CRISTOBAL COLÓN, EXPERTO NAVEGANTE

C.CoL.

La tesis  gallega del origen de Cristóbal Colón, afirma que Colón y Pedro Álvarez de Sotomayor, eran la misma persona, las propias palabras del Almirante así lo avalan, hoy se sabe dónde y cómo aprendió a navegar.

No existen dudas respecto a que Cristóbal Colón era un experto navegante,  carteaba, medía la latitud, y utilizaba el valor de la legua según la escuela portuguesa y gallega, experiencia que se obtiene a lo largo de varios años navegando. Colón  lo aprendió gracias al apoyo de familiares, conocidos y amigos de su padre Fernán Yáñez de Sotomayor.

Fernán Yáñez de Sotomayor,  padre de Colón, era un  importante armador de Pontevedra y tenía la capitanía de barcos propios, tenia tratos comerciales  en el Atlántico y Mediterráneo con otros corsarios, que eran  familiares y amigos.

Con  respaldo en el corso se ejercía la piratería, el pirata gallego Gonzalo Correa, atacaba las rutas comerciales del Atlántico y norte de Europa, refugiándose en las costas pontevedresas,  con el claro consentimiento del padre de Colón. Sigue leyendo CRISTOBAL COLÓN, EXPERTO NAVEGANTE

CRISTOBAL COLÓN NOBLE GALLEGO

Escudo-de-C.-Colon1-300x203Cristóbal Colón  procedía de la nobleza, lo demuestran los hechos y los escritos del Almirante, su vida está ligada con la familia Sotomayor y con Galicia.

La teoría de Colón gallego fue evolucionando con el paso de los años gracias a los nuevos hallazgos realizados por historiadores e investigadores, Cristóbal Colón y Pedro Álvarez de Sotomayor (Conde de Camiña) conocido como Pedro Madruga, noble gallego y portugués, son la misma persona, son muchos los hechos que lo confirman.

Don Celso García de la Riega iniciador de la teoría ya lo menciona cuando sitúa la casa natal de Colón en Poio (Pontevedra) y nos dice que la finca vecina pertenecía a la familia Sotomayor, el historiador Don Enrique Zas nos habla de la estrecha relación con Cristóbal de Sotomayor, más adelante Marcelo Gaya describe a Colón y asegura que tenía que ser algún noble del sur de Pontevedra con una gran relación con la alta nobleza de Portugal, en 1977 don Alfonso Philippot  Abeledo revoluciona la teoría al afirmar que Cristóbal Colón y Pedro Álvarez de Sotomayor famoso noble feudal gallego son la misma persona, las fechas y los hechos empiezan a encajar, todo concuerda, la teoría crece a pasos agigantados, los investigadores encuentran cada día más datos y documentos que lo confirman, esto ya era sabido cinco siglos atrás como apunta Rodrigo Cota González en su  libro “Colón, Pontevedra, Caminha” donde descubre un texto del cronista Francesillo de Zuñiga que circulaba en la corte de Carlos V en el siglo XVI en donde afirma que Diego de Sotomayor hijo de Pedro Álvarez de Sotomayor era hijo de Cristóbal Colón, la vida de Colón va de la mano con la familia Sotomayor. Sigue leyendo CRISTOBAL COLÓN NOBLE GALLEGO

Acto Hispanidad en Pontevedra

Hoy se cumplen 520 años del descubrimiento del Nuevo Mundo, o continente americano, por el Almirante pontevedrés Cristóbal Colón,  el acontecimiento más grande y trascendental que registran los anales de la historia.

En la noche del jueves 11, al viernes 12 de octubre de 1492, vieron tierra frente a ellos cuando navegaban con buen viento y gran velocidad; 12 millas por hora. Esta vez no se trata de una voz de alerta en falso, como en otras ocasiones. Esto ocurrió dos horas después de medianoche y a pocas leguas de la costa. Los tres patrones ordenaron al instante que se arriasen las velas y mantuvieran las carabelas al pairo hasta la mañana, en el diario de a bordo, Colón dice:

 

“Jueves 11 de octubre….Después del sol puesto, navegó a su primer camino, al Oeste; andarían doce millas cada hora y hasta dos horas después de media noche andarían noventa millas, que son veintidós leguas y media. Y porque la carabela Pinta era más velera e iba delante del Almirante, halló tierra e hizo las señas que el Almirante había mandado. Esta tierra vio primero un marinero que se decía Rodrigo de Triana; puesto que el Almirante, a las diez de la noche, estando en el castillo de popa, vio lumbre, aunque fue cosa tan cerrada que no quiso afirmar que fuese tierra; pero llamó a Pero Gutiérrez, repostero de estrados del Rey, y díjole que parecía lumbre, que mirase él, y así lo hizo y viola”

 

El nauta gallego, para honrar a su tierra, fue bautizando a los territorios descubiertos con más de 125 nombres que conforman la geografía de Galicia, principalmente las costas pontevedresas.

 El diario de a bordo de Colón, trasmitido por fray Bartolomé de las Casas, quien asegura transcribir de los autógrafos originales del descubridor, comienza con los bautizos geográficos el 12 de octubre de 1492 imponiendo a la primera tierra descubierta, con el muy gallego nombre de San Salvador, en conmemoración a la parroquia que lo vio nacer San Salvador de Poio, el diario dice así:

 

“El Almirante llamó a los dos capitanes y a los demás que saltaron en tierra, y a Rodrigo de Escobedo, escribano de toda el armada, y a Rodrigo Sánchez de Segovia, y dijo que le diesen por fe y testimonio cómo él por ante todos tomaba, como de hecho tomó, posesión de la dicha isla por el Rey y por la Reina sus señores……poniéndole por nombre San Salvador”

 

El segundo bautizo geográfico que Colón implanta, le da el nombre de Santa María de la Concepción, que es la copatrona de la parroquia de San Salvador de Poio, lo expresa en su diario:

 

“Lunes 15 de octubre…..Y como de esta isla vi otra mayor al Oeste, cargué las velas por andar todo aquel día hasta la noche, porque aún no pudiera haber andado al cabo del Oeste, a la cual puse nombre la isla de Santa María de la Concepción…”

 

Sucesivamente en el diario de abordo se encuentran varios nombres que corresponden con la geografía de la zona de Pontevedra, el 28 de octubre, a un rio y un puerto volvió a denominar con el nombre de San Salvador y al día siguiente, a una de las  montañas “altas y hermosas” bautizo como “Peña de los Enamorados”, topónimo que se localiza en las inmediaciones del castillo de Sobroso, el día 24 de noviembre, bautizo un puerto, un rio y una montaña, con el  gallego nombre de “Moa”, el 27 de noviembre denomino a un cabo como “punta Maisi” expresión genuinamente galaica:

 

“Sábado 27 de noviembre…. Volviéronse a los navíos y alzaron velas a mediodía, para ir a un cabo hermoso…que llamo Punta Maisi….que quedaba al Este, que habría hasta él ocho leguas…”

 

Ese mismo día, descubrió una bahía a la que llamo “Porto Santo”, la similitud del “Porto Santo” descubierto en las Antillas, y el de Poio es asombroso, posteriormente a tres accidentes geográficos los denomino con el mismo nombre que a tres salientes de las islas Cies: Punta Perna, Punta Lanzada y Punta Aguda.

 

“viernes 14 de noviembre….Salió de aquel Puerto de la Concepción con terral, y luego desde a poco calmó, y así lo experimentó cada día de los que por allí estuvo. Después vino viento Levante; navegó con él al Nornordeste, llegó a la isla de la Tortuga, vio una punta de ella que llamó la Punta Perna, que estaba al Lesnordeste de la cabeza de la isla, y habría doce millas; y de allí descubrió otra punta que llamó la Punta Lanzada, en la misma derrota del Nordeste, que habría dieciséis millas. Y así, desde la cabeza de la Tortuga hasta la Punta Aguda habría cuarenta y cuatro millas, que son once leguas al Lesnordeste…”

 

Colón conocía detalladamente la geografía de las costas pontevedresas, el 21 de diciembre descubrió una bahía bautizándola con el nombre de “Mar de Santo Tomé”, la configuración de este mar, con el “Santo Tomé del Mar”  de Cambados, son tan iguales que se puede superponer la una sobre la otra.

 

“Viernes 21 de Diciembre.- Hoy fue con la barca de los navíos a ver aquel puerto; el cual vio ser tal que afirmó que ninguno se le iguala de cuantos haya visto, y excusase diciendo que ha loado los pasados tanto que no sabe como lo encarecer…. Púsole nombre el «Puerto de la Mar de Santo Tomé»

 

Estos son algunos de los nombres que utilizo Colón, para bautizar las tierras descubiertas, recordando su añorada Galicia. A partir de 1493, y los restantes viajes, la toponimia gallega sigue presidiendo las denominaciones del Nuevo Mundo: Cabo Serpe, Punta Ferro, Punta Seca, Rio Miño, Isla de las Ratas, Punta Galea, Punta Muros, Punta do Corvo, rio Xallas, Rio Bao, Isla Gallega y así hasta más de 125.

 

Como buen nauta pontevedrés, en su primer viaje, la única celebración que festejo Cristóbal Colón, fue el día 18 de diciembre de 1492, para conmemorar el día de Nuestra Señora de la “O” que es la patrona de Pontevedra, fiesta que hasta el día de hoy se sigue celebrando en Pontevedra, el día de Santa María de la “O” es el día tradicional  de los marineros de Pontevedra, así lo conto Colón en su diario de a bordo:

 

«Martes, 18 de diciembre….Luego en amaneciendo mandó ataviar la nao y la carabela de armas y banderas por la fiesta que era este día de Santa María de la O, o conmemoración de la Anunciación. Tiráronse muchos tiros de lombardas»

 

En los documentos de puño y letra de Colón queda  constancia como este insigne gallego, a pesar de que por circunstancia políticas o de estado, estuvo obligado a no revelar su origen,  nunca olvido su tierra natal,  su gallegidad resalta en su escritura,  sus cartas dirigidas a sus hijos, a sus hermanos y amigos, sus  libros, memorándums, cuadernos de navegación e instrucciones, sus gastos, sus deudas, todas están escritas en Castellano con términos y palabras galaico portuguesas y  muchas palabras de uso exclusivo del idioma gallego, Cuando no encontraba el término adecuado en castellano, empleaba uno gallego, en la carta que le escribió a la Luis Santangel anunciando el descubrimiento, escribe “agoraen vez de ahora:

 

“…pueden ver Sus Altezas que yo les daré oro quanto ouieren menester con muy poquita ayuda que sus altezas me darán agora…”

 

Escribe longura en vez de longitud:

 

“….; las cuales prouincias no pueden tener en longura menos de L (50) o de LX (60) leguas,…”

 

Escribe non en vez de no, en dos ocasiones y trayan en vez de traigan:

 

“…dellas todas he tomado posesión por Sus Altezas con pregón y uandera rreal estendida, y non me fue contradicho….”

 

“…después de hauer el corazón seguro de nos, venían que non cadaua grande ni pequeño, y todos trayan algu de comer y de beuer que dauan con un amor marauilloso….”

 

Escribe recebir en vez de recibir:

 

“…como otras cosas muchas, sin recebir por ello cosa alguna, mas son así temerosos sin remedio…”

 

Cristóbal Colón escribía perfectamente en gallego. Algunas de las frases que empleaba en esta lengua eran «Cativo como estaba«(pequeño como era), «A longo da costa«(a lo largo de la costa), «Anduvo a la relinga» (como en la actualidad siguen empleando los marineros gallegos para referirse al viento contrario), «Non sinte fame ny sede» (no siente hambre ni sed), faser(hacer), falar(hablar), dixéreme (me digo) y una larga lista de palabras y frases.

 

Colón prefería para navegar naves armadas en Pontevedra, prueba de ello es la carabela Santa María  “la gallega”, construida en los astilleros de la Moureira, de la que fue capitán en su aventura del descubrimiento, para su segundo y cuarto viaje también pide a los monarcas embarcaciones armadas en Galicia, el 4 de agosto de 1493 los reyes católicos le escriben una carta:

 

“….En los navíos que decís son menester para ir los caballos, además de los acá llevasteis mandado, si en las dos naos no pueden ir, que la de Galicia….”

 

Siempre reconoció Colón, el apoyo de otros gallegos, como es el caso de fray Diego de Deza, del cual escribe en una carta a su hijo Diego el 21 de diciembre de 1504:

“…..fue causa de que sus Altezas hobiesen las Indias y que yo quedase en Castilla, que ya estaba yo de camino para afuera…”

 

En otra carta también dirigida a su hijo Diego el 18 de marzo de 1505, relata la amistad que tenía con Diego de  Deza, desde la niñez:

 

“Si el señor obispo de Palencia (Diego de Deza) es venido o viene, dile cuánto me ha placido de su prosperidad, y que si yo voy allá, que he de posar con Su Merced, aunque él non quera, y que habemos de volver al primero amor fraterno, y que non lo puderá negar, porque mi servicio le fará que sea ansi….”

 

El ilustre pontevedrés consiguió un acuerdo con los monarcas, donde recibiría el Almirantazgo perpetuo, el Virreinato y la Gobernación de todas las tierras que descubriese.

Para terminar queremos desde la “ASOCIACIÓN CRISTÓBAL COLÓN GALEGO” dar a conocer que el descubridor del Nuevo Mundo Cristóbal Colón nació en Pontevedra, queremos divulgar la nacionalidad gallega del Almirante, buscando la rectificación y el reconocimiento histórico.

 

Prestemos mayor atención a nuestras glorias gallegas, de las cuales, Colón es uno de los personajes más importantes de la historia, un gallego que cambio para siempre la percepción del mundo, hagamos nuestras las palabras del señor Letelier, ex rector de la universidad de Santiago de Chile:

 

“…No hemos de renunciar jamás al parentesco que nos une al Cid Campeador y don Alfonso el Sabio, a Cervantes y Quevedo, a Murillo y Rivera, y muchos menos al que nos une al más grande de los españoles, al hijo inmortal de Pontevedra a Cristóbal Colón…”

Manuel Doval

CRISTOBAL COLON Y PEDRO ALVAREZ DE SOTOMAYOR SON LA MISMA PERSONA

 

Algo que no deja lugar a dudas es que Cristóbal Colón procedía de la nobleza, era natural de los reinos de Castilla,( lo asegura la reina Isabel la Católica, entre otros datos), escribía con giros gallegos, conocía perfectamente las costas de Galicia principalmente las de Pontevedra, tenia tratos con la alta nobleza portuguesa, hay que buscar a algún noble con estas características, un noble súbdito de los reinos de Castilla de origen gallego, que se desenvuelva entre Portugal y el sur de Galicia (Pontevedra), que además era el único lugar del mundo donde existía el apellido Colón.

 

Gracias al trabajo de historiadores e investigadores hoy se sabe que Pedro Álvarez de Sotomayor mejor conocido como Pedro Madruga era Cristóbal Colón, noble en dos regiones Galicia y Portugal, Conde de Camiña (Portugal),  Señor de Sotomayor, Mariscal de Bayona y Vizconde de Tuy (Pontevedra, Galicia).

 

Pedro Álvarez de Sotomayor (Cristóbal Colón), y su hermano João Gonçalves de Sotomayor (Bartolomé Colón), eran hijos bastardos de Fernán Yáñez (Eannes) de Sotomayor, fruto de sus relaciones con Constanza Gonçalvez de Colón, tenían dos medios hermanos uno por parte de su madre, de nombre Diego Colón, y otro por parte de su padre de nombre Alvar Páez de Sotomayor (heredero legitimo de la casa de Sotomayor).

 

Cristóbal Colón tenía conocimientos de latín y de las sagradas escrituras,  por haber sido  seminarista en Santo Domingo de Tuy, entre 1440 y 1446, por deseo de su padre Fernnan Yáñez de Sotomayor, en 1446 cambia los libros por la espada y la navegación.

 

Su hermano Don Alvar Páez de Sotomayor, heredero de la casa de Sotomayor, sin tener descendencia y antes de morir, consiguió de Enrique IV, en 1468, la legitimación en orden de sucesión en los bienes y derechos de la casa Sotomayor a favor de su medio hermano Pedro Álvarez de Sotomayor, a la muerte de Alvar P. Sotomayor en las revueltas Irmandiñas, Pedro toma posesión de la casa Sotomayor, recuperando el patrimonio familiar perdido por la revuelta  y aumentando su señorío, convirtiéndose en uno de los señores feudales con más poder de la época.

 

Durante la guerra de sucesión  entre Isabel de Castilla (la Católica) y Juana de Castilla (la Beltraneja) apoyo la causa de Juana y de Portugal, al ganar la guerra Isabel la Católica, le despoja del señorío de Sotomayor, y Pedro A. de Sotomayor se refugia en Portugal.

 

Cristóbal Colón  aparece cuando desaparece Pedro Álvarez de Sotomayor, en una supuesta y misteriosa muerte que nadie investigo, ni apareció cadáver alguno ni sus hijos y descendientes reclamaron la herencia ni su testamento. Posterior a la fecha atribuida a su muerte se han encontrado varios documentos en donde se confirma que está vivo (pleitos, reclamaciones de deuda, etc.).

 

Por los escritos que dejo Colón se puede ver que los personajes son el mismo, Colón decía que la forma de vivir de sus antepasados fue el de mercaderías por la mar, como  los Colón de Pontevedra, que eran mercaderes, todos relacionados con las actividades marítimas de aquella época, su padre Fernán Yáñez de Sotomayor era un importante armador de Pontevedra, tenía la capitanía de barcos  propios, de mercancías y de “al corso” y están relacionados con los de Colón de Pontevedra.

 

Colón decía que vivió de las armas, Pedro Álvarez de Sotomayor se enrolo como mercenario, adiestrándose en el manejo de las armas.

 

Colón decía que estuvo veintitrés años en la mar y Pedro Álvarez de Sotomayor comprueba que estuvo veintitrés años en la mar,  hay constancia que justifican a Pedro A. de Sotomayor sus conocimientos náuticos y su ausencia de 23 años, existen varios documentos y cronistas de la época que lo avalan, entre otros, Vasco De Aponte que nos dice “Pedro Álvarez de Sotomayor llega a Galicia con muchas riquezas por sus correrías marítimas y grandes alianzas portuguesas” o como nos narra L. Ferreiro: “una vez liberado de la tutela de Fray Esteban de Soutelo, en 1446 “cambió los libros por la espada”, y en 1469 regresó a Galicia después de veintitrés años de ausencia”

 

El fraile Diego de Deza estudio junto con Pedro A.de Sotomayor, y fue de los que más ayudo a Colón en su empresa del descubrimiento. El cardenal de Toledo que también lo ayudo era pariente de los  Sotomayor, los amigos de Colón son también los amigos y valedores de Pedro A.de Sotomayor, los enemigos de Colón que siempre lo estuvieron fustigando son curiosamente los enemigos de Pedro A. de Sotomayor.

 

El comportamiento de Pedro Álvarez de Sotomayor a los que sus enemigos lo tenían por cruel, es igual que el comportamiento de Colón pese a lo que muchos creen Colón era cruel y déspota como lo aseguran sus marineros y contemporáneos, que es el clásico comportamiento de un señor feudal de la época.

 

Lucio Marineo Siculo, capellán y confesor de los Reyes Católicos, que conoció en la Corte a Colón, escribe un libro contando todo lo relacionado con la «gesta del descubrimiento» y en un párrafo refiriéndose a Colón, lo nombra como Don Pedro Colón, al igual que el historiador portugués  Gaspar Fructuoso, también contemporáneo a Colón, lo llamaba Pedro Colón, la propia Academia de la Historia, llega a la conclusión de que su nombre de pila completo era Cristóbal Pedro,  como se refleja en la abreviatura del documento de 1496: XPº de Colón. Los primeros nativos americanos que llevo Colón a Europa los bautizo con los nombres de Cristóbal y Pedro.

 

Felipa Muñiz quien tuvo un hijo de Colón, era prima de Teresa de Távora, mujer de Pedro Álvarez de Sotomayor de la que se separo después de exiliarse en Portugal. Colón escribió a los reyes una carta donde dice que dejo tierras, mujer, e hijos al desplazarse a Castilla, pero si lo acompañaba su hijo Diego y su otro hijo Hernando todavía no nacía además que ya no tenía mujer, se refería a la familia que dejo en Galicia.

 

Colón nos dice que tenía otros hijos en una carta que le escribe a su hijo Diego desde Sevilla el 1 de diciembre de 1504, le hace referencia al cuidado de otros diez hermanos «… Diez hermanos no te serían demasiados, nunca yo falle mayor amigo a diestro y siniestro que mis hermanos…». Pedro Álvarez de Sotomayor tuvo con Teresa de Távora, 9 hijos que sumados al que le nació de Beatriz Enríquez, serian los 10 hermanos de Diego.

 

Cristóbal Colón velo por los hijos de Pedro A. de Sotomayor a excepción de Álvaro de Sotomayor, al que Pedro A. de Sotomayor había desheredado.

 

En la corte de Carlos V existe un texto que menciona a Diego Sotomayor el hijo de Pedro A. de Sotomayor, como hijo de Colón.

 

La criptica firma de Colón es el árbol genealógico de Pedro A. de Sotomayor.

 

Pedro Correa de Acuña era cuñado de Pedro Álvarez de Sotomayor y es conocido como cuñado de Colón

 

Colón afirmo que conocía los secretos más celosamente guardados de Portugal, Pedro A. de Sotomayor, era del pequeño grupo de personas que conocía esos secretos.

 

El primer lugar donde fue enterrado Colón pertenece a la familia “de la Cerda” familiares de los Sotomayor, es el mismo lugar donde enterraron a Fernán Yáñez de Sotomayor, padre de Pedro A. de Sotomayor. La segunda sepultura de Colón se hizo en Sevilla en el monasterio de la  Cartuja junto a unos primos de Pedro A. de Sotomayor.

 

Se han realizado serias investigaciones sobre la escritura de Colón, el 14 de octubre del 2009  se dio a conocer un descubrimiento asombroso, gracias al adelanto tecnológico,  la perito calígrafo y grafo psicológico  Teresa Torres Legarreta, realizo un estudio comparativo de la escritura de Cristóbal Colón y Pedro A. de Sotomayor (Pedro Madruga).

 

La perito calígrafo mostró con gráficos y superposiciones de escrituras como las formas de las letras son muy similares en ambos personajes, tantas coincidencias  son una prueba más de que se trata de la misma persona.

 

Las investigaciones de la perito fueron comunicadas a la Universidad de Barcelona para la revisión del estudio y los expertos calígrafos coinciden en que aparecen todas esas similitudes entre las letras y sus formas. Lo que no deja lugar a dudas Pedro A. de Sotomayor y Cristóbal Colón es la misma persona.

 

 

 

Manuel Doval                                 

 

EL PROYECTO DE COLÓN

Las relaciones en 1485 entre España y Portugal eran tensas, llenas de amenazas y agravios por parte de las dos cortes, el rey portugués  descubre una conjura por parte de los nobles para darle muerte, encabezada por el duque de Braganza  y el duque de Viseu junto con todos los Braganza, estos eran parte de la familia materna de la reina Isabel de castilla, conjura que termina con la muerte de Diego, duque de Viseu, asesinado de una puñalada por el propio rey Juan II de Portugal el 22 de agosto 1483, después de este suceso y descubierta la conjura contra el rey portugués los Braganza huyen de Portugal en busca de refugio y amparo de la reina  Isabel, con lo que el rey portugués acusa a la soberana de Castilla de fomentar conspiraciones contra él y amenaza hacer salir a la “excelente señora” doña Juana “la Beltraneja” del enclaustramiento en que debía estar reducida conforme al convenio de Alcazobas.  Para la reina Isabel aquella amenaza era la más perturbadora que se le podía hacer por la consecuencia que traía consigo, se tuvo que hacer un gran esfuerzo de la diplomacia para mantener los términos de la “hermandad”.

Portugal, en ese entonces era la mayor potencia naval conocida, y tanto las rutas nuevas como otros asuntos relacionados con la navegación pertenecían al acuerdo de “sigilo y secreto” portugués, al que contadas personas tenían acceso. Pedro Álvarez de Sotomayor, Conde de Camiña, por supuesto que estaba incluido en esas selectas personas, Colón dijo que él había estado presente cuando Juan II recibió, en dos ocasiones, información secreta de asuntos navales, dos notas escritas de su puño y letra:

         “El Rey de Portugal envió a Guinea en el año del Señor de 1485 al maestro José su físico y astrólogo, para reconocer la altura del sol en toda Guinea. Este cumplió con todo y dio cuenta al dicho serenísimo rey, cuando yo me encontraba presente, en este año de 1488, en el mes de Diciembre, atracó en Lisboa Bartolomé Díaz, capitán de tres carabelas, que había enviado el serenísimo rey de Portugal a Guinea… Y dio cuenta al serenísimo rey como navegó más allá de lo ya navegado 600 leguas…El viaje lo dibujó y lo escribió legua a legua con una carta de marear, para presentarlo ante los ojos del serenísimo rey. En todo estuve presente.”

Pedro A. de Sotomayor (Pedro Madruga) al ver que las gestiones en su favor ante los Reyes Católicos no daban resultados, y los parientes que tenía en la corte no pudieron hacer que le restituyeran sus dominios ni sus fortalezas, decide trasladarse en 1486 a Salamanca, con el objeto de pedir perdón a los Reyes Católicos y exigir la devolución de sus bienes.

Esto fue muy oportuno para los Reyes Católicos, se oponen a restituirle su señorío pero pueden utilizar a Pedro A. de Sotomayor para conocer los secretos de navegación portuguesa, a cambio de nuevos títulos y bienes, el de Sotomayor,  les presenta el proyecto de una nueva ruta hacia las indias, ya que Portugal les está llevando la delantera, ya habían llegado al cabo de Buena Esperanza, los monarcas acceden exigiéndole un cambio de identidad, de ahora en adelante será conocido por su nombre materno Cristóbal Colón, tanto los reyes como otras personas eran consientes de esta doble identidad, convirtiéndolo en secreto de estado, el secretismo que le impusieron a Colón esta en correlación al secretismo de los Reyes en su política internacional.

Portugal había realizado en 1486 una expedición comandada por Fernáo Dulmo y Alfonso de Estreito en busca de las «Siete Ciudades» (tierras pobladas)  se trataba de una acometida perfectamente relacionable con la de Cristóbal Colón.

La fecha en la que se sabe que estaba Pedro A. de Sotomayor en Alcalá de Henares, 20 de Enero de 1486, bajo la protección del Duque de Alba, es  exactamente la misma fecha  en que aparece Colón por primera vez y desaparece Pedro A. de Sotomayor (Pedro Madruga), fue cuando aparece Colón en la historia, nada anterior a esta fecha hace referencia a Colón, los datos que se cuentan de Colón anterior a esta fecha fueron escritos después de 1486.

El viaje descubridor iba mucho más lejos que el coste económico, si se encontraba algo, habría de ser mantenido con las armas frente a Juan II, ese era el verdadero coste del proyecto, para los monarcas la autorización del proyecto en 1486 era un imposible, tendrían que mantener la guerra de conquista granadina y el conflicto permanente con el rey de Francia, o con la regente, que prometió que no se daría solución mientras no hubiera devolución del Rosellón y la Cerdaña, se abriría un enfrentamiento bélico con Portugal, era impensable pelear tres guerras al mismo tiempo.

Los reyes católicos nombraron una junta de cosmógrafos presidida por Hernando de Talavera, para el estudio del proyecto que presento Colón, esta junta dictaría sentencia negativa contra el proyecto, que además tenían razón, los cálculos de Colón estaban equivocados.

La junta no solo estaba compuesta por cosmógrafos, sino además por altos diplomáticos jurídico-políticos como el presidente, fray Hernando de Talavera que fue el que llevo a cabo las negociaciones  de paz con Portugal en el tratado de Alcazobas, lo que demuestra los tintes políticos que se analizaron.

El verdadero obstáculo para la realización del proyecto no fue de orden científico pues este no fue tomado en cuenta, tampoco de orden económico pues no represento grandes inversiones, solo queda la dificultad política que se resume a las relaciones con Portugal.

Los Reyes Católicos no toman en cuenta el resultado desfavorable de la junta al proyecto de Colón, todo lo contrario le proporcionan ayudas económicas, tuvo el favor real desde 1486 a 1489 y de 1490 a 1491, al parecer los católicos relajan el favor real cuando se a crecentan las relaciones entre la corona portuguesa y la de castilla, los tratos de Colón con los Reyes Católicos se constituían desde su comienzo en problemas de orden de estado, vinculado principalmente con Portugal.

Los Reyes Católicos buscando un enlace matrimonial que los beneficiara políticamente  y en vista que el heredero al trono portugués todavía no había cumplido los quince años, deciden enviar a Nápoles al comendador Jerónimo González en febrero de 1487 a negociar con el rey Ferrante el matrimonio de su hija con el heredero del duque de Calabria, negociación que no fructifico, además al no tener las prometidas entregas territoriales por parte del Sultán de Granada conocido como el Zagal, tuvieron que emprender una gran campaña para conquistar los territorios en manos de musulmanes, lo que menos necesitaban era otro conflicto especialmente la reina Isabel, como el que representaría que el rey portugués sacara de su enclaustramiento a la “excelente señora” Juana la Beltraneja, la solución fue el envío de Sancho Machuca a Portugal en mayo de 1488 a fin de refrescar la memoria del rey portugués  sobre el tratado de Alcazobas  en el que estipula el posible enlace matrimonial del príncipe Alfonso con la hija de los Reyes Católicos, para la solidez de unas relaciones fraternas.

Aquella gestión fue bien recibida por el rey portugués, a la vez que el príncipe Alfonso se acercara a cumplir los quince años, la reina Isabel no pondría ningún obstáculo para la realización del matrimonio.

Colón y su proyecto se convirtieron en un instrumento secundario, al que no se le daría uso inmediato, Colón no se quedo de brazos cruzados ante los acontecimientos, empezó a buscar otras alternativas, envía a su hermano Bartolomé Colón a Londres, para ofrecer su proyecto al Rey Enrique VII, en febrero de1488 Bartolomé se encuentra en la corte inglesa ofreciendo un mapa de la ruta a las indias, mientras el propio Cristóbal Colón a principios de 1488 escribe desde Sevilla al rey portugués y prepara un viaje a Portugal como sabemos por la notoria contestación con la que respondió el propio rey portugués desde Avis, el 20 de marzo de 1488 en donde lo trata de “nuestro especial amigo en Sevilla” y  le ofrece tenerle por servidor, otorgándole un salvoconducto para su estancia en Portugal, Colón también envía una carta a los monarcas de Francia ofreciéndoles su proyecto.

A su regreso de Portugal en 1489 encuentra Colón un distanciamiento de los reyes católicos hacia su proyecto, dejo de tener la importancia que en un principio le atribuyeron, los monarcas ya no le conceden audiencia, Colón trata de presionarlos haciéndoles llegar las cartas de aceptación que ha recibido de los monarcas de Portugal, Inglaterra y Francia.

Las relaciones entre Castilla y Portugal se vuelven cordiales después de firmar en 1490 los acuerdos para la boda de Alfonso, hijo del rey portugués, con Isabel hija de los reyes católicos.

Todo volvería a cambiar tras la inesperada muerte del príncipe Alfonso, el 12 de Julio de 1491 de una caída de caballo, el rey portugués queda completamente consternado al no tener heredero legítimo, ni tampoco tenía esperanza de llegar a tenerlo. La infortunada viuda doña Isabel fue devuelta a Castilla después de la tragedia, en ese momento Colón vuelve a recuperar el favor real, y vuelve a tener relevancia el proyecto del viaje a las indias.

Manuel Doval

Mitos sobre Cristóbal Colón

Existe documentación y argumentos contundentes sobre el origen gallego de Cristóbal Colón, pero los mitos y falsedades que existen alrededor del Almirante han logrado crear una gran confusión, a lo largo de los años se fueron destruyendo sistemáticamente los originales  de documentos, registros o legajos, así como centenares de expedientes con millares de protocolos de la correspondencia de Colón y de sus hermanos, sustituyéndolos por copias adulteradas, dando lugar a varias falsedades y mitos, entre los más comunes tenemos:

 

Contrario a lo que se cree comúnmente el Almirante nunca tuvo que demostrar que la tierra era redonda, antes y durante la edad media nadie creía ni afirmaba que la tierra era plana, desde el s. III a. de C., salvo contadas excepciones, ninguna persona educada pensaba que la tierra era plana, el que daría inicio al mito de que en la edad media se creía que la tierra era plana fue el norteamericano Washington Irving, en una obra que escribió sobre Cristóbal Colón, en 1860. Filósofos, científicos y teólogos anteriores como Aristóteles, Ptolomeo, San Agustín, San Isidoro de Sevilla o Santo Tomás, algunos de los más influyentes en el período medieval, ya habían vaticinado que la tierra era esférica. No existe ningún comentario en ningún texto de Cristóbal Colón que aludiera a que hubiera tenido que convencer a nadie de que la Tierra era redonda.

 

Con este ejemplo se puede ver lo fácil que arraiga un mito o una falsedad, la historia de Colón se ha manipulado, está llena de mitos y falsedades, su origen genovés es otro ejemplo, Colón nunca dijo que fuera genovés, no hablaba genovés, italiano, ni ningún otro dialecto usado en la región, tampoco lo sabía escribir, Colón hablaba y escribía en castellano con giros o palabras gallegas, como se hablaba y escribía en Galicia, las fechas no concuerdan si nació en Génova en 1451 y hasta 1974  no salió de allí, no pudo estar navegando los 23 años que dijo el Almirante que navego, ni tampoco corresponde el tiempo que vivió en Portugal con lo que escribió el propio Colón, tampoco hay documentos que certifiquen que era genovés solo aparece una referencia en la «Institución de Mayorazgo” de 1498, un documento a todas luces falsificado que apareció 80 años después de la muerte de Colón, que ya en su día fue rechazado, su edad tampoco concuerda tenía alrededor de los 70 años al morir, como quedo demostrado en el reciente estudio de su ADN, si fuera genovés o extranjero se le debía exigir  que se naturalizara para recibir los títulos que le concedieron algo que no tuvo que hacer por ser natural de los reinos de Castilla.

 

La reina Isabel no tuvo que empeñar sus joyas, pese a lo que se cree los reyes católicos casi no aportaron dinero, la expedición no supuso un alto costo a la Corona, el retraso de la expedición se debió a la dificultad política que se resume a las relaciones con Portugal, tampoco fue un obstáculo la junta que nombraron los reyes para el estudio del proyecto, esta junta dictaría sentencia negativa contra el proyecto, y que además tenían razón los cálculos de Colón estaban equivocados, la junta no solo estaba compuesta por cosmógrafos, sino que además altos diplomáticos jurídico-políticos como el presidente, fray Hernando de Talavera que fue el que llevo a cabo las negociaciones  de paz con Portugal en el tratado de Alcazobas, lo que demuestra los tintes políticos que se analizaron, las relaciones en 1485 entre Castilla y Portugal eran tensas, llenas de amenazas y agravios por parte de las dos cortes.

 

Contrario de la opinión mal fundada no murió ni en la miseria ni nada por el estilo, murió con una cantidad de dinero bastante respetable, como lo demuestra en su testamento, conservando sus privilegios reales, existen muchos más mitos sin fundamentos que se han enquistado en la opinión general, que fomentan la confusión, con los cuales nos extenderíamos demasiado. Lo cierto y demostrable es su origen gallego.

Autor:  Manuel Doval

El fuerte Navidad

Cristóbal Colón dejo su versión de los hechos siendo el autentico protagonista de los acontecimientos, en una bahía bien abrigada del litoral de lo que hoy es Haití, cuando el Almirante exploraba la Española, tuvo lugar un suceso que alteraría los planes de la expedición, en la noche del 25 al 26 de Diciembre de 1492, una falta de atención de Juan de la Cosa, piloto de la Nao “La Santa María” después acusado de traición, propició que la Nao encallase, no obstante las recomendaciones de Colón, confió el timón a un grumete que se durmió y al despertar con el ruido de las olas que rompían contra la costa al subir la marea, no supo dominar la nave y fue a dar contra un banco de arena, fue imposible recuperarla, pese a los esfuerzos de Colón y la tripulación que cortaron el mástil y con dos barcas trataron de tirar del casco “ La Santa María” se hundió en la arena.

 “Y díxoles el Almirante a el [maestre] y a los otros que halasen el batel que traían por la popa y tomasen un ancla y la echasen por la popa; y él con otros muchos saltaron en el batel…no viendo otro remedio, mandó cortar el mástel y alijar de la nao todo cuanto pudieron para ver si podían sacarla”.

Durante este suceso encontramos una de las aseveraciones más claras por parte del propio Colón de que era gallego, cuando en su diario dice:

 “…que si no fuera por la traición del maestre y de la gente, que eran todos o los más de su tierra, de no querer echar el ancla por la popa para sacar la nao, como el Almirante les mandaba, la nao se salvara”.

La Nao Santa María cuyo nombre original o como se conocía a la embarcación era Santa María “la Gallega”, fue construida en los astilleros de la Moureira en Pontevedra. En un contrato de flete suscrito en Pontevedra en 1489, se cita una nave llamada “Santa María, la gallega”, propiedad del pontevedrés Juan de la Cosa, dos de los testigos de este fletamento, Pedro de Foronda y García Ruiz, al igual que Juan de la Cosa, se embarcaron con Colón en el primer viaje al nuevo mundo, esta nave  realizo varios viajes, los cuales están documentados como el del día 5 de Julio que estuvo en el puerto de Bayona la carabela la «Santa María la Gallega»  llegaba cargada de sal, cuyo documento se comprueba por un contrato del siglo XV hecho ante notario, fue la nave capitana de Colón, además de ser la única aportación que hizo el Almirante al descubrimiento, Colón cuando se queja de “la traición del maestre y  de la gente que eran todos o los más de su tierra”  se refiere a la tripulación de la Santa María que procedían de las costas gallegas, la Santa María se construyo en Pontevedra, y siendo propiedad de Juan de la Cosa, es lógico pensar que la mayoría de los tripulantes fuesen de Pontevedra porque las naves no suelen cambiar de tripulantes aunque cambien de armador.

Gracias a la ayuda del cacique Guacanagarix  jefe de los nativos, los tripulantes  pudieron salvar el cargamento y los materiales de la embarcación. Colón toma la decisión de construir un fuerte con la madera de esa nave, al que llamó de la Navidad, donde hoy está la ciudad de Cabo Haitiano, la primera Colónia en tierras del Nuevo Mundo, en el “Fuerte de Navidad”, se quedaron 39 hombres al mando de Diego de Arana.

Juan de la Cosa, propietario de la Gallega, como castigo a su descuido debió de haber quedado en el fuerte pero se embarco con Colón en el viaje de regreso para cobrar su Nao, la prueba fue que los Reyes Católicos indemnizaron al maestre de la Nao con prebendas y exenciones por la pérdida de la nave.

Gracias a la alianza que había formado con el cacique Guacanagarix, le pidió que se ocupara de atender debidamente a los tripulantes que se quedaban mientras el regresaba en cuatro o cinco meses, por diversos motivos el Almirante tardo en regresar un año.

Al regreso del Almirante al Fuerte de Navidad se llevo una desagradable sorpresa al comprobar que todos los hombres que había dejado custodiando el Fuerte habían sido asesinados.

Las primeras palabras pronunciadas desde la Nao que avistó tierra en el nuevo mundo fue «emaisi»  expresión netamente gallega que significa «ciertamente», «pues sí».

 

Autor:  Manuel Doval