El Franciscanismo de Cristóbal Colón

El franciscanismo de Cristóbal Colón queda atestiguado por las declaraciones de dos de sus mayores biógrafos, el padre Bartolomé de las Casas y su hijo Fernando (Hernando), el primero dice haber visto por las calles de Sevilla vestido con los hábitos de franciscano y que siempre fue devoto de la Orden de San Francisco, su hijo dice lo mismo: “Almirante my señor fue devoto de la horden del bienaventurado señor Sant Francisco e con su hábito murió…”. Sus mayores protectores fueron Fr. Juan Pérez y Fr. Antonio de Marchena, religiosos franciscanos del convento de la Rábida.

Pedro Madruga por orden testamentaria de su padre Fernán Yannes queda a temprana edad bajo la custodia del franciscano Fr. Esteban de Soutelo, a la edad de catorce es ordenado y al poco tiempo abandona según Vasco de Aponte, los libros por las armas:

 “Ytem mando a Pedro de Sotomayor, mi fixo bastardo, que lo obe de una mujer que sabe bien su nombre, y quién ella es, Alfón García Dardán, mi escudero, y el dicho Rodrigo de Deza, mi sobrino, que le den al dicho mi fixo bastardo todas las cosas que menester obiera para se criar y con que de prenda en estudio porque es mi voluntad que sea fecho y se faga a bien y vista de Fray Esteban de Soutelo, maestro en Santa Teología, y del dicho Alfón García Dardán”. (El rey Enrique IV le llegó a ofrecer el Arzobispado de Santiago. Su hijo Diego de Sotomayor, también recibió los hábitos de San Francisco.)

Aspectos coincidentes

Pedro Madruga al igual que Cristóbal Colón, era comedido en el comer y en el beber, no gustaba de excesos y no gustaba de religiosos que vivían en la opulencia y eran devotos de la buena mesa (priscilianista). El Obispo de Tui cuando fue por él encarcelado en el castillo de Sotomayor, perdió mucho peso, hecho que el Obispo una vez liberado dio queja a los Reyes. Madruga respondió, que gracias a su cautiverio y a sus cuidados el Obispo había recuperado la salud y el tipo, lejos de tenerle rencor debería estarle agradecido.

Cristóbal Colón dormía y descansaba poco, en ocasiones pasaba varios días sin dormir. Pedro Álvarez de Sotomayor (Pedro Madruga) era conocido por trasnochar aprovechando su actividad nocturna para atacar a sus enemigos cuando estos dormían, de ahí ganó su apodo.

Tanto Madruga como Cristóbal Colón solían usar como castigo, el subir totalmente desnudos a lomos de una mula a aquellos que debíanser castigados o reprendidos, de esta forma eran avergonzados por las mofas e insultos de las gentes, esta forma de castigo no era usual en la época y no deja de ser una curiosa manía coincidente.

Los linajes Sotomayor y Colón se han ido cruzando paulatinamente durante siglos, queriendo entroncar por algún motivo.

Diego de Deza, Obispo de Palencia y el Cardenal de Toledo, Pedro González de Mendoza fueron los mayores defensores de Cristóbal Colón, pero también eran parientes de Pedro Álvarez de Sotomayor (Pedro Madruga), además la mujer de P. Madruga, Tereixa de Távora era sobrina de Inés de Tábora madre de fray Diego de Deza. En una carta a su hijo Diego, Colón le pide que visite al padre Deza y le recuerde “su primer amor fraterno”.

El peor enemigo de Pedro Madruga fue el arzobispo de Compostela, Fonseca, él y su sobrino fueron también enemigos de Colón y su familia.

Un descendiente por línea directa de los Colón de Portugal, se trasladó a Pontevedra para vender una finca en el lugar de Porto Santo afirmando haber sido recibida por herencia de sus padres.

Los Pinzones que tanto ayudaron a Cristóbal Colón a que fuese posible el viaje de descubrimiento, tenían como primer apellido Yánez. Este apellido de origen gallego resulta de la castellanización de Eannes o Yannes, linaje muy entroncado con los de los Sotomayor. Recordamos que el padre de P.Madruga se llamaba Fernán Yannes de Sotomayor.

Fernán Yánez (Eanes) padre de Pedro Madruga fue enterrado en Valladolid, en la capilla de sus parientes (de la casa La Cerda), Cristóbal Colón muere en Valladolid y es enterrado en la misma capilla, estos familiares de los Sotomayor, fueron protectores de Colón, como también lo fueron otras casas emparentadas con los Sotomayor, losMendoza, de Castro, Deza y Álvarez de Toledo.

Los restos de Cristóbal Colón fueron trasladados a una segunda sepultura en Sevilla, donde también estaban enterrados otros Sotomayor.

Dice el barón de Humboldt sobre Cristóbal Colón, que sus conocimientos de latín debió aprenderlos en la niñez, como monaguillo de alguna oscura feligresía”. Pedro Madruga recibe formación religiosa en la niñez de manos del fraile Esteban de Soutelo, por orden testamentaria de su padre Fernán Eannes (Yáñez). En 1446, una vez liberado de la tutela de Fray Esteban de Soutelo, “cambió los libros por la espada”dice L. Ferreiro. Y en 1469 regresó a Galicia después de veintitrés años de ausencia. En una carta a los reyes, dice: Yo he andado veintitrés años en la mar…”.

Tanto el padre Las Casas como su hijo, nos dicen:

“Habiendo en sus tiernos años aprendido los principios de doctrina cuando ya fue mancebo pasó a Lisboa y se dio al arte de la mar”.

Pedro Madruga al igual que Cristóbal Colón, era un experto navegante, así lo demostró durante las guerras  irmandinhas y más tarde en la guerra antisabelina, participó en la batalla de San Vicente como corsario y antes de recibir la casa de Sotomayor ya poseía grandes riquezas y dineros, conseguidos según Vasco de Aponte, por sus correrías por la mar.

Cuando la Pinta llega a Baiona, fueron recibidos por Paio Veloso y Pedro Henríquez, uno alcalde de Baiona y antiguo capitán de Pedro Madruga y el otro, hermano de Beatriz Henríquez de Arana. Beatriz tuvo conocimiento por su hermano del arribo de Cristóbal Colón a España. Lo que nos hace suponer que tanto uno como otro tenían residencia en esta villa.

La pinta estaba capitaneada por Cristóbal García Sarmiento, de la casa de los Sotomayor de Lantaño y pariente cercano de Pedro Madruga.

Beatriz Henríquez fue la madre de Fernando Colón, se la considera natural de Córdoba pero no hay ninguna prueba que lo demuestre. Los Colón y los Henríquez aparecen ligados por lazos de familia desde finales del siglo XVII hasta finales del siglo XIX, y residiendo en Pontevedra.

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