»; con pruebas pétreas de la familia y linaje de Colón, en su misma casa solariega y en los templos de esta ciudad; y otros autores, que no recuerdo en este momento.

El concurso internacional a que invitó el muy ilustre patricio, filántropo y docto Luca de Tena propietario y director del diario ilustrado el «A.B.C.», de Madrid, sobre la concesión de premio suyo de 50.000 pesetas, al que mejor probase la nacionalidad española del descubridor de América, Cristóbal Colón, vino al fin, a quedar desierto; según mi opinión fundada, por haber él exigido a última hora, que los invitados al concurso, tenían que llevar sus trabajos escritos en tres idiomas, que eran; en español, por el interés de España y de Hispanoamérica; en inglés, por Inglaterra y Angloamérica; y en italiano, por su tesis sobre el descubridor Cristóforo Columbo.

Muchísimo me extraña que un historiador y geógrafo, como don Luis de Ulloa, no haya visto y estudiado los trabajos que cito anteriormente en libros y periódicos, probando acabadamente, sin dejar lugar a dudas, que Cristóbal Colón, era como todos sus antepasados de al ciudad hermosa y vía de Pontevedra; así como todos sus descendientes son nacidos en la «Península Hispana» o en sus dominios; por lo mismo creo yo, que el señor Ulloa se equivocó al seguir un árbol genealógico, que no pudo ser jamás, y no es, el del descubridor de América, Cristóbal Colón; porque Colón, que no sabía hablar más que en su lengua oficial, que era la gallega, y el latín que estudió en Pontevedra, no sabía hablar catalán, como hablaría sin duda, el que, él mismo, pone como descubridor, con los nombres de la Leyenda que él mismo cita, de Joannes Sedvas, o sea, Juan Columbus, o sea Juan Colom; niego rotundamente, que Colón tuviera jamás estos tres nombres tan distintos entre sí; ¿y después? pregunto yo; ¿cómo pasaron esos tres nombres a convertirse con sus apellidos correspondientes, en el nombre y apellido de pura cepa hispana, de Cristóbal Colón? El último apellido hispano, podría tener como catalán, como tiene, mucho parecido en su lengua a la gallega, pues las dos lenguas conservan mucho más latín que el castellano, como «Conca» en gallego, es lo mismo en catalán, que en castellano se dice «Cuenca»; «ribera» en gallego, es lo mismo en catalán, que en castellano quiere decir «orilla del mar o del río», y otra infinidad de términos.

Tampoco acepto con fundamentos sobrados de razón: que una hipótesis del señor Ulloa, la convierta él mismo en realidad, y que él mismo también la crea: que el personaje catalán Colom abandonó las flotas danesa e inglesa en Islandia; y se fue (dice) «parece», porque duda aún el señor Ulloa, a las costas del Labrador; y de ahí, le supone a Juan Colom, solo en su barquito, con una ruta completamente imposible, barajando costas e islas inabordables en esa fecha, como Terranova; y sigue las costas del Canadá y de Norte América, rumbeando al Sur por las de Florida, pasa por frente a la isla Guanahani, en las Lucayas (que fue la primera que descubrió Cristóbal Colón, el de Pontevedra); y de ahí, lo hace tomar rumbo al S.E. para encontrar la isla «la Española» (Santo Domingo que descubrió el pontevedrés Colón) y así la bautizó, descubriendo solamente la parte septentrional y levantando el plano hidrográfico de esas costas; y después, supone, y lo hace ir desde el «Mar Caribe», de las Antillas, con rumbo Este, cruzando al revés, el «Mar de Sargazos» o «Golf Stream», como le llaman los ingleses; por muy audaz que fuera Juan Colom, si fuera marino, jamás habría de ir a Europa contra vientos y corrientes, que siguen eternamente corriendo, como les marcó el «Supremo Creador» del oriente al Occidente, entre el Ecuador y el Trópico de Cáncer; corriendo de línea recta, desde la costa sur de la isla «Hierro» de las «Canarias», hasta el «Golfo» o «Seno Mejicano» que encierra «El Mar Caribe» con todas las Antillas, lamiendo y batiendo sin fin todas sus costas.

Puedo estar conforme, en que Colón, después de haberse salvado del naufragio a nado y en una tabla al frente de las costas portuguesas, dejase la vida de pirata que tenía sostenida por los reyes de Portugal y de Francia, contra el monarca aragonés don Juan II.

Pudo haber ido a Inglaterra y a Dinamarca a unirse (con su barquichuelo, digo yo), a una expedición enviada a «Islandia» y Groenlandia en 1477; pero al regresar los daneses a su país, como dice el señor Ulloa, que Colón siguió adelante, con la ruta que descubrió anteriormente, supuesta por este señor, yo sostengo que Colón, el verdadero descubridor, no siguió ese viaje para él imposible, como digo más antes; y lo verosímil, y arreglado a la ciencia náutica, era que Colón se volviera a su base, que era siempre, en la península «Hispania» o «Ibérica»; así que, esa leyenda, es de todo punto falsa para el verdadero descubridor; lo mismo, que para el supuesto descubridor Joannes Sedva, o Juan Columbus, o Joam Colom, o Juan Bautista Colom, y para todo navegante; veamos como: Es «Islandia» la isla más septentrional del «Océano Atlántico», la costa al norte, el «Círculo Polar Artico», a los 65° de latitud Norte, que corriendo el mismo paralelo, corta las zonas glaciales del «Estrecho de Bering», los territorios de «Alaska» y la zona septentrional de la «Siberia». La «Groenlandia», territorio que ya corresponde al continente americano, y que viene desde el Polo Norte, hasta el cabo «Farewell», también lo corta el paralelo del «Círculo Polar Artico» en la parte Sur, con más de 2.200.000 km. 2c. y está totalmente ocupada por los hielos.

Los barquitos de esa época, para esa empresa, son una irrisión, una simple cáscara de nuez, eran lanchones sin cubierta, a remo, y cuando más, una o dos velas latinas. ¡Colocándonos, pues, en esas alturas de nieves perpétuas, rodeadas de neblinas infinitas, de bancos de nieve, en medio de todo lo ignoto, sin planos, sin faros en las costas apocalípticas! ¡Que aún hoy, aterra a los más audaces exploradores, pereciendo la mayor parte, por infinitas causas que sobrevienen! ¡Huracanes desencadenados arrollan todo cuanto encuentran a su ruta vertiginosa! ¿Qué sería del pobre infeliz que se atreviera en un lanchón a semejante travesía? Con esto, creo, que queda ya destrozada la ruta hipotética del señor Ulloa; y vamos a otra cosa.

Antes de seguir adelante, voy a aclarar un concepto que es: que todos cuantos se presentan con proyectos extravagantes, sin bases fundamentales, con candidatos de descubridores de América, los hacen aparecer primero con nombres extraños, haciendo una red confusa de sus nombres apócrifos y genealógicos inciertos; para resultar después del tejido revuelto, afirmando: que esos nombres, siempre fueron los del descubridor Cristóbal Colón, confundiendo lastimosamente a los lectores; y haciendo historias, que jamás pudieron comprobar, porque lo hacen al verdadero descubridor, aparecer todo lo diferentes que fue en su vida, como en el lugar de su nacimiento. Así, cuando aparece no es un solo personaje, como pretenden, son dos personajes: «uno verdadero; otro ficticio: Cristóbal Colón», siempre fue y será el verdadero; en sus actos más solemnes de su vida, como en las «Capitulaciones» ante los Reyes Católicos en Santa Fe, firmó con mano firme, y muy bien, su nombre español de «Cristóbal Colón»; y lo mismo hizo al firmar en «Velladolid su institución mayorazga» para el bien de sus descendientes; porque esos dos documentos, si pusiera nombres apócrifos, bien sabía él, que hacía la desgracia de su grandiosa empresa, y la desgracia también de sus descendientes; y ahí, en esa misma institución él, declaraba: que era del linaje de los «De Colón; que aquí, decía», encontrarán mi familia a la vuelta de algún cabo; como se encontró en los archivos que dejo citados de «Pontevedra».

EL CROQUIS DE LA ESPAÑOLA (SANTO DOMINGO)

Dice el señor Ulloa: He aquí un documento de interés extraordinario, como prueba a favor de la teoría del predescubrimiento. Trazado de mano de Colón en 1492, este plano de la costa de la Isla Española (Santo Domingo), fue entregado por el gran navegante a los Reyes Católicos y quedó en poder de éstos, antes de emprender Colón el viaje desde Palos. (1) La cruz indica el lugar en que se supone fondeó el buque de Colón en su primera visita a dicha isla. Este croquis, dice Ulloa, que lo encontró en el «Archivo Histórico Nacional» de Madrid, después de veinticinco años de investigaciones. Como verán, en estas mismas columnas publico yo otro croquis, también de Colón, y que es el mismo croquis pero con diferente origen, croquis que yo dibujé de otro autor español copiado en estos días, aquí estoy descubriendo la incógnita del señor Ulloa.

(1) He ahí la gran mixtificación, diciendo sin embargo la verdad. Si entrega plano y otros documentos a los reyes por los cuales fue creído, es decir, los entregó Colón al P. Marchena en confesión y éste a los reyes, antes de salir de Palos, entonces, Colón había estado en La Española antes de la fecha indicada. Los parciales, como los apasionados, «tienen ojos y no ven».

Donde él dice suponiendo, que la cruz en el croquis representa el punto donde fondeó Colón, es un craso error; para ese trabajo hidrográfico, tendría que fondear muchas veces y sondear sea con el mismo buque en que iba, o con una canoa o lancha.

Esa cruz representa, como está dibujada, para los náuticos, la orientación de la costa descubierta, como yo he puesto en este momento en el plano por mí dibujado, pues para el marino que va a la descubierta, lo primero que tiene que atender es la orientación de lo descubierto.

Colón, desde que nació hasta que murió, no tuvo más parientes en el mundo que los de su familia, por la parte paterna, los De Colón, y por parte materna, los de Fonterrosa; y cuando cambió de estado, casándose en Lisboa, quedó emparentado con esa familia. En esta ciudad estaba desde el año 1484.

Contrajo matrimonio allí, con Felipa Muñiz de Palestrello, hija de Bernardo Palestrello, piloto italiano, que puesto al servicio de Portugal, había llegado a ser el primer gobernador de la Isla de Porto Santo (Madera).

La viuda de éste, entregó a Colón los papeles, mapas, diarios e instrumentos de su marido, que debieron servir de mucho a aquél.

Colón, completó sus estudios en Portugal. Después que su nombre se hizo famoso, fueron frecuentes los relatos de corsario y pirata, acometiendo osadas empresas, durante su primera juventud, y hasta mandando un buque de guerra perteneciente a Reinato de Arijón, conde de Provenza, pero la mayor parte de los relatos y pormenores, están en desacuerdo con los hechos históricos, suficientemente conocidos.

Los portugueses en esa época eran los marinos más hábiles del mundo y más emprendedores; y entre ellos pudo fácilmente Colón, haber adquirido todo el conocimiento y pericia que revelan sus hechos posteriores. Dedicóse al trazado de mapas y planos, sin prejuicio de tomar parte en bastantes expediciones a Guinea, a otros puntos de la costa africana, a los puertos del Mediterráneo y a Inglaterra, viajes todos que solían hacer con frecuencia las naves portuguesas.

Estos viajes le dieron ocasión de pasar una temporada en «Porto Santo» donde su mujer había heredado algunas propiedades, y en donde nació su hijo Diego.

Algo más aventurada y rara fue una expedición, a la cual se ha asignado la fecha definitiva de 1477, que hizo a la isla de Thule o Islandia.

En todo este relato se ve el error de Ulloa; que Colón, jamás tuvo parientes de la nobleza catalana; los de él son Colón y Fonterrosa, apellidos gallegos: el 1° es aumentativo de «Colo», que es cuello; Colón es cuellazo; Fonterrosa, es en castellano Fuente-Rosa.

Que el viaje a «Islandia» ahí concluyó; y no siguió, como he probado ya. Que la isla Madera ahí estaba cuando vivía él en la capital, que yo conozco la casa donde vivía en el Funchal, casa heredada en su viaje forzado por una tempestad, que le hizo dar popa y correr al Oeste hasta descubrir La Española, ese es el plano del viaje apocalíptico de Sánchez, que llegó moribundo al puerto del «Funchal» con tres marineros más en el mismo estado; y Colón los llevó a su casa en una lancha y ahí murieron, y antes, le pidió a Sánchez le diese diarios de navegación, planos levantados y derroteros; le dio todo; y ese fue el secreto; y la copia de ese plano es el que aparece en estos escritos.

Por no abusar de las columnas de este ilustrado diario, dejo este trabajo para otro día; y también por mi vista, y mi edad avanzada; pero ya se formarán los lectores una idea y una opinión completamente contraria a la nueva tesis del Colom catalán de don Luis de Ulloa.