Quinientos años de mentiras: un usurpador y criminal llamado Cristóbal Colón – por Mijail J. Guerra B.

Sobre el 12 de Octubre se tejió un enredo histórico con el único fin de ocultar el ROBO y CRIMEN, cometido por Cristóbal Colón. Como ya son muchas las imprecisiones, enigmas y mentiras inventadas en torno a la vida y obra de Colón, se hace necesario realizar un análisis racional que nos conduzca en definitiva EXPONER la verdadera personalidad de este hombre.

Pero, antes de analizar quien fue realmente Colón, demos un breve repaso al concepto general que se tenia para aquella época, del cielo y de la tierra.

Según la religión católica: la tierra era plana, estaba fija y constituía el centro del universo. Los sacerdotes católicos se apoyaban para sostener estas mentiras, en la Biblia, donde según el Apocalipsis capitulo 7, versículo 1, nos habla de los «cuatro ángulos de la tierra». Según dicho libro, el movimiento de los astros se debía a que «El cielo se mueve como un libro o pergamino que se enrolla» Isaias capitulo 34, versículo 4 y Apocalipsis capitulo 6, versículo 14.

De acuerdo con la Biblia, el sol y la luna eran simples luminarias creadas tan solo para que ‘luciesen sobre la tierra y la alumbraran, el sol se creo para alumbrar de día, y la luna para alumbrar de noche» , Génesis capitulo 1 versículos 15,16,17,18. En esa época, tenia tal poder ese concepto geocéntrico del universo, que se aceptaban como realidad mitos como los siguientes: una vez Josué, (capitulo 10, versículo 12,13), hizo detener al sol en su carrera cuando este iba pasando por sobre la aldea de Gabaon. Isaias, por otro lado nos cuenta, en ll de reyes capitulo 20, versículo 9 y 11 que el hizo retroceder al sol en su carrera…

En cuanto a las estrellas, se creía que cada una de ellas no era mas grande que una manzana o un higo, pues según el Apocalipsis llegara el día en que las estrellas del cielo caerán sobre la tierra como higos de una higuera mecida por el viento. Apocalipsis capitulo 6 versículo 3.

A esto debemos agregar, que la religión católica había impuesto el dogma de que solo aquellos viejos continentes o sea; Asia, Europa y África podían existir.

Como podemos observar, el criterio que se tenia antiguamente del universo, es contrario y diametralmente opuesto al que priva hoy. Sin embargo ese antiguo criterio fue el que privo en Europa durante muchos siglos, pues para las religiones que se apoyaban en la Biblia, ese criterio constituía la suma sabiduría. Nadie se atrevía a ponerlo en duda públicamente, so pena de terminar la vida en la hoguera inquisitorial. De ahí que, cuesta creer que siendo Colón un ferviente católico como lo asegura la religión, este se pusiera a buscar nuevas tierras que fuesen a demostrar lo falso del dogma de su misma religión.

Afortunadamente, son ya muchos los investigadores históricos, que coinciden en señalar que detrás de todas las mentiras, imprecisiones y enigmas históricos que envuelven la vida de Colón, se esconden MOTIVOS GRAVES y COMPROMETEDORES, que había que GUARDAR como SECRETO DE ESTADO.

Salvador de Madariaga, en su libro: «VIDA DEL MUY MAGNIFICO SEÑOR DON CRISTÓBAL COLÓN», expresa lo siguiente: «TODO HA CONSPIRADO PARA RODEAR LA VIDA DE COLON DE TANTO MISTERIO, COMO EL PARECE HABER QUERIDO. ES DIFÍCIL RESOLVER EL ROMPECABEZAS QUE OFRECEN LAS HISTORIOGRAFÍA DE COLON…SUBSISTEN DIFICULTADES SIN RESOLVER Y FOSOS SIN FRANQUEAR, ENTRE EL COLON QUE NOS PINTAN LOS PAPELES GENOVESES, Y EL QUE NOS REVELAN LAS DECLARACIONES DEL PROPIO ALMIRANTE.

Otro investigador histórico, Carlos Brant en su libro: «EL MISTERIOSO ALMIRANTE Y SU ENIGMÁTICO DESCUBRIMIENTO», pagina 23 nos dice lo siguiente: «A CUALQUIER QUISTE, SIN NECESIDAD DE QUE DESCUBRA LA AMÉRICA, SE LE CONOCE LA FECHA Y LUGAR EN QUE NACIÓ, EN TANTO QUE NOSOTROS DESCONOCEMOS LAS DE TODO EL GRAN ALMIRANTE DE LA MAR OCÉANO, VIRREY DE LA INDIA, DESCUBRIDOR DEL NUEVO MUNDO, HOMBRE QUE FIRMO CON EL REY VARIOS CONTRATOS, SIN CONTAR SUS FAMOSOS TESTAMENTOS, MAYORAZGOS Y OTROS DOCUMENTOS !Y QUE VENGAN A DECIRNOS QUE ESA FECHA SE PERDIÓ POR INDOLENCIA O POR DESCUIDO! NO HAY TAL COSA; ESTA FECHA SE PERDIÓ ASÍ COMO TAMBIÉN DESAPARECIERON LA NACIONALIDAD ORIGINAL DEL ALMIRANTE , SU VERDADERO NOMBRE, Y EL REAL MOTIVO DE SU FAMOSA EXPEDICIÓN, PORQUE TANTO AL REY, COMO A COLÓN Y A LOS SUYOS, LES CONVENÍA HACER DESAPARECER ESOS DATOS».

En un reportaje aparecido en el diario «Ultimas Noticias» del día 16 de Junio del año 1985, el conocido historiador Español Nectario María, publico que el verdadero descubridor del Nuevo Mundo fue ALONSO SÁNCHEZ DE HUELVA. Allí nos dice que este y que fue un NAUFRAGO a quien una tempestad lanzo a las costas de la hoy América .

López de Gomara en su libro: «HISTORIA GENERAL DE LAS INDIAS», pagina 39, también nos habla de un piloto que decía haber estado en el Nuevo Mundo, pero que encontrándose en apuros de dinero, logro que Colón lo acogiese en su casa, de donde no salió con vida. Colón se apodero de todas las observaciones, planos, mapas e investigaciones dejadas por el piloto en cuestión.

Fernández de Oviedo, también nos habla en su libro «EL SECRETO DE COLÓN», de un PROTONAUTA o piloto desconocido a quien Colón ASESINO Y ROBO.

JOAQUIN TRINCADO, en su libro: «PRIMER RAYO DE LUZ», pagina 23 nos dice lo siguiente: «EL MISMO DESCUBRIMIENTO DE ESTE NUEVO MUNDO, ACUSA QUE NO HAY MISTERIO EN LA NATURALEZA. EN CAMBIO, HAY MISTERIO EN EL DESCUBRIDOR, QUE NO FUE COLÓN; Y SI NO FUERA POR SU AVARICIA Y CRIMEN, AMÉRICA ESTARÍA DESCUBIERTA ALGUNOS AÑOS ANTES. EL VIAJE PRIMERO DE LAS CARABELAS NO ES EL QUE ROMPE EL MISTERIO. Y LO DEMUESTRA LA RUTA QUE EL MARINO TRAZO EN AQUEL SU PRIMER VIAJE CON EL PENDÓN DE CASTILLA; YA LE ESPERABAN SEIS ESPAÑOLES MAS, QUE ANTES HABÍAN QUEDADO ALLÍ, MIENTRAS COLON, ACOMPAÑADO POR OTRO MARINO SU PATRÓN, VOLVÍAN A ESPAÑA, DE LAS QUE UNA TEMPESTAD LOS SACARA DE LAS COSTAS OCCIDENTALES DE GALICIA Y LA PROVIDENCIA DE LA LEY LOS CONDUJO EN LA BARCA (CON TODAS LAS PENURIAS IMAGINABLES ESO SÍ A HAITÍ).»

Con todos estos datos aportados por estos investigadores históricos, iremos DESENREDANDO esta historia: Diremos en primer lugar que la historia oficial, o sea; la que enseñan a nuestras juventudes, dice sobre Colon lo siguiente:

a) Que nació en Génova en 1451 y que vivió allí hasta los 21 años.

b) Que originalmente Colón se llamaba COLOMBO.

c) Que sus padres se llamaron Domenico Colombo y Susana Fontanerosa.

d) Que estudio en la Universidad de Pavia.

e) Que fue víctima de la ingratitud y de la envidia de sus enemigos.

Empecemos por ANALIZAR si verdaderamente Colón nació en Génova:

Existe un solo DOCUMENTO HISTÓRICO donde Colón manifiesta por escrito ser Genovés. Ese documento se llama MAYORAZGO; y ahí escribió lo siguiente: «SIENDO YO NACIDO EN GÉNOVA«. Ahora bien, si Colón nació y vivió en Génova hasta los 21 años como se asegura, lo probable es que Colón debía hablar Italiano o algún dialecto Genovés.

El conocido historiador Español Nectario María, en su reportaje aparecido en el diario «Ultimas Noticias», PRUEBA por medio de una carta enviada por Colón a un Italiano llamado Micer Juan Luis, en Génova, en el año de 1504, que Colón NO HABLABA ITALIANO; pues, la carta la escribió en Castellano, cuando sabia que su corresponsal no hablaba esa lengua.

Menéndez Pidal, en su libro «LA LENGUA DE CRISTÓBAL COLON», pagina 25, observa que a Colón se le encontró un libro de la «Historia Natural de Plinio», publicada en Italiano. Dicho ejemplar Colón le escribió ciertos comentarios en forma de notas en Castellano. Es curioso que a una obra escrita en Italiano no se le haga sus comentarios sino en Castellano. Esto prueba que Colón posiblemente leía el Italiano, pero no lo hablaba ni escribía.

Carlos Brant nos dice en su libro: «EL MISTERIOSO ALMIRANTE Y SU ENIGMÁTICO DESCUBRIMIENTO», pagina 35 que «EL CASTELLANO ERA EL IDIOMA MADRE DE COLON, ESTO ES, EL IDIOMA EN QUE SE EXPRESABA CORRIENTEMENTE Y CON EL QUE SE ENTENDÍA CON SUS PADRES, HERMANOS E HIJOS. FUERA DEL CASTELLANO, EL ALMIRANTE HABLABA FRECUENTEMENTE EL PORTUGUÉS, HABLABA TAMBIÉN FRANCÉS Y SABIA BASTANTE LATÍN Y ALGO DE GRIEGO Y HEBREO. DE MODO QUE SU DESCONOCIMIENTO DEL ITALIANO NO SE LE PUEDE ACHACAR A FALTA DE TALENTO PARA APRENDER IDIOMAS…SIN EMBARGO ESE DESCONOCIMIENTO ERA TAL, QUE PARA ENTENDERSE CON LOS ITALIANOS, NECESITABA INTERPRETES: SE CARTEABA EN CASTELLANO CON EL SACERDOTE ITALIANO GORRICA, Y EN PORTUGUÉS, CON EL COSMOGRAFO ITALIANO TOSCANELLI, QUIEN CREÍA QUE ERA LUSITANO. TRATO UNA VEZ DE ESCRIBIR ALGUNAS LÍNEAS EN DIALECTO GENOVÉS, Y COMETIÓ EN POCAS LÍNEAS MAS ERRORES QUE UN NIÑO DE PRIMERAS LETRAS».

Existen otros datos sumamente importantes que prueban que Colon NO ERA GENOVÉS. uno de estos

es que la Corona Española, exigía a todos los navegantes extranjeros que debían NATURALIZARSE ESPAÑOLES para poder obtener el codiciado titulo de PILOTO MAYOR ESPAÑOL. Navegantes de la talla de Magallanes, Bocanera, Americo Vespucio y otros cumplieron con este requisito . Sin embargo, el Rey don Fernando NO EXIGIÓ a Colon este importante documento para nombrarlo nada menos que Virrey y Almirante Mayor de la Mar Océano…Debemos advertir, que todos esos nombramientos se los dieron a Colon antes del descubrimiento, o sea, que no fueron recompensas sino títulos exigidos por Colon.

Este requisito de nacionalización existía desde antes que a Colon se le ocurriese irse a la mar. Este dato nos muestra que el rey Fernando sabia que Colon era Español y ahí el por que no le exigió el naturalizarse.

Otro dato lo aporta Salvador de Madariaga en su libro: «VIDA DEL MUY MAGNIFICO SEÑOR DON CRISTÓBAL COLON», cuando relata la batalla del cabo de san Vicente: En dicha batalla se encuentra Colon combatiendo al lado de los Franceses Y EN CONTRA DE LOS GENOVESES, lo que hace exclamar al mismo Madariaga: » Que Genovés es este que en vez de servir a Génova combate contra ella?».

Por ultimo consultamos el mas antiguo de los biógrafos de Colon, su hijo don Fernando Colon, quien en su libro: «HISTORIA DEL ALMIRANTE», declara haber ido a Génova para averiguar el origen y conocer la familia de su padre, sin lograr encontrar allí el mas mínimo rastro de ella. El hecho quedo comprobado posteriormente ya que después de la muerte de Colon, ningún Genovés ni Italiano se presento a reclamar su parte de herencia y los que lo hicieron resultaron ser impostores.

Analicemos ahora si es cierto que el apellido Colon, proviene del Italiano Colombo.

Colon dejo escrito en su MAYORAZGO, que sus antecesores habían de llamarse los «DE COLON». y exigió en dicho documento lo siguiente: «QUE NO LO HEREDE NADIE, NI AQUÍ NI EN EL OTRO CABO DEL MUNDO SALVO, QUE SE HALLASE HOMBRE DE MI LINAJE VERDADERO Y SE LLAMASE EL Y SUS ANTECESORES, DE COLON». Con esta categórica declaración, de que sus antepasados debían llamarse DE COLON queda muy mal parada la afirmación Italiana de que se llamaba originalmente Colombo.

Muchos defensores de la idea del apellido Colombo, aseguran que el MAYORAZGO es un documento apócrifo, y que por lo tanto no tiene validez lo del DE COLON. Ahora bien, DECLARAR FALSO el MAYORAZGO , ES CONDENAR el único documento importante que existe en que Colon manifestó ser Genovés.

Cuando mencionamos que Fernando Colon dijo haber ido a Génova y no encontró rastro alguno de la familia de su padre, fue porque Fernando iba en busca de una familia de apellido DE COLON, tal como lo señalo su padre en el MAYORAZGO; sin embargo, no encontró a nadie con ese apellido en Génova ni en toda Italia. A esto debemos agregar, que no existe un solo documento donde Colon hubiese firmado con el apellido Colombo, ni aun empleándolo como seudónimo. Colon casi siempre firmaba con un logogrifo que consistía en un triángulo formado con letras:

S

S A S

X M Y

X po Feren S

Poderosas razones tenia Colon para vivir OCULTANDO su nombre constantemente, llego al extremo de responderle, de mala gana, a la ama del Príncipe don Juan a una pregunta que esta le hiciera de por que se dejaba llamar El Almirante y de por que firmaba con un logogrifo. Colon, le dijo arteramente «pónganme el nombre que quieran». Lo que evidencia que Colon, quería enredar mas los hilos que pudieran conducir a esclarecer su verdadera personalidad

Muchos historiadores se agarraron de unos documentos encontrados en los archivos del Monasterio de San Esteban, en la vía Mulcento, Génova, que contenían los nombres de Domenico Colombo, Susana Fontanerosa y sus hijos Bartolomé, Diego y Christoforo Colombo, que vivieron en Génova en el periodo que comprende entre los años 1456 y 1460, para decir que esos eran los padres y hermanos de Colon. Desde el día de ese hallazgo ya nadie mas, dudaba que Colon era de Génova. Sin embargo, debemos recordar que Colon en su MAYORAZGO, no nos habla de ningún Colombo, sino que declara en varias oportunidades que sus antepasados habían de llamarse DE COLON; de ahí que por muy auténticos que fuesen los mencionados papeles Genoveses, estos no nos hablan sino de una familia Italiana de apellido Colombo, lo que nada tiene de particular, pues en aquella época bien pudo haber en cada ciudad de Italia muchas familias de apellido Colombo, con hijos llamados Christoforo, Bartolomé, Diego etc. Lo difícil es haber hallado allí, una familia que se llamase DE COLON, así con el prefijo DE, tal como lo indicaba colon en su MAYORAZGO.. Además, el Diego de la citada familia Colombo, aparece en dichos documentos como nacido con fecha anterior al Diego de la familia DE COLON.

De acuerdo con la mencionada declaración en el MAYORAZGO, sus hijos y hermanos, convinieron en conservar el apellido Colon, pero quitándole el prefijo DE. Todo esto DESCALIFICA por completo los citados papeles Genoveses.

Don Fernando Colon, asevero que su padre había estudiado en la Universidad de Pavia. Pero las investigaciones llevadas a cabo en los archivos de esa Universidad, demostraron que no hubo tal estudiante allí. Sin embargo podemos preguntarnos: Que Universidad de Pavia era esa, que ni siquiera le enseño al Almirante hablar ni escribir el Italiano?.

Generalmente se ha querido presentar a Colon, como víctima de la indolencia, de la envidia y de la ingratitud humana. Colon si fue víctima, pero de su propia avaricia, fanatismo y prejuicios de todo orden.

Si deseamos conocer un poco la personalidad de Cristóbal Colon, debemos leer a Jacob Wasserman, quien entre otras cosas escribió en su libro: «COLON, EL QUIJOTE DEL OCÉANO», lo siguiente: «COLON ERA PRACTICO, ARTERO Y MAÑOSO, ERA SOMBRÍO COMO UN MONJE; NI UNA CHISPA DE ALEGRÍA BRILLABA EN SUS OJOS; NO POSEÍA NINGUNA HUELLA DE HUMORISMO; TODO EN EL ERAN SUSPIROS, LAMENTOS, CONGOJAS, APAGAMIENTOS; INCAPAZ DE GANAR Y GUARDAR. JAMAS SUPO HACER POR SI MISMO UN COMPUTO, YA QUE CARECÍA DE ADECUADOS CONOCIMIENTOS CIENTÍFICOS. SU ERUDICIÓN SE REDUCÍA ÚNICAMENTE A LA HISTORIA DEL VIEJO TESTAMENTO»

Esta oportuna descripción queda plenamente confirmada con los siguientes hechos: en su tercer viaje colon se ve ante las bocas del Orinoco, y NO SE DA CUENTA que se encontraba realmente ante un Continente, pues ninguna isla podría contener un río como aquel, que lanzaba sus aguas dulces muchos kilómetros mar adentro. Sigue costeando y llega a la Península de Paria , a la que le da el nombre de «ISLA SANTA», que luego se lo cambia por el de «ISLA DE GRACIA»…Recorre muchos kilómetros de costa, desde el Orinoco hasta Paria y de aquí hasta la Vela de Coro, y con todo esto no se da cuenta de que se encontraba ante todo un continente. El usurpador piensa de nuevo en el enorme río, pero es solo para ocurrírsele que se trataba del Ganges. Luego se imagina que es en Paria donde debe estar situado el paraíso terrenal. Cuesta trabajo creer como fue posible que a este hombre lo llamaran el descubridor, cuando jamas supo lo que había descubierto, ya que cuando se encuentra frente a tierra firme, la bautiza con el nombre de Isla…a pesar del enorme trecho de tierra que hay entre el Orinoco y Paria.

Otros autores han señalado, que Colon se comporto siempre como un hombre egoísta y sin ningún principio de honor y no solamente fue despiadado con los indios, sino aun contra sus fieles marinos y amigos. Se recuerda su actitud cuando el descubrimiento: por decreto real, al primero de los tripulantes de sus tres carabelas que viera tierra, se le pagaría una pensión de 10.000 maravedis. Pues bien, a las 2 de la madrugada del día 12 de Octubre, Rodrigo de Triana dio la voz de «tierra». El caso es que Colon, dijo que la noche del día 11, antes de irse a cama, a eso de las 10 de la noche, le pareció haber visto en lontananza, o sea, a lo lejos, una luz que «era como una candelilla de cera que se alzaba y se levantaba». Colon se hizo pagar la pensión alegando haber sido el, el primero en ver tierra, que en todo caso no fue tierra sino luz la que vio, y la orden decía expresamente que había de ser tierra. Esta sucia acción retrata de cuerpo entero quien fue Colon.

Colon, fue cruel por muchas razones, siendo la principal el oro. El que le pusiera dificultades en sus negocios, lo fulminaba sin piedad. A Colon le podían arrancar el corazón, pero no la bolsa. Su sed de oro lo hizo cometer muchos crímenes, entre ellos el ASESINATO de su patrón y verdadero descubridor de estas tierras, así mismo cuando introdujo la costumbre de cortarles la nariz y las orejas a aquellos indios que trataban de huir, o que se mostraban renuentes a trabajar para el, o a soportar la esclavitud. Con este mismo propósito introdujo la costumbre de amaestrar perros bravos para perseguir a los indios desnudos quienes huían por no poder pagar el impuesto de oro que se les exigía.

Cierta vez, convencido Colon de que no lograría dominar por la fuerza al cacique Caonabo, le dio esta orden a su teniente Alonso de Ojeda: «INVITAD AL INDIO CAONABO, AMIGABLEMENTE, A QUE VENGA A NUESTRO CAMPAMENTO PARA HACER CON EL UN ARREGLO AMISTOSO, Y TAN PRONTO LLEGUE, CAPTURADLO». Ojeda cumplió la orden y el confiado indio fue a la amistosa cita donde fue hecho prisionero, muriendo poco tiempo después.

Colon lejos de ser víctima, fue victimario; lejos de ser descubridor fue un usurpador; mas que un explorador, resulto ser un explotador. Otro navegante se habría dedicado principalmete a hacer investigaciones científicas en los lugares que visitaba durante sus viajes a ultramar. Pero a Colon todo esto le parecia secundario y debido a ello murió ignorante de que había descubierto el nuevo mundo, pues su mente no parecía tenerla ocupada en la exploración, sino en la explotación. Busca solo oro por todas aquellas islas, y cuando no lo encuentra, ese cruel explotador busca indígenas que secuestra y que luego vende como esclavos, convirtiendolos así en lo que EL llamaba «ORO HUMANO»…Los ofrecía a 1500 Maravedis «LA PIEZA»,, Y para animar tan vergonzoso trafico agregaba que con el producto de su trabajo cada indio, en poco tiempo, se pagaba por si mismo. «Y LA PAGA SEA DE LOS MESMOS DE LOS PRIMEROS DINEROS QUE DE ELLOS SALIEREN», escribió este cruel traficante de esclavos. Nos habla con entusiasmo de un lote de 4000 indios que a poco valor valdrían 20 cuentos y 4000 quintales de brasil…Ello demuestra que su mina de oro humano ha debido ser inagotable. Una vez necesitaba siete mujeres indígenas y ordena que le traigan «SIETE CABEZAS» cual si se tratara de ganado…

En resumen, Colon se distinguió mucho por su avaricia, por su sed de honores y de bienes materiales. Lejos estuvo EL de poseer el desinterés y el amor a la ciencia que distingue al verdadero sabio

.Analizadas las cinco grandes mentiras que enseñan a nuestras juventudes con respecto a Colon, estudiaremos otros datos que nos ayudaran a encontrar la verdadera historia de este hombre mala mañoso.

Colon, sin quererlo, aporto un dato en su MAYORAZGO que es clave para descubrir el lugar de su nacimiento. Ese dato es su declaración de que sus antepasados habían de llamarse DE COLON. Como se recordara, su propio hijo don Fernando se encargo de destruir la versión de que era Genovés, al ir allá y no encontrar rastros de ese apellido; pero, investigaciones posteriores comprobaron que en un cementerio judío en Galicia, aparecen con frecuencia tumbas con el apellido DE COLON, tal como dijo el almirante que habían de llamarse sus antepasados: «AUNQUE HAYA DE IR A BUSCARLOS AL OTRO CABO DEL MUNDO».

Muchos autores, como el Filosofo Español Joaquin Trincado, coinciden en señalar que Colon era de Galicia, específicamente de Pontevedra. Así mismo el historiador Nectáreo María aseguro que era Español de origen judío, «UN PIRATA NEGRERO LLENO DE CRUELDAD, AVARICIA, EGOÍSMO Y SOBERBIA».

Hagamos un resumen de hechos: A tierras Americanas llego Alonso Sánchez de Huelva, capitán de una embarcación de pesca, junto con otros marinos de su tripulación, entre los que se encontraba Cristóbal Colon, todos llegan empujados por la fuerza de un vendaval, desde las costas de Galicia donde se hallaban en faenas de pesca. Al cabo de cierto tiempo, Alonso Sánchez decide regresar a España, utilizando la carta marina que previsivamente fue trazando durante la azarosa travesía. Colon tomo la decisión de regresar junto con su patrón, en cambio seis marinos optaron por quedarse en lo que luego se denomino la Española. Ya de regreso, y encontrándose en alta mar, Colon asesino a su experto capitán y se apropia así del documento que luego le serviría a este USURPADOR para orientarse en una nueva travesía y fingir de autentico descubridor. Colon por su ambición de riquezas y poder, comprendió que las tierras descubiertas por su patrón, representaban una fuente inagotable de riquezas a quien dijese ser su descubridor; por ello tomo la determinación de asesinarlo para robarle los apuntes que había trazado guiándose por las estrellas en la ida azarosa y corregidas en la vuelta voluntaria.

Consumado el robo y crimen premeditado, Colon desvía la pequeña embarcación hacia Lisboa y disfrazado se finge Italiano, haciéndose pasar por Genovés, y recurre en el año de 1484 al Rey de Portugal Juan ll , a quien trata de convencer para que financie una expedición que iría en búsqueda de ciertas tierras desconocidas, que Colon, dice haber escuchado de su existencia a ciertos pescadores. El Rey rechazo el pedido ateniéndose al informe contrario presentado por tres peritos, donde entre otras cosas le recordaban al rey, los dogmas religiosos que afirmaban que en los fondos de los mares desconocidos habían piedras de imán que atraiana los buques y los hacían naufragar,asi como zonas de aguas hirvientes en el Ecuador que harían zozobrar a cualquier embarcación; además, los peritos advertían que las recompensas solicitadas por Colon en el caso de cualquier hallazgo eran exageradas.

Rechazado su proyecto por la corte lusitana, Colon se vio en la necesidad de pasar a España, a finales de 1485 o comienzos de 1486. Allí con el secreto de su robo y crimen, se vio obligado por el hambre y la miseria, mas los prejuicios religiosos, a visitar el convento de santa María de la rabida, de la orden franciscana, donde confeso su robo y crimen a los frailes Juan Pérez, Antonio de Marchen y otros, quienes bajo amenaza le arrebataron las cartas de navegación levantadas por Alonso Sánchez de Huelva , asesinado por Colon.

Los frailes de este convento, ocultaron por algunos años estos documentos que consideraron peligrosos y herejes para sus doctrinas dogmáticas, pero enterados, que Colon fue a buscar apoyo a las cortes de Inglaterra y Francia y movidos por su sed de ambición y dominio, se vieron obligados a mostrárselos, en la persona del fraile Antonio de Marchen, a la reina Isabel la católica, quien con semejantes documentos comprendió el total éxito de la expedición, por lo que inmediatamente mando a llamar a Colon a la corte para discutir las condiciones del viaje. En un principio la reina no acepto las condiciones impuestas por Colon por considerarlas exageradas, pero pronto suavizo su posición al comprender que Colon era un hombre enfermizamente ambicioso, que no escatimaba medios para conseguir sus fines, hasta el punto de haber asesinado y robado para ello.

El 17 de Abril de 1492, la reina Isabel firmo las capitulaciones en santa fe, adquiriendo Colon para si y sus descendientes el titulo de Almirante de las islas y tierras firmes que descubriera: seria Virrey y Gobernador general de ellas; con facultad de proponer candidatos para los cargos que fuesen creados; recibiría el décimo de las riquezas que se encontraran; le correspondería a el y a sus sucesores entender como únicos jueces en los posibles pleitos entre Castilla y las nuevas tierras.

Con la firma de las capitulaciones lograba Colon lo tan anhelado desde que asesino a su patrón y verdadero descubridor que era: primero, impunidad en el robo y crimen cometido. segundo, privilegios únicos que lo convertían en un hombre poderoso. tercero, protección y encubrimiento cómplice de la iglesia católica y de la reina Isabel. y cuarto, satisfacción por el triunfo de su avaricia, ansias de poder, riquezas y dominio.

Como hemos podido observar, el verdadero descubridor fue el marino de Huelva asesinado por Colon. Colon lo que hizo fue retardar dicho descubrimiento al ocultar por varios años su criminal acción. Con tales antecedentes se develan así mismo las falacias en que incurrió Cristóbal Colon acerca de su nombre y de su lugar de nacimiento, y el hecho de que anduviera por diversos países tratando de conseguir financiamiento para su empresa; pues, se hallaba temeroso de que la justicia humana descubriera el crimen que el había cometido.

Sin embargo debemos reconocer, que las consecuencias del descubrimiento se hicieron sentir en el orden Científico, Político y Económico. Por un lado se adelanto el conocimiento cabal de la tierra; se comprobó en contra de los dogmas, misterios y supersticiones de la iglesia católica, la existencia de otras constelaciones que enriquecieron la Astronomía y Revolucionaron todas las Ciencias y todas las formas del pensamiento humano.

Copérnico pudo por fin, llevado por una serie de observaciones y de cálculos concluir que, contrariamente a lo sostenido por el cristianismo, la tierra giraba alrededor del sol, y no el sol alrededor de la tierra. El sistema de COPERNICO fue declarado hereje por la iglesia de los santos y todavía a principios del siglo XVI, o sea en el año 1616 los sacerdotes romanos consiguieron condenarlo como contrario a las escrituras bíblicas. No solamente Copérnico sufrió estas persecuciones de la religión católica, sino casi todos los sabios de la época: El cirujano Vesalio (1514-1564), de Bruselas, publico en 1543 una descripción precisa de la estructura del cuerpo humano. Fue falsamente acusado por la inquisición de haber abierto el cuerpo de un hombre todavía vivo y condenado a muerte. El medico Español Miguel Servet (1509-1553) , descubrió la circulación de la sangre entre el corazón y los pulmones, pero por haber publicado un libro llamado «DE LA TRINIDAD DE LOS ERRORES», donde negaba la divinidad de Jesús, fue hecho preso en Ginebra y quemado vivo en la hoguera en el año de 1553 por orden del protestante Juan Calvino que no admitía, al igual que Lutero y los católicos, la libertad de conciencia.

El cirujano Francés Ambrosio Pare (1517-1590), también lucho contra los tribunales de la inquisición para poder sustituir la cirugía bárbara que se practicaba entonces y que consistía en el empleo del hierro rojo o del aceite hirviente para detener las hemorragias por una cirugía mas racional y humana, consistente en practicar la ligadura de las arterias.

El Suizo Paracelso (1473-1541), también encontró grandes oposiciones de la iglesia, pero aun así renovó la medicina empleando productos químicos como el antimonio. Giordano Bruno, Filosofo Italiano, (1548-1600), publico varios libros entre ellos: «SOBRE EL INFINITO DEL UNIVERSO Y DE LOS MUNDO»

Fue hecho preso siguiéndosele un proceso para que se retractara de sus escritos ante el padre Roca, inquisidor, en vista de su negativa lo condenan a ser quemado vivo en la hoguera donde dijo las siguientes palabras: «AMORDAZAREIS MI BOCA, MAS YA NO PODREIS IMPEDIR QUE SE HABLE EN TODO EL MUNDO DE MI DOCTRINA, HAREIS QUE LA MUERTE SELLE MIS LABIOS, PERO NO PODREIS BORRAR LA VERDAD YA IMPRESA EN MIS LIBROS, ABRAZAREIS MI CUERPO CON LAS LLAMAS, PERO MI ESPÍRITU FLOTARA SOBRE LAS CENIZAS, ESCUCHAD MI PROFECÍA: RODARAN LOS SIGLOS, LOS CADALZOS QUE AHORA LEVANTAIS, SE CONVERTIRAN EN MONUMENTOS DE GLORIA, Y LOS CUERPOS QUE AHORA DEVORAIS POR MEDIO DE LAS LLAMAS, RESURGIRAN EN MARMOLES Y BRONCES… RODARAN LOS SIGLOS Y CAEREIS VOSOTROS…EL PENSAMIENTO SERA LIBRE…Y LA BESTIA DEL FANATISMO, SERA EXPULSADA PARA SIEMPRE DE LA CONCIENCIA HUMANA, Vamos, le dice el padre Roca y es quemado vivo en medio de una plaza de Roma el 17 de Febrero del año 1600, por orden del papa Clemente VIII, quien presencio la ejecución acompañado de obispos, arzobispos y cardenales. Galileo Galilei (1564-1642), fue torturado y encarcelado de por vida por demostrar que la tierra se movía. Podríamos citar a cientos de sabios mas, víctimas del odio religioso, pero con los señalados es suficiente prueba para demostrar que la religión cristiano católica ha retardado por mas de cuatro siglos el progreso de la humanidad; de ahí la importancia del descubrimiento de América, ya que estas tierras venían a ser el asilo no solamente de la alimaña religión que saqueo y destruyo culturas enteras, sino de hombres de valía que escapaban de aquellas tierras ensangrentadas por el fanatismo religioso.

Debemos aclarar un punto mas, ya que hoy día se habla mucho de los crímenes y torturas de los conquistadores Españoles contra los indígenas Americanos. Ese punto es que a la América NO VINO la España culta y progresista en el momento de la conquista, sino la España de la inquisición, de las hogueras, de los sacerdotes crueles y despiadados; la de Fernando e Isabel, la del asesino Colon…sumisos y dominados por la religión romana. Es cierto que se cometieron grandes barbaridades imposibles de justificar, pero que se explican y comprenden viniendo de hombres embrutecidos por el fanatismo religioso y , de frailes que decían que los indígenas no tenían alma y que se les podía tratar con el mismo rigor que se puede tratar a los animales, lo cual, fue la sanción del delito.

Después de dicha declaración, cada indígena era considerado como un burro y muerto como un perro, y así se hizo por mucho tiempo.

«CONVIÉRTANLOS O MÁTENLOS», eran las ordenes de la furibunda y fanática reina Isabel la católica, para la conversión de los indios al cristianismo.

Para finalizar diremos ,que hoy día todas las religiones cristianas claman por la paz y son ellas las que atizan el fuego de las discordias para que no se apague. Dicen que el arreglo de los problemas vendrá mejorando al hombre por medio de la enseñanza religiosa y del desarrollo de la inteligencia. Aquí debemos preguntarnos: ¿Que enseñan los cristianos?…porque nuestros pueblos están cansados de mentiras, supersticiones, fábulas, misterios, dogmas absurdos e irracionales como el de Jesús dios, María madre de dios y virgen después de parir, José no toco a María, pero María le parió a Jesús; el diablo, el infierno, el purgatorio, el cielo, el pecado original de Adán y Eva; Eva construida de una costilla de Adán, misas, escapularios, medallitas etc.

Hoy es difícil encontrar a alguien que crea en una iglesia que llego a afirmar que la tierra era el centro del universo; quemando en la hoguera a cuantos científicos afirmaban lo contrario. En una iglesia que llego a afirmar que la mujer era impura, que no tenía alma y que era la causante de la perdición del hombre. En una iglesia que se dice pobre y es inmensamente rica que se ha dedicado a construir templos y catedrales fastuosas a dios que no los necesita.

BASTA, SEÑORES DE TANTA MALDAD, DE TANTA INFAMIA, BASTA YA DE USURPACION DE DERECHOS.

LA JUSTICIA LLEGA Y PONDRA CADA COSA EN EL SITIO QUE LE CORRESPONDE.

 MIJAIL J. GUERRA B.

jaliber3000@hotmail.com

estudiante de filosofía

Razones políticas, obligaron a Cristóbal Colón a ocultar con la complicidad de los reyes- su verdadera identidad. – por Marta González

CRISTÓBAL COLÓN, NACIÓ EN GALICIA

A finales del siglo pasado la ciudad de Pontevedra (Galicia) era lugar de grandes tertulias culturales. En aquel entonces, una revolucionaria teoría acaparó todos los comentarios no sólo dentro de España sino también en el exterior: «Cristóbal Colón, español». Este era el nombre de un trabajo de Celso García de la Riega, que había basado su convencimiento en ciertos documentos hallados en los archivos de Pontevedra, en los cuales figuraban una gran cantidad de personas apellidadas Colón y a los que relacionó con la familia del
descubridor. Sus investigaciones con otras más de una docena de ilustres personajes de la época, dieron pie para ser continuadas y mejoradas, hasta que en la actualidad podemos afirmar categóricamente que la cuna de Colón fue Galicia.

Sólo resta que absurdos intereses políticos que aún hoy día subsisten, puedan desaparecer para que la verdadera historia de esta parte de la humanidad, sea oficial y mundialmente aceptada.

LA CASA NATAL

En Porto Santo, parroquia de San Salvador de Poio (Pontevedra), se hallan las ruinas de la denominada CASA NATAL DE CRISTOBAL COLÓN o CASA DA CRUZ (foto1) llamada así por encontrarse frente a ella un crucero en cuya base podía leerse la inscripción «Juan Colón, 1490». Dicha inscripción fue misteriosamente limada, aunque afortunadamente existen fotografías tomadas en 1917 (foto2) por el arqueólogo Luis Gorostola que confirman esta frase.
A escasos metros hallamos la Finca La Puntada, que perteneció a los Duques de Veragua, descendientes del descubridor, como la propia historia acepta. (En la actualidad el descendiente más directo es el mexicano Don Cristobal Colón de Carvajal y Gorosabel, Duque de Veragua, Duque de la Vega, Marqués de Jamaica, Almirante y Adelantado Mayor de las Indias, quien como se ve es poseedor de los títulos y honores concedidos al descubridor).
Próxima a esta, la Huerta de Andurique, propiedad en 1519 de Juan Colón. ¿Pero quién era este personaje, cuyo nombre aparece en muchos documentos de la época e incluso grabado en piedra detrás de un altar de la Iglesia de Santa María La Mayor (Pontevedra)? Este Juan sería bisnieto del primer Colón establecido en España y en Galicia hacia 1380 y que desempeñó el cargo de procurador de una cofradía de la ribera, abuelo a su vez de la madre de Cristobal.
Bartolomé -como así se llamaba- fue el primer genovés afincado en estas tierras, por lo que las nuevas teorías no niegan el orígen italiano de la familia del Almirante, no así su cuna, como estamos viendo.
Pero estos no fueron los únicos Colón que habitaban Porto Santo y Pontevedra.
Cualquier persona con tiempo y bastante paciencia puede comprobar los documentos de la época tanto en los archivos del museo de esta ciudad, como en las actas parroquiales de la Iglesia de San Bartolomé.(foto3)
Existen decenas de documentos auténticos que prueban la residencia en estos lugares de familias apellidadas Colón, todos ellos relacionados con el gremio marítimo o de los Mareantes.
Estas cofradías que se dedicaban al comercio marítimo, tenían sus astilleros en el arrabal del barrio de La Moureira (foto4) -precisamente en la ría que se halla frente a la finca La Puntada- donde se construyó la nave capitana Santa María, bautizada «La Gallega».
Ya en 1535, el historiador Fernández de Oviedo comenta: » Debeys saber que de Palos principió su camino con tres carabelas, era capitana La Gallega, dedicada a Santa María, patrona de Pontevedra». Incluso existe un documento de fletamento suscrito en Pontevedra el 5 de julio de 1489, donde se cita a la nave «Santa María, La Gallega», propiedad de Fernando Cerviño y el nombre de dos marineros que pertenecieron a la tripulación del primer viaje y luego asesinados en la Isla Española.
En viajes posteriores, también navegaron rumbo a América otras naves llamadas La Gallega y El Gallego, propiedad de Antonio Carraxero, según un documento de mayo de 1505.
En un escrito del padre Sarmiento del siglo XVII dice, a esta zona de las rías «…infinidad de carpinteros i calafates se ocupaban de construir i aparejar barcos algunos capaces de afrontar las más arriesgadas singladuras como La Gallega que fue capitana de Colón en el descubrimiento del nuevo mundo».
La Gallega, encalló el 25 de diciembre de 1492 en lo que hoy es la Bahía de Caracol, frente a Haití, sin embargo 7 dias antes «el Almirante maneciendo mandó ataviar la nao (nave) de armas y banderas por la fiesta que era ese día de Sacta María de la O» (Diario de a bordo. Extracto de Fray Bartolomé de las Casas, 1527).
Al igual que en ese entonces como en nuestros días, el 18 de diciembre secelebra en Pontevedra, la festividad de su patrona oficial Santa María de la O.

EL RECUERDO DE SU PASADO

Colón no sólo escribía y hablaba pésimamente mal el italiano, sino que tampoco bautizó ni un sólo lugar de todos los decubiertos con algún nombre de su supuesta patria genovesa. Como Almirante era el único que podía decidir a su elección los nombres del nuevo continente y estos fueron los mismos que los de la geografía gallega.
Ricardo Beltrán, secretario perpétuo de la Real Sociedad Geográfica y miembro de la Academia de Historia, señaló «Toda la nomenclatura geográfica de las tierras descubiertas por Colón en sus cuatro viajes es española, siendo de notar que en ella se reproducen voces propias y aún exclusivas, únicas del litoral gallego».
Existen más de cien toponímios -imposibles de enumerar en este espacio- pero basten aquí unos pocos ejemplos:
CABO CASA DA CRUZ (Isla de Trinidad), como su casa natal en Porto Santo, RÍO MINHO y RÍO XALLAS (Jamaica), ríos de Galicia,PORTO SANTO (Cuba)parroquia donde nació, PUNTA TOLETE (Venezuela) por «Tolete» un conocido almirante de La Moureira.PUNTA LANZADA (Haití) ría de Pontevedra,CERROS DE MATAMÁ (Costa Rica), ría de Vigo.
Todos estos toponímios son comprobables, comparando mapas de las zonas
descubiertas y mapas de las rías gallegas. Evidentemente Colón conocía perfectamente no sólo las costas gallegas donde nació y se crió, sino también los secretos de la navegación ya que el 21 de diciembre de 1492 escribe en su Diario de a bordo «Yo e andado veinte i tres años
en la mar sin salir d’ela tiempo que se aya de contar». ¡Demasidos conocimientos y experiencia para un personaje -que según la tesis
genovista- era hijo de cardadores de lana y a quienes ayudaba en el oficio hasta finales de 1478!. Un genovés además que siempre escribía en latín o español y muy contadas veces «chapurreaba» el italiano.
El escritor e investigador Antonio Romeu de Armas señala que «mientras los genoveses cultos de su época escriben en italiano, Cristobal Colón, de cuya erudicción no se puede dudar, hace sospechozos alardes a lo largo de su vida de una ignorancia absoluta de dicha habla».
En los escritos de Colón se pueden hallar centenares de palabras y frases del idioma gallego (ver recuadro 1). Una amplia relación de estas voces han sido recopiladas en el libro «La identidad de Cristobal Colón» de Alfonso Philippot, cuya cuarta edición está ala venta.

EL SECRETO DE COLÓN

Alfonso Philippot Abeledo, capitán de la Marina Mercante y oriundo de la ciudad de Vigo, es hoy día el mayor compilador e investigador de los documentos que avalan la cuna galega de Colón.
Sus conclusiones hasta hoy no han podido ser refutadas por ningún otro
historiador.
Philippot apoya su teoría, demostrando que Cristobal Colón y Pedro Madruga, son la misma persona. ¿Pero quién es este último personaje?
Cuando a finales de 1474 muere Enrique IV, Galicia se divide en dos grupos políticos, uno el de los «prelados» que apoyaban a Isabel en su pretención al trono y otro el de los «feudales» a favor de Juana, La Beltraneja Juana, había nacido en 1462, hija del rey castellano Enrique IV y de Juana de Portugal, su segunda mujer. Las Cortes de Toledo de ese mismo año la proclaman heredera al trono, pero años más tarde se acusará sin pruebas fehacientes a su madre de adúltera y a ella misma de ser hija del favorito del rey, Beltrán de la
Cueva (lo que explica el apelativo de Beltraneja).
A la cabeza de los feudales se hallaba Pedro Alvarez de Soutomaior, conocido como Pedro Madruga y ahora también como Cristobal Colón como vamos a ver. En 1440, muere en Valladolid, Fernán Yanez de Soutomaior Conde de Camiñas y pasa a ser su heredero un hijo bastardo (su hijo legítimo Alvaro había fallecido) nacido de una relación con Constança Colón, nieta de aquel primer Colón emigrado a Galicia y al que hacíamos referencia al principio de este reportaje y que estaba casada -según una escritura ya del 29 de septiembre de 1435- con Juan
Gonçalves. Las leyes de la época, le daban al padre natural el derecho a elegir la educación de su hijo y otorgar apellido, por lo que pasó a llamarse Pedro Alvarez
de Soutomaior en recuerdo de su abuelo y dejando el de Cristobal Colón impuesto por su madre, que por cierto, habitaba en Porto Santo en la casa que hoy se conoce como Casa da Cruz.
Comienza entonces a recibir una sólida formación religiosa en la Orden de los Dominicos de Tui, donde además aprende latín. Pero las cuestiones del mar le atraen -seguramente por haber nacido y criado en La Moureira- y ya de joven decide viajar a Portugal para aprender más sobre asuntos mar´timos y cosmografía.
Ejerce la profesión de marino 23 años -los mismos que cita él en su Diario-. Durante varios años, la historia pierde la pista sobre el nuevo Conde deCamiñas, los mismos años de los cuales no se hace ninguna mención a la vida del descubridor. Sin embargo el paralelismo entre ambos va mucho más allá.
De Colón se conoce a su hijo Diego, producto de una unión con Felipa Muñiz y a Fernando, fruto de un idilio con Beatríz Enríquez. Pero en una carta que le escribe a Diego desde Sevilla el 1 de diciembre de 1504 le hace referencia al cuidado de otros diez hermanos «…diez hermanos no te serían demasiados, nunca yo fallé mayor amigo a diestro y siniestro que mis hermanos».
Pedro de Soutomaior tuvo con Teresa de Távora, nueve hijos que sumados al que le nació de Beatríz Enríquez, se ían diez.
Pedro, por haber heredado la Casa de Soutomaior, se relacionaba con la nobleza. Otro tanto fueron las amistades de Colón, las de sus hermanos y sus hijos.
Es bien conocido de todos a través de la historia de dois personajes, dos sacerdotes que apoyaron firmemente la propuesta de Colón. Estos fueron Fray Diego de Deza y el Cardenal Mendoza, ambos emparentados en la línea directa con la Casa de los Soutomaior.

«NO SOY EL PRIMER ALMIRANTE DE MI FAMILIA»

Esto había manifestado varias veces el Almirante a los Reyes, pero hasta ahora nadie había acertado con la verdad. Philippot aclara que después del primer viaje Colón tuvo el privilegio de incluir en su escudo el castillo y el león, emblemas oficiales de Castilla, porque el descubridor ya tenía sus propias armas:
los dos cuerpos inferiores contienen un grupo de islas y cinco anclas doradas sobre azul (foto6).
Cuando los reyes conferían la dignidad de Almirante, el caballero que la recibía añadía un nacla a los blasones de sus armas. Estas cinco anclas que figuran en su escudo, corresponden a cuatro almirantes que pertenecieron a la Casa de Soutomaior, familiares directos de Cristobal o Pedro-que es lo mismo-:
Paio Gómez Charinho, Alvaro Paez, Alonso Tenorio, Diego Hurtado de Mendoza y por supuesto Cristóbal Colón.
Pero si esto fue un enigma durante años, más lo fue hasta hoy la firma del Almirante.
«A partir del descubrimiento -continúa Philippot- comenzó a firmar conlos títulos de «El Almirante» o «El Virrey», anteponiendo a esto un extraño anagrama compuesto de siete letras cuya configuración espacial delimita una casa (¿la Casa de Soutomaior?) y las letras

S
S A S
X M Y
correspondientes a Soutomaior, Alvarez, Xuares, Méndez, Yanez.
(Casa de Soutomaior: sus abuelos, Alvaro Paez de Soutomaior y Maior Xuarez de Deza, sus abuelos Pedro Alvarez y Elvira Méndez y su padre Fernán Yanez, o sea el árbol genealógico de la familia y finalizaba con la firma Xpo. (Pedro) Ferens./, que significa «mensajero o embajador») Y agrega Philippot «una de las pruebas más evidentes de la dualidad de su nombre nos la proporciona el más notable de los historiadores de su época Lucio Marineo, capellán y confesor de los Reyes católicos, pues en una de sus obras al referirse a la epopeya americana llama al descubridor PEDRO COLÓN»

Si como se advierte, tanto los reyes como otras personas eran concientes de esta doble identidad ¿por qué lo han ocultado?.
En primer lugar hay que destacar que hasta 1493, nadie en la Corte de Castilla le llamaba, cristobal Colón. En 1474 ya conocido como Pedro Madruga (porque en sus correrías solía salir siempre a deshora) se erige como caudillo de la resistencia gallega, frente al poder de Isabel y Fernando.
Al suscribirse el pacto de Alcobenças, entre los reyes de Portugal y Castilla, Madruga se exilia en Lisboa y la Corona le embarga todas sus propiedades.
Durante los próximos años trata de convencer a la Corte de Portugal de sus ideas de descubrimiento, pero al ser deshairado por ésta, entabla negociaciones con Castilla y por obvias razones de estado, los reyes tratarán que la presencia de Pedro de Soutomaior pase desapercibida, propagando además, la falsa noticia de sus ciudadanía genovesa.

Madrugada del viernes 12 de Octubre de 1492: su sueño se había hecho realidad. Hincado de rodillas sobre la blanca arena, tomó posesión de esas tierras y dirigiendo su pensamiento al pequeño pueblo pontevedrés que lo vio nacer bautizó aquella isla con el nombre de SAN SALVADOR.

Un mes más tarde a una ensenada de Cuba la llamó PORTO SANTO, a una pequeño islote, Isla das Ratas (¡qué casualidad pues ese es el nombre de otra pequeña isla frente a Poio!), a un río de Jamaica RIO MINHO, como el río que atraviesa Galicia y escrito en buen gallego con nh y no con ñ!! A partir del día del descubrimiento, los ríos, ensenadas, islas, cualquier accidente geográfico llevaría el nombre de aquellas tierras en donde vivió, donde estaba su familia y sus más grandes recuerdos. ¡No eran nombres de España, ni siquiera de Castilla, sino nombres EXCLUSIVOS de las costas gallegas, aún más preciso, de las costas de PONTEVEDRA! ¡Qué «genovés» tan desagradecido!
Existen más de cien nombres en la toponimia del descubrimiento, aunque aquí sólo citaremos algunos de ellos.

Nombre Nuevo, ubicación actual y ubicación en Galicia

Sta. Ma. De la Concepción (Islas Lucayas)(Co Patrona de Poio)
Ría del Sol (Cuba)(Isla Onza – Pontevedra)
Punta Moa (Cuba) (Punta Moa – Pontevedra)
Cabo del Pico (Cuba) (Desembocadura del Miño)
Porto Santo (Cuba) (Pontevedra)
Punta Lanzada (Haití) (Ría norte de Pontevedra)
Punta Aguda (Isla Tortuga) (Bueu – Pontevedra)
Isla Cabra (Isla Española) (Ría de Arousa)
Punta do Ferro (Isla Española) (Pontevedra)
Cabo San Telmo (Isla Española) (Patrona de Tui)
Sta. Ma. Guadalupe (Isla Guadalupe) (devoción de gallegos Siglo XV)
Sta. Ma. La Antigua (Isla Antigua) (Iglesia de Pontevedra)
Puerto de Sta. Gloria (Jamaica) (Pórtico de la Gloria- Sgo.Compostela)
Río Xallas (Jamaica) (igual en Galicia)
Cabo de la Galera (Isla Trinidad)(Ría de Pontevedra)
Isla de Gracia (Venezuela) (Ría de Pontevedra)
Cabo Casa da Crus (Isla Trinidad (Casa natal en Porto Santo)
Boca da Sarpe (Isla Trinidad) Porto Santo
Punta Tolete (Venezuela) («Tolete», Almirante de La Moureira)
Punta Muros (Venezuela) (Ría de Muros)

COLÓN GENOVÉS

El supuesto» Columbus genovés hijo de un tabernero, quesero y tejedor de paños de lana y que había vivido 23 años en su tierra» para salir de allí directamente a descubrir nuevos mundos, desconocía por completo su «lengua materna». Ramón Menéndez Pidal que fue un eminente filólogo y Presidente de la Real Academia de la Lengua, aún habiendo sido un ciego defensor de la tesis genovesa, afirmó en su tiempo que Cristóbal, a sus propios amigos genoveses les escribía en español. Una de dos, o era gallego – ya que lo escribía perfectamente – o había sufrido una amnesia galopante, porque ni siquiera en el momento de bautizar todos los accidentes geográficos se acordó un sólo instante de su «patria italiana». Es más, existe una carta que envió a un conocido en Génova ¡escrita en castellano!. Este “pobre e inculto genovés” era:
UN PERFECTO NAVEGANTE
«…el Almirante fue hombre de letras y de gran experiencia, y que no gastó el tiempo en cosas manuales ni en artes mecánicas, como la grandeza y perpetuidad que sus maravillosos hechos lo requerían»
(Vida del Almirante D. Cristóbal Colón. Fernando Colón (su hijo)
«…es indudable que en el arte de marear, al menos y en su cosmografía, poseía una cultura superior a muchísimos de los pilotos contemporáneos… creando por cierto, verbos tan claros, significativos y bien construidos como los de nordestear y noruestear … el choque del remo y de las naos, latino el primero y sajón este ultimo. En su Diario predomina la modalidad lingüística y marinera
del Atlántico, con la característica palabra Ancora»
(Capitán de Navío Julio Guillen. Director del Museo Naval)

Sabía de: ASTRONOMIA
«Ni en la época de Colón, ni mucho después, se resolvió el problema de situar un buque por la longitud. Colón intuitivamente lo hacia, sin embargo por aproximación, basándose en su descubrimiento de la variación de la aguja magnética»
( Antonio Fernández, «Cultura de Colón», 1957).
«…De igual modo notó que a prima noche las agujas noroesteaban toda una cuarta y cuando amanecía, miraban directamente a la estrella polar. Por cuyos motivos los pilotos estaban en grande inquietud y confusión, hasta que él les dijo que la causa de esto era el circulo que describía la estrella polar en torno al polo, explicación que les dio algún consuelo, porque en realidad con tantas diferencias temían peligro en el camino, en tanta distancia y diversidad de regiones»
(Fernando Colón)

de: COSMOGRAFIA
Los cosmógrafos de su época creían que todo aquel que saliera del plano conocido andaría hacia abajo, siendo imposible dar la vuelta. Colón les explicaba que como toda el agua y la tierra del mundo
«constituyen una esfera, era posible rodearse de oriente hasta occidente andando por ella los hombres, hasta estar pies con pies los unos con los otros, en cualquier parte que en oposito se hallasen».
Pero cuanto más eficaces eran sus explicaciones menos le entendían.

También de: GEOGRAFIA FISICA
«…completaré el retrato dedicando algunos instantes a los rasgos individuales de l héroe y señalando especialmente a la admiración de los sabios, el espíritu de observación y los grandes conceptos de geografía física, que revelan los escritos de Colón… sus facultades intelectuales merecen ser tan admiradas como la energía de la voluntad ..»
(Humboldt)

de: ARQUITECTURA NAVAL
«…con tino extraordinario decidió transformar sus carabelas con velamen cuadrado para afrontar no solo los grandes vientos sino también el enorme oleaje del Atlántico. Este aparejo era a la vez más práctico y más seguro. Pinzón se dio cuenta de la perspicacia del Almirante y aprovecho una escala forzada para seguir su ejemplo…»

de: CARTOGAFÍA
«…Ojeda en el primer viaje que hizo con Américo Vespuccio fue guiado (su propio testamento da fe de esto) por un fragmento de mapa dibujado por Colon y comunicado indiscretamente por el obispo Fonseca.»
(Humboldt)

de: ANTROPOLOGIA
Sábado 13 de octubre de 1492:
«…y todos eran de buena estatura, gente muy fermosa, los cabellos no crespos, salvo corredios, y gruesos como sedas de caballo y todos de la frente y cabeza muy ancha mas que otra generación que fasta aquí haya visto y los ojos muy fermosos y no pequeños y ellos ninguno prieto salvo de color de los canarios…las piernas muy derechas, todos a una mano y no barriga salvo muy bien hecha.
Ellos vinieron a la nao con almadias que son hechas del pie de un árbol como un barco luengo y todo de un pedazo y labrado muy a maravilla según la tierra y grandes y que en algunas venían cuarenta y cuarenta y cinco hombres y otras más pequeñas fasta haber de ellas en que venía un solo hombre. Remaban con una pala como de fornero y anda a maravillas…»
Y cuando hablaba de las especies las ubicaba no en Italia, sino en: CASTILLA «…aquí los peces son tan disformes a los nuestros y las frutas y las hierbas y las piedras y todas las cosas. Son de naturaleza diferente a LOS QUE POSEEMOS EN CASTILLA. Existen mil variedades de plantas y arboles desconocidos hasta la fecha…»

Cristóbal Colón, ¿cuál es su verdadero origen? – por Josep Guijarro

 

Los libros de historia dicen de Colón que nació en algún lugar cercano a Génova en 1451, aunque también dicen que fue judío aragonés, o gallego, o mallorquín, o manchego. Para mayor confusión, en las últimas décadas se han publicado libros que lo hacen mujer. Resulta paradójico que sepamos tan poco de un personaje tan relevante. Varias regiones españolas se disputan hoy día su origen. Lo único que sabemos a ciencia cierta es que navegaba desde los 18 años, que conocía el Atlántico desde Islandia a Guinea y que naufragó en Portugal en 1476, donde, por lo menos, se casó una vez y tuvo una imprecisa descendencia.

Colombo, Colón, Colom y Colonne son algunos de los apellidos asociados al descubridor de América.

Desde hace más de 500 años, han surgido diversas teorías que le hacen natural de Génova,  Savona,  Milán, Córcega, Galicia,  Portugal,  Castilla, Grecia y hasta  de Noruega. También se disputan la cuna de Cristóbal Colón diversos lugares de Cataluña, Mallorca e, incluso, Ibiza. Es decir, el genial navegante es el hombre más disputado de la historia. Sin embargo, solamente pudo nacer en un  lugar. ¿Cuál fue? Es todavía un misterio aunque puede que pronto podamos establecer con rotundidad su origen.

El 17 de septiembre del pasado año se exhumaron en Sevilla los restos de Diego, el hermano del descubridor que permanecían en las instalaciones de la fábrica sevillana de La Cartuja-Pickmann. Aunque parece que los huesos de Diego de Colón están muy deteriorados, los investigadores quieren comparar su ADN nuclear con los del descubridor y los de su hijo, Hernando Colón, enterrados en la catedral sevillana. La capital hispalense compite con el famoso Faro de Colón en Santo Domingo, República Dominicana, en lo que a la última morada del descubridor se refiere.

Las pruebas permitirán determinar con precisión cuál es el verdadero Colón, confirmarán si el almirante era hijo bastardo del Príncipe de Viana y también aclararán de una vez por todas si su origen era portugués, mallorquín, catalán o gallego y no Genovés como sostiene su biografía oficial.

Pero no es fácil. En opinión del doctor Ángel Carracedo  responsable de los análisis del material genético de la familia Colón, es muy difícil encontrar muestras válidas de ADN nuclear en restos humanos tan antiguos.  Si queda algo de este tipo de ADN en las muestras, se les practicará la prueba del cromosoma Y, que se transmite del padre a los hijos varones y cuyo análisis será determinante en este caso, ya que deberá ser el mismo que el de su hermano Diego y el de su hijo Hernando.
El equipo del Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela que se encargará de la evaluación tiene previsto aplicar otras técnicas en el supuesto que el ADN nuclear esté deteriorado y aclarar así el misterio de su procedencia.

¿Conspiración de estado?

Pero poco importa. La figura del descubridor y la trascendencia de su proeza han motivado que sean muchos los países que han reunido, a lo largo de años, las más variopintas pruebas e indicios para reclamar ser la patria del navegante y, en consecuencia, la nación donde se le honore.

Dentro de España, incluso, hay intereses para reclamar su procedencia. Algunos hablan que fue castellano, otros que gallego y, por último, los que creen que fue catalán o mallorquín.

Estos últimos, además, denuncian una verdadera conspiración de estado. Recientemente se estrenaba en los cines Verdi Park de Barcelona el largometraje «La apropiación del Descubrimiento: ¿una conspiración de estado?» basado en la investigación del historiador y filólogo Jordi Bilbeny. El film argumenta que la confusión sobre la nacionalidad del descubridor es debida al esfuerzo sistemático de la monarquía de Castilla para manipular la historia. «Desde los tiempos de Fernando el Católico –dice Bilbeny- se instó a los censores a manipular y ocultar los documentos sobre el descubrimiento con el propósito de que la corona castellana se apropiara de toda la riqueza y beneficios que generaron las nuevas tierras».

Bilbeny basa su suposición en dos reales células del 21 de septiembre y 9 de octubre de 1556 en las que se prohíbe explícitamente la impresión de libros que traten de América sin licencia especial del Consejo del Reino y se ordena a los oficiales reales de los puertos americanos que reconozcan e identifiquen los libros llegados en los barcos para que no dejen pasar ninguno.

Curiosamente Bartolomé de las Casas establece en sus voluntades las primeras medidas para la salvaguarda de su obra Historia General de las Indias extendiendo un documento en el que legaba el manuscrito de esta obra a una orden religiosa y expresaba su deseo  de que no fuera publicada hasta pasados cuarenta años de su muerte.

No fue respetada. Cinco años después de ser enterrado y amparándose en la real orden del 3 de noviembre de 1571 el manuscrito original fue transportado a Madrid y puesto bajo custodia del censor del Consejo de Indias, Juan López de Velasco.

«Éste era un hombre de Estado para el que primaba el interés del país sobre la conveniencia de hacer pública la verdad -declara Bilbeny- la muestra más clara de la censura que sufrió el manuscrito es la gran cantidad de retoques, añadidos y contradicciones en la Historia General de las Indias. Algo que ha sido mencionado por un sinfín de historiadores de relieve internacional».

Los motivos

Para Bilbeny es evidente por motivos que a continuación explicaremos que el descubridor era catalán pero, entonces, ¿qué motivos podía tener la monarquía española en arrebatarle el mérito a un súbdito?

Bilbeny es extraordinariamente explícito. «Tenía diversos motivos políticos –asegura-. Sobretodo porque durante unos 85 años la corona estuvo pleiteando con la familia Colom para arrebatarle las concesiones que le habían hecho al descubridor. Como querían quitarse a la familia de en medio, introdujeron diversos argumentos para anular el famoso contrato entre el rey Fernando y Colom a través del cual se otorgaban los títulos, las tierras y los beneficios al descubridor».

Según el historiador ésto, a lo largo de los pleitos, presenta muchas caras: Colón y Yañez Pinzón pactaron al 50% el descubrimiento. Como los descendientes de Pinzón cedieron las tierras a la Corona automáticamente se le arrebata el 50% al descubridor. Otro argumento es que Colón pactó descubrir unas tierras a través de su ciencia náutica pero hay toda una serie de personajes que exponen en los pleitos que halló las tierras por puro azar ¿por qué se las tenían que dar entonces? Y, finalmente, si Colón era Genovés, la corona no podía otorgarle los títulos de Virrey, Almirante y Gobernador general por ser  extranjero. En otras palabras, los motivos eran meramente económicos y políticos.
El descubridor catalán

Desde el último tercio del siglo XVIII surge en Cataluña un interés vivo y considerable por la personalidad, la vida y la obra de Cristóbal colon y su relación con la Corona de Aragón. Pere Serra i Postius afirmó entonces que el apellido era catalán. Carreras i Candi lo identificó con un corsario Colom mencionado en un aviso en las consolas de mar de los puertos catalanes del 1473. Un peruano, Luis Ulloa, lo emparentó en 1927 con Juan Baptista Colom i Montrós (o Torroja) un catalán del Principado que luchó contra Juan II y se cambió el nombre por Cristòfor (Cristóbal en castellano).

Según estas tesis, entonces, el verdadero apellido del descubridor del Nuevo Mundo era Colom y no Colón como se dice en las Capitulaciones de Santa Fe de abril de 1492. Así lo atestigua el historiador Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdés (1478-1557) en Historia general y natural de las Indias, Islas y Tierra Firme del Mar Océano, obra que fue publicada por la Real Academia de la Historia de España en el año 1851. Gonzalo Fernández de Oviedo, que en toda su obra escribe Colom al referirse al navegante, a sus hermanos, hijos y demás familia,  nos informa que conoció al hombre que pactó con los Reyes Católicos durante  el sitio  de Granada, que lo vio llegar a Barcelona al regreso del primer viaje y, por añadidura, fue paje en la corte real al mismo tiempo que  Diego Colom, hijo primogénito del Almirante. Oviedo tenía razones muy poderosas para escribir  que el linaje del descubridor y su familia era Colom, porque le conoció personalmente a él y a su entorno familiar.

Puesto que el apellido Colom es originario de las tierras que formaban la Confederación Catalano-Aragonesa, es justo pensar que la familia del descubridor era natural de alguno de sus territorios: Cataluña, Valencia o Baleares.

¿Desde dónde zarpó?

Bilbeny va todavía más lejos. Ha tratado de demostrar que Colom no zarpó de Palos de Moguer como asegura la historia oficial sino de Pals en l’Empordà.

Las referencias históricas son muy confusas en este punto. Hay cronistas que le hacen zarpar de Cádiz otros, como Bartolomé de las Casas, comentan que «salió del río que se llama Saltes, porque es así como se llama aquél río de Palos». Pues bien, Saltes era ya, entonces y, desde hacía dos siglos, una isla desabitada. Por otra parte, «por más que los documentos hablen de Palos como una fortaleza militar, -añade Bilbeny- la verdad es que nunca lo fue. Hoy en día no se conserva un solo resto arqueológico que lo pueda certificar. Cosa que no ocurre con Pals que aún hoy mantiene todas las trazas de la villa fortificada medieval».

Pero hay otro aspecto curioso que valida la teoría. Según el filólogo y epigrafista Jordi Teixidó, el conocido mapa del almirante turco Piri Reis -aquel que muestra el perfil de las costas antárticas, con una precisión que no se corresponde a la época en la que fue dibujado, (siglo XVI)- tiene una leyenda escrita en turco en la que el almirante comenta que un amigo suyo capturó a un marino de origen griego que viajó con Colón. Éste asegura que llegaron primero a las columnas de Hércules, accidente geográfico con el que los clásicos denominaban al estrecho de Gibraltar y que obviamente es anterior a Palos. También Alfonso García de Matamoros (1553) expone que «al llegar a Ceuta, habían recorrido 4000 millas». Sin duda la distancia nada tiene qué ver con Palos pero se aproxima al recorrido desde Pals de l’Empordà.

Otra inquietud que suscita por el mapa de Piri Reis es la fecha del viaje: cita 1485 o, para ser más precisos, el año 890 después de la Héjira; es decir siete años antes de la fecha oficial. Por consiguiente el descubridor estuvo antes en el nuevo continente. «En las Capitulaciones de Santa Fe se alude a este pre-descubrimiento –afirma Teixidó- vienen a decir que financian el viaje para confirmar lo que Colón había encontrado». Y esto es importante porque «Si Colón en 1485 ya estaba navegando no puede ser el tejedor genovés que la historia oficial nos pretende hacer encajar» -remarca Bilbeny.

Ibiza, ¿patria chica de Colón?

Cristóbal Colom, y aún hoy en día sus descendientes, emplean en su escudo  unas armas catalanas no existentes en ninguna otro campo heráldico. Sabemos que el descubridor no tenía como lengua materna el toscano (base del actual italiano) ni el genovés, ni el portugués, ni el castellano, sino el catalán. Así lo dejó escrito el gran filólogo español  Ramón Menéndez Pidal en su obra La lengua de Cristóbal Colón.

El hecho de que el descubridor tuviera  el catalán como lengua materna no ofrece, sin embargo, una solución respecto a si era natural de allí o, tal vez, de las islas Baleares.

n el archivo histórico de Ibiza, hay referencias a un Bernat Colom, uno de los tres jurados de la isla, que el año 1340 viajó a Perpignan  para entrevistarse con el rey Jaume III. Hubo también un Joan Colom que en 1379 tenía el monopolio en Ibiza sobre los derechos de entrada y salida de los cautivos. También está documentado en el Archivo de la Catedral de la isla un Francesc Colom, que en calidad de procurador de la Universitat negoció en 1385 ciertos asuntos en Barcelona con el rey Pere IV.

Los Colom de Ibiza, pues, por su posición política, social y económica debían ser  una rama de los Colom  que tenían propiedades en el Call judío de Barcelona.

Y es que el navegante descubridor de América solamente se explica como catalán de nación y de ascendencia judía. Así lo afirma Jorge Vilalta Castellet, miembro del Centro de Estudios Colombinos y autor del libro Una fogata en la noche en el que asegura que debido a la persecución de los reyes Católicos a los judíos, Joan Colom Bertrán (hijo de Francesc Colom y Margarida Bertrán) asumió el pseudónimo de Cristóbal Colom.

El Colón Gallego

Pero las conjuras sobre la nacionalidad del descubridor no terminan aquí. A finales del siglo XIX, una revolucionaria teoría acaparó las tertulias culturales de Pontevedra. Sostenía que la cuna de Colón no era otra que Galicia. El responsable del revuelo fue un trabajo de Celso García de la Riega titulado Cristóbal Colón, español. Basaba sus suposiciones en ciertos documentos hallados en los archivos de Pontevedra, en los que figuraban una gran cantidad de personas apellidadas Colón y a las que el historiador relacionó con la familia del descubridor.

La historia oficial admite que la finca pontevedresa llamada La Puntada, perteneció a los descendientes del descubridor, concretamente a los Duques de Veragua. A pocos metros, en Porto Santo, Parroquia de San Salvador de Poio,  se hallan las ruinas de la denominada «Casa Natal de Cristóbal Colón» o Casa Da Cruz, denominación que recibe por hallarse frente a ella un crucero, en cuya base rezaba «Juan Colón, 1420».  La inscripción, sin embargo, ha sido borrada aunque podemos afirmar con precisión que existió gracias que el arqueólogo Luis Gorostola las fotografió en 1917.

El principal valedor de la hipótesis de un descubridor gallego es el Capitán de la Marina Mercante y oriundo de la ciudad de Vigo, Alfonso Philippot Aveledo.

En el transcurso de su vida profesional Philippot visitó numerosos países del área caribeña, y se especializó en la llamada «Ruta de Colón». Su afición por la historia nace a temprana edad, pero hasta 1977 no hace públicos sus trabajos, centrados principalmente en la figura del Descubridor.

«Defiendo la teoría de que Colón era gallego –esgrime sin titubeos-. Mis estudios vienen a continuar la línea abierta por los investigadores del siglo XIX, como Celso García de la Riega, que fue uno de los grandes estudiosos defensores de la nacionalidad gallega de Cristóbal Colón. Para mi –dice-  estos investigadores son el punto de partida al que yo aporto un punto de vista revolucionario».

Como Vilalta Castellet, Philippot asegura que Colón empleó un pseudónimo para emprender su empresa. Este veterano marino trata de demostrar que el nombre real del descubridor de América no es otro que Pedro Madruga. Entonces, ¿Quién es el Juan Colón que figuraba en el crucero de Porto Santo?

«Juan –explica Philippot-, sería bisnieto del primer Colón establecido en España y en Galicia, hacia 1380 y que desempeñó el cargo de procurador de una cofradía de la ribera, abuelo a su vez de la madre de Cristóbal».

Pero estos no fueron los únicos Colón que habitaban Porto Santo y Pontevedra.  Setenta años antes del descubrimiento el apellido Colón ya se hallaba implantado en Galicia. Cualquier persona puede comprobar los documentos de la época tanto en los archivos del Museo como en las actas parroquiales de la Iglesia de San Bartolomé.  Existen decenas de documentos auténticos que prueban la residencia en estos lugares de familias apellidadas Colón, todos ellos relacionados con el mar.

Philippot lleva ya vendidas cuatro ediciones de su libro La identidad de Colón y tras cuarenta años de pesquisas sus conclusiones no han podido ser refutadas. Lo curioso es que mientras para Menendez Pidal la lengua de Colón era el catalán, para el historiador gallego es evidente que lo hacía en una mezcla de gallego y portugués. Y, por si fuera poco, asegura que en el transcurso de sus cuatro viajes, impuso cientos de nombres a las localidades a las que llegó, exclusivos de las Rías Bajas.

Las naves gallegas

Puestos a especular: ¿no llevaban las naves una cruz de Santiago desplegada en sus velas? Y si hilamos más fino: ¿Por qué bautizó Santa María a la nave? ¿No es acaso la patrona de Pontevedra? El historiador Fernández Oviedo escribía en 1535 que «…debeys saber que de Palos principió su camino con tres carabelas. Era capitana ‘La Gallega’, dedicada a Santa María, patrona de Pontevedra…»

¿Por qué había de darle el pseudónimo de «La Gallega»? Posiblemente porque en el arrabal del barrio de La Moureira -la ría que se halla frente a la finca La Puntada-, se halla el astillero donde fue construida la Santa María.

La mítica nave terminó sus días frente a las costas de Haití, en lo que hoy es la bahía de caracol. Corría el 25 de diciembre de 1492. Siete días antes, según refleja el diario de a bordo de Fray Bartolomé de las Casas (1527) «el Almirante luego en amaneciendo, mandó ataviar la nao (nave) de armas y banderas por la fiesta que era este día de Sancta María de la O»  El 18 de diciembre, curiosamente, se celebra en Pontevedra la festividad de su patrona oficial, Santa María de la O. ¿Casualidad?

Colón nunca bautizó ni un sólo lugar de todos los descubiertos con algún nombre de su supuesta patria genovesa. Existen, sin embargo, más de 100 topónimos que concuerdan con lugares de la costa gallega. Es el caso de los ríos Miño y Xallas, en Jamaica, que tienen sus gemelos en Galicia, el Porto Santo de Cuba que es el nombre de la parroquia donde según la tradición nació el descubridor. Punta Lanzada, en Haití que es, también, el nombre de una ría de la costa norte de Pontevedra, o el más representativo de todos; el  Cabo Casa Da Cruz, en la isla de Trinidad y que es, como hemos visto, el nombre de su Casa Natal en Porto Santo.

Después de esta exposición se hace difícil inclinarse con rotundidad acerca de si el almirante fue gallego, catalán o ibicenco. Resulta -a priori- más fácil esperar al ADN para darle la razón a los unos o a los otros.Genovés.

Pero no tejedor, sino corsario

A pesar de la multitud de teorías sobre el origen de Colón, la Real Academia de la Historia sólo se ha pronunciado en dos ocasiones; por la tesis de los investigadores Luis Ulloa y de Celso García de la Riega en el siglo XIX.

Pero, recientemente, se ha divulgado una nueva hipótesis que aún cuando no contradice el origen genovés de Colón sí da un giro en cuanto a la vida del descubridor. Su autor es el prestigioso historiador Alfonso Enseñat de Villalonga quien para documentar su tesis ha acudido a las fuentes originales de Génova, donde se conservan 375.000 actas.

Sólo seis o siete grupos has accedido a ellas, fundamentalmente italianos que han expurgado esa documentación y han efectuado síntesis.
En una entrevista concedida al programa Enigmas i Misteris, en Ràdio 4, (RNE en Cataluña) reconoció haber encontrado muy pocos «Colombo», «muchos de ellos equivocados porque donde decía Columnis traducían Columbis». Enseñat ha llegado a la conclusión de que sólo hay una familia Colombo de menestrales (tejedores), algunos de ellos con causas pendientes con la justicia pero que enlaza con la versión oficial en tanto se han mezclado familias y personajes «han creado un Colón virtual que nada tiene que ver con el Colombo que ellos presentan» -concluye.
El historiador español aseguró que la familia original de Colón se llamaba Escotto y que tras entrar en el Albergo Salvaggio -y como era costumbre en la época- adoptaron el nombre del albergi genovés. En este caso Colonne.  Ese fue el apellido hasta 1453. Posteriormente cambiaron al nombre definitivo  a Salvaggio que es el que adoptó su padre al casarse con María Salvaggio. El nombre del descubridor es Cristóbal Colonne y que habría sido un corsario genovés.

O BERCE DE COLÓN – Por Alberto Estévez Piña

Publicado no xornal A Peneira, de Ponteareas, en dous capítulos en decembro de 1994 e xaneiro de 1995

 

I.- UN MISTERIO OCULTO ENTRE SOMBRAS

«A materia está esgotada, o problema resolto e non debe discutirse máis este asunto». Con estas palabras, así máis ou menos, finalizaron algúns autores no pasado século as súas diferentes teses  sobre o discutido berce de Cristóbal Colón. Creo, polo contrario, que nunca finalizará a discusión, na que prevalecerán sempre opinións contradictorias e, en moitos casos, dificultada a súa admisión pola súa mesma falta de consistencia.

A afirmación de ser materia esgotada, coa que comeza este traballo mantíñaa hai agora cen anos Francisco R. Uhagón na súa obra La patria de Colón, segundo los documentos das ordes militares. A investigación deste autor foi o resultado do estudio das xenealoxías correspondentes, sobre o códice do índice dos cabaleiros que vestiran o hábito de Santiago. Neste caso, R. de Uhagón atopou a de Diego Colón, neto do inmortal navegante, co proceso que se lle abriu para a súa toma do hábito. Deste documento o investigador trasládanos ó pé da letra tres declaracións. A primeira, a de Pedro de Arana, que unicamente afirma oír dicir que Colón era xenovés, pero que non sabe de onde era natural. A segunda, máis explícita, é a de Rodrigo Barrena coa mesma afirmación, pero tamén so por oír dicir que Colón era do señorío de Xénova, da pequena localidade de Soana. Por último, a terceira, a de Diego Méndez, compañeiro de navegación do Almirante, que é a que poder ter máis importancia, na que di que Colón era natural da referida Soana, vila achegada a Xénova.

Claro que estas afirmacións non teñen máis fiabilidade que o creto que poidamos dar ás referidas declaracións, tendo a mesma posibilidade de credibilidade que outros testemuños, tamén procedentes de amigos e compañeiros de Colón, que tampouco aclaran moito, e así o recoñece no seus escritos o propio fillo do Almirante, Fernando.

Pero ¿como pode darse máis fiabilidade ás palabras antes mencionadas que ás do mesmo Colón, cando di de maneira terminante: «Sendo eu nacido en Xénova, vin a servir aquí en Castela… de Xénova, nobre cidade e poderosa por mar…  dela saín e nela nacín»?


Xénova insistiu reclamando o privilexio de ser berce de Colón. Non conseguiron nunca sinalar con precisión a casa onde naceu, pero o Municipio comprou no ano 1887 pola cantidade de 31.500 pesetas (ó cambio desta data), unha casa na que se supuxo que o Almirante pasara a súa infancia e xuventude, cando o seu pai era tecedor de panos.

Por outra parte, no pequeno pobo de pescadores Cogoleto ou Cugureo, existiu no pasado século unha humilde casiña. Sobre a súa porta lucía o escudo de armas do primeiro Vicerrei e ó seu pé dicía: «¡Estranxeiro, detente! Aquí viu Colón a luz por vez primeira. Omaior varón do orbe viviu na estreitez desta casa. «

Non pasarei sen sinalar que a maior parte dos historiadores manteñen ser a referida Soana a patria de Colón, ós que se unía, coa súa tese de hai agora cen anos, o citado R. Uhagón. Soana alegaría como principal argumento o dar Colón o nome de Soana a unha das illas descubertas, o que quería supor fixo en recordo do seu lugar de nacemento.

Non sorprende que tamén nesta localidade se atopase unha casa que no lintel dicía: «longos anos meditando a súa atrevida concepción nesta casa xa de antes posuída por Domingo Colombo, habitou o inmortal descubridor da América que no medio dos grandes perigos da súa gloriosa empresa en recordo da patria deu o nome de Soana a unha illa do Atlántico».

Naturalmente, non pode quedar esquecido que outras moitas poboacións, fundándose en menores ou peores datos, reclaman a mesma gloria, avalando a súa tese por historias ou investigadores, non faltando quen sostivera que Cristóbal Colón fose grego, inglés, portugués e sobre todo galego-xudeu.

Falaba o dialecto xenovés, pero os seus escritos foron sempre en castelán-portugués, o que quere dicir algo. Retornando ó que ía, é necesario non pasar por alto a referencia da cidade de Calví-Córcega, para a que hai agora cen anos reclamouse tamén o referido honor.

Esta tese foi seguramente apoiada nos primeiros capítulos da Historia de Cristóbal Colón escrita polo seu fillo natural, Fernando, onde este fala da patria, do orixe e do nome do berce do seu pai. Pero todo o deixa en tebras e misterio,  parecendo algunha vez querer descubrila e posibilitando ó final que unicamente se deduza que o seu pai non foi nacido en Xénova. Si. Remata sen declarar onde naceu cando di que uns o fan nacido en Nervi, outros en Cugureo, outros en Buggiasco (todas localidades achegadas a Xénova) outros din Soana e outros moitos xenovés. Déixase unha vez máis entre nubes a orixe e a patria de Colón, como se nada soubera diso ou como si, sabéndoo, lle interesase contribuír a mante-lo misterio.

Lembrarei que se cumpre agora un século das solemnes e brillantes festas que celebrou a localidade de Calví para conmemorar o cuarto centenario, sendo continuación das que se celebraran no ano 1886 co motivo da colocación dunha lápida que di: « Iie est ne 1441 Christophe Colome -inmortalisé par le découverte de Noveau-Monde-, alors que Calví était sous la domination Génoise,- morta á Valladolid le 20 mai 1506″  (**).
Se esta lápida estivera protexida pola razón, resulta que España por un lado e Francia polo outro poderían reclamar ata certo punto, so seu, a Cristóbal Colón. España pode facelo con máis motivo aínda polos dereitos de posesión que entón tiñan en Córcega os Estados aragoneses, xa que alí ondeaba a bandeira das roxas barras, cando debeu ocorrer o nacemento do Almirante. Neste punto, o capelán Martín Casanova é quen tal vez máis fixo e con máis empeño traballou en favor desta tese, recollendo datos e documentos, solicitando o patrocinio e o concurso de tódolos cidadáns, dende a cabeza da Igrexa ata o máis humilde.

Deste empeño en investigar, sumado á constancia, dirixíndose a periodistas, literatos, historiadores, ministros, embaixadores e Xefes de Estado, removendo, en fin, ceo e terra para conseguir un só grito: ¡Colón nació en Calví!

A Revista de París e a Enciclopedia del siglo XIX- en Francia así como outros moitos xornais da época, aceptaron sen vacilar esta opinión. Naturalmente, en España algúns xornais sostiveron esta idea, sendo partidarios dela o Suplemento de Barcelona e o Diario de Cádiz.

Pero é un aragonés, senador do reino, Luís Franco y López, barón de Mora, quen primeiro admite as conclusións do capelán Casanova e as da a coñecer, aínda que no 1886 dirixiu na Real Academia da Historia co titulo de Cristóbal Colón español, nacido en territorio pertencente ó reino de Aragón e que por acordo da Academia, publicouse no boletín de outubro do citado ano.

É necesario finalizar lembrando a existencia duna poesía latina que moitos atribúen ó propio Colón. Está escrita de maneira parecida ás célebres Heroidas de Ovidio. Titúlase Cristóbal Colón a Córcega. Versificada así: : «¡Oh Córcega! Teu so nome non é Corisca xa que, divíndoa, atopase nel, Cor e Sica, corazón e puñal. «¡Oh Córcega! Por verme ti nacer é polo que Xénova, a miña fera madrasta, orixe dos meus males, foi para min un puñal. ¡Oh, ribeiras de Cessía! ¡Oh, Calví, a miña única delicia! Como me entristece o teu recordo en medio das miñas amarguras».

 A composición prosegue explicando como pasou a Lisboa, onde sería rexeitado, o mesmo que en Xénova:  «¡De que me serviu -exclama- o irme a provocar os anoxos e furias do océano, expoñéndome a ser devorado polos seus monstros? ¿De que o recibir en Barcelona o título de Vicerrei e o de Gran Almirante da Hespania? «. A poesía finaliza con estes versos: «¡Oh, Córcega, se opós teu corazón e teu puñal ós nosos tiranos, serei vingado!»

Si. O berce de Cristóbal Colón, é preto despois de seis séculos un misterio, algo que parece máxico e profundo, oculto entre sombras.

II.-  DOUS TUDENSES PAIS DA TESE «COLÓN GALEGO»

Ninguén pode negar os centos de nomes dados polo gran mariño nas novas terras, accidentes xeográficos da costa galega, praias, enseadas, ríos, illotes, pequenos portos e un longo etcétera de circunstancias de recordos de nenez e xuventude do Almirante. Devocións, pensamentos e palabras do pobo das Rías Baixas, perpetuados por un longo glosario de topónimos… Colón pensaba en galego; algo que anoxaba a Fray Bartolomé de las Casas. Si; evidentemente, non exercía dominio do castelán nin do portugués e, afirmativamente, nada coincidía de italiano.

San Salvador: 0 primeiro nome que impón de maneira reiterada é San Salvador. Illa de San Salvador, enseada de San Salvador e río de San Salvador. A posibilidade que San Salvador de Poio corresponda a súa parroquia de nacemento, sería razón sobrada para esta circunstancia. 
Repasando o calendario romano non se encontra ningún San Salvador e, fóra de Galicia, Estremadura e Biscaia (seguramente imposto este nome por galegos emigrantes,que foron substituídos por mozárabes e xudeus), non existe ningún lugar, zona ou pobo con esta denominación e, de maneira particular para o caso, en Italia non hai ningún con este nome. ¿Por que non lle puxo El Salvador?
Cando se dirixe ós Reis Católicos con caligrafía netamente española e absolutamente distinta á italiana da época anunciándolles que tomou indios para «deprender nosa fala «, reafirma que a súa era a dos Monarcas, é dicir, o castelán.

A Española, A Galega e Santiago: Lembrarei que despois de cumprir con Reis e co Infante perpetuando o nome da Isabela, A Fernandina e A Xoana, puxo ás seguintes descubertas A Española, A Galega e Santiago. Outra vez se esquece da nomenclatura italiana por estes nomes de marcado honor español e eminentemente galegos.¿Por qué non lle puxo os nomes italianos, de Xénova ou de calquera dos tantos que se disputan seu berce?
Acrecentarei que ó continuar o seu viaxe e descubrimentos, pon a outras terras nomes de varias cofradías de Pontevedra, como San Nicolás, Santa Catalina e San Xoán Bautista.

Colón acrecenta o seu lugar de nacemento: Ó falar da ría de Baracoa de Cuba, a bautiza co nome de Porto Santo, quizais por ser esta baía semellante á enseada de Porto Santo, Santo, de Pontevedra, lugar ó que se atribúe o seu nacemento, reafirmándose aínda máis a tese cando tamén pon os nomes dos catro pobos da ría de Pontevedra, San Salvador, Porto Santo, Cabo de la Galera e Punta Lanzada.
Na rexión oriental de Cuba o Almirante, outra vez recorda os nomes da costa sur de Pontevedra con Caio Moa, río Moa e Serra da Moa. Si; sería interminable a relación de nomes coincidentes nos accidentes xeográficos daquelas e estas costas galegas,que os nosos lectores poderán coñecer polas importantes obras en defensa de Colon Galego, como Don Cristóbal Colón, súbdito de Dña. Isabel de Castela e galego de nación, de José Ramón Fontán e a de Alfonso Philippot Abeleda. A identidade de Cristóbal Colón. Por outro lado, ¿como dicíndose nacido en Xénova non escribiu nin unha soa palabra en italiano; e cando escribía en latín e non encontraba a palabra axeitada escribía en galego-portugués, é dicir castrapo?

«A Galega»: Construída en Arrabaldo da Moureira, en Pontevedra, A Galega, A Galega, rebautizada Santa María, a manda Cristóbal Colón e foi a Capitana, como logo habería de selo La Niña, perdida aquela en Haití en decembro de 1492.

0 cabo de San Telmo: Dí don Fernando: «Fue la última tierra que se perdió de vista el cabo de San Telmo… a veinte leguas hacia el noroeste».  Atopámonos así o impor Colon ó último cabo, o nome dun santo eminentemente mariñeiro, patrón dos navegantes, conciliador de ventos e tempestades e santo patrón da cidade de Tui e a súa diócese.  Os fogos de San Telmo, de orixe pagá na Idade Media, cristianizados e bautizados co nome do santo nacido en Frómista, ou tamén Corpo Santo, por considéralos parte do seu corpo, e un culto nado en Galicia, coñecido por tódolos gremios de mareantes e perpetuado nos sete mares.

Dí Eliseo Alonso na súa obra Baixo Miño e Costa Sur: «Por gracia desta fe mariñeira, Cristóbal Colón, na súa segunda viaxe, cando maior era a furia dunha tormenta, viu o corpo de San Telmo rodeado de sete cirios acendidos no tope do mastro, co seu prodixio tranquilizouse a tempestade, salvándose as carabelas».

Arribada en Baiona: Non é de estrañar que os mariñeiros da Pinta arribaran ó porto de Baiona o 10 de marzo de 1493 e mentres se reparaba, se desprazara a súa tripulación á Catedral de Tui para agradecer ó santo mariñeiro a protección recibida na perigosa travesía. Dela foran partícipes moitos galegos, entre eles, os destacados pilotos miñotos Cristóbal García Sarmiento e Sancho Ruíz de Gama. Seguramente non lle faría falta a Pinta, ó pasar un temporal e traer a nave avariada, e permitiulle por rumbo á costa que lle sería ben coñecida, desexosos de abrazar as súas familias e, sobre todo, para cumprir o desexo de Colón, que quizais quixo enviar a Pinta, capitaneada por Martín Alonso Pinzón para dar coñecemento da feliz nova a súa terra máis querida.

¿Colón ou Colombo?: 0 primeiro Almirante e Vicerrei das Indias é ¿Colón ou Colombo? Certamente, en tódalas actas sacadas dos protocolos notariais de Xénova e Soana, para demostrar que a xenealoxía de Colón e este son italianos, non se atopa o apelido Colón. Aparecen os coñecidos, Colombos e Columbos, pero non Colón.

Colón galego: 0 tudense Justo Eliseo foi o primeiro que pretenden demostrar a tese  «Colón galego». Justo Eliseo y Barros, importante escritor e investigador nacido en Tui o 14 de xuño de 1862 e falecido en Vigo sen case contar corenta anos, foi o primeiro que sobre os anos 1895-96 quixo demostrar que Galicia era terra do nacemento de Colón. Publica os razoamentos da súa tese Colon Galego, na revista madrileña Alrededor del Mundo, do ano 1895, reproducida despois nalgúns periódicos galegos como o fixo El Independiente de Vigo.

0 tudense Castiñeiro Antelo descubre o primeiro documento nos arquivos do Concello de Pontevedra, o saca á luz, o  tudense afincado en Pontevedra, Carmelo Castiñeiro Antelo , secretario da Sociedade Arqueolóxica de Pontevedra, quen buscando obxectos que tivesen interese para o Museo da Sociedade que fundara co seu compañeiro Castro Sampedro e Folgar en 1894, viuse recompensado pola alegría do gran achado. Despois, como é coñecido, foron aparecendo outros documentos no que o apelido Colón aparece antes do ano 1405.

Ó facerse García de la Riega cos documentos tivo a desgraciada idea de retocar algúns, buscando que as reproduccións fotográficas aparecesen con máis claridade, aínda que sen alteralos o máis mínimo, co cal non fixo outra cousa que inutilízalos dándolles a posibilidade ós seus adversarios, Oviedo e Arque, Sérrano e Sanz e outros que tamén lle atacaron de maneira desapiadada, cualificándoo de impostor, falsificador, co cal a súa tese sufriu un duro golpe.

É importante sinalar que na revista Colombina Iberoamericana La Rábida, de data xaneiro de 1925, firmando polo xurisconsulto asturiano Rafael Calzada, afirma facer unha longa  viaxe dende Arxentina, onde emigrara á caída da Primeira República, para chegar a Pontevedra, non só, di, para poder oír dos labios do propio señor de la Riega as súas afirmacións, senón para ver polos seus propios ollos as testemuñas en que se fundaba, atopándose, afirma, documentos aínda intactos sen ningunha clase de manipulación.

O doutor Rafael comezou en 1915 unha campaña pro «Colón Galego» dando conferencias en diferentes países de América e defendendo a tese en congresos e publicando un libro en 1924 onde fai mención da crenza de que dende os Reis Católicos vense falando de Colon como descubridor das Indias occidentais e non é así, di. Pasaron cerca de dous séculos do Descubrimento, para que se falase de Colon como descubridor do Novo Mundo. Efectivamente o nome de Colón tívose moi esquecido incrible e durante o século XVI a penas foi nomeado ou lembrado comezando a mencionarse no século XVII pola campaña do Cronista de Herrera e Tordesillas.

(**): » Nado en 1441 Cristóbal Colón -inmortalizado polo descubremento do Novo Mundo-,  cando Calví estaba baixo a dominación xenovesa; morto en Valladolid o 20 de maio de 1506″

 * Artigo propiedade de A. Estévez Piña e publicado en A peneira, http://www.apeneira.com

COLÓN, CRISTÓBAL – por Gustavo Vargas Martínez

Cristóbal Colón.
Litografía de J.J. Martínez.
Museo Nacional, Bogotá.
 

 

Navegante y descubridor de América. Casi todo lo relativo a Cristóbal Colón está rodeado de polémica o permanece en el misterio: nombre, lugar y fecha de su nacimiento, educación, viajes, amigos, valores éticos, locura, de todo se ha dudado. El primero en meter desorden fue su propio hijo Fernando, cuando en la Vida del Almirante (1571), aseguró que su padre «quiso que su patria y origen fuesen menos ciertos y conocidos» (capítulo I), y que de sus viajes y navegaciones «no tengo plena noticia puesto que él murió cuando aún no tenía yo ni atrevimiento ni familiaridad bastante por el respeto filial para osar preguntarle tales cosas» (capítulo m). A juzgar por los relatos de sus coetáneos, Colón fue gente de mar desde muy joven, cartógrafo como su hermano Bartolomé y conocía tanto el Mar del Norte como el Mediterráneo. Pero los historiadores desde hace un siglo han puesto en tela de juicio si Colón, como afirman los españoles, y Colombo, como lo identifican los italianos, son o no una misma persona. Ciertamente la familia de Cristóforo Colombo era de operarios manuales-tejedores y laneros unos, vinateros otros- y por esa razón se sostuvo la tesis de que el hijo de Dominico Colombo y Susana Fontanarosa, nacido entre el 28 de agosto y el 31 de octubre de 1451, al parecer en Génova o en alguna ciudad del Genovesado, fue cardador de lana y no tuvo nada que ver con el intrépido navegante «descubridor» del Nuevo Mundo. Que Colón y Colombo eran dos personas distintas lo demostró en 1921 el académico Ricardo Beltrán y Rózpide. Que Colón pudo ser español, judío cuya familia había emigrado a Italia una o dos generaciones atrás, lo argumentó Salvador de Madariaga. Que era catalán, lo afirmó Luis Ulloa. En medio de tan singulares polémicas, la Real Academia de Historia de Madrid concluyó en 1926 «que si bien hasta ahora es cierto que no hay prueba suficiente para declarar que Colón nació en Pontevedra, tampoco la hay de que nació en Génova». En 1953 la prensa internacional dio noticia, al parecer definitiva, de que Colón había nacido en Casale Monferrato. Otros exigieron que se reconociera a Cataluña como patria del Almirante, argumentando que el Documento Borromei, atribuido al protector de Pedro Mártir de Anglería, demostraba que había nacido en Mallorca. Pero los historiadores, escépticos ahora, no han hecho más que tomar nota de las discrepancias. La enigmática firma de Colón sigue siendo, 500 años después, otro misterio sin descifrar. Algunos han visto en ella la estrella de David, disimulada entre las letras; otros, en cambio, la traducen invocación latina de origen cristiano. El hecho de que Colón no haya escrito en italiano, porque no sabía la lengua, sino en español, aunque salpicado de galleguismos, y que impuso muchos nombres españoles a los lugares que visitó, hace aún más sospechoso su lugar de origen. En 1990, un autorizado historiador italiano, Paolo Emilio Taviani, realizó una cuidadosa tarea de divulgación y estudio de las tesis genovesistas respecto a Colón. Sin embargo subsiste la duda sobre la identidad entre el navegante Colón y el lanero Colombo. Es desconcertante que ni retratos auténticos haya de Colón: de una treintena de pinturas, algunas tan populares como el anónimo existente en la Galería Giovio, en Como, o el de Sebastián de Piombo, en el Museo Metropolitano de Nueva York, todas las treinta son apócrifas.

Los años mozos de Colón se desconocen. Los de Colombo están en tela de juicio. De éste se dice que estudió en Pavía, pero ningún documento avala la aserción. Que vivió en Savona en 1473, cuando trabajaba para casas comerciales genovesas, parece cierto, al igual que su radicación en Portugal en 1479. A1 año siguiente se casó con Felipa Moniz, hija de Bartolomé de Perestrello, capitán de Puerto Santo. Es la época en que leyó la Imago Mundi de Pedro d’Ailly y la Historia Rerum Libique Gestarum del papa Eneas Silvio Piccolomini. Entre 1485 y 1486 se estableció en Castilla, ya dedicado totalmente a promover su proyecto del viaje transoceánico. Es, justamente, la época en que conoció, al decir de Juan Manzano y Manzano, el viaje del protonauta Alonso Sánchez de Huelva, y el momento en que se consolidó lo que la historia conoce como «el secreto de Colón». Como se sabe, Colón nunca pudo explicar con suficiencia las razones que tenía para su proyectado viaje «a levante por poniente». Conociendo la existencia de tierra firme al oeste con el nombre de India Oriental como estaba pintado en los mapas de Martellus de 1489, sabiendo que a 750 leguas aproximadamente se extendía el enorme archipiélago antillano, que desde Marco Polo se creía parte de Cipango (Japón), Colón no podía revelar la fuente de su información a los eruditos del reino, por la simple razón de que no convenía a sus planes de obtener prebendas y recompensas: conoció la ruta en la bitácora de Sánchez de Huelva, muerto en su casa de Madera en 1484. Acosado por su conciencia y por las presiones de los sabios que exigían documentos probatorios para avalar su proyecto, le confió su secreto al fraile de La Rábida, Antonio de Marchena. Sin embargo, el desarrollo mismo del primer viaje trasatlántico de 1492 dejó al descubierto suficientes indicios de lo dicho aquí. Veamos algunos:

El texto de las Capitulaciones de Santa Fe, signadas el 17 de abril de ese año, admiten claramente que Colón descubrió islas y tierra firme en los mares occidentales. Literalmente dice que Colón «ha descubierto», así, en pasado y como hecho cumplido.

La seguridad en la ruta trazada este-oeste, casi en línea recta por la latitud 28 norte, desde la Isla Gomera, si bien no llevaba más que confusamente a las islas antillanas, muestra un conocimiento claro de tierras al otro lado del océano. La ruta de regreso siguiendo la corriente del Gulf Stream, suroeste-al-nordeste, es otro acierto y otro misterio no suficientemente aclarado.

El mapa que llevaba Martín Alonso Pinzón, consultado en altamar y conocido durante «los pleitos colombinos», era una copia del Martellus traído de Roma, de la biblioteca del papa Inocencio VIII, fechado en 1489, donde explícitamente aparece el litoral suramericano.

La doble contabilidad llevada durante el primer viaje, demuestra que se tenía una distancia estimada y prevista de unas 750 leguas marinas, calculada porque se tenía conocimiento de las distancias por recorrer, bien por Martellus, Behaim, por Pinzón o por sí mismo.

La carta-credencial para el Gran Can, por triplicado, delata una misión predeterminada y un objetivo político del viaje, no evangelizador, puesto que en el primer viaje no iba ningún cura y sí un intérprete políglota, Luis de Torres, judío que hablaba «hebraico, arábigo y algo de caldeo>. Allí se le ordena dar embajada ante los príncipes de Oriente y referirles la situación de España después de la expulsión de moros y judíos.

En efecto, en el proemio a su Diario de viaje, es patente que Colón sabía a dónde iba y a qué, pues no tendría objeto darle informes al Gran Can de la estrategia antimusulmana y antijudía de los reyes si no era con el propósito de buscar su alianza.

La confirmación de los privilegios otorgados al Almirante el 28 de marzo de 1493, después del primer viaje, se apresura a otorgarle nombramiento de Virrey de las islas y tierra firme, cuando sólo se habían hallado seis islas y apenas habían transcurrido trece días de su regreso.

La insólita bula papal, imprudente y precipitada, qué encomia el viaje «descubridor» de Colón y prepara los tratados de partición del mundo, cuando apenas el almirante pisaba, de retorno, tierra hispana.

Fernando Colón, en la biografía de su padre, dejó testimonio de la manera solapada y de los ardides de que se valió para decir su verdad a medias, ante las juntas de sabios convocadas para examinar el proyectado primer viaje: «Como en aquellos tiempos no había tantos cosmógrafos como hay ahora, los que se reunieron no entendían lo que debían, ni el Almirante se quería dejar entender del todo, por temor a que ocurriese lo mismo que en Portugal y se alzasen con el santo y la limosna>. Pero Marchena sí conoció la verdad de todo, y ese es un nuevo indicio revelador. Gonzalo Fernández de Oviedo afirma que Marchena fue «la persona sola de aquesta vida a quien Colón más comunicó de sus secretos». Pero como tampoco los podía revelar, porque los había conocido bajo el secreto de la confesión, el fraile se las ingenió para decirle a los Reyes Católicos «que era verdad lo que el Almirante decía», y a Martín Alonso Pinzón que «fuese a descubrir las Indias que placería a Dios que habían de hallar tierra». El propio Colón aceptó después, que en los siete o casi ocho años que duró su lucha por obtener apoyo oficial a su plan de viaje, «no halló persona que no los tuviese en burla salvo aquel padre fray Alonso de Marchena». ¿Qué otra cosa pudo revelar Colón a Marchena sino el origen y las pruebas de su ambicioso proyecto? Aún más, información suficiente sobre Sánchez de Huelva, primer español en llegar a tierras americanas (Haití, 1484 ó 1485), consta en muchos escritores antiguos, como Bernardo Aldrete, Roderigo Caro, Juan de Solórzano, Fernando Pizarro, Agustino Torniel, Petrus de-Maliz, Gregorio García, Juan de Torquemada, Juan Bautista Riccioli, Gonzalo Fernández de Oviedo, Francisco López de Gómara, Girolamo Benzoni, y el ilustre autor de los Comentarios Reales, Garcilaso Inca de la Vega.

Los cuatro viajes de Cristóbal Colón tuvieron distintas motivaciones, y aunque existe consenso sobre el segundo y el tercero, que se llevaron a cabo para dar embajada al Gran Can y para atesorar oro y perlas, respectivamente, y sobre el cuarto o «alto viaje», para buscar el estrecho que permitiera llegar a las Molucas, en el Sinus Magnus, no ha sido posible un acuerdo sobre la finalidad del primer viaje colombino. Que se toparía con tierra firme de la India Oriental, donde se entrevistaría con el Gran Can, era previsible, pero no han escaseado las suposiciones casualistas que, desde hace medio milenio, han entorpecido las investigaciones. Las teorías sobre la «casualidad», «encuentro fortuito» o «providencial» de América sólo han servido para encubrir el reparto del continente entre las dos potencias católicas, España y Portugal, para justificar el despojo de tierras de los indios y explicar la subsecuente guerra de exterminio o de conquista, de la que Colón, por cierto, fue ajeno.

A1 amanecer del 3 de agosto de 1492 salió de Palos, a orillas del río Tinto, la pequeña flota compuesta por dos carabelas, La Pinta y La Niña, y una nao, la Marigalante, rebautizada como Santa María. Todo el viaje costaría alrededor de dos millones de maravedís, de los cuales los banqueros genoveses de la Casa Berardi pusieron una cuarta parte prestada a Colón, los Pinzón y los Niño otro tanto, y los Reyes Católicos la otra mitad, representada en las carabelas. El primer viaje, de 32 semanas, se podría dividir en seis etapas. La primera, de Palos a Canarias, entre el 3 y e19 de agosto, cuando llegaron a las Canarias, islas ya castellanas y de las que no se podía sobrepasar al sur por prohibirlo el Tratado de Alcazovas. Colón sabía, empero, que podía navegar hacia el oeste siguiendo los alisios del norte, a lo largo del paralelo 28. La segunda etapa cubre hasta el 12 de octubre, viernes, en que se afirma que vieron tierra los navegantes. Es curioso que, contra lo que se cree, ni un solo documento coetáneo, ni siquiera el Diario de Colón, citado por Bartolomé de las Casas, confirme esa fecha de manera explícita. Colón aseguró haber sido él en persona quien avistara una lucecilla a eso de las dos de la mañana. La superstición fraguada después sirvió para despojar al judío converso Juan Rodríguez Bermej, llamado Rodrigo de Triana, del premio de diez mil maravedís y un jubón de seda a quien primero viera tierra; pero fue este hombre quien gritó desde el palo mayor de La Pinta (no desde la Santa María): «Waana Hen-I» (¡He ahí tierra!), de modo que lo entendieron sólo Colón y Torrés, el judío. La tercera etapa del viaje llega al 16 de enero, cuando Colón se creyó en el archipiélago japonés y próximo al Sinus Magnus. Tan apremiado estaba por entregar las credenciales de embajador al Gran Can, que al pasar por Cuba envió a sus emisarios a buscarlo. Con la misma idea se le adelantó Pinzón, y así llegó a Haití, pensando en Cipango. La cuarta etapa ya es de regreso, Colón llegó entonces a las Azores, el 17 de febrero, por ruta equivocada debido a una tormenta. De las Azores a Lisboa cubre la quinta etapa. Durante el imprevisto encuentro con el rey de Portugal, se le notificó a Colón que las islas al norte y al occidente de las Azores eran lusitanas, en virtud del Tratado de Alcazovas de 1479. Más adelante, Portugal reivindicó Terranova, Labrador y Brasil como posesiones suyas. En fin, la sexta etapa concluye justamente en Palos, el 15 de marzo de 1493. La noticia de su regreso no causó, de momento, mayor interés, excepto en los marineros y sus familiares. Dos meses después, en carta a Juan Borromeo, Pedro Mártir de Anglería contó así el suceso:

«Un tal Chistophorus Colunus retornó de las antípodas occidentales; es un ligur que enviado por mis reyes, con solo tres barcos penetró en aquella provincia reputada por fabulosa, volviendo con pruebas palpables, muchas cosas preciosas y en particular oro, que se produce en aquella naturalmente. Pero pasemos a cosas menos ajenas».

El segundo viaje, del 25 de septiembre de 1493 al 11 de junio de 1496, encaminado a establecer asentamientos coloniales y recuperar la inversión mediante captura de perlas y oro, fue el más numeroso y el más prolongado de los viajes colombinos. Visitó las Antillas menores y la isla de Puerto Rico. A su paso por la isla Tortuga, de Haití, constató la mala suerte que había acompañado a los primeros colonos que se habían instalado en Natividad. A1 parecer, rivalidades internas surgidas entre los habitantes españoles por acopio de oro y mujeres, fueron aprovechadas por los caciques Guacanagarí, Caonabó y Mayreni para castigar a los intrusos. Sin embargo, Colón fundó Isabela (25 de diciembre), organizó una expedición a Civao (Cipango, según creían), recorrió la isla de Jamaica y Cuba por la costa meridional. Convencido de que Cuba era península asiática, hizo jurar a toda la tripulación que habían llegado al punto donde oriente y occidente se juntan. Durante el tercer viaje, cumplido entre el 30 de junio y el 18 de octubre de 1498, bojeó Suramérica sin saberlo, reconoció la embocadura del Orinoco (Mar Dulce), visitó la isla Margarita y terminó el viaje en las Antillas. En el cuarto y último viaje, Colón costeó Centroamérica, desde la isla de Guanaja, en la actual Honduras, y llegó al Darién. La idea geográfica de Colón era por entonces más confusa: cuatro veces había cambiado respecto a la insularidad o continentalidad de Cuba; buscaba el Sinus Magnus, pero, a su vez, no estaba seguro de su ubicación, de manera que cuando los indios le informaron que a sólo nueve jornadas había un gran mar, no les hizo caso; supo de la existencia de México e incluso trabó contacto con una barcaza maya o totonaca que llegó hasta Guanaja, pero no le concedió importancia. Estaba más preocupado por elaborar profecías sobre el fin del mundo. Al fin del viaje, Colón descendió por la costa de Mosquitos hasta Punta Marmórea, que aunque se la ha ubicado en Panamá, algunos autores, como Mauricio Obregón, creen que se trata de Cabo Tiburón, en el Chocó.

Colón murió en 1506 en la ciudad de Valladolid, y allí mismo fue sepultado, pero en 1509 sus restos fueron exhumados para enviarlos a Sevilla, aunque otros querían que se enviaran a Triana. Luego, en 1541, fueron remitidos a Santo Domingo, en la actual, República Dominicana. A1 confundirse con otros restos, se generó tal confusión que hasta el día de hoy no ha sido aclarada por los antropólogos físicos, porque cuando en 1795 Santo Domingo fue cedido a Francia, las autoridades hispanas decidieron llevarse los huesos del Almirante a La Habana y, al parecer, se llevaron equivocadamente otros. De tal suerte, en septiembre de 18T7 se encontraron, otra vez en Santo Domingo, sus restos en urna de plomo bajo la inscripción «Illtro. y Esde Varon Dn Cristoval Colon». Si a todo esto agregamos que entonces se sostuvo que los llevados a Sevilla eran los de su hijo Diego, y que veinte años después, en 1898, los supuestos huesos de Colón se llevaron a Cuba, resulta que ya nadie podrá asegurar, con propiedad, dónde se encuentran las cenizas del hombre que más estatuas tiene en el mundo por lo único que no reconoció haber sido: Descubridor de América [Ver tomo l, Historia, «El descubrimiento de América», pp. 39-62].

Colón Vasco

En la villa de Soraluze, partido judicial de Vergara, en la provincia vasca de Gipuzkoa, nació un niño, el día 10 de julio de 1441, que fue bautizado en la iglesia parroquial de Santa Maria la Real de dicha villa, imponiéndosele el nombre de :Kristobal-Cristóbal, que figuraba en el Santoral Vasco ese día. Sus apellidos son: Maiztegi, Larreategi, Laskurain y Salogoen, todos ellos vascos. El sobrenombre de «Colón» no sería su verdadero apellido sino que corresponde etimológicamente al primero: Maiztegi=paraje del COLONO en idioma euskériko. Se dice que el descubridor adoptó el sobrenombre «Colón» al ausentarse de su tierra. Los italianos lo conocen por Cristóforo Colombo, pero al parecer se comenta que Colón no sabía ni latín ni italiano. Su lenguaje estaría hecho a retazos, pues chaspurreaba el euskera, mezclándolo con el portugués y castellano, lenguas ambas que las dominaba. Su madre llevó a Cristóbal y Bartolomé desde la villa natal de Soraluze a la de Elorrio (provincia vasca de Bizkaia), donde estudiaron con el sacerdote alavés don Juan Tabera.

Se dice que antes de enviarlos a Pavía (Italia), a estudiar allí nautica y otras disciplinas, su madre les hizo jurar ante un crucifijo que nunca dirían quien era su madre. Esto da a entender que los cuatro apellidos que llevaban eran de ella, y que eran sus hijos naturales. El padre al parecer era don Carlos, príncipe de Viana. Muy jóvenes, Cristóbal y Bartolomé sirvieron de tripulantes a Guillaume Casenove. Después del combate naval entre la flota franco-portuguesa y una armada genovesa, Colón gano a nado la costa, establecióse en Portugal y a partir de ahí sabemos su historia. Luego, sin embargo, hay pequeños detalles que revelan que Colón era vasco. En una carta dirigida por el Duque de Medinaceli al embajador de Portugal hay un párrafo que dice «..le recomendamos con todo interés al marino vizcaíno:Cristóbal Colón…«. Se entiende que en aquella época a todo vasco se le llamaba vizcaíno. Fundamentos que existen para demostrar que Colón era vasco:

1) El emblema de la empresa, 1492, elegido en el descubrimiento del Nuevo Mundo.

2) En los vocablos vascos contenidos en los itinerarios de sus cuatro viajes a América.

3) En la firma oficial, pública y solemne.

4) Su blasón o escudo, en cuyos cuarteles figuran toda precisión heráldica las armas de su linaje e íntima concordancia con las siglas de su firma oficial.

5) Los nombres vascos o euskérikos que Colón dio a las tierras que el descubrió: Akullu, Amaika, Arana, Amona, Aitona, Buruarri, Burukea, Barruco, Borobil, Caiku, Kai, Zurubi, Cari-arri, Carramarro, Cadagua, Txiki, Guilza, Unian, Iguesi, negu a…….. La nao Mari Galante «Santa María» era propiedad de Juan de Bengoa, mas conocido como Juan de la Cosa, y estaba repleta de marineros vascos: Galarza, Martinez de Azoca, Ruiz de la Peña y Txautxu, Altube y Arrue, Axpe, Etxeberria, Zabaleta, Arana, Bizkarra, Barrena, Arriaga…… Mas detalles, Colón hizo su testamento ante Arteaga, un vasco, y dijo que se hiciera entrega del testamento a doctor Berastegi, otro vasco. Hay muchas pruebas mas de que Colon pudiera ser vasco y realmente son pruebas a tener en cuenta. El Almirante se movió siempre entre vascos, necesitaba tenerlos cerca.

Recorriendo voces, textos y fuentes – por Carlos Penelas

Vamos a recorrer con un poco de humor algunas voces, textos y fuentes. Se sabe que Colón no hablaba italiano a pesar de haber vivido en Génova hasta los 24 años. De hecho las referencias sobre su origen genovés son casi inexistentes. También se dice que tenía modales portugueses, lo que puede significar gallegos

La esfericidad de la Tierra ya estaba en el Corán. Hay versos sumamente elocuentes. Alfraganus, setecientos años antes de la llegada de Colón a América – siglo IX, Jalifato de Al-Mahmún – señaló en su célebre teorema que la medida correcta de la Tierra era de cincuenta millas y dos tercios por grado.


Collón, en gallego es testículo. Para ser didácticos: cada una de las dos glándulas ovoideas que segregan el semen y están contenidas en las dos cavidades del escroto. Según se dice era su verdadero apellido y está anotado en una iglesia de Pontevedra. Tiempo después, alguien tachó una “l” y quedó Colón. También se dijo que era judío converso, catalán, mallorquín, castellano, extremeño, corso…
“¿Qué le pasa, Penelas?”, preguntará el retrógrado del boticario. Pues bien, que vamos a recorrer con un poco de humor algunas voces, textos y fuentes. Recordemos, al pasar, que como dijo Woody Allen, “hay que trabajar ocho horas y dormir ocho horas , pero no las mismas”.
Se sabe que nuestro querido Almirante no hablaba italiano a pesar de haber vivido en Génova hasta los veinticuatro años. De hecho las referencias sobre su origen genovés son casi inexistentes. Se dice que tenía modales portugueses, lo cual puede significar gallegos. No hay que olvidar que una carabela, la Santa María, se la bautizó en principio “La Gallega”. (¿Qué dirá ante estos paupérrimos y conocidos datos mi amigo el historiador? Estará una furia. Le recordaría que “el eco siempre dice la última palabra”.)
Celso García, pontevedrés, pronunció una conferencia en la Sociedad Geográfica de Madrid en 1898, año del nacimiento de mi padre. En ella dio a conocer cierta documentación de los siglos XV y XVI. Causó un gran alboroto al afirmar la galleguidad del genovés. Poco tiempo después se afirmó que los documentos estaban manipulados. Pero en 1964, la profesora Rodríguez Solano estableció que no existió tal falsificación en los documentos de Pontevedra. Y se volvió a la carga. No es casual que Alejo Carpentier haya escrito una novela desopilante sobre la vida de este navegante misterioso. En El arpa y la sombra el mundo mágico-primitivo de universal comunión, el drama social y filosófico del hombre moderno, concebido dentro del ámbito de la mitología americana.
En 1923, en La Habana, Enrique Zas publicó un ensayo: Galicia, patria de Colón. Pone como ejemplo algo que no lo tomará por tal Menéndez Pidal. Zas habla de las muchas palabras en gallego que el almirante escribió en su diario: pardetas, a la corda, pardeles, toniñas, etc. Recordemos a don Ramón Menéndez Pidal, coruñes, que publicó en 1942, La lengua de Colón, libro de consulta en mis años de estudiante en el Profesorado en Letras. Me acuerdo la colección: Austral, de Espasa. Aún está en mi biblioteca. Luego vendrá la polémica de Francisco Romero de Lema en La lengua de Cristóbal Colón, publicado en 1969. Como ves, mi querido e hipócrita amigo, todo es confuso. Pero la ciencia sigue su curso y sabemos a dónde vamos.
Será Alfonso Philippot, vigués, capitán de La Marina Civil quien en 1991 publica La identidad de Cristóbal Colón donde concluye que Colón y Pedro Madruga son la misma persona, hijo natural (¡cuando no!) del conde de Sotomayor. El silencio será una razón de Estado. Siempre las razones de Estado terminan en el silencio.
A la tesis de que Colón era gallego dieron su apoyo la condesa de Pardo Bazán, Suárez Picallo, Eduardo Pondal, Castelao, Ramón Cabanillas, entre otros.
Roland Barthes creía que la efusión sentimental resulta inexpresable. Tal vez la vida de nuestro descubridor sea eso. Se dice que fue avaro, megalómano, sionista. Para algunos historiadores el legendario almirante chino, Zheng He, descubrió América siete décadas antes que Colón. Éste descubrió sus mapas y lo calló. Por eso llegó a nuestras playas. Más allá de todo recomiendo leer sus diarios de navegación.

Escribe: Carlos Penelas

Especial para Nueva Rioja

Colón y Pedro Madruga, la misma persona – por Carlos Fernández (La Voz de Galicia)

En 1942, el historiador Ramón Menéndez Pidal, que era coruñés de nacimiento, escribió La lengua de Colón, publicada en el Boletín Hispánico y luego en la colección Austral de Espasa, en donde se manifestó en contra de las tesis del Colón pontevedrés y atribuyó todas las palabras de origen gallego empleadas por el descubridor a derivaciones del portugués, propias de quien ha permanecido tanto tiempo en dicho país y ha olvidado hasta el idioma propio, el italiano claro.

A Menéndez Pidal le contestó, bastantes años después, Francisco Romero de Lema, con La lengua de Cristobal Colón, publicado en A Coruña por Moret en 1969.

Pero el no va más de las teorías colón–galleguianas tiene por protagonista a Alfonso Philippot, un vigués, capitán de la Marina Civil, que en 1991 editó su obra La identidad de Cristobal Colón, voluminoso texto de 660 páginas, donde aparte insertar numerosa documentación sobre el tema, llega a la sorpredente conclusión de que Cristobal Colón y Pedro Madruga eran la misma persona.

Philippot, que además es de ascendencia italiana, parte del convencimiento de que Cristobal Colón era de una familia noble, por lo que observando los árboles genealógicos de la familia Sotomayor y Colón (la gallega, obviamente) llega a tal conclusión. A mayor abundamiento señala que sale del puerto de Palos porque allí es señor el conde Cifuentes, Juan de Silva y Tenorio, primo de Pedro Madruga; que el rey de Portugal le llama en anterior carta «mi especial amigo»; que Colón al poner cinco anclas en su escudo, dijo que él «no era el primer almirante de su familia» (cada escudo significa un almirante) y la única familia gallega que contaba con cinco marinos de tal graduación en su linaje era la Sotomayor.

Para Philippot, hombre que habla con gran convencimiento, la cuestión no ofrece dudas: Cristobal Colón era Pedro Madruga, hijo natural del conde de Sotomayor y de una Colón que, tras su enfrentamiento con los Reyes Católicos, adopta su identidad primitiva, constituyendo el ocultamiento de su personalidad una razón de Estado.

Las claves de una sospecha – por Carlos Fernández (La Voz de Galicia)

(Carlos Fernández)

En 1961, la Editorial Citania de Buenos Aires publicó La cuna gallega de Cristobal Colón, de José Mosqueira Manso. Nacido en Ponteceso en 1886, capitán de la Marina Civil y de la reserva Naval, oceanógrafo e ictiólogo, de ideas republicanas, se exilió tras la guerra española del 36, trabajando en la República Dominicana y Venezuela como técnico pesquero del Ministerio de Agricultura.

Mosqueira estaba convencido del origen gallego de Colón. Tras citar todos los documentos descubiertos por García de la Riega, hacía numerosas consideraciones, entre ellas:

1 Si Colón fuese genovés resultaría absurdo y hasta contraproducente el ocultar su verdadero nombre Colombo, ya que en aquella época estaban considerados los genoveses como los mejores cartógrafos y oceanógrafos de Europa. En cambio, si dijera que era gallego y judío se le hubiesen cerrado todas las puertas.

2 Según sus biógrafos, Colón nació en Génova en 1451 y hasta los 23 años ayudó a sus padres en su oficio de lanero (o sea, hasta 1474). Sin

embargo, en su Diario, escribe en la bahía de Santo Domingo: «Yo he navegado 23 años en la mar, sin salir de ella tiempo que se haya de contar». Pues bien, si en 1484 entró en España procedente de Portugal y si hasta 1492 no volvió a salir a la mar, entonces esos 23 años «sin salir de ella tiempo que se haya de contar» hay que restárselos a 1484 para conocer la fecha en que empezó a navegar: el 1461. Luego no pudo estar en Génova en el taller de lanero de su padre hasta 1474. Luego tales Colones –deduce Mosqueira– son dos personas distintas o bien no dice la verdad, como tampoco la dice cuando señala en su testamento que nació en Génova.

3 Otra disconformidad de fechas: el almirante declaró en 1505 que había vivido catorce años en Portugal. Si el Colón de los biógrafos genovistas entró por primera vez en Portugal en 1476 «agarrado a un remo» después del combate de cabo San Vicente, abandonando ese país en 1484 para entrar por «primera vez» en España ¿Cuántos años le corresponden de estadía en Portugal? Si las matemáticas no mienten, sólo ocho. Entonces ese Colón genovés no es el Colón gallego que entró en Portugal en 1470.

4 ¿Por qué el almirante no ha bautizado siquiera una sola nave de sus cuatro flotas con los nombres de La genovesa o La savonesa y si ha bautizado a tres de ellas como La gallega, esto es, la de sobrenombre Santa María del primer viaje, otra en el segundo, naufragada en la costa norte de Santo Domingo en 1495; y otra que participó en el cuarto viaje y fue abandonada en Panamá en abril de 1503?

5 ¿Por qué Colón no hizo con La niña lo mismo que hizo Pinzón con La pinta y arribó a Lisboa, puerto de muy dificil acceso en invierno por su barra, en vez de a Bayona? Porque tenía miedo a ser reconocido por sus paisanos pontevedreses.

¿Era Colón gallego? por Carlos Fernández (La Voz de Galicia)

UNA POLÉMICA QUE SE REAVIVA

Cristobal Colón fue un personaje misterioso. Aunque en 1498 el descubridor de América escribió en referencia a Génova: «De ella salí y en ella nací», lo cierto es que no hablaba italiano y casi ni lo chapurreaba. De hecho, las referencias sobre su origen genovés son escasas.

El Colón que se presentó ante los Reyes Católicos era un personaje de habla y maneras portuguesas, muy parecidas a las gallegas. Otro dato propicio a esta tesis es la participación de Galicia en el descubrimiento, tanto en embarcaciones, caso de La gallega, como en tripulantes.

El pontevedrés Celso García de la Riega rompería el fuego con una conferencia pronunciada en 1898 en la Sociedad Geográfica de Madrid, donde daba a conocer unos documentos de los siglos XV y XVI en los que se citaban varios miembros de una familia de mareantes pontevedreses que se apellidaban de Colón. A partir de esta documentación, el conferenciante preparó un libro que se publicó con el título de Colón español.

No habían pasado dos meses de la publicación del libro cuando De la Riega falleció y al poco tiempo Serrano Sanz denunciaba que los documentos estaban manipulados. En 1917, el sacerdote Oviedo de Arce efectuó un informe en donde se reafirmaba en lo anterior.

Muchos años después, en 1964, la profesora Rodríguez Solano, rehabilitaría a De la Riega con la publicación de un trabajo, parte del cual viene hoy inserto en la voz Colón en la Gran Enciclopedia Gallega. Tras decir que una investigación exhaustiva permitía efectuar un estudio completo, señalaba que se habían encontrado importantes errores en la critica realizada a De la Riega por Serrano, Oviedo de Arce y otros. Resumía su análisis diciendo que no existía falsificación en los documentos de Pontevedra.

Uno de los libros más citados pero menos leído en la polémica del Colón gallego fue el publicado en 1923 en La Habana por Enrique Zas bajo el título de Galicia, patria de Colón.

Zas era al principio contrario a las tesis del Colón gallego, pero rectificó –lo dice en el prólogo– «ante la persuasión y el convencimiento». Comenzaba citando las palabras gallegas que aparecían en el diario del navegante: «Toniñas, garjao, pardelas, matóse, escaramojos, pardetas, forcado, a la corda…..» para seguir con los bautizos geográficos y las similitudes de algunos con los existentes en Galicia, por ejemplo: Mar de Santo Tomé en Santo Domingo con Santo Tomé del Mar en Cambados.

Criticaba Zas la leyenda del Colón genovés del italiano Casoni, remarcando que Colón en aquel tiempo era desconocido en Italia y que él, a su vez, ni hablaba el italiano, a pesar de que se dice que allí estuvo hasta los 24 años, no coincidiendo ni una sola fecha con lo que el mismo escribió sobre sus años de experiencia marinera, pues según aquellas debió de salir a navegar a los 12 años. En el capítulo II califica de apócrifo el testamento de Colón y lo que ha dado en llamarse codicilio, considerando como válido el de 1 de abril de 1502. Pruebas grafológicas y arqueológicas, estudio del linaje de los Colón gallegos, los protectores del Descubridor, estudio de que la tripulación de la primera Gallega (la Santa María) era de aquí, aseveración de que Juan de la Cosa era gallego, son algunos de los temas que trata.

Sigue la polémica

Ya instaurada en España la dictadura de Primo de Rivera, siguieron las publicaciones divergentes, el nombramiento de comisiones investigadoras, etc. En Italia, Mussolini patrocinaba el libro Cristóforo Colombo, citta de Genova (1929), del profesor Monleone, donde se ratificaba una anterior obra de finales del siglo XIX (con motivo del cuarto centenario) conocida como «La Racolta» y donde se establecía que Cristóforo Colombo, hijo de un lanero genovés, era el descubridor de América.

Para que no faltase nada se hizo hasta una película que, titulada Pontevedra, cuna de Colón, fue proyectada en el Teatro Principal de Pontevedra en 1927. Era su autor el fotógrafo Enrique Barreiro y fue una de las primeras películas de color españolas.

Ya durante la República, Pedro Izquierdo Corral publicaría en A Coruña un nuevo alegato: Cristobal Colón, español por Galicia y gallego por Pontevedra. Hay que añadir, también, que a lo largo de este primer tercio del siglo XX dieron su apoyo a las tesis del Colón gallego personajes como Ramón Cabanillas, Castelao, Eduardo Pondal, la condesa de Pardo Bazán, Alfonso del Busto, Angel Bonilla, Leopoldo Eijo y Garay, Suarez Picallo…