Asociación Pro-Colón Gallego

EXPOSICIÓN «COLON GALLEGO» Patrocina: ILUSTRÍSIMO AYUNTAMIENTO DE POIO Y CONCEJALÍA DE CULTURA En colaboración con: LA ASOCIACIÓN PRO-COLÓN-ÜALLEGQ Y EL MONASTERIO DE SAN JUAN DE POIO LUGAR: MONASTERIO DE SAN JUAN DE POIO DÍAS:9 AL 12 DE OCTUBRE DE 1990 . 60. Don Ramón det Valle Inclán. : ‘ • • ; 61. Panorama de Porto Santo. (Pontevedra). – >.; 62. Isla das Ratas. (Ría de Pontevedra). . … 63. Santo Tomé do Mar. (6 «Mar de Santo Tomé»). 64. Cambados, lo «Camban», Cuba). 65. Informe de la Real Academia de la Historia. 66. El P. Tomás Barreira. 67. Don José Mosqueira Manso. 68. Don Modesto Bará. 69. Don Enrique Barreiro, 70. Don Julio Tortosa Franco. 71. Imagen de Nuestra Señora de la O, Pavona de Pontevedra.. 72. Reivindicación de los documentos de Pontevedra. 73. Doña Emilia Rodríguez Solano. 74. Boca de las Carabelas (Ría de Vigo). 75. Punta Pierna. (Islas Cíes o de Baiona).

Asociación Cultural Cristóbal Colón

EXPOSICIÓN FILATÉLICA POYO Convento T. T. Mercedarios Los Días 11 y 12 de Octubre de 1992 ORGANIZA PEÑA FILATÉLICA Y NUMISMÁTICA «RÍASBAIXAS» DE PONTEVEDRA Poio – Pontevedra

Era el día 2 de Agosto de 1492, festividad de la Virgen de la Rábida¡ cuando con hombres, naves y vituallas a punto, Cristóbal Cotón mandó embarcar a toda su gente. Después de múltiples y azarosas peripecias durante la noche del 11 ó 12 de Octubre de 1492, el vigía, de «La pinta’, Rodrigo de Triana, lanzó el ansiado grito de ¡Tierra!; eran las costas de Guanahaní, hoy tierras de América. ‘En la mañana de ese memorable día el almirante Virrey y (Gobernador general, saltó a tierra armado y portando la tandera ‘KgaC ‘Española. Al lado de los dos Capitanes, Martín y Vicente yañez Pinzón, con dos banderas con la Cruz y las letras iniciaCes de los reyes una f y una y. Colón tomó posesión de la tierra en nombre de sus reyes, ante el escribano de toda la Armada, don Rodrigo de Escobedo. Se había iniciado la etapa más portentosa que había vivido la Humanidad: el descubrimiento de América. La teoría de Colón pontevedrés, identidad que doy sostiene el historiador, Don Alfonso Philiippot Abeledo, de su nacimiento en Porto Santo -‘Poio- (Pontevedra), tiene en la actualidad, grandes adeptos a la citada nacionalidad del almirante. Mario Gallego Conde

1.a- M.a Victoria López Pereira ( Cronología de Colón ) 2.a- M.a Victoria Reynoso Rodríguez / . . ( Colón ) 3.°- Concepción Prieto ( Navegantes ) 4.a- Alba Gallego Iglesias (Tarjetas y Sobres con matasellos colombino» } 5.a- Mario Gallego Conde (V Centenario del Descubrimiento ) 6.u- José Luis López Carragal ( Barcos ) 7.°- Manuel Dobarro Sornoza (V Centenario) 8.e- Eladio Rosario Muiños ( Descubrimiento de América por Colón y seguidores ) 9.u- Miguel Rodríguez Rey ( Personajes y Conquistadores de América ) 10.Q- Manuel García Docal (V Centenario) (Cristóbal (Uolmt y el A punto de cumplirse 500 años de aquel 12 de Octubre de 1492 en la que la tenacidad de un hombre y el esfuerzo de otros se consiguió la proeza más importante de la historia de la humanidad: el descubrimiento del Nuevo Mundo. Los historiadores nos relatan el proceso con documentos, cartas y objetos de cómo se llevó a cabo el camino que desembocó en aquel grito de Rodrigo de Triana: TIERRA, en el que se recoge el anhelo, la alegría y el término de un sinfín de desgracias y desventuras que se fueron sucediendo antes y durante la travesía atlántica. Cuando todo está claro, cuando tenemos ante nosotros la empresa descubridora, netamente española, que podemos seguir a lo largo de la historia hasta hoy, nos encontramos que aún no está desvelado el misterio ni la procedencia del hombre que puso su vida y su esfuerzo ai servicio de esta causa: CRISTÓBAL COLON. El origen de Colón se debate aún hoy, pero debe sacar a cualquier historiador honrado de sus pseud oposiciones de la autenticidad de que «CRISTÓBAL COLON», descubridor del Nuevo Mundo, era de origen, pensamiento y de vida, totalmente gallego, según indicios, de Porto Santo, de San Salvador de Poio. La tesis moderna de Celso García de la Riega, Alfonso Phillippot Abeledo, Valentín Paz Andrade, Emilia S. Solana y otros escritores, exponen y demuestran el origen del Almirante. La tesis de que Colón era genovés es la más popular, pero según Phillippot la más en crisis en este momento, ya que está puesta en tela de juicio por casi todos los historiadores, y en realidad quien ayudó a echarla por el suelo fue la gallega. La genovesa adolece de un montón de defectos; el primero, que él no era Colombo, como los de Genova, sino Colón. En 1583, D.- Francisca Colón se trasladó a Genova porque D. Baltar Colombo de los Sres. del Castillo, entabló litigio sobre el mayorazgo, bienes y oficios que fundara Cristóbal Colón. Nicolao de Grimaldo, Príncipe de Salermo de 83 años de edad preguntándole D.- Francisca si conocía algún Colón en la ciudad de Genova, asombrándose de la respuesta, contestó: en todos los

Asociación amigos da cultrua

Descargar Archivo:Archivo:ConferenciaColonGalego.pdfCOA COLABORACIÓN DA:Caixa de Aforros Provincial de PONTEVEDRA 12, 13 – XUÑO 1986 as 8 da tarde CONFERENCIAS de ALFONSO PHILIPPOT ABELEDO AUDITORIO DA CAIXA DE AFORROS 


 

A IDENTIDADE DE CRISTÓBAL COLON (Conferencia de D. Alfonso Philippot Abeledo)

PRIMEIRA PARTE

O ENIMA E A SUA LEENDA

IMPUNACION DA TESE XENOVISTA

O FALSO TESTAMENTO DO 1498

AS OUTRAS TEORÍAS

COLÓN,PONTEVEDRÉS

TOPÓNIMOS E HOMÓNIMOS

A LINGUA DE COLÓN

A ASCENDENCIA GALEGA DO DESCUBRIDOR

SEGUNDA PARTE

A Asociación AMIGOS DA CULTURA de Pontevedra cons-cente da posibel trascendencia histórica da tese defendida no seu día polo esgrevio vecino desta vila Sr. de la RIEGA, e que na ac-tualidade ven de ser continuada, ampliada e ainda superada polo Sr. Alfonso Philippot, orgaiza dúas conferencias-coloquio co xa nomeado Sr. Philippot, para ver de dar maior pulo á cultura na no-sa vila e en concreto a este traballo de tese sobre a orixe galega e aínda mais, pontevedresa, de Cristóbal Colón, tese que no seu día incluso fora apoiada por ALFONSO D. R. CASTELAO, figurando coma mernbro dunha asociación denominada PATRONATO PRO-COLÓN PONTEVEDRÉS.

Considerando a importancia histórica do personaxe de Cristóbal Colón, e os méritos do conferenciante temos a ben seguro o interés da vosa asistencia.

A IDENTIDADE DE CRISTÓBAL COLÓN

COLÓN EN PORTUGAL

XENES E DO DESCUBRIMENTÓ DA AMÉRICA

VJAXE A GÁSTELA

ITINERARIO DE CRISTÓBAL COLÓN, (1486 – 1492)

ESITO DA PRIMEIRA ESPEDICION E VIRAVOLTA A LISBOA

DIVERXENCIAS COA COROA

OS DESCENDENTES DO ALMIRANTE

CONCLUSIÓNS Pequeña reseña biográfica do autor da tese e conferenciante Alfonso Philippot, capitán da Marina Mercante, é autor de numerosos artigos de prensa nos que, dende o ano 1978, ven defendendo unha nova e revolucionaria teoría encol da orixe galega de Colón. No Marzal do ano 1982, participou nunha «Reunión de Mareantes» orgaizada en Vigo pola Asociación de Oficiales da Marina Mercante da provincia de Pontevedra, co tema monográfico de «Colón». En diversas ocasións foi entrevistado por Radio Nacional de España, Cadea SER e Radio Ex-celsior de Bos Aires. E o día 11 de Outubro pasado, co gallo do Día da Hispanidade, interviú no programa televisivo «La Clave», do que foi un dos grandes protagonistas. A súa teoría de próisima pubricación é o resultado dun meticuloso traballo de investigación histórica, no que, segundo as súas propias palabras, «vaise desvelar dunha vez por todas, a verdadeira ¡dentidade de Cristóbal Colón».

Arthur Brisbane

Artículo en la revista cubana «Cultura Gallega»

Era un católico. su madre según las mejores pruebas históricas, era una judía, cuyos parientes ayudaron a financiar su viaje. Ella ocultó su religión, como hicieron otros, a causa de que confesarla hubiera significado que la quemaran viva. ¿Por qué, pues discutir acerca de la religión? Un amigo religioso hizo objecciones a la declaración de que la madre de Colón fuera judía. Pero, si el Señor escogió a una judía para que fuera madre de su propio jijo, ¿Por qué otra judía no podía ser madre de Colón? Arthur Brisbane 1922

Antonio Rey Soto

Antonio Rey Soto. Sacerdote, poeta, profesor e traductor, estudiou Filosofía e Teoloxía no Seminario de Ourense e ampliou estudios nas universidades de Santiago e Madrid. Compañeiro de Basilio Álvarez, viviu en Cuba e Guatemala e neste país ocupou a cátedra de Literatura Hispánica na Universidade Nacional. Retornado a España, viviu en Madrid e Ourense e pasou os seus últimos anos no mosteiro pontevedrés de Poio. A súa obra lírica en castelán é amplísima. En galego, os seus poemas foron recollidos no volume póstumo Poemas en galego (1974). Traduciu a poesía satírica de Horacio baixo o título Escola de larpeiros (1949). Pero o seu labor está espallado por unha morea de revistas e xornais galegos como Alba (Vigo), O Tío Marcos d’a Portela, La Voz Pública (Ourense, 1915-1918), La Voz de la Verdad (Lugo, 1910-1937), Vida Gallega (Vigo, 1909-1955), El Regionalista (Chantada, 1920- 1924), La Raza (Pontevedra, 1917-1920), Mondariz (Madrid, 1915-1921), Mi tierra (Ourense, 1911), Marín (1913-1915), Acción (Pontevedra, 1928-1930), Alfar (A Coruña, 1923-1927), Aurora (Vilalba, 1918-1919), Gráfica (A Coruña, 1922), Heraldo de Galicia (Ourense, 1930-1936), La Integridad (Tui, 1888-1925), El Eco de Orense (1880-1909), El Eco de Santiago (1896-1938) e Finisterre (A Coruña, 1943-1946); ou da emigración a América como La Alborada (A Habana, 1912), Suevia (A Habana, 1912), Cultura Gallega, Galicia (Montevideo, 1929-1931), A Terra (Córdoba, Arxentina, 1920-1924), Irmandade (Caracas, 1960-1976), Boletín de la unión hispánica pro Valle Miñor (Bos Aires), 1905-1935), Boletín Oficial do Centro Galego de Avellaneda (1903- 1930) e Acción Gallega (Bos Aires, 1919-1925).


Prólogo en el libro del médico Rodriguez(Antonio Rodríguez Martínez)

A quien conozca, siquiera sea de vista, la procer figura del Doctor Rodríguez, no puede sorprenderle que este asunto de la patria de Colón, desde el primer momento, le haya apasionado hasta la médula, y le encendiese la lengua, y le templase la pluma, y le llenase de una nueva y austera majestad, el amplio gesto y la mirada firme y poderosa.

Porque el Doctor Rodríguez que es un cerebro, es, al propio tiempo, un corazón, cosa que no puede decirse hoy de la casi absoluta totalidad de nuestros intelectuales , cuyas producciones se resienten notoriamente de la ausencia de fervor cordial , de calentura de amor, de eso que ha dado en llamarse, con cierto tonillo irónico e impertinente: «aliento romántico».

Basta verle pasear para comprender que, aunque no por los años todavía, es un hombre de otra época por su figura, por su indumentaria, por el modo de andar, de gesticular, de dejarse crecer el pelo y la barba : aquél enmarañado sobre la bóveda craneana , al modo de Daudet , y ésta , fluvial , caudalosa , desbordada y salvaje , tal como las que en otro tiempo bañaron los rudos pechos de los viejos guerreros germánicos. Su frente es alta y espaciosa, a propósito para que en ella se anide el azor -pensamiento, pero también su pecho es amplio y combado, y sus pectorales recios y desarrollados, escudos del corazón grande, siempre en llamas, que los pulmones, como fuelles, empujan mil veces hasta la boca, para que las palabras salgan como chispas y estrellas encendidas. Así imaginamos a Demóstenes y a Cicerón, y así fueron Bossuet, y Mirabeau y Emilio Castelar.

Dolor grande es para mí, gran amigo y admirador profundo de esta naturaleza de elección que Dios donó con mano pródiga al Doctor Rodríguez, no poder aplaudir — porque antes que nada soy sacerdote de Jesucristo — en todo momento las ideas que salen de sus labios, aunque siempre me admire y me deslumbre el fausto de su ropaje y la opulencia y belleza de su forma. Sí; dolor grande es éste para ambos, de tener muchas veces las manos enlazadas , en un fuerte y cordialísimo apretón, en el que quisiéramos fundirnos completamente, pero nuestras caras están vueltas, y nuestros ojos miran a opuestos horizontes… Y entonces nuestros ojos se llenan siempre de lágrimas silenciosas y amargas .

Pero no es ésta ocasión de lamentaciones ni de sombras de reproches, siquiera vayan empapados en fraterna ternura, sino que es hora de júbilo, de exaltación, de entusiasmo y de aplauso caluroso. Y esta hora la ha preparado y hecho sonar el Doctor Rodríguez , con la magnífica conferencia a que estas deslabazadas cuartillas sirven de modestísimo proemio.

La patria del Almirante, su verdadera cuna, fué siempre un misterio. Su hijo Don Fernando, el primer biógrafo del descubridor, no tuvo preocupación más grande que averiguar quiénes eran sus deudos, y jamás pudo desvanecerla. La afirmación que su padre hizo en su testamento atribuyéndose un origen genovés, le llevó a dirigir sus investigaciones por es.te lado, pero su desencanto no tuvo límites al convencerse de que laboraba en el vacío. Y la incógnita, que no logró despejar el hijo, continuó siendo un enigma y una obsesión para los historiadores . Ni Fernández, ni Oviedo, ni Las Casas, ni Cromara, ni Herrera, ni el Inca (Garcilaso se atrevieron con él, entre los españoles, como ni Gallo, ni Giustiniani, ni Foglieta, ni Caffaro, ni Casoni, en Italia, quienes encontraron más cómodo dar por buena la afirmación testamentaria del Almirante, y apropiarse la gloria que de ello les venía. Claro está que los historiadores subsiguientes no hicieron otra cosa más que copiar la especie, para que así se formase la enorme bola de nieve, el inatacable lugar común histórico, que parecen defender como torres inexpugnables tantos nombres ilustres, durante tres siglos, desde Barros a Spotorno, desde Guido Antonio Mala baila hasta Fernández Duro y R. de Uhagón , pasando por Muñoz, Lafuente, Harrise, el P. Denesmondi, Alfonso López y cien y cien más compiladores, investigadores y eruditos de todo linaje.

Así estaban las cosas, cuando nuestro ilustre paisano

Don Celso García de la Riega lanzó a la publicidad su Colón, Español. Y fué como si lanzase un peñón en un estanque de ranas croadoras, en una serena noche de Mayo. Todo el mundo se calló, de pronto, sobrecogido por los formidables documentos aportados por el escritor gallego, documentos que demostraban palmariamente que Colón no sólo había nacido en España, sino que era gallego, pontevedrés, del enxebre barrio de Porto Santo… Después vino… Pero no he de relataros una historia harto conocida. La muerte inmediata del gran García de la Riega acreció las energías de sus impugnadores, y su obra, el sueño de su vida, quizá quedase oscurecido para siempre, si hombres generosos, si espíritus y corazones gemelos, no lo impidiesen con conferencias y discursos y folletos y libros, tales como el tan divulgado del benemérito Dr. Horta y Pardo y ahora éste del Dr. Rodríguez Martínez , en que todo el amor que éste siente por Galicia , como que se enfoca y con centra a través del nombre de Colón , en un solo punto de deslumbradora claridad y de fuerte , irresistible, ardor, que ha de levantar llamas de entusiasmo en cuantos nacieron en esta tierra.

¿Mi opinión ante el problema? Sin dudas, sin vacilaciones, de ferviente colombismo galaico. Y tanto es así, que en el telar queda un drama, cuyo eje gira en torno de ésta para mi evidentísima verdad . Si alguna vez hubiese dudado de ella, bastaría para reavivar mi fe inextinguiblemente esta conferencia tan completa, tan diáfana, tan acabada, tan perfecta de Rodríguez Martínez. Después de leerla, no es posible dejar de convenir en la gloriosa verdad halagadora. Yo que me precio de conocer, acaso todo lo que hasta ahora se ha escrito acerca de esta cuestión tan debatida, declaro (]ue de hoy más ya no hay lugar a la discusión razonada y serena . Sólo faltan por salir a luz esos anunciados documentos avasalladores , últimamente encontrados en los archivos tudenses y pontevedreses por el señor Otero, para que el pleito quede fallado en todas las instancias.

Y esto, en verdad, no ha de sorprender a ningún erudito realmente desapasionado , sabiendo que ya en el tomo XIX de la colección histórica de Onken , salido a luz hace pocos meses, se inserta íntegro el folleto de Beltrán y Rózpide acerca de este punto, y en el que tan definitivamente combate a Colón genovés, y se le da completa beligerencia en una nota aclaratoria a nuestro insigne García de la Riega, al lado de Ambieri, Corbani, Peretti y Franceschi.

Tú, lector, que vas a saborear las páginas lapidarias de Rodríguez Martínez , que han de saberte a poco , formarás también tu criterio y sentirás cómo, si ha}^ dudas en tu espíritu acerca del galleguismo de Colón, estas dudas se disipan, y la luz se hace, y tu fe en la verdad evidentísima, arraiga en tu alma para no morir sino cuando tú mueras.

Como do pocos libros — de poquísimos — puede decirse esto, al despedirme de ti , te ruego que me dos las gracias, pues te he acompañado hasta la puerta de tal morada .

Antonio REY SOTO.

Orense, 8 de Mayo de 1920