Francesillo de Zúñíga – Por Rodrigo Cota González

La teoría de que Cristóbal Colón era originario de Pontevedra cuenta con un nuevo aval, el del documento descubierto por el vecino de poio Rodrigo Cota. Después de seis años de investigaciones este apasionado de la historia del almirante prepara la publicación de un libro en el que reproduce un fragmento de un texto, escrito por un bufón de la época, en el que se confirma que Colón era, en realidad, Pedro Madruga. Cota demanda una mayor implicación de las instituciones locales para demostrar de manera científica la cuna pontevedresa del descubridor de América.

 

Farcesillo de Zúñiga
Farcesillo de Zúñiga

El mito que rodea al personaje de Cristóbal Colón y la grandeza de su descubrimiento ha provocado que diversas ciudades pugnen por adjudicarse su nacimiento. las teorías acerca del origen de Colón se extienden por media Europa, aunque algunas cuentan con más avales que otras.  Entre las más aceptadas está que el descubridor de América era originario de Génova en Italia, pero también catalanes, mallorquines y cerca de otras cuarenta ciudades españolas e italianas se pelean por se designadas como la cuna del gran almirante.

Sin embargo, durante los últimos años se ha encontrado abundante documentación que apoya la teoría del colón pontevedrés y apunta al legendario Pedro Álvarez de Sotomayor o Pedro ‘Madruga’, conde de Camiña, como verdadera identidad del navegante.

Entre los descubrimiento más recientes figura un texto que, por su antigüedad, su procedencia y su originalidad parece más llamativo.

Casi cinco siglos antes de que Celso García de la Riega presentara sus trabajos sobre el posible origen pontevedrés de Cristóbal Colón y Alfonso Philippot hablara de su teoría, que sostiene que el descubridor y Pedro Madruga eran una misma persona, ya circulaba en la corte un texto que mantenía exactamente la misma tesis.

A principios del siglo XVI, pocos años después de la muerte del almirante, el rey Carlos V recibió como regalo un manuscrito satírico realizado por Francesillo de Zúñiga, su bufón. Se trataba de una crónica burlesca sobre los personajes de la corte y en general de la nobleza española, se aireaban los trapos sucios de muchos de ellos y se hacían ‘afortunadas’ comparaciones entre personas y animales u objetos.

Los Bufones eran generalmente plebeyos y su trabajo consistía en entretener al rey y a sus cortesanos. Para ello contaban con licencia para decir las verdades que otros no podían, siempre que lo hicieran con gracia. Los problemas para Francesillo comenzaron a raíz de la obra que nos ocupa, pues muchos de los aludidos, lógicamente, no veían con buenos ojos saberse ridiculizados ante el rey por un bufón. Francesillo murió asesinado, según todas las fuentes, por oden de algún noble que le pudo perdonar que hubiera puesto por escrito información inconveniente.

Con el tiempo la crónica fue pasando de moda y las copias del explosivo manuscrito quedaron dormidas hasta el año 1855, en que el afamado editor Ribadeneyra incluyó el texto en un tomo recopilatorio titulado ‘Curiosidades Bibliográficas’.

Entre otras referencias a la familia Sotomayor destaca el siguiente párrafo:

«Iba también con su majestad monsieur de laxao, e contábale como don Diego de Sotomayor é el clavero de Alcántara e Rodrigo Manrique no tenían justicia para pedirle la encomienda mayor de la dicha orden, que él era aficionado a ser de ella, y más si le daban la encomienda mayor. Decíale también que don Diego de Sotomayor parecía hijo bastardo de Colón el almirante de Indias, é solicitador de la majorada…»

Es preciso aclarar que Diego de Sotomayor de quien se dice «parece hijo bastardo de Colón» era en ralidad hijo de Pedro madruga, lo que, como mínimo, demuestra que Francesillo y Philippot, con cinco siglos de diferencia sostenían que Colón y Pedro madruga eran una misma persona. También resulta sorprendente que Colón fuera el «solicitador de la mejorada», es decir, que era quien en vida había intermediado para que se le concediera a Diego de Sotomayor un ascenso, pues ¿qué hacía Colón ocupándose de un hijo de Pedro Madruga?.

Aunque los más escépticos puedan pensar que el testimonio de Francesillo puede ser resultadode una bufonada, deben tener en cuenta que toda la información que proporciona la obra sobre hechos y personas y, que hasta el momento se ha podido comprobar, se ajusta a la realidad. Así, cuando afirma en otros casos que alguien «parece hijo bastardo de alguien las genealogías confirman que realmente lo era. También los hechos que se narran son ciertos. La intención de Francesillo al escribir su obra no era la de informar al rey sobre personas o cirdunstancias que el rey desconocía. El rey sabía de sobra quién era cada quién y lo que había hecho cada cual. Lo que Francesillo hizo fue contar con humor la realidad pues a fin de cuentas se trata de una crónica, aunque sea burlesca. y poca gracia hubiera tenido para Carlos V leer hechos inciertos.

Pero hay más. El noble real del bufón era Francés de Navarra. El apellido Zuñíga lo había tomado del duque de Béjar, Álbaro  De Zúñiga y Sotomayor, a cuyo servicio había estado hasta ser reclamado por el rey. Y este sotomayor era pariente cercano de Pedro Madruga, y además ocupaba un cargo relevante en la orden de Alcántara, la misma en la que Diego de Sotomayor aspiraba a un encomienda, por lo que la información además de llegarle al bufón por su presencia constante junto a Carlos V, la obtiene de su cercanía a la familia Sotomayor.

Más información en:

http://correctoresdesabor.blogspot.com/

http://www.colon-gallego.com

Un nuevo estudio defiende que Colón usó palabras gallegas en sus escritos – Profesor Montero Santalha

Un nuevo estudio defiende que Colón usó palabras gallegas en sus escritos
21/05/2006 | // Sociedad
El profesor Montero Santalha se une a los especialistas que rebaten a Menéndez Pidal
Para un experto de la Universidade de Vigo, es razonable la tesis del origen pontevedrés.
Un reciente estudio del profesor Martinho Montero Santalha, de la Universidade de Vigo, el último sobre el asunto, insiste en que los lusismos que se hallan en el Diario y en otros textos de Cristóbal Colón coinciden con el gallego de la época. Son, afirma, uno de los elementos de interés a considerar para defender el origen pontevedrés del ilustre marino, una tesis que no es descabellada, sino que tiene un fundamento serio y razonable.
En los escritos de Colón se encuentra léxico como crime , curral , con (por penedo ), custa , logo , noite , povo , perigo , deter , sede , pardela (ave), fisga , fame, espeto , corda , força , forno y otras, comunes al idioma autóctono de Galicia y de Portugal en aquel tiempo. Lo mismo ocurre con las terminaciones en «m» (como um , bem , bom o tam ); el uso de esses en lugar de essos ; o el género masculino propio del gallegoportugués en palabras que en castellano son femeninas, como el nariz o el señal . Son sólo algunos ejemplos. Incluso formas verbales como disse se usaban entonces en gallego. Montero Santalla alude a este ejemplo del verbo decir porque fue uno de los que utilizó Menéndez Pidal para rechazar que el léxico fuese gallego -argumentó que tendría que ser dixo – y señalar que esos lusismos eran propios del portugués y se debían al período que Colón había residido en Lisboa.
Otros estudiosos
El profesor de la Universidade de Vigo explica que el ex presidente de la Real Academia Española utilizaba criterios del siglo XX para textos del XV, una actitud que hoy no se sostiene. Además, Pidal era buen conocedor del castellano medieval, pero no tenía la misma competencia para el gallegoportugués.
Montero Santalha expuso esta investigación en la Universidade de Santiago. Este lingüista, reconocido por sus trabajos sobre las Cantigas de Santa María , se coloca así al lado de García de la Riega, Romero Lema, Aureliano Pardo o Méndez Ferrín, quienes manifestaron que existen argumentos de peso para defender el origen gallego del célebre marino. Montero Santalha valora el libro de Alfonso Abeledo Philippot sobre dicha cuestión, publicado en 1991 y reeditado por quinta vez en el 2004, que considera un «magnífico estudo» de conjunto sobre esa tesis. Philippot identifica a Colón con Pedro Madruga, con argumentos dignos de atención, según el profesor vigués.
Otro ilustre gallego, Salvador de Madariaga, también discrepó de la doctrina oficial, aunque sostenía que los antepasados de Colón eran judíos catalanes o baleares que escaparon a Génova en el siglo XIV.

ARTÍCULOS ALONSO/PEREIRA EN EL DIARIO DE PONTEVEDRA

El pasado día 12 se celebró la fiesta de hispanidad, efeméride instituida para conmemorar el “descubrimiento” de América por Cristóbal Colón. Como suele ser habitual, en el entorno temporal inmediato se asistió al relanzamiento de una de las formulaciones más “curiosas” -ni siquiera merece la calificación de hipótesis- sobre el lugar de nacimiento del Almirante de la Mar Océano. Aunque la. base científica y documental es nula, resulta de justicia reconocer que los formuladores del planteamiento del Colón natural. de Poio muestran unas desbordantes dosis de imaginación, inventiva y sentido del humor.
Sin embargo, conviene tener presente que de todas las hipótesis que disputan a Génova el lugar de nacimiento (le Colón, la pontevedresa, por lo burda de sus argumentos, como es sabido, el padre de la idea fue de la Riega y, en su momento, sus argumentos fueron rebatidos; punto por punto, por la Real Academia Española de la Historia. El estudio-informe de esta institución demostró la falsedad y manipulación documental en que se había basado el historiador pontevedrés. A partir de ese momento, cual si de un Guadiana se tratase, la “idea” adquiere vigor o muestra una lánguida atonía. Hoy en día, una serie de “curiosos” personajes ávidos de una notoriedad que parece inalcanzable en su actividad habitual, la han retomado, llegando la capacidad inventiva de algunos de ellos a ser tan desbordante que rozan la. paranoia, si no se han instalado en ella. Cabría preguntarse qué estudios de historia tienen estos “ciudadanos”. Si ha u obtenido la licenciatura, la suficiencia investigadora, por qué universidad se han doctorado. A lo mejor la respuesta que podríamos obtener parafrasearía a la famosa declaración del expresidente: «cero patatero». Pero aún podemos hacer unas preguntas a estas mentes preclaras: ¿a qué escuela histórica pertenecen?, ¿Cuál es la metodología empleada?, ¿y la eurística?. Posiblemente seguiremos anclados en idéntico “cero patatero”; o mejor aún, como Dios les dio a bien entender y, a partir de aquí, corno salga la redacción del trabajo; porque al fin y a la postre, ellos deben pensar, que importa la seriedad y el rigor, corno diría un joven, “lo que mola’’ es el protagonismo, la. notoriedad. Aunque existen honrosas excepciones, sorprende el eco y acogida que sus “brillantes” y ‘lúcidas” formulaciones tienen en el conjunto de los medios de comunicación. Esta situación contrasta con la dificultad con que muchas veces se encuentra el saber científico para lograr divulgar, por esos mismos canales, los resultados de arduas investigaciones fruto de un abnegado y silencioso trabajo. No sorprende, por contra, el apoyo que suelen recibir estos “grandiosos Historiadores” de la mayoría de la clase política. Para una gran parte de ella, que entre uno de sus prioritarios horizontes tiene la notoriedad, contribuir a divulgar eso sí, con e] dinero de los contribuyentes y no con el suyo propio- “ideas” tan impactantes y populistas como la citada, hace que se sientan corno pez en el agua. En el caso concreto del Colón con casa en Poio, podernos considerar como lógico el apoyo mostrado por el Concello, pues no deberíamos perder de vista la referencia de que el responsable de su gobierno es un partido nacionalista, y es bien sabido el desprecio mostrado de base científica y documental, apostando en cambio por el mito, la invención, la manipulación..
 

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El pasado 29 de Octubre en este diario en el apartado de Opinión y Análisis, fue publicado el artículo titulado “Cristóbal Colón” en donde el Sr. D. X. M. Pereira Fernández expuso su perplejidad ante la reivindicación de un Colón gallego y de Pontevedra.

Yo me pregunto que le importará al Sr. Pereira, si en Poio quieren hacer una casa museo, o si la tesis de Colón Gallego tiene seguidores y bastante aceptación entre personas documentadas, no habrá en estos días temas más importantes que sí pueden afectarle más que si Colón nació en Galicia, que por otro lado, de ser demostrable sí le aportaría a él y al resto de los gallegos beneficios de toda índole.

No señor, la Real Academia de la Historia no rebatió punto por punto, nada de nada, permítame que le informe que hoy por hoy, está demostrado, documentado y publicado la existencia del apellido “de Colón” y el de “Fonterosa” (segundo apellido) en Pontevedra, 70 años antes del descubrimiento, y es en el único sitio del mundo donde el apellido coincide con el manifestado por el propio Cristóbal Colón en su carta de Mayorazgo, que por cierto dicen que es un documento apócrifo, claro que de ser así, la única prueba documentada de un Colón Genovés sería falsa, ya no habiendo ninguna otra. Por que cree Vd. que ha despertado tanto interés los restos de Colón?, si quieren cotejar distintos adn’s será por que nada está demostrado, y si alguna tesis está documentada, es la Gallega, y si no está demostrada es por falta de apoyo institucional, y como diría un catalán “tenéis lo que os merecéis”.

Si señor, la única prueba Genovesa era ese Mayorazgo el cual o era apócrifo, o bien mintió deliberadamente, y por ello no sabemos nada de aquel marino que cambió la historia. Su hijo Fernando, en “La vida del almirante” dice: que su padre quiso hacer desconocido é incierto su origen y patria. Pero Colón cuando quería escribir en castellano metía palabras en gallego, y por donde iba bautizando las costas que descubría, le ponía nombres homólogos a la costa gallega.

La nao La Gallega ó La Santa María (dedicada a la iglesia del mismo nombre), fue fabricada en Pontevedra y los españolistas (permítame que le incluya) no demostraron punto por punto nada, y hoy por hoy está suficientemente demostrado y constatado su fabricación en aguas de la Ría.

La Tesis Gallega ha tenido durante más de cien años muchos seguidores foráneos que la mantienen, pero ganan en número los gallegos que la atacan, ¡Que ha hecho Galicia para parir hijos que la desgarran!.

Información: cristobal-colon.com

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¡El 1 de noviembre, en la sección sección Di@logos de este diario, se publicó una replica de don Fernando Alonso Conchouso a mi artículo titulado: “Cristóbal Colón”, respuesta que entiendo merece una serie de puntualizaciones y/o matizaciones.
1º No es cierto lo que dice el señor Fernando Alonso de que en mi artículo expuse mi perplejidad ante la reivindicación de un Colón gallego -pues de tan “peregrina” idea desde que poseo uso de razón tengo noticia-, sino que únicamente intenté hacer llegar al lector la nula solvencia de tal hipótesis.

2º Como especialista en de otra manera: esto viene a demostrar que el Era algo parecido al anterior historia moderna -el tí- Prueba de ello ha sido de mi tesis doctoral mica catalana) durante el y al que es “Pesca e vida urbana na Ría de Pontevedra, ca. 1500-1800” – si me importa la formulación de del Colón natural de Poio y la denuncia de semejante falacia, entre otras cosas, porque el conocimiento que tenemos de la Pontevedra moderna (ss XVI-XVIII) nos sitúa ante un frade intelectual de dimensiones considerables y eso, guste o no, es obligación comunicarlo.

3º Sr. Alonso, dado el tiempo que ya ha transcurrido desde la publicación de mi artículo, respetuosamente me atrevo a recomendarle que sosegadamente, con tranquilidad, sin dejarse cegar por la pasión, vuelva a leerlo e indíqueme en dónde yo afirmo y defiendo la tesis del Colón genovés. Sr. Alonso, en ningún pasaje del mismo formulo tal aseveración pues soy buen conocedor de la nebulosa, las sombras, que genera el tema. Yo únicamente me limité a afirmar, y me sigo reafirmando, que de todas las hipótesis existentes, la del Colón natural de Poio es la menos solvente.

4º Se acepte de buen grado o no, en su momento, la Real Academia de la Historia, en su estudio-informe, demostró la falsedad y manipulación documental en que se había basado de la Riega.

5º El problema no radica en la falta de apoyo institucional -que desgraciadamente si lo tiene de algunas instituciones para vergüenza y sonrojo-, sino del rechazo frontal que la tesis del Colón natural de Poio le merece al mundo académico y científico. ¿Cuántos investigadores de prestigio y proyección nacional e internacional defienden la citada tesis?. ¿Cuántos profesores de universidad?. ¿Cuántos catedráticos?. Ninguno, Sr. Alonso, ninguno. Sólo cuatro iluminados deseosos de notoriedad, situados al margen del mundo académico y la investigación científica. Sigo preguntando, á ¿cuántos de los defensores de la tesis son, no ya doctores en historia moderna, sino simples licenciados en historia?.

6º La endeblez de la tesis queda patente en los “sólidos” argumentos por usted esgrimidos. Que en los escritos de Colón aparezcan palabras en gallego -o portugués, señor mío-no debe sorprender en alguien que pasó largos años de su vida en el país vecino. Los nombres con que bautizaba los lugares que descubría aparecen en la costa gallega, pero también en múltiples puntos de otros litorales, pues si por algo se caracterizan es por su ambigüedad y validez para muchos lugares. Los múltiples estudios sobre la onomástica de los barcos de la época indican una gran preferencia por el de Santa María, al igual que sucedía con la predilección mostrada por las mujeres por ese nombre. A modo de ejemplo, en la Pontevedra de la segunda mitad del s. XVI y primer cuarto del XVII, en ocasiones, el nombre de María llega a superar el 40% del total de las mujeres que aparecen en los recuentos nominales.

7º Por mucho que duela, la tesis del Colón nacido en Poio causa estupor e hilaridad fuera del entorno inmediato del ínterland de Pontevedra capital. Las “aportaciones” que algunas “mentes preclaras” han realizado en los últimos años identificándolo con cierto noble gallego pasado a la “clandestinidad” lo único que han hecho es situar a la citada tesis en el mundo de la paranoia y el esperpento.

8º Sr. Alonso, no debemos confundir los deseos con la realidad y los resultados de los trabajos científicos. Entiendo que un principio básico que debe regir toda pauta de actuación es el rigor y la seriedad. En el caso de los trabajos de investigación histórica esta formulación se traduce en el hecho de que el análisis debe realizarse desde principios científicos presididos por la razón y contando con soportes de base documental o de otro tipo. Traducido a Galicia, únicamente así contribuiremos al desarrollo, conocimiento y servicio de Galicia, pues sólo podemos explicar nuestro presente si conocemos nuestro pasado, pero este conocimiento tiene que provenir del citado trabajo científico y no de la invención, de la manipulación, de la obtención de unos resultados de despacho ceñidos a intereses o deseos particulares. Aunque usted me considere por eso un mal hijo de Galicia, tenga la absoluta certeza, Sr. Alonso, que pienso continuar trabajando siguiendo las pautas científicas de la primera opción, porque, honestamente, aún costándome algunos sinsabores, creo que es así como sirvo a la tierra que me vio nacer.

9º Sr. Alonso, puede tener la absoluta certeza de mi total satisfacción y alegría en el caso de que algún día se lograse probar el nacimiento de Colón en cualquier lugar de Galicia, pero para eso se necesitan “papeliños”, documentación que lo certifique y, a día de hoy, la misma es inexistente.

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Estimados Señores: El pasado 24 de noviembre en el apartado de opinión un colaborador de este periódico me invitó respetuosamente a contestarle, no es mi intención cartearme con este señor valiéndome de este medio, pero creo justo se me permita contestar a su artículo (por última vez) y que los lectores forjen su opinión con un criterio más contrastado.

CRISTÓBAL COLÓN
Sintiéndome invitado por el Sr. Pereira a contestar a su artículo del 24 de noviembre, en donde manifestaba reiteradas dudas sobre el origen y cuna de Cristóbal Colón, puedo decirle que no tenían estas dudas en 1917 los vecinos de Porto Santo que ante el Gobernador Civil de Pontevedra don Luis Tur, confirmaban la tradición oral que de padres a nietos se transmitió a lo largo de más de 300 años sobre el nacimiento en aquel lugar de D. Cristóbal Colón, descubridor de América. Adjuntándose a estas declaraciones copia de la escritura de propiedad de los duques de Veragua (descendientes de Colón) sobre la finca de La Puntada, situada en el mismo lugar de Porto Santo.
La mayor parte de los documentos aportados para la defensa de la teoría rieguista, lo fueron por don Casto Sanpedro Folgar. En lo que se refiere al Sr. La Riega, el mismo reconoció haber recalcado algunas palabras desvaídas por la acción natural del tiempo. Pero los análisis llevados a cabo en 1966, por un grupo de especialistas en nuevas técnicas fotográficas, encabezado por la profesora Doña Emilia Rodríguez-Solano y Pastrana, demostraron que los rasgos primitivos no fueron modificados por dichos retoques; de lo que se concluye que los nombres reflejados en algunos documentos supuestamente falseados, son los mismos que antes figuraban en ellos. No existiendo, por tanto falsificación alguna en los documentos de Pontevedra. Hecho al que ya se había referido, mucho antes el notable historiador don Antonio Ballesteros Beretta que los revisó en el museo de dicha ciudad.
Se dispone en la actualidad de más de 30 documentos originales, en los que figura el apellido Colón, referido a distintos miembros de aquella familia residentes en Pontevedra; entre los que se hallan los revisados en 1966, y las actas de nacimiento y defunción rescatadas del Archivo Parroquial de San Bartolomé.
Invito al Sr. Pereira a formar parte del numeroso grupo de Catedráticos y Literatos seguidores del “Colón Gallego”, que a continuación enumero algunos de ellos:
Padre Sarmiento (siglo XVIII), Ramón Sobrino Buhigas, Ramón del Valle Inclán, La condesa de Pardo Bazán, Aureliano Pardo Villar, Tomás Barreira S. J., Valentín Paz Andrade, Casto Sampedro Folgar, Emilia Rodríguez Solano, Fray Manuel de Castro y Castro, J. M. Riguera Montero, Juan Fernández Gil y Casal, Constantino de Horta y Pardo, Enrique Zás y Simó, Rafael Calzada, Antonio Fernández y Fernández, Prudencio Otero Sánchez, Modesto Bará Alvarez, Manuel Rodríguez Martínez (el médico Rodríguez), Ramón Marcote, Eva Canel, Julio Tortosa Franco, Gerardo Alvárez Limeses, Hipólito de Saá Bravo, Entonio Ballesteros Beretta, Ramón Blanco Areán, Manuel Saralegui y Medina, Antonio Rey Soto, Luis Gorostola Prado, Leopoldo Eijo Garay, Rafael López de Haro, Vicente Blasco Ibáñez, Marcelo Macías, Alfonso Rodríguez Castelao, Luciano Rey Sánchez, Ricardo Beltrán y Rózpide, Arístides Martínez, Carlota Mansfield, Joaquín Aramburo, Luis Tur y Palau, Valentín Letelier, Van Sneider, Mr. Huntington, Mr. Trapote, Martín Sharp Hume, Alfonso de Bustos, José Ramón Fontán González, Pedro de Frutos, Marcelo Gaya, Pedro Izquierdo Corral, Atanasio López, Manuel Mosqueira Manso y Alfonso Philippot Abeledo, entre otros muchos.
Actualmente el historiador Alfonso Philippot Abeledo en su libro “La identidad de Cristóbal Colón” aglutina en un considerable volumen todas las pruebas existentes rigurosamente contrastadas, donde relaciona por ejemplo, 300 voces escritas por Colón y que son exclusivamente gallegas y no portuguesas, y puedo anticipar que muy pronto el Sr. Philippot dará un giro certero a favor de la “LA VERDAD HISTÓRICA”.
Los catalanes quieren cotejar el ADN de Sevilla con los del “Príncipe de Viana”, nosotros queremos que se haga también con los restos de descendientes de “Pedro Alvares de Soutomaior”, estando convencidos que la primera opción solo sirve para la propaganda mediática y que no probarán ni encontrarán nada que no sea fortalecer más si cabe la tesis gallega.

ORDENANZA DE COLÓN

Cádiz, 20 de Febrero de 1493

         Orden que se deva guardar para la ida de los navíos así a la Española como a las otras así halladas. Que no puedan ir los dichos navíos a descargar salvo en uno o dos puertos para ello señalados; ende registren todo lo que llevaren e descargaren. Y cuando ovieren de partir, sea de los mismos puertos, e registren todo los que cargaren. Y cerca del oro que se oviere de traer de las islas para Castilla, Así lo que fuere de Sus Altezas como de cualquier presona, todo ello se ponga en un arca que tenga dos çerraduras con sus llaves y qu´el  maestro tenga la una y otra presona qu´el Gobernador  y thesorero  escogeren la otra, y que venga luego la relación de todo lo que se pusiere en la dicha arca e señalado para que cada uno aya los suyo.

         Y que todos los navíos que vinieren de las dichas islas vengan a haçer su descarga al puerto de Cádiz, y no salga presona d´ellos hasta que vaya a los dichos navíos la presona o presonas que para ello  por Sus Altezas  fueren deputados en la dicha cibdad  y a quien los maestros hayan de manifestar todo los que traen, porque no se encubra cosa alguna. Y que en presenzia de la justiçia y de quien fuere deputado para ello por Sus Altezas se aya de abrir el arca y haçer el repartimiento del oro.

De Cádiz a XX de Febrero 1493

.S.

.S.A.S.

X m y

Xpo FERENS

Quinientos años de mentiras: un usurpador y criminal llamado Cristóbal Colón – por Mijail J. Guerra B.

Sobre el 12 de Octubre se tejió un enredo histórico con el único fin de ocultar el ROBO y CRIMEN, cometido por Cristóbal Colón. Como ya son muchas las imprecisiones, enigmas y mentiras inventadas en torno a la vida y obra de Colón, se hace necesario realizar un análisis racional que nos conduzca en definitiva EXPONER la verdadera personalidad de este hombre.

Pero, antes de analizar quien fue realmente Colón, demos un breve repaso al concepto general que se tenia para aquella época, del cielo y de la tierra.

Según la religión católica: la tierra era plana, estaba fija y constituía el centro del universo. Los sacerdotes católicos se apoyaban para sostener estas mentiras, en la Biblia, donde según el Apocalipsis capitulo 7, versículo 1, nos habla de los «cuatro ángulos de la tierra». Según dicho libro, el movimiento de los astros se debía a que «El cielo se mueve como un libro o pergamino que se enrolla» Isaias capitulo 34, versículo 4 y Apocalipsis capitulo 6, versículo 14.

De acuerdo con la Biblia, el sol y la luna eran simples luminarias creadas tan solo para que ‘luciesen sobre la tierra y la alumbraran, el sol se creo para alumbrar de día, y la luna para alumbrar de noche» , Génesis capitulo 1 versículos 15,16,17,18. En esa época, tenia tal poder ese concepto geocéntrico del universo, que se aceptaban como realidad mitos como los siguientes: una vez Josué, (capitulo 10, versículo 12,13), hizo detener al sol en su carrera cuando este iba pasando por sobre la aldea de Gabaon. Isaias, por otro lado nos cuenta, en ll de reyes capitulo 20, versículo 9 y 11 que el hizo retroceder al sol en su carrera…

En cuanto a las estrellas, se creía que cada una de ellas no era mas grande que una manzana o un higo, pues según el Apocalipsis llegara el día en que las estrellas del cielo caerán sobre la tierra como higos de una higuera mecida por el viento. Apocalipsis capitulo 6 versículo 3.

A esto debemos agregar, que la religión católica había impuesto el dogma de que solo aquellos viejos continentes o sea; Asia, Europa y África podían existir.

Como podemos observar, el criterio que se tenia antiguamente del universo, es contrario y diametralmente opuesto al que priva hoy. Sin embargo ese antiguo criterio fue el que privo en Europa durante muchos siglos, pues para las religiones que se apoyaban en la Biblia, ese criterio constituía la suma sabiduría. Nadie se atrevía a ponerlo en duda públicamente, so pena de terminar la vida en la hoguera inquisitorial. De ahí que, cuesta creer que siendo Colón un ferviente católico como lo asegura la religión, este se pusiera a buscar nuevas tierras que fuesen a demostrar lo falso del dogma de su misma religión.

Afortunadamente, son ya muchos los investigadores históricos, que coinciden en señalar que detrás de todas las mentiras, imprecisiones y enigmas históricos que envuelven la vida de Colón, se esconden MOTIVOS GRAVES y COMPROMETEDORES, que había que GUARDAR como SECRETO DE ESTADO.

Salvador de Madariaga, en su libro: «VIDA DEL MUY MAGNIFICO SEÑOR DON CRISTÓBAL COLÓN», expresa lo siguiente: «TODO HA CONSPIRADO PARA RODEAR LA VIDA DE COLON DE TANTO MISTERIO, COMO EL PARECE HABER QUERIDO. ES DIFÍCIL RESOLVER EL ROMPECABEZAS QUE OFRECEN LAS HISTORIOGRAFÍA DE COLON…SUBSISTEN DIFICULTADES SIN RESOLVER Y FOSOS SIN FRANQUEAR, ENTRE EL COLON QUE NOS PINTAN LOS PAPELES GENOVESES, Y EL QUE NOS REVELAN LAS DECLARACIONES DEL PROPIO ALMIRANTE.

Otro investigador histórico, Carlos Brant en su libro: «EL MISTERIOSO ALMIRANTE Y SU ENIGMÁTICO DESCUBRIMIENTO», pagina 23 nos dice lo siguiente: «A CUALQUIER QUISTE, SIN NECESIDAD DE QUE DESCUBRA LA AMÉRICA, SE LE CONOCE LA FECHA Y LUGAR EN QUE NACIÓ, EN TANTO QUE NOSOTROS DESCONOCEMOS LAS DE TODO EL GRAN ALMIRANTE DE LA MAR OCÉANO, VIRREY DE LA INDIA, DESCUBRIDOR DEL NUEVO MUNDO, HOMBRE QUE FIRMO CON EL REY VARIOS CONTRATOS, SIN CONTAR SUS FAMOSOS TESTAMENTOS, MAYORAZGOS Y OTROS DOCUMENTOS !Y QUE VENGAN A DECIRNOS QUE ESA FECHA SE PERDIÓ POR INDOLENCIA O POR DESCUIDO! NO HAY TAL COSA; ESTA FECHA SE PERDIÓ ASÍ COMO TAMBIÉN DESAPARECIERON LA NACIONALIDAD ORIGINAL DEL ALMIRANTE , SU VERDADERO NOMBRE, Y EL REAL MOTIVO DE SU FAMOSA EXPEDICIÓN, PORQUE TANTO AL REY, COMO A COLÓN Y A LOS SUYOS, LES CONVENÍA HACER DESAPARECER ESOS DATOS».

En un reportaje aparecido en el diario «Ultimas Noticias» del día 16 de Junio del año 1985, el conocido historiador Español Nectario María, publico que el verdadero descubridor del Nuevo Mundo fue ALONSO SÁNCHEZ DE HUELVA. Allí nos dice que este y que fue un NAUFRAGO a quien una tempestad lanzo a las costas de la hoy América .

López de Gomara en su libro: «HISTORIA GENERAL DE LAS INDIAS», pagina 39, también nos habla de un piloto que decía haber estado en el Nuevo Mundo, pero que encontrándose en apuros de dinero, logro que Colón lo acogiese en su casa, de donde no salió con vida. Colón se apodero de todas las observaciones, planos, mapas e investigaciones dejadas por el piloto en cuestión.

Fernández de Oviedo, también nos habla en su libro «EL SECRETO DE COLÓN», de un PROTONAUTA o piloto desconocido a quien Colón ASESINO Y ROBO.

JOAQUIN TRINCADO, en su libro: «PRIMER RAYO DE LUZ», pagina 23 nos dice lo siguiente: «EL MISMO DESCUBRIMIENTO DE ESTE NUEVO MUNDO, ACUSA QUE NO HAY MISTERIO EN LA NATURALEZA. EN CAMBIO, HAY MISTERIO EN EL DESCUBRIDOR, QUE NO FUE COLÓN; Y SI NO FUERA POR SU AVARICIA Y CRIMEN, AMÉRICA ESTARÍA DESCUBIERTA ALGUNOS AÑOS ANTES. EL VIAJE PRIMERO DE LAS CARABELAS NO ES EL QUE ROMPE EL MISTERIO. Y LO DEMUESTRA LA RUTA QUE EL MARINO TRAZO EN AQUEL SU PRIMER VIAJE CON EL PENDÓN DE CASTILLA; YA LE ESPERABAN SEIS ESPAÑOLES MAS, QUE ANTES HABÍAN QUEDADO ALLÍ, MIENTRAS COLON, ACOMPAÑADO POR OTRO MARINO SU PATRÓN, VOLVÍAN A ESPAÑA, DE LAS QUE UNA TEMPESTAD LOS SACARA DE LAS COSTAS OCCIDENTALES DE GALICIA Y LA PROVIDENCIA DE LA LEY LOS CONDUJO EN LA BARCA (CON TODAS LAS PENURIAS IMAGINABLES ESO SÍ A HAITÍ).»

Con todos estos datos aportados por estos investigadores históricos, iremos DESENREDANDO esta historia: Diremos en primer lugar que la historia oficial, o sea; la que enseñan a nuestras juventudes, dice sobre Colon lo siguiente:

a) Que nació en Génova en 1451 y que vivió allí hasta los 21 años.

b) Que originalmente Colón se llamaba COLOMBO.

c) Que sus padres se llamaron Domenico Colombo y Susana Fontanerosa.

d) Que estudio en la Universidad de Pavia.

e) Que fue víctima de la ingratitud y de la envidia de sus enemigos.

Empecemos por ANALIZAR si verdaderamente Colón nació en Génova:

Existe un solo DOCUMENTO HISTÓRICO donde Colón manifiesta por escrito ser Genovés. Ese documento se llama MAYORAZGO; y ahí escribió lo siguiente: «SIENDO YO NACIDO EN GÉNOVA«. Ahora bien, si Colón nació y vivió en Génova hasta los 21 años como se asegura, lo probable es que Colón debía hablar Italiano o algún dialecto Genovés.

El conocido historiador Español Nectario María, en su reportaje aparecido en el diario «Ultimas Noticias», PRUEBA por medio de una carta enviada por Colón a un Italiano llamado Micer Juan Luis, en Génova, en el año de 1504, que Colón NO HABLABA ITALIANO; pues, la carta la escribió en Castellano, cuando sabia que su corresponsal no hablaba esa lengua.

Menéndez Pidal, en su libro «LA LENGUA DE CRISTÓBAL COLON», pagina 25, observa que a Colón se le encontró un libro de la «Historia Natural de Plinio», publicada en Italiano. Dicho ejemplar Colón le escribió ciertos comentarios en forma de notas en Castellano. Es curioso que a una obra escrita en Italiano no se le haga sus comentarios sino en Castellano. Esto prueba que Colón posiblemente leía el Italiano, pero no lo hablaba ni escribía.

Carlos Brant nos dice en su libro: «EL MISTERIOSO ALMIRANTE Y SU ENIGMÁTICO DESCUBRIMIENTO», pagina 35 que «EL CASTELLANO ERA EL IDIOMA MADRE DE COLON, ESTO ES, EL IDIOMA EN QUE SE EXPRESABA CORRIENTEMENTE Y CON EL QUE SE ENTENDÍA CON SUS PADRES, HERMANOS E HIJOS. FUERA DEL CASTELLANO, EL ALMIRANTE HABLABA FRECUENTEMENTE EL PORTUGUÉS, HABLABA TAMBIÉN FRANCÉS Y SABIA BASTANTE LATÍN Y ALGO DE GRIEGO Y HEBREO. DE MODO QUE SU DESCONOCIMIENTO DEL ITALIANO NO SE LE PUEDE ACHACAR A FALTA DE TALENTO PARA APRENDER IDIOMAS…SIN EMBARGO ESE DESCONOCIMIENTO ERA TAL, QUE PARA ENTENDERSE CON LOS ITALIANOS, NECESITABA INTERPRETES: SE CARTEABA EN CASTELLANO CON EL SACERDOTE ITALIANO GORRICA, Y EN PORTUGUÉS, CON EL COSMOGRAFO ITALIANO TOSCANELLI, QUIEN CREÍA QUE ERA LUSITANO. TRATO UNA VEZ DE ESCRIBIR ALGUNAS LÍNEAS EN DIALECTO GENOVÉS, Y COMETIÓ EN POCAS LÍNEAS MAS ERRORES QUE UN NIÑO DE PRIMERAS LETRAS».

Existen otros datos sumamente importantes que prueban que Colon NO ERA GENOVÉS. uno de estos

es que la Corona Española, exigía a todos los navegantes extranjeros que debían NATURALIZARSE ESPAÑOLES para poder obtener el codiciado titulo de PILOTO MAYOR ESPAÑOL. Navegantes de la talla de Magallanes, Bocanera, Americo Vespucio y otros cumplieron con este requisito . Sin embargo, el Rey don Fernando NO EXIGIÓ a Colon este importante documento para nombrarlo nada menos que Virrey y Almirante Mayor de la Mar Océano…Debemos advertir, que todos esos nombramientos se los dieron a Colon antes del descubrimiento, o sea, que no fueron recompensas sino títulos exigidos por Colon.

Este requisito de nacionalización existía desde antes que a Colon se le ocurriese irse a la mar. Este dato nos muestra que el rey Fernando sabia que Colon era Español y ahí el por que no le exigió el naturalizarse.

Otro dato lo aporta Salvador de Madariaga en su libro: «VIDA DEL MUY MAGNIFICO SEÑOR DON CRISTÓBAL COLON», cuando relata la batalla del cabo de san Vicente: En dicha batalla se encuentra Colon combatiendo al lado de los Franceses Y EN CONTRA DE LOS GENOVESES, lo que hace exclamar al mismo Madariaga: » Que Genovés es este que en vez de servir a Génova combate contra ella?».

Por ultimo consultamos el mas antiguo de los biógrafos de Colon, su hijo don Fernando Colon, quien en su libro: «HISTORIA DEL ALMIRANTE», declara haber ido a Génova para averiguar el origen y conocer la familia de su padre, sin lograr encontrar allí el mas mínimo rastro de ella. El hecho quedo comprobado posteriormente ya que después de la muerte de Colon, ningún Genovés ni Italiano se presento a reclamar su parte de herencia y los que lo hicieron resultaron ser impostores.

Analicemos ahora si es cierto que el apellido Colon, proviene del Italiano Colombo.

Colon dejo escrito en su MAYORAZGO, que sus antecesores habían de llamarse los «DE COLON». y exigió en dicho documento lo siguiente: «QUE NO LO HEREDE NADIE, NI AQUÍ NI EN EL OTRO CABO DEL MUNDO SALVO, QUE SE HALLASE HOMBRE DE MI LINAJE VERDADERO Y SE LLAMASE EL Y SUS ANTECESORES, DE COLON». Con esta categórica declaración, de que sus antepasados debían llamarse DE COLON queda muy mal parada la afirmación Italiana de que se llamaba originalmente Colombo.

Muchos defensores de la idea del apellido Colombo, aseguran que el MAYORAZGO es un documento apócrifo, y que por lo tanto no tiene validez lo del DE COLON. Ahora bien, DECLARAR FALSO el MAYORAZGO , ES CONDENAR el único documento importante que existe en que Colon manifestó ser Genovés.

Cuando mencionamos que Fernando Colon dijo haber ido a Génova y no encontró rastro alguno de la familia de su padre, fue porque Fernando iba en busca de una familia de apellido DE COLON, tal como lo señalo su padre en el MAYORAZGO; sin embargo, no encontró a nadie con ese apellido en Génova ni en toda Italia. A esto debemos agregar, que no existe un solo documento donde Colon hubiese firmado con el apellido Colombo, ni aun empleándolo como seudónimo. Colon casi siempre firmaba con un logogrifo que consistía en un triángulo formado con letras:

S

S A S

X M Y

X po Feren S

Poderosas razones tenia Colon para vivir OCULTANDO su nombre constantemente, llego al extremo de responderle, de mala gana, a la ama del Príncipe don Juan a una pregunta que esta le hiciera de por que se dejaba llamar El Almirante y de por que firmaba con un logogrifo. Colon, le dijo arteramente «pónganme el nombre que quieran». Lo que evidencia que Colon, quería enredar mas los hilos que pudieran conducir a esclarecer su verdadera personalidad

Muchos historiadores se agarraron de unos documentos encontrados en los archivos del Monasterio de San Esteban, en la vía Mulcento, Génova, que contenían los nombres de Domenico Colombo, Susana Fontanerosa y sus hijos Bartolomé, Diego y Christoforo Colombo, que vivieron en Génova en el periodo que comprende entre los años 1456 y 1460, para decir que esos eran los padres y hermanos de Colon. Desde el día de ese hallazgo ya nadie mas, dudaba que Colon era de Génova. Sin embargo, debemos recordar que Colon en su MAYORAZGO, no nos habla de ningún Colombo, sino que declara en varias oportunidades que sus antepasados habían de llamarse DE COLON; de ahí que por muy auténticos que fuesen los mencionados papeles Genoveses, estos no nos hablan sino de una familia Italiana de apellido Colombo, lo que nada tiene de particular, pues en aquella época bien pudo haber en cada ciudad de Italia muchas familias de apellido Colombo, con hijos llamados Christoforo, Bartolomé, Diego etc. Lo difícil es haber hallado allí, una familia que se llamase DE COLON, así con el prefijo DE, tal como lo indicaba colon en su MAYORAZGO.. Además, el Diego de la citada familia Colombo, aparece en dichos documentos como nacido con fecha anterior al Diego de la familia DE COLON.

De acuerdo con la mencionada declaración en el MAYORAZGO, sus hijos y hermanos, convinieron en conservar el apellido Colon, pero quitándole el prefijo DE. Todo esto DESCALIFICA por completo los citados papeles Genoveses.

Don Fernando Colon, asevero que su padre había estudiado en la Universidad de Pavia. Pero las investigaciones llevadas a cabo en los archivos de esa Universidad, demostraron que no hubo tal estudiante allí. Sin embargo podemos preguntarnos: Que Universidad de Pavia era esa, que ni siquiera le enseño al Almirante hablar ni escribir el Italiano?.

Generalmente se ha querido presentar a Colon, como víctima de la indolencia, de la envidia y de la ingratitud humana. Colon si fue víctima, pero de su propia avaricia, fanatismo y prejuicios de todo orden.

Si deseamos conocer un poco la personalidad de Cristóbal Colon, debemos leer a Jacob Wasserman, quien entre otras cosas escribió en su libro: «COLON, EL QUIJOTE DEL OCÉANO», lo siguiente: «COLON ERA PRACTICO, ARTERO Y MAÑOSO, ERA SOMBRÍO COMO UN MONJE; NI UNA CHISPA DE ALEGRÍA BRILLABA EN SUS OJOS; NO POSEÍA NINGUNA HUELLA DE HUMORISMO; TODO EN EL ERAN SUSPIROS, LAMENTOS, CONGOJAS, APAGAMIENTOS; INCAPAZ DE GANAR Y GUARDAR. JAMAS SUPO HACER POR SI MISMO UN COMPUTO, YA QUE CARECÍA DE ADECUADOS CONOCIMIENTOS CIENTÍFICOS. SU ERUDICIÓN SE REDUCÍA ÚNICAMENTE A LA HISTORIA DEL VIEJO TESTAMENTO»

Esta oportuna descripción queda plenamente confirmada con los siguientes hechos: en su tercer viaje colon se ve ante las bocas del Orinoco, y NO SE DA CUENTA que se encontraba realmente ante un Continente, pues ninguna isla podría contener un río como aquel, que lanzaba sus aguas dulces muchos kilómetros mar adentro. Sigue costeando y llega a la Península de Paria , a la que le da el nombre de «ISLA SANTA», que luego se lo cambia por el de «ISLA DE GRACIA»…Recorre muchos kilómetros de costa, desde el Orinoco hasta Paria y de aquí hasta la Vela de Coro, y con todo esto no se da cuenta de que se encontraba ante todo un continente. El usurpador piensa de nuevo en el enorme río, pero es solo para ocurrírsele que se trataba del Ganges. Luego se imagina que es en Paria donde debe estar situado el paraíso terrenal. Cuesta trabajo creer como fue posible que a este hombre lo llamaran el descubridor, cuando jamas supo lo que había descubierto, ya que cuando se encuentra frente a tierra firme, la bautiza con el nombre de Isla…a pesar del enorme trecho de tierra que hay entre el Orinoco y Paria.

Otros autores han señalado, que Colon se comporto siempre como un hombre egoísta y sin ningún principio de honor y no solamente fue despiadado con los indios, sino aun contra sus fieles marinos y amigos. Se recuerda su actitud cuando el descubrimiento: por decreto real, al primero de los tripulantes de sus tres carabelas que viera tierra, se le pagaría una pensión de 10.000 maravedis. Pues bien, a las 2 de la madrugada del día 12 de Octubre, Rodrigo de Triana dio la voz de «tierra». El caso es que Colon, dijo que la noche del día 11, antes de irse a cama, a eso de las 10 de la noche, le pareció haber visto en lontananza, o sea, a lo lejos, una luz que «era como una candelilla de cera que se alzaba y se levantaba». Colon se hizo pagar la pensión alegando haber sido el, el primero en ver tierra, que en todo caso no fue tierra sino luz la que vio, y la orden decía expresamente que había de ser tierra. Esta sucia acción retrata de cuerpo entero quien fue Colon.

Colon, fue cruel por muchas razones, siendo la principal el oro. El que le pusiera dificultades en sus negocios, lo fulminaba sin piedad. A Colon le podían arrancar el corazón, pero no la bolsa. Su sed de oro lo hizo cometer muchos crímenes, entre ellos el ASESINATO de su patrón y verdadero descubridor de estas tierras, así mismo cuando introdujo la costumbre de cortarles la nariz y las orejas a aquellos indios que trataban de huir, o que se mostraban renuentes a trabajar para el, o a soportar la esclavitud. Con este mismo propósito introdujo la costumbre de amaestrar perros bravos para perseguir a los indios desnudos quienes huían por no poder pagar el impuesto de oro que se les exigía.

Cierta vez, convencido Colon de que no lograría dominar por la fuerza al cacique Caonabo, le dio esta orden a su teniente Alonso de Ojeda: «INVITAD AL INDIO CAONABO, AMIGABLEMENTE, A QUE VENGA A NUESTRO CAMPAMENTO PARA HACER CON EL UN ARREGLO AMISTOSO, Y TAN PRONTO LLEGUE, CAPTURADLO». Ojeda cumplió la orden y el confiado indio fue a la amistosa cita donde fue hecho prisionero, muriendo poco tiempo después.

Colon lejos de ser víctima, fue victimario; lejos de ser descubridor fue un usurpador; mas que un explorador, resulto ser un explotador. Otro navegante se habría dedicado principalmete a hacer investigaciones científicas en los lugares que visitaba durante sus viajes a ultramar. Pero a Colon todo esto le parecia secundario y debido a ello murió ignorante de que había descubierto el nuevo mundo, pues su mente no parecía tenerla ocupada en la exploración, sino en la explotación. Busca solo oro por todas aquellas islas, y cuando no lo encuentra, ese cruel explotador busca indígenas que secuestra y que luego vende como esclavos, convirtiendolos así en lo que EL llamaba «ORO HUMANO»…Los ofrecía a 1500 Maravedis «LA PIEZA»,, Y para animar tan vergonzoso trafico agregaba que con el producto de su trabajo cada indio, en poco tiempo, se pagaba por si mismo. «Y LA PAGA SEA DE LOS MESMOS DE LOS PRIMEROS DINEROS QUE DE ELLOS SALIEREN», escribió este cruel traficante de esclavos. Nos habla con entusiasmo de un lote de 4000 indios que a poco valor valdrían 20 cuentos y 4000 quintales de brasil…Ello demuestra que su mina de oro humano ha debido ser inagotable. Una vez necesitaba siete mujeres indígenas y ordena que le traigan «SIETE CABEZAS» cual si se tratara de ganado…

En resumen, Colon se distinguió mucho por su avaricia, por su sed de honores y de bienes materiales. Lejos estuvo EL de poseer el desinterés y el amor a la ciencia que distingue al verdadero sabio

.Analizadas las cinco grandes mentiras que enseñan a nuestras juventudes con respecto a Colon, estudiaremos otros datos que nos ayudaran a encontrar la verdadera historia de este hombre mala mañoso.

Colon, sin quererlo, aporto un dato en su MAYORAZGO que es clave para descubrir el lugar de su nacimiento. Ese dato es su declaración de que sus antepasados habían de llamarse DE COLON. Como se recordara, su propio hijo don Fernando se encargo de destruir la versión de que era Genovés, al ir allá y no encontrar rastros de ese apellido; pero, investigaciones posteriores comprobaron que en un cementerio judío en Galicia, aparecen con frecuencia tumbas con el apellido DE COLON, tal como dijo el almirante que habían de llamarse sus antepasados: «AUNQUE HAYA DE IR A BUSCARLOS AL OTRO CABO DEL MUNDO».

Muchos autores, como el Filosofo Español Joaquin Trincado, coinciden en señalar que Colon era de Galicia, específicamente de Pontevedra. Así mismo el historiador Nectáreo María aseguro que era Español de origen judío, «UN PIRATA NEGRERO LLENO DE CRUELDAD, AVARICIA, EGOÍSMO Y SOBERBIA».

Hagamos un resumen de hechos: A tierras Americanas llego Alonso Sánchez de Huelva, capitán de una embarcación de pesca, junto con otros marinos de su tripulación, entre los que se encontraba Cristóbal Colon, todos llegan empujados por la fuerza de un vendaval, desde las costas de Galicia donde se hallaban en faenas de pesca. Al cabo de cierto tiempo, Alonso Sánchez decide regresar a España, utilizando la carta marina que previsivamente fue trazando durante la azarosa travesía. Colon tomo la decisión de regresar junto con su patrón, en cambio seis marinos optaron por quedarse en lo que luego se denomino la Española. Ya de regreso, y encontrándose en alta mar, Colon asesino a su experto capitán y se apropia así del documento que luego le serviría a este USURPADOR para orientarse en una nueva travesía y fingir de autentico descubridor. Colon por su ambición de riquezas y poder, comprendió que las tierras descubiertas por su patrón, representaban una fuente inagotable de riquezas a quien dijese ser su descubridor; por ello tomo la determinación de asesinarlo para robarle los apuntes que había trazado guiándose por las estrellas en la ida azarosa y corregidas en la vuelta voluntaria.

Consumado el robo y crimen premeditado, Colon desvía la pequeña embarcación hacia Lisboa y disfrazado se finge Italiano, haciéndose pasar por Genovés, y recurre en el año de 1484 al Rey de Portugal Juan ll , a quien trata de convencer para que financie una expedición que iría en búsqueda de ciertas tierras desconocidas, que Colon, dice haber escuchado de su existencia a ciertos pescadores. El Rey rechazo el pedido ateniéndose al informe contrario presentado por tres peritos, donde entre otras cosas le recordaban al rey, los dogmas religiosos que afirmaban que en los fondos de los mares desconocidos habían piedras de imán que atraiana los buques y los hacían naufragar,asi como zonas de aguas hirvientes en el Ecuador que harían zozobrar a cualquier embarcación; además, los peritos advertían que las recompensas solicitadas por Colon en el caso de cualquier hallazgo eran exageradas.

Rechazado su proyecto por la corte lusitana, Colon se vio en la necesidad de pasar a España, a finales de 1485 o comienzos de 1486. Allí con el secreto de su robo y crimen, se vio obligado por el hambre y la miseria, mas los prejuicios religiosos, a visitar el convento de santa María de la rabida, de la orden franciscana, donde confeso su robo y crimen a los frailes Juan Pérez, Antonio de Marchen y otros, quienes bajo amenaza le arrebataron las cartas de navegación levantadas por Alonso Sánchez de Huelva , asesinado por Colon.

Los frailes de este convento, ocultaron por algunos años estos documentos que consideraron peligrosos y herejes para sus doctrinas dogmáticas, pero enterados, que Colon fue a buscar apoyo a las cortes de Inglaterra y Francia y movidos por su sed de ambición y dominio, se vieron obligados a mostrárselos, en la persona del fraile Antonio de Marchen, a la reina Isabel la católica, quien con semejantes documentos comprendió el total éxito de la expedición, por lo que inmediatamente mando a llamar a Colon a la corte para discutir las condiciones del viaje. En un principio la reina no acepto las condiciones impuestas por Colon por considerarlas exageradas, pero pronto suavizo su posición al comprender que Colon era un hombre enfermizamente ambicioso, que no escatimaba medios para conseguir sus fines, hasta el punto de haber asesinado y robado para ello.

El 17 de Abril de 1492, la reina Isabel firmo las capitulaciones en santa fe, adquiriendo Colon para si y sus descendientes el titulo de Almirante de las islas y tierras firmes que descubriera: seria Virrey y Gobernador general de ellas; con facultad de proponer candidatos para los cargos que fuesen creados; recibiría el décimo de las riquezas que se encontraran; le correspondería a el y a sus sucesores entender como únicos jueces en los posibles pleitos entre Castilla y las nuevas tierras.

Con la firma de las capitulaciones lograba Colon lo tan anhelado desde que asesino a su patrón y verdadero descubridor que era: primero, impunidad en el robo y crimen cometido. segundo, privilegios únicos que lo convertían en un hombre poderoso. tercero, protección y encubrimiento cómplice de la iglesia católica y de la reina Isabel. y cuarto, satisfacción por el triunfo de su avaricia, ansias de poder, riquezas y dominio.

Como hemos podido observar, el verdadero descubridor fue el marino de Huelva asesinado por Colon. Colon lo que hizo fue retardar dicho descubrimiento al ocultar por varios años su criminal acción. Con tales antecedentes se develan así mismo las falacias en que incurrió Cristóbal Colon acerca de su nombre y de su lugar de nacimiento, y el hecho de que anduviera por diversos países tratando de conseguir financiamiento para su empresa; pues, se hallaba temeroso de que la justicia humana descubriera el crimen que el había cometido.

Sin embargo debemos reconocer, que las consecuencias del descubrimiento se hicieron sentir en el orden Científico, Político y Económico. Por un lado se adelanto el conocimiento cabal de la tierra; se comprobó en contra de los dogmas, misterios y supersticiones de la iglesia católica, la existencia de otras constelaciones que enriquecieron la Astronomía y Revolucionaron todas las Ciencias y todas las formas del pensamiento humano.

Copérnico pudo por fin, llevado por una serie de observaciones y de cálculos concluir que, contrariamente a lo sostenido por el cristianismo, la tierra giraba alrededor del sol, y no el sol alrededor de la tierra. El sistema de COPERNICO fue declarado hereje por la iglesia de los santos y todavía a principios del siglo XVI, o sea en el año 1616 los sacerdotes romanos consiguieron condenarlo como contrario a las escrituras bíblicas. No solamente Copérnico sufrió estas persecuciones de la religión católica, sino casi todos los sabios de la época: El cirujano Vesalio (1514-1564), de Bruselas, publico en 1543 una descripción precisa de la estructura del cuerpo humano. Fue falsamente acusado por la inquisición de haber abierto el cuerpo de un hombre todavía vivo y condenado a muerte. El medico Español Miguel Servet (1509-1553) , descubrió la circulación de la sangre entre el corazón y los pulmones, pero por haber publicado un libro llamado «DE LA TRINIDAD DE LOS ERRORES», donde negaba la divinidad de Jesús, fue hecho preso en Ginebra y quemado vivo en la hoguera en el año de 1553 por orden del protestante Juan Calvino que no admitía, al igual que Lutero y los católicos, la libertad de conciencia.

El cirujano Francés Ambrosio Pare (1517-1590), también lucho contra los tribunales de la inquisición para poder sustituir la cirugía bárbara que se practicaba entonces y que consistía en el empleo del hierro rojo o del aceite hirviente para detener las hemorragias por una cirugía mas racional y humana, consistente en practicar la ligadura de las arterias.

El Suizo Paracelso (1473-1541), también encontró grandes oposiciones de la iglesia, pero aun así renovó la medicina empleando productos químicos como el antimonio. Giordano Bruno, Filosofo Italiano, (1548-1600), publico varios libros entre ellos: «SOBRE EL INFINITO DEL UNIVERSO Y DE LOS MUNDO»

Fue hecho preso siguiéndosele un proceso para que se retractara de sus escritos ante el padre Roca, inquisidor, en vista de su negativa lo condenan a ser quemado vivo en la hoguera donde dijo las siguientes palabras: «AMORDAZAREIS MI BOCA, MAS YA NO PODREIS IMPEDIR QUE SE HABLE EN TODO EL MUNDO DE MI DOCTRINA, HAREIS QUE LA MUERTE SELLE MIS LABIOS, PERO NO PODREIS BORRAR LA VERDAD YA IMPRESA EN MIS LIBROS, ABRAZAREIS MI CUERPO CON LAS LLAMAS, PERO MI ESPÍRITU FLOTARA SOBRE LAS CENIZAS, ESCUCHAD MI PROFECÍA: RODARAN LOS SIGLOS, LOS CADALZOS QUE AHORA LEVANTAIS, SE CONVERTIRAN EN MONUMENTOS DE GLORIA, Y LOS CUERPOS QUE AHORA DEVORAIS POR MEDIO DE LAS LLAMAS, RESURGIRAN EN MARMOLES Y BRONCES… RODARAN LOS SIGLOS Y CAEREIS VOSOTROS…EL PENSAMIENTO SERA LIBRE…Y LA BESTIA DEL FANATISMO, SERA EXPULSADA PARA SIEMPRE DE LA CONCIENCIA HUMANA, Vamos, le dice el padre Roca y es quemado vivo en medio de una plaza de Roma el 17 de Febrero del año 1600, por orden del papa Clemente VIII, quien presencio la ejecución acompañado de obispos, arzobispos y cardenales. Galileo Galilei (1564-1642), fue torturado y encarcelado de por vida por demostrar que la tierra se movía. Podríamos citar a cientos de sabios mas, víctimas del odio religioso, pero con los señalados es suficiente prueba para demostrar que la religión cristiano católica ha retardado por mas de cuatro siglos el progreso de la humanidad; de ahí la importancia del descubrimiento de América, ya que estas tierras venían a ser el asilo no solamente de la alimaña religión que saqueo y destruyo culturas enteras, sino de hombres de valía que escapaban de aquellas tierras ensangrentadas por el fanatismo religioso.

Debemos aclarar un punto mas, ya que hoy día se habla mucho de los crímenes y torturas de los conquistadores Españoles contra los indígenas Americanos. Ese punto es que a la América NO VINO la España culta y progresista en el momento de la conquista, sino la España de la inquisición, de las hogueras, de los sacerdotes crueles y despiadados; la de Fernando e Isabel, la del asesino Colon…sumisos y dominados por la religión romana. Es cierto que se cometieron grandes barbaridades imposibles de justificar, pero que se explican y comprenden viniendo de hombres embrutecidos por el fanatismo religioso y , de frailes que decían que los indígenas no tenían alma y que se les podía tratar con el mismo rigor que se puede tratar a los animales, lo cual, fue la sanción del delito.

Después de dicha declaración, cada indígena era considerado como un burro y muerto como un perro, y así se hizo por mucho tiempo.

«CONVIÉRTANLOS O MÁTENLOS», eran las ordenes de la furibunda y fanática reina Isabel la católica, para la conversión de los indios al cristianismo.

Para finalizar diremos ,que hoy día todas las religiones cristianas claman por la paz y son ellas las que atizan el fuego de las discordias para que no se apague. Dicen que el arreglo de los problemas vendrá mejorando al hombre por medio de la enseñanza religiosa y del desarrollo de la inteligencia. Aquí debemos preguntarnos: ¿Que enseñan los cristianos?…porque nuestros pueblos están cansados de mentiras, supersticiones, fábulas, misterios, dogmas absurdos e irracionales como el de Jesús dios, María madre de dios y virgen después de parir, José no toco a María, pero María le parió a Jesús; el diablo, el infierno, el purgatorio, el cielo, el pecado original de Adán y Eva; Eva construida de una costilla de Adán, misas, escapularios, medallitas etc.

Hoy es difícil encontrar a alguien que crea en una iglesia que llego a afirmar que la tierra era el centro del universo; quemando en la hoguera a cuantos científicos afirmaban lo contrario. En una iglesia que llego a afirmar que la mujer era impura, que no tenía alma y que era la causante de la perdición del hombre. En una iglesia que se dice pobre y es inmensamente rica que se ha dedicado a construir templos y catedrales fastuosas a dios que no los necesita.

BASTA, SEÑORES DE TANTA MALDAD, DE TANTA INFAMIA, BASTA YA DE USURPACION DE DERECHOS.

LA JUSTICIA LLEGA Y PONDRA CADA COSA EN EL SITIO QUE LE CORRESPONDE.

 MIJAIL J. GUERRA B.

jaliber3000@hotmail.com

estudiante de filosofía

Razones políticas, obligaron a Cristóbal Colón a ocultar con la complicidad de los reyes- su verdadera identidad. – por Marta González

CRISTÓBAL COLÓN, NACIÓ EN GALICIA

A finales del siglo pasado la ciudad de Pontevedra (Galicia) era lugar de grandes tertulias culturales. En aquel entonces, una revolucionaria teoría acaparó todos los comentarios no sólo dentro de España sino también en el exterior: «Cristóbal Colón, español». Este era el nombre de un trabajo de Celso García de la Riega, que había basado su convencimiento en ciertos documentos hallados en los archivos de Pontevedra, en los cuales figuraban una gran cantidad de personas apellidadas Colón y a los que relacionó con la familia del
descubridor. Sus investigaciones con otras más de una docena de ilustres personajes de la época, dieron pie para ser continuadas y mejoradas, hasta que en la actualidad podemos afirmar categóricamente que la cuna de Colón fue Galicia.

Sólo resta que absurdos intereses políticos que aún hoy día subsisten, puedan desaparecer para que la verdadera historia de esta parte de la humanidad, sea oficial y mundialmente aceptada.

LA CASA NATAL

En Porto Santo, parroquia de San Salvador de Poio (Pontevedra), se hallan las ruinas de la denominada CASA NATAL DE CRISTOBAL COLÓN o CASA DA CRUZ (foto1) llamada así por encontrarse frente a ella un crucero en cuya base podía leerse la inscripción «Juan Colón, 1490». Dicha inscripción fue misteriosamente limada, aunque afortunadamente existen fotografías tomadas en 1917 (foto2) por el arqueólogo Luis Gorostola que confirman esta frase.
A escasos metros hallamos la Finca La Puntada, que perteneció a los Duques de Veragua, descendientes del descubridor, como la propia historia acepta. (En la actualidad el descendiente más directo es el mexicano Don Cristobal Colón de Carvajal y Gorosabel, Duque de Veragua, Duque de la Vega, Marqués de Jamaica, Almirante y Adelantado Mayor de las Indias, quien como se ve es poseedor de los títulos y honores concedidos al descubridor).
Próxima a esta, la Huerta de Andurique, propiedad en 1519 de Juan Colón. ¿Pero quién era este personaje, cuyo nombre aparece en muchos documentos de la época e incluso grabado en piedra detrás de un altar de la Iglesia de Santa María La Mayor (Pontevedra)? Este Juan sería bisnieto del primer Colón establecido en España y en Galicia hacia 1380 y que desempeñó el cargo de procurador de una cofradía de la ribera, abuelo a su vez de la madre de Cristobal.
Bartolomé -como así se llamaba- fue el primer genovés afincado en estas tierras, por lo que las nuevas teorías no niegan el orígen italiano de la familia del Almirante, no así su cuna, como estamos viendo.
Pero estos no fueron los únicos Colón que habitaban Porto Santo y Pontevedra.
Cualquier persona con tiempo y bastante paciencia puede comprobar los documentos de la época tanto en los archivos del museo de esta ciudad, como en las actas parroquiales de la Iglesia de San Bartolomé.(foto3)
Existen decenas de documentos auténticos que prueban la residencia en estos lugares de familias apellidadas Colón, todos ellos relacionados con el gremio marítimo o de los Mareantes.
Estas cofradías que se dedicaban al comercio marítimo, tenían sus astilleros en el arrabal del barrio de La Moureira (foto4) -precisamente en la ría que se halla frente a la finca La Puntada- donde se construyó la nave capitana Santa María, bautizada «La Gallega».
Ya en 1535, el historiador Fernández de Oviedo comenta: » Debeys saber que de Palos principió su camino con tres carabelas, era capitana La Gallega, dedicada a Santa María, patrona de Pontevedra». Incluso existe un documento de fletamento suscrito en Pontevedra el 5 de julio de 1489, donde se cita a la nave «Santa María, La Gallega», propiedad de Fernando Cerviño y el nombre de dos marineros que pertenecieron a la tripulación del primer viaje y luego asesinados en la Isla Española.
En viajes posteriores, también navegaron rumbo a América otras naves llamadas La Gallega y El Gallego, propiedad de Antonio Carraxero, según un documento de mayo de 1505.
En un escrito del padre Sarmiento del siglo XVII dice, a esta zona de las rías «…infinidad de carpinteros i calafates se ocupaban de construir i aparejar barcos algunos capaces de afrontar las más arriesgadas singladuras como La Gallega que fue capitana de Colón en el descubrimiento del nuevo mundo».
La Gallega, encalló el 25 de diciembre de 1492 en lo que hoy es la Bahía de Caracol, frente a Haití, sin embargo 7 dias antes «el Almirante maneciendo mandó ataviar la nao (nave) de armas y banderas por la fiesta que era ese día de Sacta María de la O» (Diario de a bordo. Extracto de Fray Bartolomé de las Casas, 1527).
Al igual que en ese entonces como en nuestros días, el 18 de diciembre secelebra en Pontevedra, la festividad de su patrona oficial Santa María de la O.

EL RECUERDO DE SU PASADO

Colón no sólo escribía y hablaba pésimamente mal el italiano, sino que tampoco bautizó ni un sólo lugar de todos los decubiertos con algún nombre de su supuesta patria genovesa. Como Almirante era el único que podía decidir a su elección los nombres del nuevo continente y estos fueron los mismos que los de la geografía gallega.
Ricardo Beltrán, secretario perpétuo de la Real Sociedad Geográfica y miembro de la Academia de Historia, señaló «Toda la nomenclatura geográfica de las tierras descubiertas por Colón en sus cuatro viajes es española, siendo de notar que en ella se reproducen voces propias y aún exclusivas, únicas del litoral gallego».
Existen más de cien toponímios -imposibles de enumerar en este espacio- pero basten aquí unos pocos ejemplos:
CABO CASA DA CRUZ (Isla de Trinidad), como su casa natal en Porto Santo, RÍO MINHO y RÍO XALLAS (Jamaica), ríos de Galicia,PORTO SANTO (Cuba)parroquia donde nació, PUNTA TOLETE (Venezuela) por «Tolete» un conocido almirante de La Moureira.PUNTA LANZADA (Haití) ría de Pontevedra,CERROS DE MATAMÁ (Costa Rica), ría de Vigo.
Todos estos toponímios son comprobables, comparando mapas de las zonas
descubiertas y mapas de las rías gallegas. Evidentemente Colón conocía perfectamente no sólo las costas gallegas donde nació y se crió, sino también los secretos de la navegación ya que el 21 de diciembre de 1492 escribe en su Diario de a bordo «Yo e andado veinte i tres años
en la mar sin salir d’ela tiempo que se aya de contar». ¡Demasidos conocimientos y experiencia para un personaje -que según la tesis
genovista- era hijo de cardadores de lana y a quienes ayudaba en el oficio hasta finales de 1478!. Un genovés además que siempre escribía en latín o español y muy contadas veces «chapurreaba» el italiano.
El escritor e investigador Antonio Romeu de Armas señala que «mientras los genoveses cultos de su época escriben en italiano, Cristobal Colón, de cuya erudicción no se puede dudar, hace sospechozos alardes a lo largo de su vida de una ignorancia absoluta de dicha habla».
En los escritos de Colón se pueden hallar centenares de palabras y frases del idioma gallego (ver recuadro 1). Una amplia relación de estas voces han sido recopiladas en el libro «La identidad de Cristobal Colón» de Alfonso Philippot, cuya cuarta edición está ala venta.

EL SECRETO DE COLÓN

Alfonso Philippot Abeledo, capitán de la Marina Mercante y oriundo de la ciudad de Vigo, es hoy día el mayor compilador e investigador de los documentos que avalan la cuna galega de Colón.
Sus conclusiones hasta hoy no han podido ser refutadas por ningún otro
historiador.
Philippot apoya su teoría, demostrando que Cristobal Colón y Pedro Madruga, son la misma persona. ¿Pero quién es este último personaje?
Cuando a finales de 1474 muere Enrique IV, Galicia se divide en dos grupos políticos, uno el de los «prelados» que apoyaban a Isabel en su pretención al trono y otro el de los «feudales» a favor de Juana, La Beltraneja Juana, había nacido en 1462, hija del rey castellano Enrique IV y de Juana de Portugal, su segunda mujer. Las Cortes de Toledo de ese mismo año la proclaman heredera al trono, pero años más tarde se acusará sin pruebas fehacientes a su madre de adúltera y a ella misma de ser hija del favorito del rey, Beltrán de la
Cueva (lo que explica el apelativo de Beltraneja).
A la cabeza de los feudales se hallaba Pedro Alvarez de Soutomaior, conocido como Pedro Madruga y ahora también como Cristobal Colón como vamos a ver. En 1440, muere en Valladolid, Fernán Yanez de Soutomaior Conde de Camiñas y pasa a ser su heredero un hijo bastardo (su hijo legítimo Alvaro había fallecido) nacido de una relación con Constança Colón, nieta de aquel primer Colón emigrado a Galicia y al que hacíamos referencia al principio de este reportaje y que estaba casada -según una escritura ya del 29 de septiembre de 1435- con Juan
Gonçalves. Las leyes de la época, le daban al padre natural el derecho a elegir la educación de su hijo y otorgar apellido, por lo que pasó a llamarse Pedro Alvarez
de Soutomaior en recuerdo de su abuelo y dejando el de Cristobal Colón impuesto por su madre, que por cierto, habitaba en Porto Santo en la casa que hoy se conoce como Casa da Cruz.
Comienza entonces a recibir una sólida formación religiosa en la Orden de los Dominicos de Tui, donde además aprende latín. Pero las cuestiones del mar le atraen -seguramente por haber nacido y criado en La Moureira- y ya de joven decide viajar a Portugal para aprender más sobre asuntos mar´timos y cosmografía.
Ejerce la profesión de marino 23 años -los mismos que cita él en su Diario-. Durante varios años, la historia pierde la pista sobre el nuevo Conde deCamiñas, los mismos años de los cuales no se hace ninguna mención a la vida del descubridor. Sin embargo el paralelismo entre ambos va mucho más allá.
De Colón se conoce a su hijo Diego, producto de una unión con Felipa Muñiz y a Fernando, fruto de un idilio con Beatríz Enríquez. Pero en una carta que le escribe a Diego desde Sevilla el 1 de diciembre de 1504 le hace referencia al cuidado de otros diez hermanos «…diez hermanos no te serían demasiados, nunca yo fallé mayor amigo a diestro y siniestro que mis hermanos».
Pedro de Soutomaior tuvo con Teresa de Távora, nueve hijos que sumados al que le nació de Beatríz Enríquez, se ían diez.
Pedro, por haber heredado la Casa de Soutomaior, se relacionaba con la nobleza. Otro tanto fueron las amistades de Colón, las de sus hermanos y sus hijos.
Es bien conocido de todos a través de la historia de dois personajes, dos sacerdotes que apoyaron firmemente la propuesta de Colón. Estos fueron Fray Diego de Deza y el Cardenal Mendoza, ambos emparentados en la línea directa con la Casa de los Soutomaior.

«NO SOY EL PRIMER ALMIRANTE DE MI FAMILIA»

Esto había manifestado varias veces el Almirante a los Reyes, pero hasta ahora nadie había acertado con la verdad. Philippot aclara que después del primer viaje Colón tuvo el privilegio de incluir en su escudo el castillo y el león, emblemas oficiales de Castilla, porque el descubridor ya tenía sus propias armas:
los dos cuerpos inferiores contienen un grupo de islas y cinco anclas doradas sobre azul (foto6).
Cuando los reyes conferían la dignidad de Almirante, el caballero que la recibía añadía un nacla a los blasones de sus armas. Estas cinco anclas que figuran en su escudo, corresponden a cuatro almirantes que pertenecieron a la Casa de Soutomaior, familiares directos de Cristobal o Pedro-que es lo mismo-:
Paio Gómez Charinho, Alvaro Paez, Alonso Tenorio, Diego Hurtado de Mendoza y por supuesto Cristóbal Colón.
Pero si esto fue un enigma durante años, más lo fue hasta hoy la firma del Almirante.
«A partir del descubrimiento -continúa Philippot- comenzó a firmar conlos títulos de «El Almirante» o «El Virrey», anteponiendo a esto un extraño anagrama compuesto de siete letras cuya configuración espacial delimita una casa (¿la Casa de Soutomaior?) y las letras

S
S A S
X M Y
correspondientes a Soutomaior, Alvarez, Xuares, Méndez, Yanez.
(Casa de Soutomaior: sus abuelos, Alvaro Paez de Soutomaior y Maior Xuarez de Deza, sus abuelos Pedro Alvarez y Elvira Méndez y su padre Fernán Yanez, o sea el árbol genealógico de la familia y finalizaba con la firma Xpo. (Pedro) Ferens./, que significa «mensajero o embajador») Y agrega Philippot «una de las pruebas más evidentes de la dualidad de su nombre nos la proporciona el más notable de los historiadores de su época Lucio Marineo, capellán y confesor de los Reyes católicos, pues en una de sus obras al referirse a la epopeya americana llama al descubridor PEDRO COLÓN»

Si como se advierte, tanto los reyes como otras personas eran concientes de esta doble identidad ¿por qué lo han ocultado?.
En primer lugar hay que destacar que hasta 1493, nadie en la Corte de Castilla le llamaba, cristobal Colón. En 1474 ya conocido como Pedro Madruga (porque en sus correrías solía salir siempre a deshora) se erige como caudillo de la resistencia gallega, frente al poder de Isabel y Fernando.
Al suscribirse el pacto de Alcobenças, entre los reyes de Portugal y Castilla, Madruga se exilia en Lisboa y la Corona le embarga todas sus propiedades.
Durante los próximos años trata de convencer a la Corte de Portugal de sus ideas de descubrimiento, pero al ser deshairado por ésta, entabla negociaciones con Castilla y por obvias razones de estado, los reyes tratarán que la presencia de Pedro de Soutomaior pase desapercibida, propagando además, la falsa noticia de sus ciudadanía genovesa.

Madrugada del viernes 12 de Octubre de 1492: su sueño se había hecho realidad. Hincado de rodillas sobre la blanca arena, tomó posesión de esas tierras y dirigiendo su pensamiento al pequeño pueblo pontevedrés que lo vio nacer bautizó aquella isla con el nombre de SAN SALVADOR.

Un mes más tarde a una ensenada de Cuba la llamó PORTO SANTO, a una pequeño islote, Isla das Ratas (¡qué casualidad pues ese es el nombre de otra pequeña isla frente a Poio!), a un río de Jamaica RIO MINHO, como el río que atraviesa Galicia y escrito en buen gallego con nh y no con ñ!! A partir del día del descubrimiento, los ríos, ensenadas, islas, cualquier accidente geográfico llevaría el nombre de aquellas tierras en donde vivió, donde estaba su familia y sus más grandes recuerdos. ¡No eran nombres de España, ni siquiera de Castilla, sino nombres EXCLUSIVOS de las costas gallegas, aún más preciso, de las costas de PONTEVEDRA! ¡Qué «genovés» tan desagradecido!
Existen más de cien nombres en la toponimia del descubrimiento, aunque aquí sólo citaremos algunos de ellos.

Nombre Nuevo, ubicación actual y ubicación en Galicia

Sta. Ma. De la Concepción (Islas Lucayas)(Co Patrona de Poio)
Ría del Sol (Cuba)(Isla Onza – Pontevedra)
Punta Moa (Cuba) (Punta Moa – Pontevedra)
Cabo del Pico (Cuba) (Desembocadura del Miño)
Porto Santo (Cuba) (Pontevedra)
Punta Lanzada (Haití) (Ría norte de Pontevedra)
Punta Aguda (Isla Tortuga) (Bueu – Pontevedra)
Isla Cabra (Isla Española) (Ría de Arousa)
Punta do Ferro (Isla Española) (Pontevedra)
Cabo San Telmo (Isla Española) (Patrona de Tui)
Sta. Ma. Guadalupe (Isla Guadalupe) (devoción de gallegos Siglo XV)
Sta. Ma. La Antigua (Isla Antigua) (Iglesia de Pontevedra)
Puerto de Sta. Gloria (Jamaica) (Pórtico de la Gloria- Sgo.Compostela)
Río Xallas (Jamaica) (igual en Galicia)
Cabo de la Galera (Isla Trinidad)(Ría de Pontevedra)
Isla de Gracia (Venezuela) (Ría de Pontevedra)
Cabo Casa da Crus (Isla Trinidad (Casa natal en Porto Santo)
Boca da Sarpe (Isla Trinidad) Porto Santo
Punta Tolete (Venezuela) («Tolete», Almirante de La Moureira)
Punta Muros (Venezuela) (Ría de Muros)

COLÓN GENOVÉS

El supuesto» Columbus genovés hijo de un tabernero, quesero y tejedor de paños de lana y que había vivido 23 años en su tierra» para salir de allí directamente a descubrir nuevos mundos, desconocía por completo su «lengua materna». Ramón Menéndez Pidal que fue un eminente filólogo y Presidente de la Real Academia de la Lengua, aún habiendo sido un ciego defensor de la tesis genovesa, afirmó en su tiempo que Cristóbal, a sus propios amigos genoveses les escribía en español. Una de dos, o era gallego – ya que lo escribía perfectamente – o había sufrido una amnesia galopante, porque ni siquiera en el momento de bautizar todos los accidentes geográficos se acordó un sólo instante de su «patria italiana». Es más, existe una carta que envió a un conocido en Génova ¡escrita en castellano!. Este “pobre e inculto genovés” era:
UN PERFECTO NAVEGANTE
«…el Almirante fue hombre de letras y de gran experiencia, y que no gastó el tiempo en cosas manuales ni en artes mecánicas, como la grandeza y perpetuidad que sus maravillosos hechos lo requerían»
(Vida del Almirante D. Cristóbal Colón. Fernando Colón (su hijo)
«…es indudable que en el arte de marear, al menos y en su cosmografía, poseía una cultura superior a muchísimos de los pilotos contemporáneos… creando por cierto, verbos tan claros, significativos y bien construidos como los de nordestear y noruestear … el choque del remo y de las naos, latino el primero y sajón este ultimo. En su Diario predomina la modalidad lingüística y marinera
del Atlántico, con la característica palabra Ancora»
(Capitán de Navío Julio Guillen. Director del Museo Naval)

Sabía de: ASTRONOMIA
«Ni en la época de Colón, ni mucho después, se resolvió el problema de situar un buque por la longitud. Colón intuitivamente lo hacia, sin embargo por aproximación, basándose en su descubrimiento de la variación de la aguja magnética»
( Antonio Fernández, «Cultura de Colón», 1957).
«…De igual modo notó que a prima noche las agujas noroesteaban toda una cuarta y cuando amanecía, miraban directamente a la estrella polar. Por cuyos motivos los pilotos estaban en grande inquietud y confusión, hasta que él les dijo que la causa de esto era el circulo que describía la estrella polar en torno al polo, explicación que les dio algún consuelo, porque en realidad con tantas diferencias temían peligro en el camino, en tanta distancia y diversidad de regiones»
(Fernando Colón)

de: COSMOGRAFIA
Los cosmógrafos de su época creían que todo aquel que saliera del plano conocido andaría hacia abajo, siendo imposible dar la vuelta. Colón les explicaba que como toda el agua y la tierra del mundo
«constituyen una esfera, era posible rodearse de oriente hasta occidente andando por ella los hombres, hasta estar pies con pies los unos con los otros, en cualquier parte que en oposito se hallasen».
Pero cuanto más eficaces eran sus explicaciones menos le entendían.

También de: GEOGRAFIA FISICA
«…completaré el retrato dedicando algunos instantes a los rasgos individuales de l héroe y señalando especialmente a la admiración de los sabios, el espíritu de observación y los grandes conceptos de geografía física, que revelan los escritos de Colón… sus facultades intelectuales merecen ser tan admiradas como la energía de la voluntad ..»
(Humboldt)

de: ARQUITECTURA NAVAL
«…con tino extraordinario decidió transformar sus carabelas con velamen cuadrado para afrontar no solo los grandes vientos sino también el enorme oleaje del Atlántico. Este aparejo era a la vez más práctico y más seguro. Pinzón se dio cuenta de la perspicacia del Almirante y aprovecho una escala forzada para seguir su ejemplo…»

de: CARTOGAFÍA
«…Ojeda en el primer viaje que hizo con Américo Vespuccio fue guiado (su propio testamento da fe de esto) por un fragmento de mapa dibujado por Colon y comunicado indiscretamente por el obispo Fonseca.»
(Humboldt)

de: ANTROPOLOGIA
Sábado 13 de octubre de 1492:
«…y todos eran de buena estatura, gente muy fermosa, los cabellos no crespos, salvo corredios, y gruesos como sedas de caballo y todos de la frente y cabeza muy ancha mas que otra generación que fasta aquí haya visto y los ojos muy fermosos y no pequeños y ellos ninguno prieto salvo de color de los canarios…las piernas muy derechas, todos a una mano y no barriga salvo muy bien hecha.
Ellos vinieron a la nao con almadias que son hechas del pie de un árbol como un barco luengo y todo de un pedazo y labrado muy a maravilla según la tierra y grandes y que en algunas venían cuarenta y cuarenta y cinco hombres y otras más pequeñas fasta haber de ellas en que venía un solo hombre. Remaban con una pala como de fornero y anda a maravillas…»
Y cuando hablaba de las especies las ubicaba no en Italia, sino en: CASTILLA «…aquí los peces son tan disformes a los nuestros y las frutas y las hierbas y las piedras y todas las cosas. Son de naturaleza diferente a LOS QUE POSEEMOS EN CASTILLA. Existen mil variedades de plantas y arboles desconocidos hasta la fecha…»

CRISTÓBAL COLÓN ERA MALLORQUÍN – por Ana Garcia Rivas (Diario 16)

Cristóbal Colón, el descubridor, cuya hazaña se conmemora en estos días, pudo haber nacido en Mallorca y no en Génova, según diversas investigaciones, entre ellas las del heraldista y abogado José Antonio Dávila y García Miranda.
La figura de Cristóbal Colón ha estado siempre envuelta en el misterio. Un misterio que el propio almirante se encargó de fomentar al dejar grandes incógnitas acerca de su origen. Numerosos estudiosos se han encargado de investigar la figura del almirante. Y la mayoría de ellos se han inclinado por rebatir su origen genovés, o han aportado pruebas de su ascendencia aragonesa.

El historiador Menéndez Pidal estableció que Colón no hablaba ni italiano ni «genovisco» -lengua que se hablaba en Génova-. Otro dato muy significativo es que la correspondencia entre los tres hermanos Colón -Cristóbal, Bartolomé y Diego- se desarrolló íntegramente en castellano y no en la lengua materna, como hubiera sido lógico.
Pidal también estableció que la lengua de Colón no era el sefardí y que, además, su castellano estaba plagado de «aragonesismos» e italianismos, como se utilizaban entonces en el Reino de Aragón.

Por otra parte, el historiador peruano Luis Ulloa Cisneros defiende la tesis del origen catalán de Cristóbal Colón, mientras que otro historiador, Manuel López Flores, afirma que fue mallorquín e hijo natural del príncipe de Viana y de Margarita Colón, de familia posiblemente conversa, radicada en la localidad mallorquina de Felanitx.

Hijo bastardo del príncipe de Viana.

Manuel López Flores afirma también que este hijo bastardo del príncipe de Viana fue bautizado como Juan. Pero se hizo llamar por imperativos de su mesianismo «Cristoferens», es decir, el que lleva a Cristo. Asimismo, es cierto que Colón no firma nunca con su apellido, ni Cristóbal, ni Cristóforo, sino Cristoferens. Colón añade en su firma unas iniciales crípticas cuyo significado se desconoce. Algunas veces firma «el Almirante» pero nunca Colón, como se ha dicho.

Otra investigación que avala el origen aragonés de Colón -las Baleares pertenecían entonces al Reino de Aragón- es la del marqués de Villarreal de Álava, quien ha localizado en la zona levantina de la corona de Aragón a diversas personas relacionadas con actividades marítimas de apellido Colom, entre las que aparecen varias con los nombres de Cristóbal, Diego y Bartolomé.
Las investigaciones de José Antonio Dávila se basan en la merced que los reyes Católicos concedieron a Colón, de que añadiera a sus armas de familia las nuevas que ellos le otorgan según un privilegio concedido en Barcelona el 20 de mayo de 1493.
Para Dávila, «dado que la autenticidad del testamento de Colón es más que dudosa, tenemos que quedarnos con estos indicios y valorar el escudo de armas que se afirma era el del linaje de Colón».
«Pero hay una pequeña diferencia entre los dibujos más antiguos y los posteriores. Y ésa es la diferencia que a mí me ha llevado a descubrir el origen mallorquín del almirante. La banda no arranca del «jefe» sino que figura «sobre el todo». De este modo, se describirían así las armas originales de Colón «campo de oro», «el jefe de gules», brochante sobre el «todo» una banda de azur».
«Por otro lado -afirma- una parte del escudo «entrada en punta» siempre trae las armas de que se trate, lo más reducidas y simplificadas posibles, pues se dispone de poco espacio.
Según eso, es fácil de ver que una interpretación versosímil de las armas primitivas de Colón es que se trata, sencillamente, de las llamadas «barras» de Aragón, con la barra de bastardía, lo que confirmaría la tesis de Manuel López Flores. O una interpretación de las armas mallorquinas reflejadas en el estandarte del reino Balear: bandera cuatribarrada con una banda «azur » sobre las cuatro barras».

Colón oculta su origen.

Se explica también por qué Cristóbal Colón ocultó su condición de aragonés: en tiempos de monarquía absoluta, no podía un súbdito condicionar la prestación de sus servicios, debiendo conformarse con las mercedes que el rey quisiera otorgarle. Sólo un extranjero podía poner condiciones previas para prestar sus servicios y «naturalizarse» súbdito del rey.
Así pues, si Colón era súbdito de la corona aragonesa no podía negociar como lo hizo, y con provecho, las «Capitulaciones de Santa Fe». Esto explica, según estudios del marqués de Villarreal de Álava, que Colón ocultara haber nacido en territorio aragonés, fuera peninsular, insular o, incluso, napolitano.

En 1931 se descubrió el llamado «documento boromei» de 1494, en el que el conde milanés Juan Borromeo afirma que Pedro de Angleria, tesorero de los Reyes Católicos, le había informado de la auténtica personalidad de Cristóbal Colón, posiblemente reconociendo su carácter de «aragonés».
También el padre Las Casas, cronista del Descubrimiento, dice que Colón era de un linaje principal, pero que lo oculta por diversas razones.
Asimismo, el historiador José Tomás Cabot sostiene que Colón oculta su origen porque había sido durante años agente secreto de Fernando el Católico en la corte de Portugal. Lo cual da un nuevo significado al perdón que Juan II, rey de Portugal, le concede el 20 de marzo de 1488.

Ana García Rivas
Diario 16

Cristóbal Colón, ¿cuál es su verdadero origen? – por Josep Guijarro

 

Los libros de historia dicen de Colón que nació en algún lugar cercano a Génova en 1451, aunque también dicen que fue judío aragonés, o gallego, o mallorquín, o manchego. Para mayor confusión, en las últimas décadas se han publicado libros que lo hacen mujer. Resulta paradójico que sepamos tan poco de un personaje tan relevante. Varias regiones españolas se disputan hoy día su origen. Lo único que sabemos a ciencia cierta es que navegaba desde los 18 años, que conocía el Atlántico desde Islandia a Guinea y que naufragó en Portugal en 1476, donde, por lo menos, se casó una vez y tuvo una imprecisa descendencia.

Colombo, Colón, Colom y Colonne son algunos de los apellidos asociados al descubridor de América.

Desde hace más de 500 años, han surgido diversas teorías que le hacen natural de Génova,  Savona,  Milán, Córcega, Galicia,  Portugal,  Castilla, Grecia y hasta  de Noruega. También se disputan la cuna de Cristóbal Colón diversos lugares de Cataluña, Mallorca e, incluso, Ibiza. Es decir, el genial navegante es el hombre más disputado de la historia. Sin embargo, solamente pudo nacer en un  lugar. ¿Cuál fue? Es todavía un misterio aunque puede que pronto podamos establecer con rotundidad su origen.

El 17 de septiembre del pasado año se exhumaron en Sevilla los restos de Diego, el hermano del descubridor que permanecían en las instalaciones de la fábrica sevillana de La Cartuja-Pickmann. Aunque parece que los huesos de Diego de Colón están muy deteriorados, los investigadores quieren comparar su ADN nuclear con los del descubridor y los de su hijo, Hernando Colón, enterrados en la catedral sevillana. La capital hispalense compite con el famoso Faro de Colón en Santo Domingo, República Dominicana, en lo que a la última morada del descubridor se refiere.

Las pruebas permitirán determinar con precisión cuál es el verdadero Colón, confirmarán si el almirante era hijo bastardo del Príncipe de Viana y también aclararán de una vez por todas si su origen era portugués, mallorquín, catalán o gallego y no Genovés como sostiene su biografía oficial.

Pero no es fácil. En opinión del doctor Ángel Carracedo  responsable de los análisis del material genético de la familia Colón, es muy difícil encontrar muestras válidas de ADN nuclear en restos humanos tan antiguos.  Si queda algo de este tipo de ADN en las muestras, se les practicará la prueba del cromosoma Y, que se transmite del padre a los hijos varones y cuyo análisis será determinante en este caso, ya que deberá ser el mismo que el de su hermano Diego y el de su hijo Hernando.
El equipo del Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela que se encargará de la evaluación tiene previsto aplicar otras técnicas en el supuesto que el ADN nuclear esté deteriorado y aclarar así el misterio de su procedencia.

¿Conspiración de estado?

Pero poco importa. La figura del descubridor y la trascendencia de su proeza han motivado que sean muchos los países que han reunido, a lo largo de años, las más variopintas pruebas e indicios para reclamar ser la patria del navegante y, en consecuencia, la nación donde se le honore.

Dentro de España, incluso, hay intereses para reclamar su procedencia. Algunos hablan que fue castellano, otros que gallego y, por último, los que creen que fue catalán o mallorquín.

Estos últimos, además, denuncian una verdadera conspiración de estado. Recientemente se estrenaba en los cines Verdi Park de Barcelona el largometraje «La apropiación del Descubrimiento: ¿una conspiración de estado?» basado en la investigación del historiador y filólogo Jordi Bilbeny. El film argumenta que la confusión sobre la nacionalidad del descubridor es debida al esfuerzo sistemático de la monarquía de Castilla para manipular la historia. «Desde los tiempos de Fernando el Católico –dice Bilbeny- se instó a los censores a manipular y ocultar los documentos sobre el descubrimiento con el propósito de que la corona castellana se apropiara de toda la riqueza y beneficios que generaron las nuevas tierras».

Bilbeny basa su suposición en dos reales células del 21 de septiembre y 9 de octubre de 1556 en las que se prohíbe explícitamente la impresión de libros que traten de América sin licencia especial del Consejo del Reino y se ordena a los oficiales reales de los puertos americanos que reconozcan e identifiquen los libros llegados en los barcos para que no dejen pasar ninguno.

Curiosamente Bartolomé de las Casas establece en sus voluntades las primeras medidas para la salvaguarda de su obra Historia General de las Indias extendiendo un documento en el que legaba el manuscrito de esta obra a una orden religiosa y expresaba su deseo  de que no fuera publicada hasta pasados cuarenta años de su muerte.

No fue respetada. Cinco años después de ser enterrado y amparándose en la real orden del 3 de noviembre de 1571 el manuscrito original fue transportado a Madrid y puesto bajo custodia del censor del Consejo de Indias, Juan López de Velasco.

«Éste era un hombre de Estado para el que primaba el interés del país sobre la conveniencia de hacer pública la verdad -declara Bilbeny- la muestra más clara de la censura que sufrió el manuscrito es la gran cantidad de retoques, añadidos y contradicciones en la Historia General de las Indias. Algo que ha sido mencionado por un sinfín de historiadores de relieve internacional».

Los motivos

Para Bilbeny es evidente por motivos que a continuación explicaremos que el descubridor era catalán pero, entonces, ¿qué motivos podía tener la monarquía española en arrebatarle el mérito a un súbdito?

Bilbeny es extraordinariamente explícito. «Tenía diversos motivos políticos –asegura-. Sobretodo porque durante unos 85 años la corona estuvo pleiteando con la familia Colom para arrebatarle las concesiones que le habían hecho al descubridor. Como querían quitarse a la familia de en medio, introdujeron diversos argumentos para anular el famoso contrato entre el rey Fernando y Colom a través del cual se otorgaban los títulos, las tierras y los beneficios al descubridor».

Según el historiador ésto, a lo largo de los pleitos, presenta muchas caras: Colón y Yañez Pinzón pactaron al 50% el descubrimiento. Como los descendientes de Pinzón cedieron las tierras a la Corona automáticamente se le arrebata el 50% al descubridor. Otro argumento es que Colón pactó descubrir unas tierras a través de su ciencia náutica pero hay toda una serie de personajes que exponen en los pleitos que halló las tierras por puro azar ¿por qué se las tenían que dar entonces? Y, finalmente, si Colón era Genovés, la corona no podía otorgarle los títulos de Virrey, Almirante y Gobernador general por ser  extranjero. En otras palabras, los motivos eran meramente económicos y políticos.
El descubridor catalán

Desde el último tercio del siglo XVIII surge en Cataluña un interés vivo y considerable por la personalidad, la vida y la obra de Cristóbal colon y su relación con la Corona de Aragón. Pere Serra i Postius afirmó entonces que el apellido era catalán. Carreras i Candi lo identificó con un corsario Colom mencionado en un aviso en las consolas de mar de los puertos catalanes del 1473. Un peruano, Luis Ulloa, lo emparentó en 1927 con Juan Baptista Colom i Montrós (o Torroja) un catalán del Principado que luchó contra Juan II y se cambió el nombre por Cristòfor (Cristóbal en castellano).

Según estas tesis, entonces, el verdadero apellido del descubridor del Nuevo Mundo era Colom y no Colón como se dice en las Capitulaciones de Santa Fe de abril de 1492. Así lo atestigua el historiador Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdés (1478-1557) en Historia general y natural de las Indias, Islas y Tierra Firme del Mar Océano, obra que fue publicada por la Real Academia de la Historia de España en el año 1851. Gonzalo Fernández de Oviedo, que en toda su obra escribe Colom al referirse al navegante, a sus hermanos, hijos y demás familia,  nos informa que conoció al hombre que pactó con los Reyes Católicos durante  el sitio  de Granada, que lo vio llegar a Barcelona al regreso del primer viaje y, por añadidura, fue paje en la corte real al mismo tiempo que  Diego Colom, hijo primogénito del Almirante. Oviedo tenía razones muy poderosas para escribir  que el linaje del descubridor y su familia era Colom, porque le conoció personalmente a él y a su entorno familiar.

Puesto que el apellido Colom es originario de las tierras que formaban la Confederación Catalano-Aragonesa, es justo pensar que la familia del descubridor era natural de alguno de sus territorios: Cataluña, Valencia o Baleares.

¿Desde dónde zarpó?

Bilbeny va todavía más lejos. Ha tratado de demostrar que Colom no zarpó de Palos de Moguer como asegura la historia oficial sino de Pals en l’Empordà.

Las referencias históricas son muy confusas en este punto. Hay cronistas que le hacen zarpar de Cádiz otros, como Bartolomé de las Casas, comentan que «salió del río que se llama Saltes, porque es así como se llama aquél río de Palos». Pues bien, Saltes era ya, entonces y, desde hacía dos siglos, una isla desabitada. Por otra parte, «por más que los documentos hablen de Palos como una fortaleza militar, -añade Bilbeny- la verdad es que nunca lo fue. Hoy en día no se conserva un solo resto arqueológico que lo pueda certificar. Cosa que no ocurre con Pals que aún hoy mantiene todas las trazas de la villa fortificada medieval».

Pero hay otro aspecto curioso que valida la teoría. Según el filólogo y epigrafista Jordi Teixidó, el conocido mapa del almirante turco Piri Reis -aquel que muestra el perfil de las costas antárticas, con una precisión que no se corresponde a la época en la que fue dibujado, (siglo XVI)- tiene una leyenda escrita en turco en la que el almirante comenta que un amigo suyo capturó a un marino de origen griego que viajó con Colón. Éste asegura que llegaron primero a las columnas de Hércules, accidente geográfico con el que los clásicos denominaban al estrecho de Gibraltar y que obviamente es anterior a Palos. También Alfonso García de Matamoros (1553) expone que «al llegar a Ceuta, habían recorrido 4000 millas». Sin duda la distancia nada tiene qué ver con Palos pero se aproxima al recorrido desde Pals de l’Empordà.

Otra inquietud que suscita por el mapa de Piri Reis es la fecha del viaje: cita 1485 o, para ser más precisos, el año 890 después de la Héjira; es decir siete años antes de la fecha oficial. Por consiguiente el descubridor estuvo antes en el nuevo continente. «En las Capitulaciones de Santa Fe se alude a este pre-descubrimiento –afirma Teixidó- vienen a decir que financian el viaje para confirmar lo que Colón había encontrado». Y esto es importante porque «Si Colón en 1485 ya estaba navegando no puede ser el tejedor genovés que la historia oficial nos pretende hacer encajar» -remarca Bilbeny.

Ibiza, ¿patria chica de Colón?

Cristóbal Colom, y aún hoy en día sus descendientes, emplean en su escudo  unas armas catalanas no existentes en ninguna otro campo heráldico. Sabemos que el descubridor no tenía como lengua materna el toscano (base del actual italiano) ni el genovés, ni el portugués, ni el castellano, sino el catalán. Así lo dejó escrito el gran filólogo español  Ramón Menéndez Pidal en su obra La lengua de Cristóbal Colón.

El hecho de que el descubridor tuviera  el catalán como lengua materna no ofrece, sin embargo, una solución respecto a si era natural de allí o, tal vez, de las islas Baleares.

n el archivo histórico de Ibiza, hay referencias a un Bernat Colom, uno de los tres jurados de la isla, que el año 1340 viajó a Perpignan  para entrevistarse con el rey Jaume III. Hubo también un Joan Colom que en 1379 tenía el monopolio en Ibiza sobre los derechos de entrada y salida de los cautivos. También está documentado en el Archivo de la Catedral de la isla un Francesc Colom, que en calidad de procurador de la Universitat negoció en 1385 ciertos asuntos en Barcelona con el rey Pere IV.

Los Colom de Ibiza, pues, por su posición política, social y económica debían ser  una rama de los Colom  que tenían propiedades en el Call judío de Barcelona.

Y es que el navegante descubridor de América solamente se explica como catalán de nación y de ascendencia judía. Así lo afirma Jorge Vilalta Castellet, miembro del Centro de Estudios Colombinos y autor del libro Una fogata en la noche en el que asegura que debido a la persecución de los reyes Católicos a los judíos, Joan Colom Bertrán (hijo de Francesc Colom y Margarida Bertrán) asumió el pseudónimo de Cristóbal Colom.

El Colón Gallego

Pero las conjuras sobre la nacionalidad del descubridor no terminan aquí. A finales del siglo XIX, una revolucionaria teoría acaparó las tertulias culturales de Pontevedra. Sostenía que la cuna de Colón no era otra que Galicia. El responsable del revuelo fue un trabajo de Celso García de la Riega titulado Cristóbal Colón, español. Basaba sus suposiciones en ciertos documentos hallados en los archivos de Pontevedra, en los que figuraban una gran cantidad de personas apellidadas Colón y a las que el historiador relacionó con la familia del descubridor.

La historia oficial admite que la finca pontevedresa llamada La Puntada, perteneció a los descendientes del descubridor, concretamente a los Duques de Veragua. A pocos metros, en Porto Santo, Parroquia de San Salvador de Poio,  se hallan las ruinas de la denominada «Casa Natal de Cristóbal Colón» o Casa Da Cruz, denominación que recibe por hallarse frente a ella un crucero, en cuya base rezaba «Juan Colón, 1420».  La inscripción, sin embargo, ha sido borrada aunque podemos afirmar con precisión que existió gracias que el arqueólogo Luis Gorostola las fotografió en 1917.

El principal valedor de la hipótesis de un descubridor gallego es el Capitán de la Marina Mercante y oriundo de la ciudad de Vigo, Alfonso Philippot Aveledo.

En el transcurso de su vida profesional Philippot visitó numerosos países del área caribeña, y se especializó en la llamada «Ruta de Colón». Su afición por la historia nace a temprana edad, pero hasta 1977 no hace públicos sus trabajos, centrados principalmente en la figura del Descubridor.

«Defiendo la teoría de que Colón era gallego –esgrime sin titubeos-. Mis estudios vienen a continuar la línea abierta por los investigadores del siglo XIX, como Celso García de la Riega, que fue uno de los grandes estudiosos defensores de la nacionalidad gallega de Cristóbal Colón. Para mi –dice-  estos investigadores son el punto de partida al que yo aporto un punto de vista revolucionario».

Como Vilalta Castellet, Philippot asegura que Colón empleó un pseudónimo para emprender su empresa. Este veterano marino trata de demostrar que el nombre real del descubridor de América no es otro que Pedro Madruga. Entonces, ¿Quién es el Juan Colón que figuraba en el crucero de Porto Santo?

«Juan –explica Philippot-, sería bisnieto del primer Colón establecido en España y en Galicia, hacia 1380 y que desempeñó el cargo de procurador de una cofradía de la ribera, abuelo a su vez de la madre de Cristóbal».

Pero estos no fueron los únicos Colón que habitaban Porto Santo y Pontevedra.  Setenta años antes del descubrimiento el apellido Colón ya se hallaba implantado en Galicia. Cualquier persona puede comprobar los documentos de la época tanto en los archivos del Museo como en las actas parroquiales de la Iglesia de San Bartolomé.  Existen decenas de documentos auténticos que prueban la residencia en estos lugares de familias apellidadas Colón, todos ellos relacionados con el mar.

Philippot lleva ya vendidas cuatro ediciones de su libro La identidad de Colón y tras cuarenta años de pesquisas sus conclusiones no han podido ser refutadas. Lo curioso es que mientras para Menendez Pidal la lengua de Colón era el catalán, para el historiador gallego es evidente que lo hacía en una mezcla de gallego y portugués. Y, por si fuera poco, asegura que en el transcurso de sus cuatro viajes, impuso cientos de nombres a las localidades a las que llegó, exclusivos de las Rías Bajas.

Las naves gallegas

Puestos a especular: ¿no llevaban las naves una cruz de Santiago desplegada en sus velas? Y si hilamos más fino: ¿Por qué bautizó Santa María a la nave? ¿No es acaso la patrona de Pontevedra? El historiador Fernández Oviedo escribía en 1535 que «…debeys saber que de Palos principió su camino con tres carabelas. Era capitana ‘La Gallega’, dedicada a Santa María, patrona de Pontevedra…»

¿Por qué había de darle el pseudónimo de «La Gallega»? Posiblemente porque en el arrabal del barrio de La Moureira -la ría que se halla frente a la finca La Puntada-, se halla el astillero donde fue construida la Santa María.

La mítica nave terminó sus días frente a las costas de Haití, en lo que hoy es la bahía de caracol. Corría el 25 de diciembre de 1492. Siete días antes, según refleja el diario de a bordo de Fray Bartolomé de las Casas (1527) «el Almirante luego en amaneciendo, mandó ataviar la nao (nave) de armas y banderas por la fiesta que era este día de Sancta María de la O»  El 18 de diciembre, curiosamente, se celebra en Pontevedra la festividad de su patrona oficial, Santa María de la O. ¿Casualidad?

Colón nunca bautizó ni un sólo lugar de todos los descubiertos con algún nombre de su supuesta patria genovesa. Existen, sin embargo, más de 100 topónimos que concuerdan con lugares de la costa gallega. Es el caso de los ríos Miño y Xallas, en Jamaica, que tienen sus gemelos en Galicia, el Porto Santo de Cuba que es el nombre de la parroquia donde según la tradición nació el descubridor. Punta Lanzada, en Haití que es, también, el nombre de una ría de la costa norte de Pontevedra, o el más representativo de todos; el  Cabo Casa Da Cruz, en la isla de Trinidad y que es, como hemos visto, el nombre de su Casa Natal en Porto Santo.

Después de esta exposición se hace difícil inclinarse con rotundidad acerca de si el almirante fue gallego, catalán o ibicenco. Resulta -a priori- más fácil esperar al ADN para darle la razón a los unos o a los otros.Genovés.

Pero no tejedor, sino corsario

A pesar de la multitud de teorías sobre el origen de Colón, la Real Academia de la Historia sólo se ha pronunciado en dos ocasiones; por la tesis de los investigadores Luis Ulloa y de Celso García de la Riega en el siglo XIX.

Pero, recientemente, se ha divulgado una nueva hipótesis que aún cuando no contradice el origen genovés de Colón sí da un giro en cuanto a la vida del descubridor. Su autor es el prestigioso historiador Alfonso Enseñat de Villalonga quien para documentar su tesis ha acudido a las fuentes originales de Génova, donde se conservan 375.000 actas.

Sólo seis o siete grupos has accedido a ellas, fundamentalmente italianos que han expurgado esa documentación y han efectuado síntesis.
En una entrevista concedida al programa Enigmas i Misteris, en Ràdio 4, (RNE en Cataluña) reconoció haber encontrado muy pocos «Colombo», «muchos de ellos equivocados porque donde decía Columnis traducían Columbis». Enseñat ha llegado a la conclusión de que sólo hay una familia Colombo de menestrales (tejedores), algunos de ellos con causas pendientes con la justicia pero que enlaza con la versión oficial en tanto se han mezclado familias y personajes «han creado un Colón virtual que nada tiene que ver con el Colombo que ellos presentan» -concluye.
El historiador español aseguró que la familia original de Colón se llamaba Escotto y que tras entrar en el Albergo Salvaggio -y como era costumbre en la época- adoptaron el nombre del albergi genovés. En este caso Colonne.  Ese fue el apellido hasta 1453. Posteriormente cambiaron al nombre definitivo  a Salvaggio que es el que adoptó su padre al casarse con María Salvaggio. El nombre del descubridor es Cristóbal Colonne y que habría sido un corsario genovés.

El CRISTÓBAL COLÓN HISTÓRICO: DE CORSARIO GENOVÉS A ALMIRANTE MAYOR DE LAS YNDIAS

El CRISTÓBAL COLÓN HISTÓRICO:

DE CORSARIO GENOVÉS A ALMIRANTE MAYOR DE LAS YNDIAS.
Conferencia pronunciada por don Alfonso Enseñat de Villalonga Investigador, Genealogista, Doctor Ingeniero y Alférez de Navío.

NEBULOSA SOBRE LOS ORÍGENES DE COLÓN.

Hasta fines del siglo XIX casi nadie ponía en duda que Cristóbal Colón fuese genovés; si bien existían todavía serias dudas acerca de cuáles fuesen su cuna y genealogía. Ni los biógrafos, ni los cronistas, ni las personas que le acompañaron en sus viajes de descubrimiento, ni sus íntimos amigos, ni los cortesanos, ni tan siquiera sus dos hijos -el natural y el legítimo- pudieron aclarar nada sobre sus orígenes, lo que hizo exclamar a su hijo natural Hernando que su padre «quiso que su patria y origen fuesen menos ciertos y conocidos», y al historiador Francisco de Medina y Nuncibay (1557-1637) que «ni aún provocado por sarcasmos quiso [Colón] nombrar a sus abuelos».

El Almirante jamás hizo alusión alguna al nombre de sus padres, no precisó dato ni circunstancia alguna sobre su niñez y juventud, ni jamás, si se exceptúa la secreta institución del Mayorazgo de 1498, dijo claramente que fuera genovés. Y es que Colón, hombre sumamente enigmático, parece que se complacía en dejar una larga estela de incógnitas sobre su vida, lo que indujo a Menéndez Pidal (Don Ramón) a escribir en 1942: «Como la raposa borra su rastro con el rabo, así Colón quiso borrar su juventud».

Tan espesa es la nebulosa creada por estudiosos e historiadores en tomo a los orígenes de Colón que el gran historiador romántico Washington Irving (1783-1859), con cierto aire de desánimo y pesadumbre, se vio obligado a afirmar en 1828: «Tal ha sido la confusa habilidad de los comentadores, y tales sus esfuerzos, que ya es imposible desenmarañar la verdad de entre las conjeturas que la rodean». Más pesimista se muestra todavía un siglo después -en 1927- el novelista valenciano Vicente Blasco Ibáñez cuando, sin pudor alguno, se atreve a escribir estas palabras: «Tal vez transcurran siglos y siglos sin que el nacimiento y la verdadera nacionalidad del Almirante queden probados de un modo indiscutible y para siempre. Tan embrollado dejó todo lo concerniente a su vida».

Para construir la biografía de nuestro personaje es preciso acudir a las fuentes puras de sus biógrafos contemporáneos, es decir al cronista áulico Lucio Marineo Sículo (1460-1534), que en 1530 escribió la crónica titulada De las cosas memorables de España; a Gonzalo Fernández de Oviedo (1478- 1557), primer cronista de las Indias, a quien se debe la Historia General y Natural de las Indias, publicada en 1535; a Hernando Colón (1488-1539), hijo ilegítimo del descubridor, que a su muerte acaecida en 1539 dejó escrita su Vida del Almirante Cristóbal Colón, que no fue publicada hasta 1571, después de que el manuscrito fuera vendido a precio de saldo por el polígamo y perdulario Luis Colón, tercer Almirante de las Indias, y que fue traducido del castellano al toscano por el aventurero español Alfonso Ulloa. Pero, sobre todo, debemos acudir al polémico dominico fray Bartolomé de Las Casas (1474-1566), que nos legó su extensa obra Historia de las Indias, comenzada en 1527 en La Española y terminada en España entre 1550 y 1563. Depositó el fraile su obra, manuscrita en tres tomos, en el colegio de San Gregorio de Valladolid, con encargo de que no se publicase sino 40 años, por lo menos, después de su muerte; encargo tan escrupulosamente cumplido que, no sólo 40 años sino más de 300 han corrido hasta que aquellos tres enormes volúmenes hayan encontrado lugar en la Colección de documentos inéditos para la Historia de España, siendo impresos en 1875-1876. La publicación» se llevó a cabo por la Real Academia de la Historia, de Madrid, para probar la autenticidad de la Vida del Almirante, escrita por Hernando Colón, y acabar con las polémicas levantadas por algunos estudiosos –como el norteamericano Henry Harrisse- empeñados en distorsionar la biografía del Almirante.

Aún cuando el Colombo de la tesis oficial, tejida por los genovistas a lo largo de trescientos años, no tenga nada que ver con el Colón descrito por sus biógrafos y cronistas contemporáneos (Hernando, Las Casas, Oviedo, Anglería, Bemáldez y Marineo), los genovistas siguen empecinados en sus planteamientos y aferrados a su inconsistente teoría y proclaman que todo lo que se oponga a la misma es falso. Yo, en cambio, he seguido el camino inverso. Primero, he definido las señas de identidad del genial navegante, extraídas de los escritos de los biógrafos y cronistas antes citados -únicos depositarios de la verdad salida de labios del propio Colón-, y luego he buscado en los archivos notariales genoveses la familia que se adapta rigurosamente a este perfil. La tesis aquí expuesta es fruto de cuatro viajes a Génova para investigar en el Archivio di Stato di Genova, donde 37 km de estanterías con legajos aguardan al estudioso. Pero para entenderla hay que desembarazarse de prejuicios y tópicos y familiarizarse con los hábitos vigentes en la Génova del siglo xv.

IDENTIDAD DEL VERDADERO COLÓN.

Según Remando, su padre navegó muchos años con un corsario de su mismo nombre y familia. Este corsario ha sido identificado por el investigador genovés Giuseppe Pessagno, en su trabajo «Questioni colombiane», pu-blicado en 1926 en las Atti della Societa Ligure di Storia Patria. Lo ha identificado con Cristoforo Salvago, capitán de la nave corsaria llamada «Pasquerius» que «daba conserva» o protección al convoy genovés que fue atacado en 1476 frente al cabo de San Vicente de Portugal por el corsario gascón Coullon, vicealmirante del rey de Francia, y en la que navegaba nuestro Cristóbal Colón. Si además de tener el mismo nombre (Cristoforo), ambos pertenecían a la misma familia –como asegura Hernando- significa que Colón tenía que ser forzosamente miembro de la familia Salvago. Por otro lado, el hijo natural del Almirante nos revela que su padre limó su apellido para conformarlo a la lengua castellana. Si genovetizamos, pues, el apellido Colón se obtiene el linaje Colonne, que adecuadamente limado o sincopado se transforma, precisamente, en Colón. De ahí resulta que el gran nauta pertenecía, sin duda, a la familia Colonne. Surge, entonces, el gran dilema: ¿cuál es el linaje real y verdadero del descubridor, Colonne o Salvago, pues, según la vía de razonamientos que elijamos, nos conduce a uno u otro de los dos apellidos? Si analizamos la mecánica de los «alberghi» comprobamos que el inmortal navegante tanto podía llamarse Salvago como Colonne, lo que significa que en un tiempo perteneció a un albergo para luego militar en otro.

Pero veamos cómo puede ser esto. Para empezar, desvelaré un hecho real-mente sorprendente: Tan sólo una cuarta parte de los genoveses que practicaban la mercadería, la banca y la navegación en el siglo xv utilizaba el apellido que les correspondía por su estirpe. En tiempos de Colón estas actividades estaban en manos de 149 familias agrupadas en 35 «alberghi». Cada individuo adoptaba como apellido el nombre del albergo a que estaba afiliado, renunciando al suyo propio. Generalmente el albergo recibía el nombre de la familia coaligada más destacada, pero a veces se elegía un nombre nuevo. Así pues, puede afirmarse que las tres cuartas partes de los mercaderes, banqueros y navegantes genoveses utilizaban un nombre distinto del de su linaje verdadero. Esto supone que en la construcción de la genealogía de estos individuos tiene tanta o más importancia la mecánica onomástica de los «alberghi» que la lógica de la sangre.

El albergo es una institución puramente genovesa, bastante original. Al principio -en pleno siglo XIII- constituía la reunión de todas las casas de la misma sangre en forma de alianzas familiares; pero, a principios del siglo XIV emerge otra forma de agregación, consistente en la reunión de diversas familias ligadas por estrechos vínculos matrimoniales o por meros intereses económicos. Las familias que constituyen un albergo toman el mismo apellido, las mismas enseñas y armas nobiliarias y se reconocen emparentadas entre sí. El vínculo que une estas agregaciones es más fuerte que la parentela o «parentate «, es decir más que la propia sangre. Generalmente los miembros de un albergo habitan en el mismo barrio de la ciudad de Génova, al que dan su nombre y enriquecen con bellos palacios.

La formación de agrupaciones familiares prosigue durante todo el siglo xv; a veces se trata de simples agregaciones individuales, pero no son raros los casos de incorporaciones en masa, como es el caso de la incorporación global de la familia Scotto al albergo Colonne, que adopta la forma Columnis en los escritos latinos.

El albergo Colonne se formó en 1403 y a él fueron asociándose sucesivamente diversas familias, entre las que cabe destacar la familia Scotto cuyos miembros se integraron en masa al mismo en 1429, adoptando desde entonces el apellido Colonne, pero para impedir que quedara relegado al olvido el linaje original, se hacían llamar -como era costumbre en la época- Colonne olim Scotto, es decir Colonne antes llamado Scotto.

A través de la mecánica del funcionamiento de los «alberghi» resulta, pues, posible que los dos linajes encontrados -Colonne y Salvago- sean simultáneamente aplicables al descubridor. En efecto, en 1429 la familia Scotto se incorpora en bloque al albergo Colonne y todos sus miembros pasan a denominarse Colonne olim Scotto, pero en 1453 se empieza a desintegrar el albergo Colonne y varios de sus miembros se incorporan al albergo Salvago. De ahí surge la familia Salvago olim Scotto, en que olim significa «antes lla-mada». Por consiguiente, los individuos que en 1429 se llamaban Colonne, ahora, en 1453, se llaman Salvago. Esto no sólo nos muestra que Colón pudo usar indistintamente estos dos nombres, sino que, además, ninguno de ellos era su verdadero linaje, pues el que le correspondía por sangre era el de Scotto y los otros -Colonne y Salvago- eran sólo nombres de «alberghi».

Oviedo notició que el padre del nauta se llamaba Domenico y Hernando admite que Bartolomé Colón bautizó la capital de La Española con el nombre de Santo Domingo en memoria de su padre, que también lo era del Almirante. Ahora bien, se ha comprobado en los archivos notariales genoveses que el joven Domenico Scotto, hijo del noble Raffaele Scotto, a partir de 1429, en que ha cumplido ya los 15 años, pasa a llamarse Domenico Colonne antes llamado Scotto al ingresar todos los miembros de la familia Scotto en el albergo Colonne. Sin embargo, el noble mercader Domenico Colonne, hacia 1445, se une en matrimonio con Mariola Salvago, se afilia al albergo Salvago y cambia su nombre por el de Domenico Salvago antes llamado Scotto. Así pues, si Cristóbal Colón era hijo de un Domenico y miembro de las familias o «alberghi» Salvago y Colonne, cabe concluir que su padre no podía ser otro que este Domenico Salvago antes llamado Scotto.

Espigados los protocolos notariales del Archivio di Stato di Genova he podido construir el árbol genealógico de la familia de Domenico Salvago, habiendo constatado, con sorpresa y contrariedad, que ninguno de sus tres hijos varones tenía por nombre Cristoforo y que el primogénito se llamaba Pietro; y si esto es así, cabe preguntarse ¿cómo podemos seguir manteniendo que este Domenico es el padre del genial navegante si todo el mundo sabe que se llamaba Cristóbal? Pues bien, incluso, el nombre de pila de Colón -para complicar más, si cabe, la biografía del descubridor- ha resultado ser falso, como nos revelan dos fuentes fidedignas totalmente independientes y distintas entre sí.

En 1530, es decir cinco años antes de que el primer cronista de las Indias, Gonzalo Fernández de Oviedo diera a luz su Historia General y Natural de las Indias, Lucio Marineo Siculo, cronista del Emperador Carlos V, escribía en su crónica titulada De las cosas memorables de España, que los Reyes Católicos, después de conquistar Canaria, enviaron a Pedro Colón a descubrir otras islas mucho mayores. Al principio a nadie sorprendió la noticia de que Colón se llamara realmente Pedro, pero andando los años algunos historiadores apuntaron a un posible despiste del cronista. Sin embargo, nadie se ha dado cuenta hasta ahora de que el testimonio de Marineo es corroborado por el gran humanista portugués y sacerdote el doctor Gaspar Frutuoso (1522-1591), que en su obra manuscrita Saudades da Terra, bebiendo en fuentes exclusivamente portuguesas -y más concretamente en los archivos de la isla de La Graciosa en el Archipiélago de las Azores- descubrió que Hiscóa Perestrello, esposa del capitán de la isla de La Graciosa, era cuñada del Pedro Colombo que descubrió el Nuevo Mundo, pues estaba casado con Filippa Moniz Perestrello, hermana de aquélla. Según esto, resulta que en Madeira y las Afores el descubridor era conocido también por Pedro Colombo.

Las dos fuentes en que bebieron Marineo y Frutuoso son tan antiguas y tan puras que no pudieron estar contaminadas por escritos posteriores. De ahí la importancia que debe otorgarse a estos dos testimonios, tan insólitos como casi olvidados.

Sintetizando lo dicho hasta ahora resulta que el verdadero nombre del descubridor era Pietro Scotto pero se hacía llamar Pietro Colombo.

Sólo nos resta ahora averiguar cuándo y por qué cambió su nombre Pietro Scotto por el de Pietro Colombo, primero, y Cristoforo Colombo, después.

De los escritos de Hernando y Las Casas se infiere que Colón era un célebre corsario; hecho que ni siquiera se recató en ocultar en sus cartas a los reyes, ni tampoco su hijo natural se privó de magnificarlo en la biografía de su padre. De la biografía de Colón, escrita por Hernando, se deduce, en efecto, que en los años 1467-1470 se hizo corsario al servicio del conde de Provenza, René D’ Anjou, y que en 1476 navegó «dando conserva» a un convoy armado por los alberghi Spinola, Di Negro y Squarciafico, que cubría la ruta de Génova a Flandes y que el 13 de agosto de 1476 fue atacado -y, en parte, hundido- frente al Cabo de San Vicente en Portugal, por una escuadra francesa. Esta escuadra estaba mandada por el vicealmirante del rey de Francia Guillaume de Casenove alias Coullon, conocido por Colombo por los venecianos y genoveses. Estos dos relatos -recogidos por Hernando y Las Casas en la biografía del Almirante- son, sin embargo, una pequeña muestra de lo que fue su intensa vida corsaria por espacio de veintitrés largos años de su vida continuada en el mar; pero, además -y esto es lo más grave-, su vida corsaria vino precedida de una negra experiencia pirática, en asociación con el famoso y sanguinario pirata ligur Vincenzo Colombo, encubierto por los Doria, señores de Oneglia, y de quien nuestro héroe tomó el nombre de Colombo a modo de apodo al igual que se hacía en los «alberghi». Pero ¿por qué adoptó este apodo? Sencillamente, porque las reglas de un albergo noble impedían que un pirata pudiera ensuciar su nombre prestigioso, y mucho menos podía nuestro héroe rescatar el linaje Scotto de su propia sangre, pues era éste uno de los más ilustres de Europa –como veremos más adelante-. Así pues, decidió retocar el nombre Colonne transformándolo en Colombo, que era casualmente el apellido de su socio.

Pasado el ardor juvenil, el descubridor abandona su actividad pirática, se separa de su socio Vincenzo Colombo y se hace corsario-condottiero al servicio de varios reyes y señores.

De su «curriculum vitae» quiso Colón lavar dos borrones muy negros y deshonrosos: 1.°) Su actividad de feroz pirata, y 2.°) Los años en que luchó como corsario al servicio de los enemigos del rey Católico y de su padre Juan II, que, concretamente, fueron el Gran Maestre de Rodas, el condestable dom Pedro de Portugal -rey intruso de Cataluña- y el conde René de Provenza, junto con su hijo el duque de Calabria, nombrado por el conde su lugarteniente.

Colón no podía desvelar a la corte aragonesa sus orígenes porque inme-diatamente se le hubiera situado entre los criminales y los enemigos del rey. Como pirata debía ser ahorcado como hicieron los genoveses en 1492 con Vincenzo Colombo y como corsario debía demostrar su fidelidad al rey, si aspiraba a recibir sus favores y ganar su confianza, y ello requería tener un pasado limpio.

Ocultar sus antecedentes piráticos y de condottiero al servicio de los enemigos del rey fueron el gran secreto de Colón.

Hemos dado, pues, un paso más: el nauta se llamaba realmente Pietro Scotto alias Colombo. Sólo nos queda un misterio por aclarar ¿de dónde le viene el nombre de Cristóbal? La respuesta nos la da Remando Colón cuando afirma que su padre se dio a sí mismo el nombre de Cristoforo porque llevaba a Cristo, al igual que «San Cristóbal tuvo aquel nombre porque pasaba a Cristo por la profundidad de las aguas con tanto peligro». Esto significa que Colón cambió el nombre de Pietro que sus padres le impusieron en la pila bautismal. Y surgen ahora otras dos preguntas ¿cuándo y por qué cambió de nombre?.

En sus actuaciones piráticas por el Mediterráneo (1461-1469) el nauta es designado en las crónicas y documentos de la época con el simple apelativo Colombo, sin especificar su nombre propio. Por las actas descubiertas a finales del siglo XIXy principios del xx en los archivos notariales genoveses por el marqués Marcelo Staglieno y el general Ugo Assereto se sabe que utilizaba el nombre de Cristoforo Colombo durante, por lo menos, los años 1470 a 1479, periodo en que abandonó la piratería para hacer el corso «dando conserva» a convoyes comerciales genoveses, primero, y portugueses después; «esla etapa de la regeneración del nauta e inicio de su misticismo, como pone de relieve la elección del nombre «Cristóbal». Al casarse en 1481, en Lisboa, con la noble dama portuguesa Filippa Moniz Perestrello y obtener al mismo tiempo la nacionalidad lusa, recupera el nombre bautismal de Pietro, como ordenan los cánones de la Iglesia romana, pero sigue utilizando el temible y respetado apelativo Colombo, que le cualificaba como experto hombre de mar. Con el nombre de Pietro Colombo figura durante su estancia en Madeira. Cuando en 1483 huyó de Portugal para refugiarse en Castilla, en calidad de fugitivo, volvió a usar el nombre de Cristoforo pero castellanizó el apodo Colombo transformándolo en Colomo, apellido que fue traducido al catalán en la forma Colom durante su estancia en Barcelona, en abril y mayo de 1493, al regreso de su viaje de descubrimiento.

CORROBORACIÓN DE ESTA TESIS.

Algunos se escandalizarán, tal vez, ante las conclusiones a que han desembocado mis razonamientos, pero habrán de rendirse ante la evidencia de los hechos. Mientras ninguna de las teorías colombinas pergeñadas hasta ahora -incluida la genovista oficial- consiguen conectar «su Colón» juvenil con el «Colón histórico» adulto; en el presente caso, en cambio, el ensamblaje es casi perfecto y si no veamos la realidad de los hechos.

Empecemos por el cambio de nombre. Aunque el cambio de nombre de pila no es insólito en la Génova del siglo xv, y he conseguido documentar por vía doble que el Almirante así lo hizo, algunos pudieran ser escépticos de que también lo hicieran sus dos hermanos varones.

Si el nauta cambió de nombre de pila, Bartolomé Colón debió de tener también muy buenas razones para hacerlo. Es más que probable que Bartolomé naciera en Portugal–como en mi libro demuestro– y aunque fuera inscrito como genovés con el nombre de Raffaele, pudo obtener más adelante la nacionalidad portuguesa, cambiando su nombre de pila por Bartolomeu, de uso más corriente en Portugal. Es casi seguro que si el futuro Adelantado de las Indias no hubiera obtenido la nacionalidad portuguesa, hubiera tenido dificultades insalvables para participar en los viajes de descubrimiento realizados por los portugueses y sobre todo, en el viaje más secreto organizado por la Corona portuguesa como es el que llevó a término en 1487-1488 el navegante Bartolomeu Diaz al sur del continente africano y que desembocó en uno de los descubrimientos más notables y rentables de su tiempo, el Cabo de las Tor-mentas, después llamado de Buena Esperanza, que abría el camino hacia la India y tierras de la especiería.

Mientras algunos críticos se desconciertan ante el hecho de que Cristóbal y Bartolomé hubieran podido cambiar de nombre, nadie -ni siquiera los historiadores italianos- se rasgan las vestiduras de que lo hubiese efectuado el tercer hermano, Diego, y ello porque tienen que doblegarse ante la evidencia. Todos los historiadores, en efecto, están de acuerdo en que Diego Colón usaba otro nombre antes de arribar a Castilla en 1493, por la sencilla razón de que el nombre de Diego -muy corriente en Castilla y Portugal- era totalmente desconocido en tierras genovesas, como lo era también en tierras catalanas.

Después del cambio de nombre hay otro tema que nos preocupa: Si Colón pertenecía a la familia Salvago, es lógico pensar que se relacionara a menudo con ella. En caso contrario, cabría dudar de la consistencia de la tesis aquí expuesta.

Se observa que la familia Salvago rodea siempre a nuestro héroe. Domenico Salvago, padre del nauta, «estante» muchos años en Lisboa, es precisa-mente el eslabón que permite situar al niño Cristóbal en la ciudad del Tajo, cuando empieza a ordenar su lenguaje en el cerebro, lo que justifica su mejor conocimiento de la lengua portuguesa que la genovesa, aunque sus primeros balbuceos fueron en lengua genovesa. Gracias a este personaje, perteneciente al círculo de mercaderes y banqueros genoveses y florentinos que mueven el comercio y las finanzas lusas, Colón podrá relacionarse años después con el mercader florentino Lorenzo Berardi y obtener fraudulentamente una copia de la carta que Paolo del Pozzo Toscanelli remitió en 1474 al rey de Portugal a la que adjuntaba una carta de marear en que estaba dibujada la ruta que había que seguir para alcanzar la India navegando por Occidente. De este histórico con-tacto no sólo surge un intercambio de informaciones reservadas sino el compromiso de formar una sociedad para llevar a la práctica el proyecto toscanelliano, que suscribirá a los pocos años Juanoto Berardi, hijo de Lorenzo.

También la familia Salvago está presente en la primera navegación de Colón. En 1461, en efecto, el joven Colón, al cumplir la edad de catorce años, embarca en una fusta capitaneada por su tío Imperiale Doria -perteneciente a la familia del futuro gran almirante Andrea Doria-, que forma parte de una escuadra armada por varios corsarios pertenecientes a los «alberghi» Salvago y Colonne para avituallar a la colonia genovesa de Famagusta y enviar socorros a la reina Carlotta de Chipre. Imperiale Doria estaba casado con Mariola de Colonne antes Scotto, prima segunda de Domenico Salvago, el padre de Colón, lo que explica el enrolamiento de éste en dicha nave.

No pasan muchos años sin que la familia Salvago vuelva a aparecer junto al gran nauta. En 1476, Colón navega con el armador y capitán de naves Cristoforo Salvago, que le muestra la ruta de Flandes y le enseña a navegar por las bravas aguas del Atlántico. Este Cristoforo Salvago, «estante» muchos años en Sevilla, será la causa de la venida de Colón a Castilla en el año de 1484.

Una vez en Castilla, sigue Colón relacionándose con la familia Salvago. En los años 1486 a 1492, en efecto, el futuro Almirante se relaciona en Sevilla con el banquero y mercader genovés Baliano Salvago, allí «estante», y con el socio de éste, Francesco Sopranis de Riberol, que se convertirá al poco tiempo en el banquero, procurador y factor principal del Almirante.

Incluso después de la muerte del descubridor, la familia Colón continúa haciendo negocios con el albergo Salvago. En 1508, Diego Colón «el Viejo», hermano del descubridor, junto con su hijo natural Juan Antonio Colombo, se obligan a pagar a Gerolamo Salvago, mercader genovés, hermano del Cristoforo Salvago antes citado, la muy elevada suma de 235.948 maravedís que les prestó Diego Colón «el Joven», segundo Almirante de las Indias, para pagar una letra de cambio a la banca Francesco Dona y Francesco Dona, banqueros genoveses. La cuantía de la deuda llama la atención por su gran volumen y pudiera ser consecuencia de un préstamo destinado a financiar, parcialmente, el fletamiento de alguna nave aprestada para el comercio con el Nuevo Mundo.

BIOGRAFÍA DE COLÓN.

Conocida la genealogía del descubridor, resulta ya fácil componer su biografía.

El gran navegante Cristóbal Colón pertenecía al linaje Douglas, familia noble y poderosa que pasó de Escocia o Scotia a Piacenza, en la Lombardía, en tiempos de Carloinagno, en donde adoptó el nombre de Scotto. En la primera mitad del siglo XIIIlos Scotto se convirtieron en riquísimos mercaderes poseedores de una poderosa compañía mercantil domiciliada en París. A mediados del siglo XIVla familia Scotto era tenida entre las cinco principales casas de Piacenza.

Alberto Scotto el Magno es elegido en 1290 Capitán del Pueblo y Señor Perpetuo de Piacenza y cinco años después es proclamado Príncipe de Piacenza. En 1302 derrota a Matteo Visconti y recibe la «bacchetta» del Principado de Milán, pero en 1315es derrotado por el hijo de Matteo Visconti, Gale-azzo, y confinado en Crema, donde acabó sus días en 1317. El hijo de Alberto Scotto, Francesco 1, llamado il Milite, no recuperó el gobierno de Piacenza, pero continuó gobernando los señoríos y castillos heredados de su padre, hasta que en 1447 los Scotto acabaron perdiendo sus tierras de Piacenza.

Como testigo del pasado esplendor de la familia Scotto de Piacenza permanece todavía el magnífico mausoleo que esta familia construyó en la iglesia del convento dominico de San Giovanni in Canale, visitado por Remando Colón en su peregrinaje en busca de los vestigios de sus antepasados.

Ya que el descubridor pertenecía al linaje Scotto, el Nuevo Mundo debiera haber recibido el nombre de Escocia y no el espúreo de América, pero la historia es así y no se cansa de ofrecemos incongruencias e injusticias.

Una rama de la familia Scotto de Piacenza se instaló en Génova. De ella procede Cristóbal Colón.

BIOGRAFÍA DEL PADRE DE COLÓN E INFANCIA DEL NAUTA.

Domenico Scotto, procedente de la familia Scotto de Piacenza, hijo primogénito de Raffaele Scotto y de su esposa Selvaggia Spinola de Luccoli, nació en 1414 en el castillo de Roccaforte Ligure, en el Piamonte. A algunos pudiera extrañar que Domenico, el padre de Colón, naciera en este castillo piamontés, pero la extrañeza se disipa al averiguar que esta fortaleza pertenecía a la familia de Selvaggia Spinola, la madre de Domenico y abuela de Colón.

Al fallecer Pietro I Scotto, abuelo de Domenico, en 1429,todos los miembros de la familia Scotto ingresan en bloque en el albergo Colonne y cambian su nombre por el de Colonne, por lo que desde entonces su hijo Raffaele, padre de Domenico, será siempre conocido por Raffaele de Colonne antes Scotto y el hijo de éste por Domenico de Colonne antes Scotto. En 1445, Domenico se casa en Génova con Mariola Salvago, hija de Ottobono Salvago y de Franchetta Marabotto, y al poco tiempo (1453) ingresa en el albergo Salvago, pasando a denominarse Domenico Salvago antes Scotto.

El padre de Colón heredó de sus antepasados unas tierras en Parma(en la Tierra de los Rossi, conocida en latín medieval por «Terra Rubea»), junto al antiguo marquesado de Lavagna. Estas tierras eran poseídas en feudo de la familia Fieschi, pero le fueron arrebatadas por los Visconti en 1447, en las interminables guerras que asolaron la Lombardía. La posesión de estas tierras quedó reflejada en la firma «Colombo de Terra Rubea» que Cristóbal y Bartolomé Colón utilizaron en sus años mozos, y del enfeudamiento de las mismas por la familia Fieschi nos da testimonio el propio Almirante al afirmar que el genovés Bartolomeo Fieschi, su compañero de fatigas en el cuarto viaje de descubrimiento, tenía gran deudo con él, lo que -según aclaran las Leyes de Partida- significa que tenía un vínculo muy fuerte de vasallaje con la familia Fieschi. De ahí nacen, precisamente, las relaciones epistolares de Colón en 1502 y 1504 con Juan Luis Mayo -seudónimo que encubría el verdadero nombre de Giovanni Luigi Fieschi-, jefe de la rama principal de esta poderosa familia.

Despojado de sus propiedades de Parma, Domenico se hace mercader y su pariente Bartolomeo Marabotto, mercader «estante» en Lisboa, le reclama para que le suceda en sus negocios de Portugal, a lo que accede Domenico, estableciéndose en la capital portuguesa a partir de 1451.

Cuando Domenico llega a Lisboa viene acompañado de su mujer y de un hijo de apenas cinco años, llamado Pietro Salvago, que había nacido en 1446, y al poco tiempo se convertirá en Cristoforo Colombo.

De que Colón naciera en 1446, ya no cabe dudar actualmente, pues ello no sólo resulta de las manifestaciones del gran navegante recogidas por sus biógrafos contemporáneos -Hernando y Las Casas-, sino también de escrituras notariales auténticas rescatadas del Archivio di Stato di Genova.

Domenico Salvago antes Scotto se dedica al negocio de exportación de productos portugueses a Francia y, probablemente, a Inglaterra y Flandes, estando documentada la exportación de higos secos y uvas pasas a La Rochelle, donde se encuentra otro genovés, Polo Gentile, para recibir estas mercaderías.

Domenico Salvago y Marco Lomellini, otro genovés «estante» en Lisboa, forman el 21 de junio de 1456 sociedad con el florentino Giovanni Guidetti, mercader «estante» también en Lisboa, para administrar la concesión, hecha a su favor por el rey Afonso V,del monopolio absoluto de la exportación del corcho portugués. Marco Lomellini participa en el capital de la empresa con el 55%, Domenico Salvago antes Scotto con el 25% y Giovanni Guidetti con el 20% restante. En cuanto a los beneficios de la sociedad, el rey se reserva para sí la tercera parte.

Ha sido notable el hallazgo de que el padre de Colón vivió durante catorce o quince años en Lisboa dedicado a la mercadería, disfrutando de una concesión real, pues esto le permitiría a su hijo Cristóbal, pasados varios años, relacionarse con personas de gran relieve e influencia en la corte portuguesa. Domenico estuvo asociado a un conocido grupo de mercaderes y banqueros genoveses y florentinos «estantes» en Lisboa, muy bien informados sobre los descubrimientos portugueses en el continente africano; de cuya amistad, conocimientos y caudales se serviría años después para diseñar -e, incluso, llevar a término– su proyecto de navegación a la India por Occidente. Entre los mercaderes florentinos destacan Berardi -del que ya he hablado– y Bartolomeo Marchionni, que se convertirá en el mercader más importante de la trata de esclavos del siglo xv y el banquero más rico de Lisboa; era íntimo del rey y por esto estaba en posición de conocer todos sus secretos.

En 1453, recién cumplidos los siete años, el niño Pietro Salvago (el futuro Cristóbal Colón), hijo de Domenico, es enviado a Génova, depositándolo, en calidad de donado, en el Convento de los padres dominicos de Santa Maria di Castello. Allí permanecería durante los años 1453 y 1454, donde aprendería a leer y escribir, cumpliéndose lo dicho por Remando Colón: «en su tierna edad aprendió las letras». Pronto el futuro descubridor demostró sus grandes dotes intelectuales -intuitivas, imaginativas e innovadoras-, por lo que los frailes propondrían a Domenico Salvago que completara sus estudios elementales en uno de los conventos que la Orden tenía en Pavía -segura-mente el de San Giovanni in Canale-, donde era fama que enseñaban muy buenos maestros.

Sabemos que llegó a la ciudad lombarda cuando tenía, precisamente, nueve años de edad. La precisión de esta edad se obtiene de las manifestaciones de Las Casas, cuando dice que Colón estudió en Pavía «los primeros rudimentos de las letras, mayormente la gramática», lo que entonces se llamaba los «rudimentos de gramática latina» y que era precisamente la instrucción que se impartía en el tercer grado de la enseñanza elemental, cuando el alumno había alcanzado la citada edad de nueve años. Y si el futuro nauta empezó su instrucción en Pavía por el tercer grado de la enseñanza elemental, quiere decir que ya había cursado los dos grados anteriores en otro lugar, o sea, en Génova.

Nuestro héroe continuaría en Pavía el cuarto y quinto grado de la enseñanza elemental, pues lo deja entrever Las Casas al afirmar que allí (en Pavía) «quedó experto en la lengua latina». Como alumno aventajado que era, el joven Cristóbal, a los doce años de edad, iniciaría en la escuela monástica paviana los estudios de aritmética y geometría y es, incluso, probable que ya por entonces obtuviera los primeros rudimentos de geografía y cosmografía por boca de un maestro de filosofía natural y, asimismo, por boca de otro maestro en astrología -que abundaban entre los dominicos-, consiguiera asimilar los conocimientos necesarios de astronomía. Con ello se daría cumplimiento a las manifestaciones de Hernando Colón: «estudió en Pavía lo bastante para entender a los cosmógrafos, a cuya lección fue muy aficionado; por lo cual se dedicó también a la astrología y la geometría».

El 8 de enero de 1458 muere Mariola Salvago, la esposa de Domenico y madre de Pietro (luego llamado Cristóbal), y al poco tiempo -en 1459-, Domenico contrae en Génova nuevas nupcias con Bianchinetta Spinola de Luccoli. Después de este segundo enlace, Cristóbal, que ya había cumplido los trece años, regresa al Convento de Santa Maria di Castello de Génova, mientras su padre Domenico vuelve a Lisboa.

En el convento de los padres dominicos de Génova, Cristóbal proseguiría sus estudios de geografía, cosmografía y astrología, por obra de frailes expertos en estas materias. A estos dominicos debió referirse Las Casas cuando afirma que, tratando con hombres doctos y gracias a su infatigable estudio, el descubridor consiguió la médula y sustancia de estas ciencias. Su estancia en el Convento de Santa Maria di Castello finalizaría a principios de 1461, cuando visitó este cenobio su pariente el banquero Ludovico Centurione Scotto para embarcarlo en la nave de Imperiale Doria, tío de Colón, rumbo a Chipre. Esta fue su primera entrada en el mar.

El nauta completaría su formación geográfica y cosmográfica en Levante, donde tuvo «tracto e conversación con gentes sabias, eclesiásticos y seglares, latinos y griegos, judíos y moros». La referencia a «latinos y griegos» sólo se comprende si uno se sitúa en Levante, donde, desde la muerte del emperador Isaac TIacaecida en 1204, coexistían los estados latinos, en poder de venecianos y genoveses, con los propiamente griegos, independizados del antiguo imperio bizantino. Por «judíos y moros» hay que entender que el nauta, al decir ‘judíos», se refería a los «indianos» o gentes de la India -conforme figura en la versión italiana de la Historia del Almirante, escrita por Hernando Colón- y, al decir «moros», quería decir «árabes», pues en España desde antiguo se cometía el error de llamar «moros» a los «árabes».

Domenico, entretanto, permaneció en Lisboa hasta 1466, en que, a punto de expirar la concesión del monopolio del corcho, Marco Lomellini y Ottobo-no Salvago –ex suegro de Domenico– se reúnen en Génova en casa de los Lomellini para negociar la prórroga de la sociedad corchera; y al no lograrse un acuerdo, entra a formar parte de la misma el flamenco Martin Leme, en sustitución de Domenico Salvago olim Scotto. Un hijo de Martin Leme, llamado Antonio, pasados los años, se asentará en Madeira donde hará amistad con Colón.

Después de abandonar la sociedad, Domenico regresa a Génova y se supone que entraría en los negocios del albergo Spinola, en su condición de hijo de Selvaggia Spinola y de esposo, al propio tiempo, de Bianchinetta Spinola. Este parentesco con los Spinola permitirá a Colón envanecerse de no ser el primer almirante de su familia, pues en la familia Spinola brillaron muchos y grandes almirantes en todos los tiempos. La afirmación del nauta en este sentido, que muchos juzgaron que era una pura invención de un ególatra, se apoya pues en una base sólida y auténtica.

El 25 de agosto de 1485 el noble Domenico Salvago antes Scotto, encontrándose en el burgo de Riparolio, donde vivía la familia de su segunda esposa, postrado en cama por enfermedad, otorga testamento ante el notario de Génova Giovanni Antonio di Castello y fallece en los primeros días de noviembre del citado año. Con ocasión de la enfermedad de su padre, Colón viajó a Génova y aprovechó su estancia allí para exponer su proyecto al Ufficio di.San Giorgio.

LAS NAVEGACIONES DE COLÓN.

Su bautismo de mar lo hizo nuestro héroe en una nave de un tío suyo -Imperiale Doria-, que formaba parte de una flota aprestada por las familias Salvago y Colonne, a las que pertenecía el gran nauta, pero pronto se asoció a un activo y feroz pirata protegido de los Doria d’Oneglia, llamado Vincenzo Colombo, del que aprendió los más recónditos secretos de la navegación. En aguas del Mediterráneo logró curtir su piel, encallecer sus manos y templar su acerado ánimo, pero sobre todo, aprendió a interpretar y dibujar cartas de marear. Con Vincenzo formó una sociedad de corsarios y -como era costumbre en la época- tomó de su principal socio de esta compañía el apodo «Colombo», modificando el suyo propio de Colonne, con el que será conocido en el futuro.

Dejó Colón la piratería para hacerse corsario-condottiero, sirviendo, pri-mero, los intereses de la reina de Chipre Carlotta de Lusignan, empeñada en recuperar, con la ayuda de los duques de Saboya, el trono que le había arrebatado su hermano bastardo Giacomo, para, luego, ponerse al servicio de la Orden de San Juan de Jerusalén y de Rodas -cuyo Gran Maestre era catalán y enemigo acérrimo de Juan II de Aragón-. Al mismo tiempo, sirvió al condestable dom Pedro de Portugal, rey intruso de Cataluña y aliado de los duques de Borgoña y de la citada Orden Hospitalaria. Al poco tiempo, haría el corso al servicio del conde de Provenza René d’ Anjou que, al morir el condestable de Portugal, se consideró con derechos suficientes para seguir disputando la Corona de Aragón al rey Juan II Sirvió al conde durante tres largos años. A esta actividad de condottiero a sueldo siguió una actividad más lucrativa y estable.

A partir de 1470,Colón se convierte en «corsario de conserva», llamados así a los que daban protección a convoyes comerciales. El nauta es contratado para esta misión por un consorcio mercantil formado por los «alberghi» Di Negro y Spinola, que explotaba la ruta comercial de Lisboa a Quíos, con escalas en Cádiz y Génova. Pero, en 1474, el gran navegante no puede resistirse al ofrecimiento que le hacen el rey Ferdinando I de Nápoles y la reina Carlotta de Chipre de hacer la guerra sucia a Venecia para sustraerle su influencia en Chipre, con el consentimiento secreto del duque de Milán, que, a la sazón, era también gobernador de Génova, después de que hubiese ocupado por las armas la Liguria. Finalizado este contrato al cabo de dos años, recupera Colón su anterior oficio de dar escolta a flotas comerciales, pero cambia de ruta y de mares y se introduce en la aventura del Océano.

La ruta de Flandes no es fácil para un marino que sólo conoce el Mediterráneo. Esta ruta requiere pilotos experimentados en navegar por aguas bravas, sorteando o aprovechando, según los casos, vientos fuertes del norte; por ello, Colón se alista en la nave corsaria capitaneada por su pariente Cristoforo Salvago, experto navegante y armador de navíos, del que aprende rápidamente los secretos de la navegación en aguas del Atlántico Norte. Sin embargo, en agosto de 1476, al doblar el cabo de San Vicente, en Portugal, el convoy genovés, escoltado por la nave pilotada por Cristoforo Salvago, es atacado y hundida esta nave por el corsario francés Coullon, que a la sazón era vicealmirante del rey de Francia. De milagro salva la vida Cristóbal Colón agarrado a un remo con el que consigue arribar a la playa portuguesa de Lagos. Desde allí se dirige nuestro héroe a Lisboa, donde se demora varios meses hasta recuperarse de sus fatigas -y no sabemos si de algunas heridas y quemaduras-. Permaneció allí mientras se reparaban las naves del convoy que se salvaron de la contienda, pero que quedaron averiadas y mientras esperaba también que se incorporaran al mismo otras naves de refresco aprestadas por los albergos Doria y Di Negro.

El viaje de Colón a Flandes es más rápido de lo normal, pues el convoy llevaba un gran retraso acumulado, que era preciso recuperar, y cuando regresa a Lisboa embarca sin demora en una nave portuguesa que le llevará a realizar un viaje impresionante que marcará su vida. Su destino es Islandia -conocida entonces por Thule- y desde allí navega 100 leguas al oeste en busca de bancos bacaladeros, llegando a aproximarse mucho a las costas de Groenlandia. De regreso a la ciudad del Tajo continuará por algún tiempo haciendo la ruta de Lisboa a Londres y Flandes, ruta que llegará a dominar a la perfección.

En Lisboa entra Colón en contacto con los mercaderes genoveses Ludovico Centurione Scotto y Paolo Di Negro, que le contratan para transportar azúcar de Madeira a Génova, haciendo escala en Lisboa y Cádiz. En Madeira conoce a Bartolomeu Perestrello, capitán donatario de la isla de Porto Santo, y en un viaje que ambos efectuaron a Lisboa, conoce en el convento dos Sanctos a Filippa Moniz, hermana del citado Bartolomeu, con la que se casa, y se establece en Porto Santo, primero, y luego en Funchal. A partir de este momento y adquirida por matrimonio la nacionalidad portuguesa, Colón pilota naves lusas que hacen el rescate en la costa de la Malagueta, trayendo especialmente «grano del paraíso» o falsa pimienta, oro, marfil y esclavos.

De improviso recibe una oferta interesante. Joao II encomienda en 1482 a Diogo Cao el mando de una expedición al golfo de Guinea a fin de descubrir nuevas tierras, abrir nuevos mercados y buscar el camino de la India. El año anterior (1481) Diogo Azambuja había construido por orden real el fuerte de San Jorge da Mina. Allí, pues, se dirigió la flota expedicionaria como principal base de operaciones. Al recalar la flota en Madeira, en el viaje de ida, Bartolomé Colón, que acompañaba a su hermano Cristóbal, conoció a su sobrino Diego que había nacido, por lo menos, mes y medio antes. En esta escala debió volver a quedar embarazada Filippa, embarazo de fatal desenlace, pues a consecuencia del parto morirían en 1484 madre e hijo, a los que nunca más volvió a ver nuestro héroe.

LA VENIDA DE COLÓN A CASTILLA.

Las desgracias de Colón no vinieron solas, pues al poco tiempo estallaba la conjura del tercer duque de Braganza, fraguada, con la complicidad del cuñado del rey, Diogo, duque de Viseu, para derrocar al rey Joao II. Los con-jurados y sospechosos fueron perseguidos con saña por el vengativo y receloso rey. Entre los sospechosos se encontraba la familia de Filippa Moniz, emparentada con los Braganza, por lo que, avisado Colón oportunamente de la persecución, optó por exiliarse a Castilla. Su hijo Diego quedó en Porto Santo al cuidado de su tía Briolanja Moniz, en espera de que su padre pudiera ocuparse de él.

Años atrás, Colón había entrado en contacto en Lisboa con los mercaderes florentinos Bartolomeo Marchionni y Lorenzo Berardi, que le habían mostrado una copia de la carta que el famoso cosmógrafo florentino Paolo del Pozzo Toscanelli había enviado, por intermedio del canónigo lisboeta Martins, al rey Joao II. A dicha carta acompañaba un mapa en que figuraba la ruta que debía seguirse para alcanzar la India por Occidente.

EPÍLOGO.

Colón había recorrido ya todos los mares conocidos en su época y había navegado más que ningún otro navegante en ningún tiempo anterior, pues durante veintitrés años había alcanzado Siria, Chipre y Quíos por el Oriente, la gélida Islandia por el Norte y el cálido Congo por el Sur, después de cruzar el mar Tenebroso; y había visitado todas las islas atlánticas, desde las Azores hasta Madeira y Canarias e incluso Cabo Verde. Sólo le faltaba al nauta embarcarse en la aventura de cruzar el Atlántico rumbo al Occidente desconocido. Gracias a su experiencia y con la carta de Toscanelli en la mano ya podía realizar sus sueños. Sólo necesitaba apoyo financiero y éste se lo proporcionó Berardi, con el que formó una sociedad. De sus gestiones cerca de los duques de Medina Sidonia y de Medinaceli en busca de apoyo, así como de la presentación de su proyecto a los Reyes Católicos, con el concurso de varios vale-dores, de los que la historia ha dejado constancia, se conocen casi todos los detalles. Mucho más se conoce de la firma de las Capitulaciones de Santa Fe suscritas por los reyes y el nauta, así como de la relación minuciosa de su viaje de descubrimiento y de su recepción por los monarcas en Barcelona, que el 30 de abril de 1493 le confirmarían en el cargo de almirante mayor de las Indias, virrey y gobernador de las tierras que descubriese. Pero lo que no se conocía hasta ahora eran las andanzas de Colón en su niñez y años mozos, ni, muchos menos, la biografía de su padre y abuelos. Tampoco se conocían las navegaciones efectuadas por el nauta antes de su llegada a Castilla. En definitiva, todo lo que rodeaba al descubridor antes de 1484 era oscuridad y misterio. Hoy en día, a través de las páginas de este libro -tras la búsqueda de la luz necesaria en los archivos genoveses- he podido iluminar la figura gigantesca del inmortal héroe castellano-genovés.

CRONOLOGÍA E ITINERARIO DE CRISTÓBAL COLÓN

1446
Nace en Génova Cristóbal Colón, hijo de Domenico Salvago olim Scotto y de Mariola Salvago.

1451
Domenico Salvago se traslada con su familia a Lisboa. 1453 Colón ingresa como «donado» en el convento dominico de Santa Maria di Castello, de Génova, en donde estudia el 1.er y 2.° grado de enseñanza elemental.

1455
Estudia el 3.°, 4.° Y5.° grado de enseñanza elemental en el convento dominico de San Giovanni in Canale, de Pavía.

1459
Regresa al convento de Santa Mana di Castello, de Génova, donde termina sus estudios de enseñanza elemental (6.° y 7.° grado).

1461
A los 14 años de edad es recogido por su pariente Ludovico Centurione olim Scotto y embarca en una fusta genovesa capitaneada por su tío Imperiale Doria, que acude a prestar socorro a la colonia genovesa de Famagusta y a la reina de Chipre Carlotta de Lusignan, que había sido destronada por su hermano bastardo Giacomo, con el apoyo del sultán de Egipto y la Serenísima de Venecia. Dicha nave formaba parte de una flota corsaria armada a costa de los alberghi Colonne y Salvago, a los que pertenecía Domenico Salvago.

1462
Se asocia al famoso pirata Vincenzo Colombo, protegido de los Doria de Oneglia y adopta el apodo Colombo. Este sanguinario pirata acabó sus días en el patíbulo en 1492.

1463
Hace el corso al servicio de la Orden de San Juan de Jerusalén y de Rodas, cuyo Gran Maestre era el catalán Pere Ramon Sacosta, enemigo de Juan II de Aragón.

1464-1466
Hace el corso al servicio del condestable dom Pedro de Portugal, rey intruso de Cataluña.

1467-1470
Hace el corso al servicio de René d’Anjou, conde de Provenza, enemigo acérrimo de Juan II, al que disputaba la corona de Aragón.

1470-1473
Da escolta a las naves de Paolo Di Negro y Niccolo Spinola que hacían la ruta de Lisboa a Quíos, con escalas en Cádiz y Génova.

1474-1476
Hace el corso al servicio del rey Ferdinando 1de Nápoles -sobrino de Juan II de Aragón- y de la reina Carlotta de Chipre, con el consentimiento secreto del duque de Milán, que a la sazón era gobernador de Génova.

1476
Se embarca en la nave flamenca (urca) Pasquerius, que enarbolaba el pabellón de Borgoña y estaba capitaneada por Cristoforo Salvago, del mismo nombre y familia que el futuro descubridor. Dicha nave corsaria daba conserva a un convoy comercial fletado por los alberghi Spinola, Di Negro y Squarciafico, que hacía la ruta de Génova a Flandes. Este convoy fue atacado, frente al cabo de San Vicente, en Portugal, por la escuadra del corsario francés Guillaume de Casanove alias Coullon, vicealmirante del rey de Francia, y entre otras, fue hundida la nave en que iba embarcado Cristóbal Colón, que consiguió llegar a nado al pueblo de Lagos, en el Algarve. Cristoforo Salvago, que residió varios años en Sevilla, fue causa de la venida de Colón a España en 1484.

1477
Navega en una nave portuguesa hasta Islandia y Groenlandia, con escalas en Bristol y Galway.

1478
Da escolta a convoyes portugueses que hacen la ruta de Lisboa a Londres y Flandes.

1478-1481
Transporta azúcar de Madeira a Génova en naves portuguesas por cuenta de los mercaderes genoveses Ludovico Centurione olim Scotto y Paolo Di Negro, haciendo escalas en Lisboa y Cádiz. En estos viajes aporta en diversas ocasiones en Valencia, donde pudo relacionarse con importantes mercaderes y banqueros genoveses: Francesco Doria, Francesco Pinello, Francesco de Rivarolo y Francesco Palomar. Hacia 1486 todos estos genoveses estaban asentados en Sevilla, donde volvieron a coincidir con el gran navegante.

1481
Se casa en Lisboa con Filippa Moniz Perestrello y se establece en Madeira, desde donde hace viajes de comercio, primero, y de descubrimiento, después, en la ruta hacia el golfo de Guinea, en compañía de portugueses.

1482
Nace su hijo Diego y, junto con su hermano Bartolomé, navega en la flota de Diogo Cao y llega hasta el cabo do Lopo, hoy en día llamado cabo de Santa María, en la actual Angola (13° 26′ latitud Sur).

1484
Al regresar a Lisboa, le sorprende el ajusticiamiento del duque de Viseu y la persecución del rey a todos los parientes del duque de Braganza, que habían conspirado contra la Corona, entre los que figuraba la familia de Filippa Moniz, y tiene que salir huyendo de Portugal para refugiarse en Castilla.

1484
De julio a septiembre, acude a la Corte de los Reyes Católicos, que se encontraba en Córdoba.

1484
En noviembre o diciembre, fallece de parto en Madeira Filippa Moniz Perestrello.

1485
En enero, sigue a la Corte que se encontraba en Sevilla.

1485
En abril o mayo, viaja a Génova para visitar a su padre moribundo y exponer su proyecto al Ufficio di San Giorgio.

1485
En junio, regresa a Lisboa y es recibido por Joao n, asistiendo a la exposición que hizo el astrólogo judío Joseph Vizinho sobre sus mediciones de la altura del sol en Sierra Leona.

1485
En el verano, formula por escrito su solicitud a los monarcas castellanos, de que sea aceptado su proyecto de navegación a la India por Occidente.

1486
En enero, es recibido en audiencia por los reyes en Alcalá de Henares.

1486 En mayo, decide fijar su residencia en Córdoba, donde conoce a su amante Beatriz Henríquez de Arana, madre de su segundo hijo Hernando.

1486
En este año, Colón reanuda en Sevilla las relaciones que en Lisboa había tenido con Lorenzo Berardi y sus hijos Giovanni (o Juanoto) Berardi y Gianneto Berardi, y formó sociedad con ellos para poner en práctica su proyecto de navegación a la India por Occidente, siguiendo la ruta recomendada por Paolo del Pozzo Toscanelli al rey de Portugal. Una copia de la carta de Toscanelli al rey llegó a manos del descubridor por medios poco honestos.

1487
En agosto, los reyes le convocan a El Real de Málaga para transmitirle el dictamen desfavorable de la comisión que estudió su proyecto.

1488
En junio, se encuentra en Murcia con los Reyes Católicos. 1488 En agosto y septiembre, se entrevista en Avis con Joao II.

1488-1489
Entre otoño de 1488 y la primavera de 1489, ofrece su proyecto a don Enrique de Guzmán, duque de Medina Sidonia.

1490
En mayo, le abre las puertas de su palacio don Luis de la Cerda, duque de Medinaceli, acogiéndole bajo su protección.

1491
Va a Madeira a recoger a su hijo Diego, volviendo acompañado de Pedro Corréa d’a Cunha, cuñado de Filippa Moniz.

1491
A su regreso, desembarca en Palos, acude al monasterio de La Rábida, y en Huelva deja a su hijo Diego al cuidado de su cuñada Briolanja Moniz de Perestrello y de su esposo el flamenco Miguel de Mulyart.

1492
El 17 de abril se firman las Capitulaciones de Santa Fe por las que los reyes envían a Colón a descubrir las Indias Occidentales.

LO QUE APORTAN LAS RECIENTES INVESTIGACIONES COLOMBINAS, A LA BIOGRAFIA DEL ALMIRANTE.

1.°- No tiene sentido que se siga dudando de la autenticidad del Mayorazgo fundado por Colón el 22 de febrero de 1498, después del minucioso estudio que el académico Ángel de Altolaguirre hizo en 1926 de los documentos descubiertos en el Archivo de Simancas por la investigadora norteamericana Alicia B. Gould. Según esto, es indiscutible que Colón nació en Génova.

2.°- No se puede seguir afirmando que Colón mintió y que todo lo que se oponga a la teoría genovista oficial es falso, como proclama Henry Harrisse en 1892 y sus seguidores muchos años después. Por el contrario, las señas de identidad del nauta hay que buscadas en la biografía escrita por Hernando Colón, cuya autenticidad fue demostrada por la Real Academia de la Historia al publicar por primera vez, en 1875-1876, la Historia de las Indias de fray Bartolomé de Las Casas. Así pues, la biografía de Colón debe basarse principalmente en las obras de Hernando y Las Casas y no en el hallazgo de una familia en Génova en que un cierto Cristoforo Colombo, lanero, es hijo del tejedor Domenico.

3.°- Colón nació indudablemente en 1446, como se desprende de las revelaciones del nauta: empezó a navegar de 14 años y en 1484, cuando llegó a Castilla, ya había navegado 23 años sin salir de la mar. Así pues, no se puede seguir manteniendo como hacen los genovistas que nació en 1451.

4.°- El acta descubierta en 1904 por el general Ugo Assereto es auténtica, pero de ella se desprende que Colón nació en 1446, no siendo válidos, en cambio, los razonamientos del norteamericano Henry Vignaud que en 1921 llega a la conclusión de que el nauta nació en 1451.

5.°- La revelación de Colón a los reyes de que vino a servir de 28 años, no significa que tenía esa edad cuando llegó a Castilla en 1484, sino que cuando tenía esos años entró a servir al rey Ferdinando I de Nápoles, primo del rey Católico, y aliado de éste, pues el reino de Nápoles podía considerarse que era parte del Casal de Aragón.

6.°- La primera navegación de Colón tuvo lugar en 1461 en la fusta de Imperiale Doria, su tío, que formaba parte de la flota armada por los alberghi Salvago y Colonne para rescatar la colonia genovesa de Famagusta. A estos alberghi perteneció Domenico el padre del nauta.

7.°- La formación marinera de Colón la obtuvo de la familia Doria de Oneglia, encubridora de piratas y corsarios y aliada de René d’ Anjou, conde de Provenza. Sobre la familia Doria nos ilustra el senador genovés Federico Federici y el historiador francés Yves Renouard.

8.°- Merced a la mecánica de los «alberghi», institución típicamente genovesa, y a los protocolos notariales del Archivio di Stato di Genova, ha podido descubrirse que el padre de Colón se llamaba Domenico Salvago y el abuelo, Raffaele Scotto, y que el verdadero linaje del nauta era Scotto, procedente de Piacenza. Los «alberghi» han sido estudiados por el francés Jacques Heers y el senador genovés Federico Federici.

9.º- Hernando Colón nos revela que su padre «navegó con un corsario de su mismo nombre y familia». En estas palabras muchos historiadores y estudiosos han pretendido ver un parentesco cercano entre el corsario francés Coullon y Cristóbal Colón. Sin embargo, el investigador e historiador genovés Giuseppe Pesagno, en 1926, descubrió en el Archivio di Stato di Genova que el capitán de la nave «Pasquerius», que daba conserva al convoy genovés que fue atacado en 1476 frente al cabo de San Vicente en Portugal por el vicealmirante francés Coullón, se llamaba Cristoforo Salvago. Habiéndose demostrado por Salvagini, Harrisse y Vignaud que Colón viajaba en este convoy, cabe deducir que viajaba también en esta nave en su condición de corsario.

10º.- El verdadero nombre de pila de Colón es Pietro y no Cristoforo. Esto nos lo revela el cronista de Carlos V Lucio Marineo Siculo en 1530, afirmación que ha sido corroborada por el sacerdote portugués Gaspar Frutuoso, natural de la isla de San Miguel en las Azores,el cual, según información obtenida hacia 1589 en los archivos de la isla de la Graciosa, de la que había sido capitán donatario Pedro Corréa, resulta que éste estaba casado con Hiscoa o Hizeu Perestrello, «cuñada de Pedro Colombo que descubrió el Nuevo Mundo».

11º.- Colombo no es el nombre de familia del descubridor, sino un apodo, que adoptó al formar sociedad con el pirata ligur Vincenzo Colombo. Este pirata acabó en el patíbulo en 1492. De este pirata nos dan noticias los investigadores genoveses Emilio Pandiani y Giovanni Monleone.

12º.- Cuando Hernando Colón refiere que su padre «quiso que su patria y origen fuesen menos ciertos y conocidos» nos está diciendo que el nauta tenía algo que ocultar. Algunos historiadores creen que quería ocultar su ascendencia judía o su bastardía de algún personaje importante; pero lo que, en realidad, quería ocultar es su oscuro pasado pirático y su «curriculum» de corsario al servicio de los enemigos de la Corona de Aragón (Condestable Pedro de Portugal; René d’Anjou, conde de Provenza; y el catalán Pere Ramon Çacosta, Gran Maestre de la Orden de San Juan de Jerusalén y de Rodas).

13º.- Según los trabajos de Virginia Rau, de la Universidad de Lisboa, publicados en 1956, y de Jacques Heers (1991), Domenico Scotto, el padre de Colón, se relacionaba en Lisboa con un poderoso círculo de mercaderes y banqueros florentinos, entre los que se encontraban Giovanni Guidetti, Gerolamo Semighi, Bartolomeo Marchionni y Lorenzo Berardi. Marchionni era tratante de esclavos y banquero de Joao II y Berardi es el mercader que proporcionó a Colón una copia fraudulenta de la carta de Toscanelli al rey, en la que le señalaba la ruta a seguir para viajar a la India por Occidente. Estos trabajos se complementan con los de Consuelo Varela, que revelan la existencia de una sociedad formada por Colón y Juanoto Berardi, hijo de Lorenzo, para explotar el negocio de las Indias (monopolios de fletes y esclavos).

14º.- Según el investigador genovés Alberto Boscolo, los extraños parientes de Colón, Juan Antonio y Andrea Colombo, eran hijos naturales de Diego Colón, el hermano del Almirante, lo que desbarata uno de los argumentos principales de la teoría genovista oficial.

15º.- En 1474, Colón hizo el corso contra Venecia en alianza con Ferdinando I de Nápoles, y con el consentimiento secreto del duque de Milán, que era a la sazón gobernador de Génova y no quería indisponerse con la Serenísima. Tal información resulta de las investigaciones realizadas por el historiador inglés George Hill en los archivos chipriotas y venecianos.

16º.- Según los trabajos de Bernabé Caunedo del Potro (1983) se descubre que Bartolomé Colón viajó en 1488 a Londres en la nave de Jofre Ibáñez de Sasio1a, la cual fue abordada por corsarios alemanes, que retuvieron secuestrado al hermano del Almirante durante seis años (1488-1492).

17º.- Según investigaciones propias en el Archivo Histórico del Reino de Mallorca, resulta que Miguel Ballester, Alcaide de la Concepción y fiel amigo del descubridor, era de origen mallorquín (Manacor) e hijo de Johan Ballester, secretario del rey Juan II de Aragón. Era, además, sobrino político de Luis de Santángel.

BREVE CURRICULM VITAE

Alfonso Enseñat de Villalonga nació en Barcelona en 1928, donde cursó la carrera de ingeniero Industrial (1953), doctorándose en Madrid años después. Ocupó diversos cargos en la fabrica de caucho de Productos Pirelli, S.A. de Vilanova i la Geltrú y se formó en la factoría de Milán. En 1962 ganó plaza por oposición de ingeniero del Estado y al año siguiente estudió economía en la Universidad de Columbia de Nueva York. Ha sido Subdirector General de Estudios, de Medio Ambiente Industrial, de Electrónica e Informática y de Seguridad Industrial, y finalmente, Inspector General de Servicios del Ministerio de Industria y Energía. Ha sido pionero destacado en la lucha contra la contaminación ambiental (1968-1981) y en la creación de la red de estaciones IN. Participé en la Conferencia Mundial del Medio Humano, celebrada en Estocolmo en 1972. Ha sido Director de la revista Economía Industrial. Ha publicado en diversos medios treinta y seis artículos sobre temas muy diversos y pronunciado cerca de un centenar de conferencias en España y en el extranjero. Durante veinticinco años se ha dedicado a la investigación genealógica, especialmente medieval. Es comendador de número de la Orden del Mérito civil.

Sus investigaciones en los mas importantes archivos españoles (Archivo Histórico Nacional, Archivo General de Simancas, Archivo General de Indias, Biblioteca Nacional de Madrid, archivos particulares, etc.), así como cuatro viajes realizados a Génova a consultar archivos, así como una amplia bibliografía, le han servido de base para dictar conferencias, además de las publicaciones.

O BERCE DE COLÓN – Por Alberto Estévez Piña

Publicado no xornal A Peneira, de Ponteareas, en dous capítulos en decembro de 1994 e xaneiro de 1995

 

I.- UN MISTERIO OCULTO ENTRE SOMBRAS

«A materia está esgotada, o problema resolto e non debe discutirse máis este asunto». Con estas palabras, así máis ou menos, finalizaron algúns autores no pasado século as súas diferentes teses  sobre o discutido berce de Cristóbal Colón. Creo, polo contrario, que nunca finalizará a discusión, na que prevalecerán sempre opinións contradictorias e, en moitos casos, dificultada a súa admisión pola súa mesma falta de consistencia.

A afirmación de ser materia esgotada, coa que comeza este traballo mantíñaa hai agora cen anos Francisco R. Uhagón na súa obra La patria de Colón, segundo los documentos das ordes militares. A investigación deste autor foi o resultado do estudio das xenealoxías correspondentes, sobre o códice do índice dos cabaleiros que vestiran o hábito de Santiago. Neste caso, R. de Uhagón atopou a de Diego Colón, neto do inmortal navegante, co proceso que se lle abriu para a súa toma do hábito. Deste documento o investigador trasládanos ó pé da letra tres declaracións. A primeira, a de Pedro de Arana, que unicamente afirma oír dicir que Colón era xenovés, pero que non sabe de onde era natural. A segunda, máis explícita, é a de Rodrigo Barrena coa mesma afirmación, pero tamén so por oír dicir que Colón era do señorío de Xénova, da pequena localidade de Soana. Por último, a terceira, a de Diego Méndez, compañeiro de navegación do Almirante, que é a que poder ter máis importancia, na que di que Colón era natural da referida Soana, vila achegada a Xénova.

Claro que estas afirmacións non teñen máis fiabilidade que o creto que poidamos dar ás referidas declaracións, tendo a mesma posibilidade de credibilidade que outros testemuños, tamén procedentes de amigos e compañeiros de Colón, que tampouco aclaran moito, e así o recoñece no seus escritos o propio fillo do Almirante, Fernando.

Pero ¿como pode darse máis fiabilidade ás palabras antes mencionadas que ás do mesmo Colón, cando di de maneira terminante: «Sendo eu nacido en Xénova, vin a servir aquí en Castela… de Xénova, nobre cidade e poderosa por mar…  dela saín e nela nacín»?


Xénova insistiu reclamando o privilexio de ser berce de Colón. Non conseguiron nunca sinalar con precisión a casa onde naceu, pero o Municipio comprou no ano 1887 pola cantidade de 31.500 pesetas (ó cambio desta data), unha casa na que se supuxo que o Almirante pasara a súa infancia e xuventude, cando o seu pai era tecedor de panos.

Por outra parte, no pequeno pobo de pescadores Cogoleto ou Cugureo, existiu no pasado século unha humilde casiña. Sobre a súa porta lucía o escudo de armas do primeiro Vicerrei e ó seu pé dicía: «¡Estranxeiro, detente! Aquí viu Colón a luz por vez primeira. Omaior varón do orbe viviu na estreitez desta casa. «

Non pasarei sen sinalar que a maior parte dos historiadores manteñen ser a referida Soana a patria de Colón, ós que se unía, coa súa tese de hai agora cen anos, o citado R. Uhagón. Soana alegaría como principal argumento o dar Colón o nome de Soana a unha das illas descubertas, o que quería supor fixo en recordo do seu lugar de nacemento.

Non sorprende que tamén nesta localidade se atopase unha casa que no lintel dicía: «longos anos meditando a súa atrevida concepción nesta casa xa de antes posuída por Domingo Colombo, habitou o inmortal descubridor da América que no medio dos grandes perigos da súa gloriosa empresa en recordo da patria deu o nome de Soana a unha illa do Atlántico».

Naturalmente, non pode quedar esquecido que outras moitas poboacións, fundándose en menores ou peores datos, reclaman a mesma gloria, avalando a súa tese por historias ou investigadores, non faltando quen sostivera que Cristóbal Colón fose grego, inglés, portugués e sobre todo galego-xudeu.

Falaba o dialecto xenovés, pero os seus escritos foron sempre en castelán-portugués, o que quere dicir algo. Retornando ó que ía, é necesario non pasar por alto a referencia da cidade de Calví-Córcega, para a que hai agora cen anos reclamouse tamén o referido honor.

Esta tese foi seguramente apoiada nos primeiros capítulos da Historia de Cristóbal Colón escrita polo seu fillo natural, Fernando, onde este fala da patria, do orixe e do nome do berce do seu pai. Pero todo o deixa en tebras e misterio,  parecendo algunha vez querer descubrila e posibilitando ó final que unicamente se deduza que o seu pai non foi nacido en Xénova. Si. Remata sen declarar onde naceu cando di que uns o fan nacido en Nervi, outros en Cugureo, outros en Buggiasco (todas localidades achegadas a Xénova) outros din Soana e outros moitos xenovés. Déixase unha vez máis entre nubes a orixe e a patria de Colón, como se nada soubera diso ou como si, sabéndoo, lle interesase contribuír a mante-lo misterio.

Lembrarei que se cumpre agora un século das solemnes e brillantes festas que celebrou a localidade de Calví para conmemorar o cuarto centenario, sendo continuación das que se celebraran no ano 1886 co motivo da colocación dunha lápida que di: « Iie est ne 1441 Christophe Colome -inmortalisé par le découverte de Noveau-Monde-, alors que Calví était sous la domination Génoise,- morta á Valladolid le 20 mai 1506″  (**).
Se esta lápida estivera protexida pola razón, resulta que España por un lado e Francia polo outro poderían reclamar ata certo punto, so seu, a Cristóbal Colón. España pode facelo con máis motivo aínda polos dereitos de posesión que entón tiñan en Córcega os Estados aragoneses, xa que alí ondeaba a bandeira das roxas barras, cando debeu ocorrer o nacemento do Almirante. Neste punto, o capelán Martín Casanova é quen tal vez máis fixo e con máis empeño traballou en favor desta tese, recollendo datos e documentos, solicitando o patrocinio e o concurso de tódolos cidadáns, dende a cabeza da Igrexa ata o máis humilde.

Deste empeño en investigar, sumado á constancia, dirixíndose a periodistas, literatos, historiadores, ministros, embaixadores e Xefes de Estado, removendo, en fin, ceo e terra para conseguir un só grito: ¡Colón nació en Calví!

A Revista de París e a Enciclopedia del siglo XIX- en Francia así como outros moitos xornais da época, aceptaron sen vacilar esta opinión. Naturalmente, en España algúns xornais sostiveron esta idea, sendo partidarios dela o Suplemento de Barcelona e o Diario de Cádiz.

Pero é un aragonés, senador do reino, Luís Franco y López, barón de Mora, quen primeiro admite as conclusións do capelán Casanova e as da a coñecer, aínda que no 1886 dirixiu na Real Academia da Historia co titulo de Cristóbal Colón español, nacido en territorio pertencente ó reino de Aragón e que por acordo da Academia, publicouse no boletín de outubro do citado ano.

É necesario finalizar lembrando a existencia duna poesía latina que moitos atribúen ó propio Colón. Está escrita de maneira parecida ás célebres Heroidas de Ovidio. Titúlase Cristóbal Colón a Córcega. Versificada así: : «¡Oh Córcega! Teu so nome non é Corisca xa que, divíndoa, atopase nel, Cor e Sica, corazón e puñal. «¡Oh Córcega! Por verme ti nacer é polo que Xénova, a miña fera madrasta, orixe dos meus males, foi para min un puñal. ¡Oh, ribeiras de Cessía! ¡Oh, Calví, a miña única delicia! Como me entristece o teu recordo en medio das miñas amarguras».

 A composición prosegue explicando como pasou a Lisboa, onde sería rexeitado, o mesmo que en Xénova:  «¡De que me serviu -exclama- o irme a provocar os anoxos e furias do océano, expoñéndome a ser devorado polos seus monstros? ¿De que o recibir en Barcelona o título de Vicerrei e o de Gran Almirante da Hespania? «. A poesía finaliza con estes versos: «¡Oh, Córcega, se opós teu corazón e teu puñal ós nosos tiranos, serei vingado!»

Si. O berce de Cristóbal Colón, é preto despois de seis séculos un misterio, algo que parece máxico e profundo, oculto entre sombras.

II.-  DOUS TUDENSES PAIS DA TESE «COLÓN GALEGO»

Ninguén pode negar os centos de nomes dados polo gran mariño nas novas terras, accidentes xeográficos da costa galega, praias, enseadas, ríos, illotes, pequenos portos e un longo etcétera de circunstancias de recordos de nenez e xuventude do Almirante. Devocións, pensamentos e palabras do pobo das Rías Baixas, perpetuados por un longo glosario de topónimos… Colón pensaba en galego; algo que anoxaba a Fray Bartolomé de las Casas. Si; evidentemente, non exercía dominio do castelán nin do portugués e, afirmativamente, nada coincidía de italiano.

San Salvador: 0 primeiro nome que impón de maneira reiterada é San Salvador. Illa de San Salvador, enseada de San Salvador e río de San Salvador. A posibilidade que San Salvador de Poio corresponda a súa parroquia de nacemento, sería razón sobrada para esta circunstancia. 
Repasando o calendario romano non se encontra ningún San Salvador e, fóra de Galicia, Estremadura e Biscaia (seguramente imposto este nome por galegos emigrantes,que foron substituídos por mozárabes e xudeus), non existe ningún lugar, zona ou pobo con esta denominación e, de maneira particular para o caso, en Italia non hai ningún con este nome. ¿Por que non lle puxo El Salvador?
Cando se dirixe ós Reis Católicos con caligrafía netamente española e absolutamente distinta á italiana da época anunciándolles que tomou indios para «deprender nosa fala «, reafirma que a súa era a dos Monarcas, é dicir, o castelán.

A Española, A Galega e Santiago: Lembrarei que despois de cumprir con Reis e co Infante perpetuando o nome da Isabela, A Fernandina e A Xoana, puxo ás seguintes descubertas A Española, A Galega e Santiago. Outra vez se esquece da nomenclatura italiana por estes nomes de marcado honor español e eminentemente galegos.¿Por qué non lle puxo os nomes italianos, de Xénova ou de calquera dos tantos que se disputan seu berce?
Acrecentarei que ó continuar o seu viaxe e descubrimentos, pon a outras terras nomes de varias cofradías de Pontevedra, como San Nicolás, Santa Catalina e San Xoán Bautista.

Colón acrecenta o seu lugar de nacemento: Ó falar da ría de Baracoa de Cuba, a bautiza co nome de Porto Santo, quizais por ser esta baía semellante á enseada de Porto Santo, Santo, de Pontevedra, lugar ó que se atribúe o seu nacemento, reafirmándose aínda máis a tese cando tamén pon os nomes dos catro pobos da ría de Pontevedra, San Salvador, Porto Santo, Cabo de la Galera e Punta Lanzada.
Na rexión oriental de Cuba o Almirante, outra vez recorda os nomes da costa sur de Pontevedra con Caio Moa, río Moa e Serra da Moa. Si; sería interminable a relación de nomes coincidentes nos accidentes xeográficos daquelas e estas costas galegas,que os nosos lectores poderán coñecer polas importantes obras en defensa de Colon Galego, como Don Cristóbal Colón, súbdito de Dña. Isabel de Castela e galego de nación, de José Ramón Fontán e a de Alfonso Philippot Abeleda. A identidade de Cristóbal Colón. Por outro lado, ¿como dicíndose nacido en Xénova non escribiu nin unha soa palabra en italiano; e cando escribía en latín e non encontraba a palabra axeitada escribía en galego-portugués, é dicir castrapo?

«A Galega»: Construída en Arrabaldo da Moureira, en Pontevedra, A Galega, A Galega, rebautizada Santa María, a manda Cristóbal Colón e foi a Capitana, como logo habería de selo La Niña, perdida aquela en Haití en decembro de 1492.

0 cabo de San Telmo: Dí don Fernando: «Fue la última tierra que se perdió de vista el cabo de San Telmo… a veinte leguas hacia el noroeste».  Atopámonos así o impor Colon ó último cabo, o nome dun santo eminentemente mariñeiro, patrón dos navegantes, conciliador de ventos e tempestades e santo patrón da cidade de Tui e a súa diócese.  Os fogos de San Telmo, de orixe pagá na Idade Media, cristianizados e bautizados co nome do santo nacido en Frómista, ou tamén Corpo Santo, por considéralos parte do seu corpo, e un culto nado en Galicia, coñecido por tódolos gremios de mareantes e perpetuado nos sete mares.

Dí Eliseo Alonso na súa obra Baixo Miño e Costa Sur: «Por gracia desta fe mariñeira, Cristóbal Colón, na súa segunda viaxe, cando maior era a furia dunha tormenta, viu o corpo de San Telmo rodeado de sete cirios acendidos no tope do mastro, co seu prodixio tranquilizouse a tempestade, salvándose as carabelas».

Arribada en Baiona: Non é de estrañar que os mariñeiros da Pinta arribaran ó porto de Baiona o 10 de marzo de 1493 e mentres se reparaba, se desprazara a súa tripulación á Catedral de Tui para agradecer ó santo mariñeiro a protección recibida na perigosa travesía. Dela foran partícipes moitos galegos, entre eles, os destacados pilotos miñotos Cristóbal García Sarmiento e Sancho Ruíz de Gama. Seguramente non lle faría falta a Pinta, ó pasar un temporal e traer a nave avariada, e permitiulle por rumbo á costa que lle sería ben coñecida, desexosos de abrazar as súas familias e, sobre todo, para cumprir o desexo de Colón, que quizais quixo enviar a Pinta, capitaneada por Martín Alonso Pinzón para dar coñecemento da feliz nova a súa terra máis querida.

¿Colón ou Colombo?: 0 primeiro Almirante e Vicerrei das Indias é ¿Colón ou Colombo? Certamente, en tódalas actas sacadas dos protocolos notariais de Xénova e Soana, para demostrar que a xenealoxía de Colón e este son italianos, non se atopa o apelido Colón. Aparecen os coñecidos, Colombos e Columbos, pero non Colón.

Colón galego: 0 tudense Justo Eliseo foi o primeiro que pretenden demostrar a tese  «Colón galego». Justo Eliseo y Barros, importante escritor e investigador nacido en Tui o 14 de xuño de 1862 e falecido en Vigo sen case contar corenta anos, foi o primeiro que sobre os anos 1895-96 quixo demostrar que Galicia era terra do nacemento de Colón. Publica os razoamentos da súa tese Colon Galego, na revista madrileña Alrededor del Mundo, do ano 1895, reproducida despois nalgúns periódicos galegos como o fixo El Independiente de Vigo.

0 tudense Castiñeiro Antelo descubre o primeiro documento nos arquivos do Concello de Pontevedra, o saca á luz, o  tudense afincado en Pontevedra, Carmelo Castiñeiro Antelo , secretario da Sociedade Arqueolóxica de Pontevedra, quen buscando obxectos que tivesen interese para o Museo da Sociedade que fundara co seu compañeiro Castro Sampedro e Folgar en 1894, viuse recompensado pola alegría do gran achado. Despois, como é coñecido, foron aparecendo outros documentos no que o apelido Colón aparece antes do ano 1405.

Ó facerse García de la Riega cos documentos tivo a desgraciada idea de retocar algúns, buscando que as reproduccións fotográficas aparecesen con máis claridade, aínda que sen alteralos o máis mínimo, co cal non fixo outra cousa que inutilízalos dándolles a posibilidade ós seus adversarios, Oviedo e Arque, Sérrano e Sanz e outros que tamén lle atacaron de maneira desapiadada, cualificándoo de impostor, falsificador, co cal a súa tese sufriu un duro golpe.

É importante sinalar que na revista Colombina Iberoamericana La Rábida, de data xaneiro de 1925, firmando polo xurisconsulto asturiano Rafael Calzada, afirma facer unha longa  viaxe dende Arxentina, onde emigrara á caída da Primeira República, para chegar a Pontevedra, non só, di, para poder oír dos labios do propio señor de la Riega as súas afirmacións, senón para ver polos seus propios ollos as testemuñas en que se fundaba, atopándose, afirma, documentos aínda intactos sen ningunha clase de manipulación.

O doutor Rafael comezou en 1915 unha campaña pro «Colón Galego» dando conferencias en diferentes países de América e defendendo a tese en congresos e publicando un libro en 1924 onde fai mención da crenza de que dende os Reis Católicos vense falando de Colon como descubridor das Indias occidentais e non é así, di. Pasaron cerca de dous séculos do Descubrimento, para que se falase de Colon como descubridor do Novo Mundo. Efectivamente o nome de Colón tívose moi esquecido incrible e durante o século XVI a penas foi nomeado ou lembrado comezando a mencionarse no século XVII pola campaña do Cronista de Herrera e Tordesillas.

(**): » Nado en 1441 Cristóbal Colón -inmortalizado polo descubremento do Novo Mundo-,  cando Calví estaba baixo a dominación xenovesa; morto en Valladolid o 20 de maio de 1506″

 * Artigo propiedade de A. Estévez Piña e publicado en A peneira, http://www.apeneira.com