Juan Enrique Barreiro Vázquez

 

Enrique Barreiro

Enrique Barreiro Vázquez, pionero de la cinematografía en colon y creador en 1925 de la película «PONTEVEDRA, CUNA DE COLÓN

«PONTEVEDRA, CUNA DE COLON»

FUE LA PRIMERA PELÍCULA A COLOR HECHA EN ESPAÑA,

SU AUTOR:

EL PONTEVEDRÉS

J. ENRIQUE BARREIRO.

Por Pablo Novoa Álvarez

El 29 de julio de 1925 un acontecimiento cultural se produce en la ciudad de Pontevedra, se estrena en el Teatro Principal la película «Pontevedra, Cuna de Colón», su autor el investigador, fotógrafo y cineasta Don Enrique Barreiro. El suceso hubiera pasado 4desapercibido sino fuera porque dicha película era la primera en color que se había hecho en España por un sistema inventado por el propio Enrique Barrciro. La noticia tuvo gran repercusión y tan importante suceso cubrió numerosas columnas de la prensa regional, nacional e incluso del extranjero.

Nace Juan Enrique Barreiro Vázquez en 1899, hijo del famoso fotógrafo Ramón Barreiro Barcala el cual alcanzó gran renombre en México. Fue así como Enrique hereda de su padre esa inquietud por la fotografía que lo abocaría más tarde al campo de la investigación, logrando un procedimiento de «Cine en Color», es así como fruto a sus años de trabajo en el campo de la fotografía y cinematografía patenta en 1924 la invención sobre un nuevo procedimiento destinado a rendir en sus colores naturales las proyecciones de películas cinematográficas tomadas para este fin. Esta sería la base de partida y con resultados positivos que haría, que, en los próximos años se diese un paso importante al nuevo procedimiento. Es así como el 13 de julio de 1925 se le concede nueva patente sobre «perfeccionamientos en la cinematografía a colores naturales». En mayo de 1927 se adiciona la patente original por mejoras introducidas en el objeto principal de dicha patente.

Él 29 de julio de 1925 se hacen públicas, pruebas del procedimiento a color en el Teatro Principal de Pontevedra mediante la proyección de documentales en color filmados en Monteporreiro y el río Lérez. Al día siguiente salía para Bilbao y París al objeto de mostrar y someter a la crítica el procedimiento» sin embargo y después de un segundo viaje a la «ciudad luz» su procedimiento es aprobado por unos y criticado por otros científicos, más no obstante se le ofrece comprarla patente.

Animado por el procedimiento preparó ya no ensayos, sino, un cortometraje a color de un tema tan trascendental como es la sostenida hipótesis de la cuna pontevedrcsa de Cristóbal Colón. Ultimada la película de prueba el Sr. Barreiro concede una entrevista al periodista M. Rivas Villanucva, que, en abril de 1927 y en el diario El Pueblo Gallego haría un resumen en dos breves capítulos del procedimiento de cine en color hasta la fecha y su trascendencia.

Esta película de relevancia histórica, científica y pionera del cine en color tuvo una acogida y eco impresionante desde el «Diario de Pontevedra», «El Ideal Gallego», «Faro de Vigo», «Vida Gallega», al «Noticiario Universal», «ABC», la «Vanguardia» y difundida al otro lado del Atlántico por el «Mundo Español» de Santiago de Chile y «Céltiga» de Buenos Aires, entre otros».

En 1928 patenta la película sensible BICRQN, para producir cinematografía en semi-color La acogida que mediante la proyección del Colón Pontevedrés compensan los sinsabores y el esfuerzo realizado, impulsando al inventor a perfeccionar el Sistema de Color, aunque para ello y para poder pasar de su sistema de «bicromía» de color a la «tricornia» por yuxtaposición, que sería el procedimiento último, tuviera que crear un sistema óptico de acoplación de imágenes. Es así como en junio de 1932 patenta «un nuevo sistema óptico para producir simultáneamente, dos, tres o más imágenes idénticas sobre un solo plano focal y con un solo eje óptico». En marzo de 1933 la Revista Española de Óptica hace público y divulga dicho sistema.

Alternando con su labor de investigador constituye en 1931 la «Revista Cinematográfica» bajo la denominación «FOLK» y de la misma época es la creacción de una editora del «Noticiario Gallego», esta última de corta duración pues vendría el largo paréntesis de la contienda civil.

Finalizada la guerra Enrique Barreiro sigue la investigación incorporando al sistema de tricornia e intenta en 1939 presentarlo bajo el nombre de EBACROMIA, al ser rechazado el mismo sigue perfeccionando su sistema de color siendo así como el 6 de julio de 1943 patenta el YUXTACOLOR, un procedimiento para la obtención simultánea de varias imágenes cinematográficas seleccionadas, sobre una sola imagen común y absolutamente acromática. Después de varios años de dificultades económicas, falta de material, etc., se cursa en marzo de 1947 petición al amparo de la O.M de Industria y Comercio de II de noviembre de 1941 de crédito cinematográfico como forma protectora de la cinematografía nacional al procedimiento español de cinematografía en colores naturales por el sistema de YUXTACOLOR de Enrique Barreiro Vázquez. En 1949 se otorga un préstamo que concede el Sindícalo Nacional del Espectáculo para gastos del laboratorio y del procedimiento de Yuxtacolor. El préstamo no fui cuantioso y al no ser renovado se paralizaron las investigaciones y el laboratorio tuvo que cerrar sus puertas.

Enrique Barreiro realizó igualmente ensayos para la aplicación en la fotografía del sistema YUXTACOLOR. Ya dentro, tanto del cine como de la fotografía realizó notables experiencias sobres estereoscopia microscópica y estereoscopia normal que le llevaría al final a un ambicioso proyecto denominado «fotografía plástica», mediante un complejo sistema de seis cámaras con foco convergente lograba la «fot o-escultura». Asimismo realiza el «proyecto cinematográfico aficionado sobre Disco-Rígido» (1948).

Fue quuás debido a la competencia internacional que inundaba los mercados mundiales cinematográficos y por otra la situación familiar del Sr. Barreiro, que con su esposa desauciada tras una larga y cruel enfermedad, que decide cerrar el capítulo de sus investigaciones al que había entregado los mejores años de su vida y regresar a su Pontevedra natal para refugiarse los últimos años de su vida en la fotografía y la pintura.

La Asociación Pro-Colón Gallego se ha abocado conjuntamente con la familia de J, Enrique Barreiro Vázquez al rescate de la mencionada película sobre la cuna gallega de Colón, la cual está en manos de su hijo Enrique que conjuntamente con la Asociación han hecho los contactos pertinentes con la Filmoteca Nacional para el rescate, revisión y reproducción de la misma y poderla ofrecer en estas fechas al público de Galicia, pues tan importante documento asf lo amerita, tanto por su valor histórico, como por la importancia científica que tiene el mismo dentro de la historia de la cinematografía.

Juan Bautista Andrade

Elegido Secretario del comité Pontevedrés después de la conferencia del Médico Rodríguez

El comité directivo de Pontevedra designado después de la conferencia pronunciada por el doctor Rodríguez Martínez, «colón español», quedó constituido de la siguiente manera: Presidente, don Vicente Riestra Calderón; vicepresidente, don Prudencio Otero Sánchez y alcalde de Pontevedra; secretarios, don Isidoro Millán y don Juan Bautista Andrade; contador, don José Otero Búa, tesorero, don Santiago Riestra Calderón; vocales, don Agustín Sobrino, don Valentín Villanueva, Don Perfecto Feijoo, directores de los Establecimientos docentes presidentes del Casio y Artesanos, y directores de «Diario de Pontevedra» y el Progreso.

José Rodríguez Carracido

En torno a la te is de Colón, gallego

Todo cnanto se escriba acerca de la llamada tcoifa de «Colón, gallego», habrá, de referirse Indefectiblemente al Ilustre historiador D. Celso García de la Riega, benemérito pontevedrés que dedicó los mejores años de su vida ai1 esclarecimiento Me tan interesante problema histórico. A él dedicamos esta pá-gliia, y por extensión a Colón. Don José Rodríguez Carraddo, Rector que fue de la Universidad Central, en carta que dirigió ni señor Ramón Marcóte c»n fecha 21 de Septiembre de 1920 y acusándole recibo del libro–‘,Colón ponte-vedrés», con referencia a tan sugestivo tema, !e expresa concretamente, lo que sigue:

José Ramón Fontán González

 

José Ramón Fontán González .- Abogado, columnista del FARO DE VIGO. Investigador sobre el origen gallego de Colón. Basado en los trabajos del lucense Antón Fernández y Fernández pública en vigo en 1985 la obra más voluminosa en defensa de la gallegueidad de Colón: «DON CRISTÓBAL COLÓN SÚBDITO DE DOÑA ISABEL I DE CASTILLA Y GALLEGO DE NACIÓN».

¿DUEL EL v CENTENARIO?

Por JOSÉ R. FONTAN GONZÁLEZ

Nada más ser anunciada la celebración del V Centenario del Descubrimiento parece que se desa-Ean, no ya las críticas, sino las verdaderas persecuciones a la obra y a la persona de Cristóbal Colón, sin oividar el recrudecimiento de la Leyenda Negra antiespañola.

En tres direcciones se establecen tales críticas: la primera con las pretendidas expediciones precolombinas de vikingos, templarios y demás pretendidos predecesores de la gesta coloniana; la segunda por la raza del descubridor; y la tercera por el pretendido daño que a los indígenas ha causado la civilización europea, Nadie puede negar la existencia de culturas indígenas como la Azteca, la Maya y ia Incaica, entre otras de menor ente. Tampoco se debe negar, en rotundo, la posibilidad de que los antes aludidos hayan podido llegar a lo que hoy se llama el Continente Americano y yo soy de los que creo que el propio Cristóbal Colón ya había tocado Groenlandia y el hoy llamado Canadá.

Con respecto a todo ello cumple recordar que tales conquistas, de haber existido, fueron tan interesadas como efímeras y sin que tuvieran una clara repercusión en Europa aún admitiendo, solo a efectos polémicos, teorías como la de Jacques de Mahicu en su obra, y muy especialmente en «Colón llegó después», que parece editada el pasado año al solo objeto de minorar la valia del Descubrimiento hecho para España y por españoles, cualesquiera haya sido su condición.

Como siempre, las conclusiones llegan a ser tan paladinas como la de que Don Cristóbal robó, en la Corte Portuguesa, el pretendido Mapa de Dieppe. Si así fuera, constituiría un claro insulto para los Monarcas Portugueses tan destacados en los descubrimientos por no aprovechar tales conocimientos para ocupar directamente lo que hoy llamamos Brasil. Grave injuria para Dom Dinis -protector de Templarios-basta Don Juan II. Y no puedo extenderme en más consideraciones para un trabajo necesari amenté breve como el presente. Solo añadir que gran parte de las alegaciones están basadas en determinada existencia de cruces y símbolos que también pudieran ser simples adornos y recipientes de otra índole diferente a la que se intenta compararlos. Con respecto al origen judio de Cristóbal Colón huelga decir que parece mentira la importancia que se le quiere dar a tal extremo, entre otros por españoles como Salvador de Madariaga cuya vasta cultura debiera haber hecho que conociera la verdadera historia de los judíos en España y particularmente en su Galicia natal. No creo que a nadie le resulte sospechoso Simón Wiesenthal quien en «Operación Nuevo Mundo. La misión secreta de Cristóbal Colón11 nos da una clarísima visión de las mezclas de raza, conservando ó no la religión primitiva y las relaciones entre la más alta nobleza española y los descendientes de los hijos de Sión. El Cardenal Mendoza también lo subraya y basta recordar que el propio abuelo materno de Femando V de Castilla y II de Aragón, provenia de judíos conversos. Tampoco debe olvidarse que los primeros Inquisidores: Torquemada y Diego de Deza, llevaban en sus venas sangre judia y, como no hay peor cuña que la de la misma madera, así llevaron a ultranza la persecución de quienes insistían secretamente en sus usos y creencias que dieron lugar a lo que todos sabemos.

Si Cristóbal Colón llevaba en sus venas sangre de esa raza, muy bien lo disimulaba «rezando el Oficio como un profeso» y en todos sus escritos respecto, entre otras cosas de la Conquista de Jerusalen. A lo peor Don Simón entiende que esta también era una misión secreta.

Claro está que al parccr ninguno de ellos manejó la obra de José Ramón Onega «Los judíos en el reino de Galicia» con lo que mejor pudieran entender a un gallego descendiente, por una u otra rama, de judíos conversos.

Fácil sería también refutar la obra de Mascarenhas Barreto en tres sentidos; sus tremendos errores genealógicos y heráldicos; los de raza y el servicio secreto de Cristóbal Colón que, para mf si a alguien lo prestó, fue a los Reyes Católicos durante la Conquista de Granada y para control de movimientos de Escuadras sarracenas, Por último la campaña de los llamados ecologistas que resucitan la Leyenda Negra y que parecen no haber saludado siquiera a las Leyes de Indias que, como españolas, estaban tan bien realizadas como incumplidas, lo cual denunció Fray Bartolomé de las Casas.

Parecen ignorar que todavía hoy nuestros misioneros tratan de paliar la condición de algunos indígenas y estos superdernócratas quieren olvidar la dictadura de caciques y reyezuelos indígenas.

Tampoco se dignan comparar la civilización cristiana de España y Portugal en todas sus conquistas con la siguiente mezcla de razas y que no tienen comparación con las de otros pueblos; y sino un vistazo al actual África negra ó a los pueblos caucásicos que siguen luchando por su ideosincrasia les convencería. Toda la verdad es que Cristóbal Colón había preparado su Empresa de Indias con todo detenimiento y unos conocimientos muy superiores a los comunes de su época. El iba a por el oro y por las especies. Si se añadió la labor espiritual que quizá le sirvió para convencer a la Reina Católica, no debemos olvidar que en la primera expedición no iba un solo sacerdote y el «oficiante» parecía ser el propio Colón.

Consiguió su objetivo y luego los hechos y las ambiciones quizá vinieron a deformar lo que unos y otros se había propuesto. Y lo que más me llama la atención es el desprecio que respecto de las costumbres y usos en aquellos tiempos y en aquellos lugares tienen, no digo ya lo que casi lodo lo ignoran, sino también algunos de los propios historiadores. Recomendaría la lectura de Washington Irving y Alejandro Humboldt, que tanto lo critican.

José Otero Búa

Elegido secretario después de la conferencia del Médico Rodríguez en Pontevedra en noviembre de 1919.

El comité directivo de Pontevedra designado después de la conferencia pronunciada por el doctor Rodríguez Martínez, «colón español», quedó constituido de la siguiente manera: Presidente, don Vicente Riestra Calderón; vicepresidente, don Prudencio Otero Sánchez y alcalde de Pontevedra; secretarios, don Isidoro Millán y don Juan Bautista Andrade; contador, don José Otero Búa, tesorero, don Santiago Riestra Calderón; vocales, don Agustín Sobrino, don Valentín Villanueva, Don Perfecto Feijoo Poncet, directores de los Establecimientos docentes presidentes del Casio y Artesanos, y directores de «Diario de Pontevedra» y el Progreso.

José María Mosqueira Manso

 

José María Mosquera Manso

José María Mosqueira Manso .- (Cosme, La Coruña 1886 – Caracas 1968). Capitán de la Marina Mercante, oceanógrafo e ictiólogo. Realizó investigaciones durante varios años en el río Orinoco sobre su fauna acuática de las cuales hizo algunas publicaciones. Debido a sus apreciaciones geográficas como marino y en base al trabajo de La Riega, publicó en Buenos Aires (1961) «LA CUNA GALLEGA DE CRISTÓBAL COLÓN».

En 1961, la Editorial Citania de Buenos Aires publicó La cuna gallega de Cristóbal Colón, de José Mosqueira Manso. Nacido en Ponteceso en 1886, capitán de la Marina Civil y de la reserva Naval, oceanógrafo e ictiólogo, de ideas republicanas, se exilió tras la guerra española del 36, trabajando en la República Dominicana y Venezuela como técnico pesquero del Ministerio de Agricultura.

Mosqueira estaba convencido del origen gallego de Colón. Tras citar todos los documentos descubiertos por García de la Riega, hacía numerosas consideraciones, entre ellas:

1.- Si Colón fuese genovés resultaría absurdo y hasta contraproducente el ocultar su verdadero nombre Colombo, ya que en aquella época estaban considerados los genoveses como los mejores cartógrafos y oceanógrafos de Europa. En cambio, si dijera que era gallego y judío se le hubiesen cerrado todas las puertas.
2.- Según sus biógrafos, Colón nació en Génova en 1451 y hasta los 23 años ayudó a sus padres en su oficio de lanero (o sea, hasta 1474). Sin embargo, en su Diario, escribe en la bahía de Santo Domingo: «Yo he navegado 23 años en la mar, sin salir de ella tiempo que se haya de contar». Pues bien, si en 1484 entró en España procedente de Portugal y si hasta 1492 no volvió a salir a la mar, entonces esos 23 años «sin salir de ella tiempo que se haya de contar» hay que restárselos a 1484 para conocer la fecha en que empezó a navegar: el 1461. Luego no pudo estar en Génova en el taller de lanero de su padre hasta 1474. Luego tales Colones deduce Mosqueira son dos personas distintas o bien no dice la verdad, como tampoco la dice cuando señala en su testamento que nació en Génova.
3.- Otra disconformidad de fechas: el Almirante declaró en 1505 que había vivido catorce años en Portugal. Si el Colón de los biógrafos genovistas entró por primera vez en Portugal en 1476 «agarrado a un remo» después del combate de Cabo San Vicente, abandonando ese país en 1484 para entrar por «primera vez» en España ¿Cuántos años le corresponden de estadía en Portugal? Si las matemáticas no mienten, sólo ocho. Entonces ese Colón genovés no es el Colón gallego que entró en Portugal en 1470.

4.- ¿Por qué el Almirante no ha bautizado siquiera una sola nave de sus cuatro flotas con los nombres de La genovesa o La savonesa y sí ha bautizado a tres de ellas como La gallega, esto es, la de sobrenombre Santa María del primer viaje, otra en el segundo, naufragada en la costa norte de Santo Domingo en 1495; y otra que participó en el cuarto viaje y fue abandonada en Panamá en abril de 1503?
5.- ¿Por qué Colón no hizo con La niña lo mismo que hizo Pinzón con La pinta y arribó a Lisboa, puerto de muy dificil acceso en invierno por su barra, en vez de a Bayona? Porque tenía miedo a ser reconocido por sus paisanos pontevedreses.


 

 

Por José María Mosqueira Manso (Vasconia Industrial y Pesquera, 1927).
A pescada, canto máis ao Sul, máis pequena e menos branca é. Acontece con frecuéncia nas praias africanas comprendidas de Cabo Sim a Cabo Verde (non sei de troles españois que baixasen desa latitude), ao atopar cantidades grandes de pescada cunha cor tan negra, que xa a coñecen co nome de pescada negra. Ademáis a súa carne é máis mol, e perde diáriamente, despois de pescada, unha cantidade importante de peso. Gostariame saber o por que adquire esa cor, (igual acontece co pargo). Semella como se gardase relación coa cor da raza humana, pasando a cor dsta, de loura nos paises do Norte á negra dos trópicos.

Fixandose na súa forma e ollos, fai subpor non baixen a profundidades superiores a 6oo brazas; agora ben, que muda contínuamente de lugar o estamos a comprobar acotío, pois onde hoxe se pescaron 8oo pescadas, ao seguinte día só se pescan 20 ou 30. Isto obedecerá a que os caladoiros máis castigados polos aparellos de arrastre, estarán pelados de toda vexetación, mesmo das súas raíces, e andarán en bandadas buscando os seus prados. Estamola a obrigar a converterse , de espécie sedentaria, en especie nómada. Observase ao atopar un caladoiro virxe, que se abarrota un barco de pescado ás poucas largaduras. Por que se atopan en grande abondancia nestes, e hai uns tres ou catro anos se pescaban nos caladoiros dos 25° e 26° latitude 13.000 ou 15.000 pescadas en tres ou catro días, e hoxe somente cantidades insignificantes? Se emigrasen a maiores profundidades, igualmente o farian naquela época nestes e hoxe nos primeiros. Non colle dúbida; andan desorientadas buscando fondos povoados de vexetación onde atopar o seu pasto e sítios de desove, mesmo de esparcemento. Gostanos ao home e animais terrestres lugares limpos de toda vexetación? Non; procuramos fuxir deles.

Seria moi convinte dividir en parcelas os caladoiros da pescada actúalmente en explotación polos pescadores españois. Nos caladoiros existintes nas costas galegas, a excepción da Praia nova, podese largar en todo tempo ao arrastre, debido a que estes caladoiros de fondo limpo, forman caleixóns reducidos entre fondos de pedra, manchóns ou pedras soltas e pozos como o de Finisterre, sendo preciso guiarse por marcacións a pontos da costa para non ficar sen os aparellos. Semella como se a Natureza nos quixese favorecer aos galegos, pondo unha limitación ao emprego de tales artes que destrúen ou asolan os fondos aplacerados, como acontece nas praias africanas; e á beira de ditos caleixóns, nas fragosidades do fondo, podan reproducirse as especies.

Desde Ribadeo a Cabo San Vicente, somente a un caladoiro podíaselle tocar; ao da dita Praia nova, sitúado a unhas 20 millas ao N.O. ¼ N. de Cabo Prior; aquí non sería factíbel a división, pero si limitar datas para o emprego do bou, aínda que permitir en todo tempo a pesca con «liña» e palangre. En cambio, aos caladoiros coñecidos e comprendidos entre Cabo Espartel e Cabo Branco do Sul, sería de necesidade, e canto máis antes mellor, dividír as en tales parcelas; pois a maioría, a excepción de catro ou cinco, son de praia moi limpa, debendo actúalmente atoparse todas elas cos seus fondos tan pelados, coma un prado despois de ben segada a súa erva; e aínda peor, como se despois se lle pasase o arado; asi é que as poucas pescadas que hoxe se pescan neles, serán as que van de paso en procura de prados submariños. Teño un estudo formado encanto a tales divisións se refere, pero teño a seguranza de que os patróns de pesca disentirían delas, xa que entre eles os hai que teñen os seus caladoiros favoritos e únicos, e quitálos deles, sería matálos.

Como digo antes, é verdadeiramente moi necesário, e canto antes mellor, o demarcar tales parcelas, ditando ordes severas para o seu bo cumprimento e castigando con man dura aos infractores. Para iso, cómpre contar cun bo servizo de vixiláncia e policia de pesca, que asemade servise para obter dados estatísticos de pesca que merezan crédito e facer observacións práticas e científicas que sirvan para lexislar con acerto.

Para efectúar tales divisións dos caladoiros, presentase un inconvinte e é: que os portugueses tamén pescan de Cabo Sim para o Sul.

Outra das cousas que debía limitarse nas pescas do arrastre, sería a velocidade a que debían navegar os troles (esquecemonos das parellas?) cos seus aparellos longos; non debia de permitirselles navegar a velocidades maiores de dúas millas e media ou tres menos cuarto; coido sería moi práctico, toda vez que se pescaría a mesma cantidade de pescada, ollomol, pescadilla, etc., e en cambio terían máis probabilidades de fuxir por entre as súas mallas a pescadilla-cría e demáis peixes rapaces, toda vez que a menor velocidade, menor peche de mallas; mesmo que as súas portas non se enterrarían tanto nos fondos (isto é o importante), sendo o efecto destructor de parte e xermes moito menor. Patróns de pesca hai, que sen máis discernimento que o seu capricho e ignoráncia (non procuro ofendélos ), ordenan dar velocidades grandes, sen ter en conta que entón as portas se distancian máis, chegando a unirse ambos «burlones», ficando por conseguinte a boca do aparello pechada, asolando ao mesmo tempo os fondos. Estas verdades comprobanse acotío con só ver, que de varios troles que se atopan rastreando nun mesmo caladoiro, hai diferenzas moi grandes na cantidade de pesca obtida no mesmo tempo por cada un dos diferentes patróns. Por que os tres patróns de pesca, ao meu xuízo mellores, chamados Francisco Barral, Benito Vidal e Antonio Santiago “bakú”, embarcados actualmente nos troles «Paco», «Cantábrica n.° II» e «Cantábrica n.° I», respectivamente, nunca fracasaron, dando ao fin de cada ano un rendemento de pesca moi superior aos demáis? Porque estudan, observan, tomaron notas útiles, e hoxe teñen pleno coñecemento do seu ofício.

O primeiro que debe procurar todo patrón de pesca, é o de contar con dous homes moi práticos na maquiniña para filar os dous cabos durante a faena de “argar”, despois moito tacto no goberno do buque para evitar que aparello ou cabos toquen á hélice, e finalmente saber o número de «marcas» exactas (non ao que resulte) de cabo que filar, segundo a profundidade, calidade do fondo e marcha do buque (graduar ben ésta, é factor importantísimo). Despois de contar cos dous homes e coñecementos expostos, é preciso que, tanto a bita como a regala de popa da banda en que van os cabos, sexan o seu asento e apoio respectivamente durante o tempo que se empregue no arrastre, mesmo comer alá para que en todo momento saiba se o aparello está en moita ou pouca profundidade, se toca ou non en rocha, coral, pedras soltas, etc., ou embarra en lama. Cando se larga na maioría das praias africanas e se calan bóias (son precisas debidas ás correntes que alá se senten, e en varias direccións, en todo tempo), entón é innecesario extremar tanto a atención apuntada, a causa de que esa maioria de praias son “aplaceradas” e de area. As «corridas» adoitan ser curtas, navegando a rumbos opostos e tomando a bóia (se se longa ou tende unha soa) como punto de partida e chegada. E dicer, para ser bo patrón de pesca, é preciso, ante todo, reunir as dúas cualidades seguintes: actividade e moito amor propio. Estas dúas indispensabeis cousas, fan á «longa» a «sorte» que chaman moitos; ademáis, os que posúan esas dúas cualidades citadas, nunca achacarán ao chegar a porto sen pescado, aquela inobre desculpa «que o maquinista non me deu a máquina que lle pedin», «que o capitán ou patrón de costa non me acertou co caladoiro que lle indiquei», etc., etc. Hai un sinnumero de patróns de pesca, pero… deixemos correr a «bola»; a maioria dos fracasos son dos armadores. Seguramente que haberá caladoiros virxes cercanos aos actúalmente en explotación, pero temen ao descoñecido. (Oh! e o 4%?) Hai pouco máis dun ano, indiqueille ao patrón de pesca do buque que entón eu mandaba, se querÍa probar nun caladoiro de curta extensión, e próximo ao que estabamos a rastrear, no que confiaba faríamos boa «marca»; contestoume que si iría, pero temía que non acertásemos con el, pois xa lle acontecera a un parente seu, tamén patrón de pesca. Fixenlle a observación, de que se non o atopábamos, me fixese responsábel ante o armador. Non fomos.

Acabemos por hoxe coa indicación dos caladoiros seguintes, deixando aínda vários para outro artigo. Nalgúns dos caladoiros anotados a continuación, poden seguirse outras derrotas, guiandose tamén por marcacións e enfilacións á costa, pero sempre son próximas unhas a outras.

Antes que o esqueza: por que sucede moitas veces, sobre todo nas proximidades de pozos ou pedras, que de dous buques rastreando baixo a mesma derrota, e a distáncia dunha a dúas millas un do outro, o que vai rastreando atrás ergue no aparello maior cantidade de pescado? Despois de remexer os fondos o primeiro buque co seu aparello, ficará para o segundo o que di o dito «A auga ou río revolto, gañáncia de pescadores»? ,Será que ao darse estes casos, o que vai de patrón no buque de atrás, saberá mellor graduar a velocidade e o número de marcas a filar?

Caladoiros da pescada.- Todos os rumbos anotados neste artigo, están reducidos a verdadeiros. (É costume de todos os patróns de pesca, salvo raras excepcións, o saber de memória os rumbos a seguir, pero os magnéticos; e as correccións totais dos compases dos diferentes buques?).

Estaca de Bares.-Comezar a rastexar en 90 brazas de fondo ao demorar o faro da Estaca ao S. 38° E., e navegar ao rumbo de N. 74° E até ter dito faro na demora de S. 74º O., e en fondos de 110 brazas. Nesta «corrida», hai case sempre risco de ter algunha enganchadura en pedras por ir percorrendo as proximidades de manchóns ou grupos delas, pero cómpre arriscarse a fin de obter boa pesca.

Sisargas.- “A Medianía».- Ao ter a medianía da Illa Sisargas enfilada coa punta Oeste do monte de San Adrián e en 270 brazas de auga, largar e navegar ao S. 30° O. até que a medianía de dita illa estexa enfilada coa punta E. do antes citado monte; desde aquí naveganse dúas millas ao S. 75° 0., entón outras dúas millas ao S. 15° E , e a continuación ao S. 75° O. até enfilar Ponta do Roncudo co monte Castelo. Desde aqui é necesário ciabogar e seguir a derrota oposta.

Finisterre.- Largar ao N.O. de Touriñán nunhas 160 brazas de profundidade e navegar ao S. 30° O. até que o monte Pindo enfile coa cortada que divide A Nave da praia de Nemiña; desde aquí arrumbar ao S. 60° E. até enfilar Ponta Buitra con Chorente, emendando entón ao S. 8° O. a procurar a enfilación do Pindo coa ponta Sul Da Nave; unha vez nesta enfilación, arrumbar ao S. 52° O. até atopar moita profundidade e dar a ciaboga.
Xurxo Martínez Crespo.

 

Documentación facilitada por la Hemeroteca de la Diputación de Pontevedra